Vincet subió las escaleras con una bandeja en una mano y en ella dos vasos con refresco y un plato con algunas jamones y queso para picar, cuando se detuvo en la puerta escuchando como Alicia hablaba adentro. Frunció el ceño. Y si acaso era su madre o Cristian que querían manipularla o decirle cualquier cosa para desestabilizarla.Sabía que ella era fuerte y que había aprendido a lidiar con ese tipo de situaciones, pero para él, Alicia siempre sería un delicado pétalo que quería proteger por encima de todo. Así que entró rápidamente, aunque Alicia estaba ya colgando la llamada. Al escucharlo lo miró por encima del hombro y él no supo descifrar su expresión.-¿Qué ocurrió?- dejó la bandeja rápidamente encima de la mesa sin mucha importancia. Había cosas más urgentes y se acercó a Alicia. Rodeó la cama y se detuvo delante de ella agarrando su barbilla para girar el rostro de ella hacia él.Alicia tenía los labios apretados, aunque no era precisamente angustia o miedo lo que reflejaba.-
Juliana cerró el expediente que tenía en sus manos dando por concluida por fin su labor del día en el hospital. Estaba agotada y eso que solo había sido un paciente. Pero qué paciente. Era un empresario con serios problemas con sus adicciones y la relación con otras personas. Había probado varias estrategias con él y aunque había mejorías, había trabajo para rato.Pero bueno, ya podía olvidarse de ello. Separar el trabajo y los problemas de sus pacientes, de su vida privada era lo primero que había aprendido a hacer. Además, realmente se sentía bastante nerviosa estando allí debido a los últimos acontecimientos. Ahora solo debía llamar a Lukas para que la recogiera. Él estaba cerca debido a que había tenido que ir a ver al abogado de Vincet por papeles de la investigación.Juliana miró la puerta. Esta había estado cerrada con llave a menos que entrara o saliera el paciente o ella. No se iba a arriesgar, además que había dicho que no la molestaran y que dijera que no estaba allí si pre
Lukas era una persona con un control férreo sobre sus emociones, había estudiado psicología después de todo y su trabajo consistía en eso, en saber qué hacer en cada situación. Pero ahora mismo era una bomba de tiempo. La mujer que amaba había sido secuestrada a solo minutos de él llegar, solo por la traición de alguien. Y sabía incluso que si él hubiera estado allí se las hubieran ingeniados para hacerlo igual.-Habla- casi gruñó llamando la atención de los demás que estaban allí que miraban la escena pareciendo que era Lukas el que estaba provocando todo el problema. Razón por la que pronto algunos médicos salieron.-¿Qué está ocurriendo? Llamen a seguridad- dijo uno de ellos.-No- la otra enfermera en recepción negó firmemente mirando a su compañera con decepción- Ella es la causante de que alguien haya sido secuestrado.Diciendo eso en voz alta siendo audible para los presentes hubo un gemido de exclamación y seguidamente el lloriqueo de la mujer fue aún más audible.-Llorar no te
-Tu padrastro fue el secuestrador de Juliana- fueron las palabras de Alicia nada más llegar a la casa.La tensión se instaló en la sala. Tanto la joven como el Ceo que espetaban sentados en el sofá de este se levantaron y lo vieron entrar con los hombros cuadrado y la furia contenida dentro de él.Las palabras de Lukas hicieron retroceder a Alicia y apretarse los labios tanto que estos se pusieron blancos.-Yo…- su voz temblaba- lo siento- era lo único que podía decir. Vincet rodeó los hombros de Alicia y la atrajo hacia él. Su mirada fulminó de Lukas de forma agresiva por hacerla sentir de esa forma.Fue entonces que Lukas comprendió que su tono se había malinterpretado.-Oye, espera- el secretario alzó la mano y con la otra se apretó el entrecejo tomando una gran bocanada de aire- No lo dije con intención de acusarte ni nada parecido. Discúlpame a mí por usar ese tono. Estoy… algo alterado y no me controlé.Alicia simplemente asintió, pero eso no quitaba el peso sobre sus hombros, d
El auto de color oscuro estaba estacionado a seis cuadras del lugar de la reunión, casi dentro de un callejón. Dentro, el rostro de Vincet era todo un poema.Y como no serlo si su pareja, la mujer que amaba y había jurado proteger se iba directo al peligro en pocos segundos. Se estaba arrepintiendo en todo el sentido de la palabra. Y lo exudaba por cada poro de su cuerpo.-Vincet- la mano de Alicia se posó sobre su antebrazo haciendo que se sobresaltara. Giró el rostro hacia un lado y la miró con la mirada oscurecida.-será mejor volver- dijo con la voz grave- No quiero ponerte en peligro. Buscaremos una mejor op…-No- Alicia lo interrumpió y hasta el mismo Lukas que iba en la parte de adelante del auto se sorprendió. Ella normalmente era muy tranquila y no se imponía, pero esta vez parecía muy decidida en lo que quería hacer- Cada minuto que pasa pone en peligro a Juliana. Debemos actuar lo más rápido posible y esta vez no quiero quedarme de brazos cruzados.Vincet apretó los labios
Alicia realmente se avergonzaba de tener una madre como la suya. Antes no le había importado mucho. Cuando vives constantemente en un mismo ambiente y es lo que ves todos los días pues… no te afecta, pero ella había tenido la oportunidad de ver más allá de ese escaso horizonte para saber que su realidad no era normal. Su madre… no era normal.Y de algo podía decir que estaba segura.Ella no haría pasar por todo ese sufrimiento a los hijos que tuviese. No sabía qué futuro le esperara. No sabía si viviría toda su vida junto a Vincet, que le encantaría, pero el destino siempre era impredecible, aun así, el día que tuviese hijos lo haría en un ambiente saludable y feliz para ellos. Los hijos no debían pagar la culpa de los padres.Con esos pensamientos en la cabeza sonrió levemente, conteniendo la marea de emociones en su interior.-Hablaré con Vincet para que te haga una transferencia. No creo que se niegue, porque sabes que a él no le gustan mucho las visitas en su casa, y menos sino so
Lo próximo que supo Alicia fue que su cuerpo fue alzado por los brazos de Cristian y llevada hacia el interior de una camioneta, o eso fue lo que pudo definir abriendo ligeramente el ojo antes de que la puerta se cerrara. La habían dejado en la parte de atrás y tanto Cristian como su madre se habían sentado delante y encendieron el vehículo.Ahora es que comenzaba todo. Volvió a cerrar los ojos pretendiendo estar aún drogada en caso que ellos miraran hacia atrás y notaran que no su plan no se había cumplido del todo. No deseaba que la atraparan y todo lo que habían hecho hasta el momento se echara a perder, eso sin contar que la pondría en mucho peligro.Respiró profundo e intentó calmar las aceleradas pulsaciones de su corazón, así como el temblor en ella. Debía confiar en que estaría bien y a salvo, que Vincet no le fallaría. Y que él estaba en esos momentos sumamente preocupado por ella.Y así era. Vincet casi se estaba comiendo las uñas en lo que venía la pantalla del auto donde e
Juliana no sabía cuánto tiempo había estado en aquella habitación con solo una simple y pequeña ventaba tan alta que no podía alcanzar ni siquiera subiéndose en la única cama rústica de la zona. Tampoco creía que esta soportara su peso.Decir que no tenía miedo era mentirse. Sus manos no habían parado de temblar en todo ese tiempo. Estaba realmente aterrada porque no sabía qué pasaría con ella o donde estaba, o a dónde sería llevada. Al menos de algo estaba segura, no le harían daño, después de todo Cristian era de esos hombres que le gustaba las cosas perfectas, sin golpes, ni cicatrices, y prueba de ello era como la habían dejado en aquella habitación sin amarrar, algo que sería lógico siendo un rehén.Pero Cristian detestaba las marcas de correas. Y a ella se le hacían muy fácil. Las pocas veces que habían usado correas durante el sexo él se había puesto como fiera después tras notar las marcas y ni la había tocado por asco.Ah, ya no sabía porque vez se preguntaba por qué había est