A pesar de que parecía mucho tiempo, entre trabajo, gestiones, rutinas, los días pasaron volando.-Ah, dentro de una semana tendré que volver- Juliana pasaba su dedo por la pantalla de su celular y alzó la mirada hacia Alicia que tomaba helado delante de ella. En ese momento estaban en la plaza cerca de donde vivían temporalmente- ¿Estarás bien quedándote aquí sola?Alicia asintió sin preocupación. Su adaptación había sido realmente digna de ver. Incluso Juliana creía que no tendría problemas como tal, después de todo veía a la chica feliz, ocupada, realizada en su trabajo que hacía con emoción. Esperaba no equivocarse.-Por lo que me dijo Lukas, ya casi están terminando de resolver los asuntos allá por lo que pronto podrán volver a verse.Alicia sonrió.-Sí, tengo ganas de ver a Vincet.Juliana alzó la ceja y sonrió de forma pícara.-Aunque ustedes no se han dado tiempo a extrañarse mucho- vio como el rostro de Alicia se sonrojaba- No es mi culpa que no hayas cerrado bien la puerta.
Lukas se bajó del auto después de estacionarlo y corrió al interior del aeropuerto. No podía solicitar ir directamente en el jet privado de Vincet pues este estaba en mantenimiento. Vaya momento para eso. Él, ni siquiera había agarrado una maleta. Simplemente su tarjeta y el pasaporte. Lo demás era irrelevante.Lo importante ahora era volar a Alemania, llegar lo más rápido posible y resolver ese malentendido, porque Juliana tenía aún su celular apagado. Y estaba completamente negado a perderla por una estupidez así. Le había costado bastante, BASTANTEEEEE, hacer que la mujer fuera completamente suyaSin embargo, los planes no siempre salían como uno deseaba. El vuelo más cercano de salida era dentro de 7 horas. 7 malditas horas.Se apretó la sien que palpitaba de la frustración. Esas 7 horas serían eternas. Aun así, compró el boleto y solo le quedaba esperar sabiendo que cada segundo contaba.Y vaya que se le hicieron lentas las horas. Tanto que ya tenía la mesa delante de él con cinc
Los brazos de Juliana estaban cruzados sobre su pecho, sus piernas también cruzadas con su pie moviéndose constantemente. La expresión de su rostro era de temer.-Me estás diciendo que estabas de forma random en la calle, y que esa chica se te acercó, te besó y te tomó esa foto- alzó una ceja- Y quieres que me crea eso.Lukas asintió.-Sí, porque no te puedo dar otra versión ya que fue eso lo que ocurrió- dijo él muy natural sentado en la cama frente a ella.La ceja de Juliana se alzó más alto. Estuvo en silencio por unos largos segundos analizando el lenguaje corporal de Lukas, así como todo lo que había recopilado de la foto durante todo el viaje. Porque si, en su mente no quería creer que él la había engañado y tras mirar por no sabía que vez la foto se notaba que él no estaba ni relajado ni dispuesto en aquella imagen.-Quédate quieto en la cama y cierra los ojos- dijo ella levantándose con el rostro serio.-Juliana- Lukas se fue a levantar para agarrarla, pero ella lo miró.-Si n
Como que Lukas había entendido muy bien que Juliana se había tomado en serio castigarlo, porque estar moviéndose encima de él de forma tan suave, después de haberse corrido y no dejado recuperar era una total tortura. La cadera de ella sobre él, su sexo húmedo y descubierto se movía de adelante hacia atrás sobre su pene, pero sin meterlo, aunque lo tentaba introduciendo su glande ligeramente en su interior para después sacarlo con un sonido húmedo.-Cachorrita- la voz de él salió quebrada.Las venas de sus brazos estaban marcadas intentando tirar de las esposas que impedían que sus manos fueran hacia adelante, atrapadas en su espalda. Se sentía frustrado. Quería agarrar la cadera de ella y meterse en su interior hasta tocar fondo. Seguramente se correría de nuevo por lo placentero que sería, pero Juliana pensaba diferente.Las manos de ella se pasaban sobre su vientre duro y su pecho arañando la piel sensible y húmeda que se estaba tornando rosada con el paso de los minutos.-Si hubie
Había que ser realmente valiente para llamar desde la entrada a las 12 de la noche cuando él había tenido uno de los días más agitados de su vida. Vincet Regal chasqueó la lengua y restregó su rostro en la almohada. El sonido del teléfono de la entrada al edificio no paraba de insistir y eso era solo señal que quien fuera que estuviera abajo no se iría.-Maldición- murmuró aún sin abrir los ojos y agarró su celular que lo tenía anclado al teléfono.Lentamente alzó sus párpados mirando el número para confirmar que fuera ese y descolgó en altavoz.-Más vale que sea algo urgente porque no estoy de humor- después de casi 72 horas sin dormir debido a un viaje de trabajo y más de tres contratos cerrados lo menos que deseaba era que alguien perturbara su tranquilidad.-Perdón señor Regal, pero dos mujeres lo están buscando aquí abajo. Una de ellas insiste en que es una buena amiga de usted, pero su nombre no está dentro de los contactos que usted ha dejado aquí abajo- respondió el custodio d
Vincet se apretaba el entrecejo buscando la mayor paciencia que pudiera haber en su ser. Su cabeza martilleaba poniéndolo de más mal humor del que estaba antes y para colmo tenía que soportar toda aquella situación.-En serio Liliana, tiene mucho descaro que después de 20 años vengas a pedirme en la cara que cuide a tu hija así sin más. Acaso ella no es mayor de edad- el hombre no podía creer lo que ella le había pedido antes.La chica sentada al lado de su madre aún tenía la cabeza gacha y en ningún momento había dejado ver claramente su rostro, su cuerpo se notaba tenso y nervioso. Vincet chasqueó la lengua ante la reacción de ella totalmente diferente a la que estaba acostumbrado y más por la forma en que estaba vestido. Normalmente las mujeres solían comérselo con los ojos como por ejemplo ahora mismo la madre de ella.-Por favor Vincet no seas tan trágico. Solo son 20 años- Liliana le quitaba interés al asunto como si aquello fuera lo más natural.-¿Trágico?- él soltó un bufido d
Definitivamente el hombre era mucho más intimidante en la vida real que en la foto. Los ojos de él parecían que podrían atravesarla por la intensidad que la mirada y ella solo podría apretar las manos en su regazo.¿Qué madre loca dejaba a una joven en casa de un tipo que no había visto en 20 años por muy ex que fuera?Pues la suya.Muchas veces había pensado que su madre tenía más de un tornillo suelo, no ella como todo el tiempo Liliana le decía. Sin embargo, con el paso de los años se había dado cuenta que no había una sola cosa que hiciera su madre en vano. Quitando todo aquello, Alicia prefirió estar en aquel penhouse con un total desconocido que en su casa con su madre y su padrastro.Vincet al ver que ella no respondía frunció el ceño y la soltó. Se dejó caer de nuevo en el butacón y recostó su rostro en su mano, sin dejarla de enfocar. Tenía un sueño brutal, pero era lo suficientemente adulto para saber que no podía dejarla dormir sin decirle al menos algunas cosas.La recorri
Vincet se encontró en medio de una encrucijada. Desayunar de aquella forma, con la comida caliente, casera y con un olor delicioso, hacía mucho tiempo que no lo hacía. Estaba más habituado a los desayunos de hotel o solo de café en la mañana por lo que la sensación fue gratificante. No era un hombre tan fácil de sorprender, pero en este momento…Como cuando la frase un hombre se conquista por el estómago se hacía válida.Razón por la que se enfocó más en comer que hablar con la chica, hasta que notó que ella…-¿Por qué no comes?- le pregunté él tomando un sorbo de café.-¿Puedo?- la pregunta de ella lo desconcertó.-¿Por qué no podrías?- frunció el entrecejo- Si está servido es por una razón.-Gracias- el agradecimiento por parte de ella lo alteró aún más.-¿Qué? Acaso tu casa era como el servicio militar en donde tienes que pedir permiso hasta para ir al baño- se burló él con el comentario que no tenía ningún trasfondo. No se esperó que ella no respondiera, más bien, los hombros de e