El Harén del alfa, la reina ciega
El Harén del alfa, la reina ciega
Por: Valkyria Wolf
Prólogo

La primera vez que la vio se quedó fascinado.

Que bien olía

Fue el pensamiento que tuvo Ilayen al ver a la loba que se convertiría en una de las tantas esposas de su padre, el actual alfa de la manada. Era la primera vez que alguien como él, todavía considerado un cachorro a sus 16 años había sentido algo tan delicioso que hacía que su cuerpo temblara y su boca salivara.

La loba caminaba por el medio del pasillo, cubierta por un manto blanco que cubría gran parte de su cuerpo, pero que para él… no ocultaba nada. Aun cuando era joven era mayor que él. Con la edad suficiente para entrar en el harem de su padre donde su principal función era satisfacer el gran alfa.

Pero a diferencia de otras veces esa idea no le gustaba nada. Cada fibra de su cuerpo dictaba que corriera y arrebatada la loba del lado de su padre y la hiciera suya. Más él no podía.

Ella ahora tenía un dueño.

Sin embargo, el destino siempre jugaba las cartas como quería y sus caminos se volvieron a encontrar un año más tarde cuando fue descubierto buscando la última reliquia de su madre, escondida en el jardín del pabellón donde vivía esa loba. Un rostro hermoso que lo conquistar aún más, pero a la vez tan lleno de tristeza.

Una tristeza que él se propuso borrar aun cuando ella tenía la marca de mordida en su nuca.

Las feromonas no mentían. Ella era su mate. Lo supo todo el tiempo. Ella si le pertenecía. Era suya. No de su padre. Ese que solo la veía como objeto. Ese que apenas la iba a ver. Ese que le había arrebatado la visión en un arrebato violento, el brillo de aquellos hermosos ojos verdes. Ese que no estaba interesado en ella. Ese al que él se había propuesto destruir y reformar toda la manada.

Si solo... ella hubiera llegado.

Si ella no lo hubiera traicionado. Si solo ella hubiera cumplido su promesa esa noche después de despertar sus feromonas y que entrelazaran sus cuerpos desnudos bajo la luz de la luna. Pero en cambio había tenido que huir con la cola entre las patas cuando su padre había ido por su cabeza.

El dolor que ser abandonado y traicionado por el ser que está destinado a estar a tu lado era inigualable. Estremecedor. Uno que se había quedado guardado dentro de el por 6 años cuando sus caminos se encontraron de nuevo. Él había vuelto para destronar a su padre y con la decisión de tomar el puesto de alfa.

Esta vez la vio. Igual de hermosa que la primera vez. Cautivadora como el primer día. Capaz de manipular como había hecho con el... Y con el lobo muerto detrás de ella.

Era... una escena extraña. Ella sentada en el borde de la cama. Con el vestido ancho y blanco manchado de sangre. Su larga cabellera negra suelta sobre su cuerpo. Y en sus manos ensangrentadas un cuchillo pequeño en una y el corazón del lobo en otra.

Corazón que ella le ofreció como actual reina del harem y que lo reconocía como el nuevo al a pero el... Solo tenía una cosa en su mente en ese momento. Sus labios quemaban al igual que su corazón y garganta, pero lo tenía que decir.

Te rechazo.

Sus palabras fueron estas frías y filosas que parecieron atravesar el alma de loba que se tambaleó producto, además, de estar débil por el rompimiento del lazo con su ex esposo.

Ilayen pudo ver diferentes emociones cruzar por el rostro de loba sudoroso y surcado por una mueca de dolor debido al rechazo.

Si. Le debía estar doliendo, pero nada comparado con lo que había sufrido él todos estos años.

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