Encontrar un empleo bien pagado era difícil, nunca imaginó que terminaría de mesera en una cafetería como su madre pero, sin un título universitario no podría trabajar en un bufete de abogados o al menos no sin ninguna "palanca" para mínimo ser asistente.
Con ahorros de casi tres semanas estaba lista para buscar un apartamento que se ajustara a sus posibilidades. Esther y Lizzie se sentaron en una banca en el patio de la universidad - ¿Porque éste departamento es tan económico? - Dijo mientras miraba un anuncio en su móvil. La mejor amiga tomó el celular y observó cada foto del edificio - Míralo, es bastante viejo. Seguro es por eso - - Bueno la colonia tampoco es de abolengo, pero al menos es mejor que dónde crecí - Ambas rieron. A lo lejos un par de jóvenes las escucharon reír llamando su atención. La mirada de Lizzie con la de uno de los chicos se cruzó, el joven tomó sus cosas y se marchó junto a su compañero - ¿Aún no te habla? - Preguntó Esther al escuchar a su amiga dar un largo suspiro. - No, pero la verdad lo entiendo. Creí que era buena idea llevar a Max a comer a casa en vacaciones pero carajo, mi madre empezó a interrogarlo como si fuera una trabajadora social haciendo un estudio socio económico y Randy se comportó como si fuera novio mío, no de mi madre. Hijo de puta me celó tanto y lo trato tan mal que me disculpé mil veces con Max - - Y aún así no volvió a llamarte. Año y medio de relación se fueron a la basura gracias a que no comprendió que tú familia apesta. Lo siento mucho, amiga - - Bueno - La chica sonrió para intentar verse optimista - Una preocupación menos. Seguro me iba a engañaba con Olivia y yo sin asistir a la universidad, no me enteraría - - Sabes que yo te mantendría al tanto - Sonrieron. Había hecho varias citas para ver algunos cuartos pequeños de una sola pieza, en barrios peligrosos. La mayoría tenían humedad en las paredes, el techo goteaba, uno infestado de ratas y el último compartía casa con vendedores de drogas. Recordó aquel edificio viejo con rentas económicas, un poco más elevado al precio de los pequeños cuartos, pero tampoco era tanto, tan solo unos 25 dólares más y la zona era un poco más tranquila - No pierdo nada con ir a verlos - Se dijo a sí misma. Envío un mensaje al W******p que venía en el anuncio esperando ver el lugar al día siguiente cuando respondieran, pero casi de inmediato fué contactada por llamada por la agencia. Era una mujer madura la que le daba el aviso de que podía verla en una hora para mostrar el lugar disponible - Wow que rápido. Bien, creo que iré a comer mientras tanto - Al cominar por las calles vió en un bar un letrero donde buscaban mesera para fines de semana, únicamente sábado y domingo, justo el par de días que le sobraban. Lo pensó un instante, volteó a ver a todas direcciones, rascó su nuca y entró solo por curiosidad. - El horario es de 6 horas, menos de lo que marca la ley - Explicaba el viejo bartender, dueño del local - De 8pm a 2 am. La paga es de 30 dólares por noche más propinas que, bueno eso ya depende de ti - - Ammm... - La chica observó el lugar - ¿Solo es atender mesas cierto? - El hombre la miró de pies a cabeza - Asi es. Solo es llevar en las charolas - Señaló la barra - Cervezas o botellas, vasos, botana y ya. No tienes que sentarte en las piernas de nadie, ni nada de eso. Esas cosas no se hacen aquí, los clientes ya traen sus putas de afuera - Carcajeó el viejo. - Bien. Pues, muchas gracias - Dio media vuelta. - Si te animas, el empleo es tuyo cuando quieras - Mencionó el hombre antes de que la chica saliera por la puerta. Miró el reloj, tenía solo 30 minutos para llegar al edificio. Pasó rápidamente por un puesto ambulante y compró un par de tacos, los comió mientras caminaba a su encuentro con la mujer de la agencia. Antes de cruzar la calle vió a una mujer peliroja de traje sastre, un portafolios y algunos papeles en sus manos esperando fuera del complejo - ¡Diablos! - Corrió al cruzar la calle - Lo siento, se me hizo un poco tarde. Es que me detuve a comprar algo de comer y... - - Tranquila, tiene solo 2 minutos que llegué. Ven, te enseñaré el departamento - Abrió la puerta del zaguán - Está en el segundo piso - El edificio solo era de 3 pisos. La planta baja tenía un departamento grande donde vivía una familia con 3 hijos. Una pelota y un triciclo adornaban el pequeño patio con tragaluz. Subieron. El segundo y el tercer piso eran para dos departamentos cada nivel. Cada departamento contenía espacio para sala de estar, una cocina con área de lavado y una recámara con baño. Al fondo de la sala había una puerta que llevaba a un enorme balcón que estaba al frente del edificio. Esa última cosa había llamado totalmente su atención. Comenzó a recordar cuando era una pequeña niña de solo 4 años. Sus padres aún vivían juntos y la pasaban peleando y gritándose, no era tan diferente como lo hace su madre con sus novios, pero con su padre eran peleas dolorosas. Él estaba listo para madurar y Concepción, su madre, solo quería ir de fiesta y beber hasta perder la conciencia. Ella miraba por la ventana cada vez que escuchaba las discusiones, veía el edificio de enfrente, era bonito, moderno y lleno de luces en cada balcón que reflejaban en los grandes ventanales familias felices. - ¿Que te parece? - - ¡Wow! es lindo pero ¿El precio del anuncio es correcto? Bueno, en las fotos el edificio se ve viejo pero ahora que lo veo en persona, me parece que el precio es un error - La mujer interrumpió - Oh si, lo siento. No he podido corregir el anuncio - - Era tan bello para ser real - Pensó Lizzie. - Esas fotos son de hace unos meses atrás. El edificio fué vendido y el actual dueño lo renovó por dentro y por fuera, dejando el lindo color amarillo en su fachada. También dejó la renta al precio que tenía antes de ser mejorado. Entonces, dime ¿te quedas con el último departamento disponible? - - Por supuesto - Respondió la chica con una enorme sonrisa. Caminó hasta aquella puerta del fondo, la abrió y salió a respirar el aire húmedo gracias al clima nublado de la ciudad. Miró el piso de arriba, el balcón estaba lleno de masetas y plantas, señal de que ahí vivía gente mayor. Su mirada pasó por el balcón del segundo piso, justo afuera de la puerta de a un lado. Había una mesa de jardín con medio cigarrillo a fumar sobre un cenicero, al lado una lata de cerveza vacía - Vaya eso parece - - ¿Firmamos el contrato? - Preguntó la mujer interrumpiendo sus ideas. Ya nada la haría retroceder. Había encontrado el lugar perfecto - Si, claro - Volvió a la universidad y con una enorme sonrisa le dió la increíble noticia a su mejor amiga - ¿Y cuando te mudas? - - Mañana mismo. Compraré una cama con un cómodo colchón y listo, por el momento seran mis primeros muebles - Ambas chicas se abrazaron, sería su última noche como compañeras de habitación pero prometieron no dejar de verse, aunque sea en ocasiones especiales.En una pequeña valija metió su ropa, maquillaje y pequeñas pertenencias que tenía en la habitación de la universidad, se despidió de su querida amiga y se marchó a su nuevo apartamento. Unos 30 minutos después de llegar, la bocina de un camión sonó, su nueva cama y televisor habían llegado. Bajó para recibirlos y señalar a los cargadores dónde meter las cosas.Un Mustang clásico se estacionó detrás del camión. El joven conductor bajó del automóvil y entró al edificio. Al intentar subir se topó con un colchón a mitad de las escaleras, obligándolo a subir a paso lento, pero pronto los trabajadores lo subieron a su destino.La puerta se cerró y detrás de ella una joven pensativa se sentaba en el suelo, sacó de su maleta un cenicero, encendedor y prendió un cigarrillo. Era lo único malo que le había dejado el antigüo novio de su madre, un mal hábito al tabaco - Mierda, éste lugar está tan vacío. Falta un buen sofá, una estufa y quizá hasta una lavadora. Además, me quedé con dinero para so
Un par de minutos después llegó Timothée al edificio, subió las escaleras y vió ahí a su mejor amigo, Tom - Hey ¡Sshh! ¿Que te pasa? Deja de hacer escándalo -- Pensé que estabas con Candy y no querías abrir la puerta -- Ni de loco la meto a mi departamento. Luego me cuesta trabajo sacarlas, no quieren irse por nada - Abrió la puerta y ambos entraron.Tom carcajeó - Cierto. Bueno, vine porque me siento deprimido. Quiero jugar Xbox -- Pues ahí está - Señaló - Yo me voy a bañar y a dormir. Candy me dejó seco - Ambos rieron y chocaron sus puños - ¿Aun estás triste porque Cecy te dejó? -- Si - El chico se tumbó sobre el viejo sofá con el control del videojuego en la mano - Y me dejó por tu culpa, no lo olvides -- Ay por favor. Que ella sea una insegura no es mi culpa. Osea, si te la pasas aquí pero el único que folla soy yo. Y si ella no confía en ti, amigo entonces ahí no es. Creo que deberías salir con alguien más -- No lo sé. Aún quisiera hablar con ella, dejar claras algunas cosa
Después de un aburrido día de trabajo, era hora de divertirse un poco. Tenía varias semanas que no salia con alguien, no desde hace casi 2 meses cuando Max, su ex novio, le dejo de hablar y la bloqueo de todas las redes sociales al conocer a su madre y padrastro. Ella entendía que la propuesta de Tom era algún tipo de cita.Entró al departamento, se dió un baño y cuando estaba aún arreglándose escuchó la puerta de su vecino, él estaba saliendo - Debo darme prisa, olvidé preguntar a qué hora tocan -Timothy no se había dirigido directamente al bar, se había citado con una chica antes. Llegó a casa de la joven que con rostro de desprecio lo recibió - ¿Y bien? ¿Que es eso tan importante que según tú, tienes que decirme? - La chica se cruzó de brazos.- Sé que no quieres verme y la verdad yo tampoco a ti pero - Aclaró su garganta - Me preocupa mi mejor amigo -- ¿Tom? ¿Que pasa con él? - Bajó sus brazos y se paró firme.- Ok, ya sé que no te gusta que llegue a mi casa pero todos estos día
Su cuerpo estaba tan cansado que durmió hasta tarde. De no ser por el hambre, se hubiera despertado aún más tarde. Miró la hora en su celular, eran las 10:23 am - Llamaré a Esther para ir a almorzar -Mientras probaban sus alimentos, ambas se ponían al día con lo sucedido en su semana - ¿Y entonces? ¿Que pasó con Tom? - Preguntó la mejor amiga.- Pues, supongo que volvió con su ex - Se encogió de hombros.- ¿Y como te sientes por eso? -- Mmm... - Terminó de masticar - Me alegro por él. Al menos él pudo volver con su ex. A otros nos bloquean de todas las redes sociales existentes - Ambas rieron.- Hablando de Max, él empezó a salir con Olivia -- Era de esperarse, ya se veían muy juntos desde que saliamos. Pero está bien, ahora mismo estoy muy ocupada trabajando y en la noche entro a mi nuevo empleo de fin de semana -- Además de que has conocido nuevos bombones - Dió un ligero empujón en el hombro de Lizzie - Y ¿No te gustaba Tom? -- Es lindo, tiene una carita de que "no rompe un pl
Los días siguientes Lizzie evadió a su vecino, el resto de la semana fingió no conocerlo. Estaba molesta. El día sábado por la mañana encontró una nota bajo la puerta trasera que decía: "Perdón por lo del otro día. Te hice el pay de limón, lo dejaré sobre la mesa de jardín. Espero que te guste, mi amor. Besos. Timothy". Se sentó, sonrió y se comió el postre. En verdad estaba delicioso. En la noche, al llegar al bar vió a varios carpinteros en una esquina trabajando. Se acercó a Mireya, una de sus compañeras meseras a preguntar - ¿Que está pasando? - - El jefe dice que pondrán un escenario para música en vivo y un par de mesas de billar. Igual creo que cambiará la rockola por una más moderna y con música en general, no solo country y esas cumbias viejas - - Que bueno, ya no atenderé mesas de manera aburrida - Ambas asentaron y rieron. El día martes, después de trabajar en la cafetería y de darse un baño, la chica se sentó en su sofá, tomó la nota que había dejado el rizado días
Se tumbó sobre la cama y estiró su cuerpo, escuchó como su columna se alineaba. Al verla ahí recostada, el rubio subió sobre ella, la chica le sonrió mientras lo miraba a los ojos. La besó. Los besos de Max eran lentos pero llenos de pasión. El chico enderezó su cuerpo para quitar su camisa y dejar al descubierto su trabajado abdomen, a lo cuál sabía que ella no podría resistir ver, sin intentar acariciarlo. Él volvió a besarla, metiendo su lengua y haciendo movimientos en círculos. Llegó el momento en que Lizzie se deshizo de su blusa y después de sus pantalones. Max metió su mano bajo las bragas de la chica para acariciar con sus dedos su intimidad y en cuánto sintió que estaba húmeda, se bajó los pantalones con todo y boxer, pero antes sacó un preservativo del bolsillo. Quitó las pantis de la joven y ella misma se deshizo del sostén para al fin acariciar sus cuerpos sin que les estorbara la tela. Sus cuerpos desnudos bajo las sábanas, llenos de sudor ya se conocían bien, sabían
Ya mandé al diablo a Max - Envió el mensaje para su mejor amiga.- Que bueno, es un idiota -- ¿Y a tí como te fué en tu cita con Ezequiel? -- Pues todo normal. Comimos tacos, le invité un Acee y platicamos mucho -- ¿Se besaron? -- ¡No! es algo bobo. Dudo que se atreva a darme un solo beso - Esther estaba algo decepcionada por la cita que había tenido con un chico de primer semestre.Al llegar al bar, la chica vió el escenario preparado con instrumentos - ¿Habrá música hoy? - Preguntó a su compañera mesera.- Si, eso parece -Todo estaba normal, hasta que pasaron unas horas y empezaron a llegar muchas personas jóvenes a ocupar las mesas. Eran casi las 11pm y estaba más lleno que de costumbre. La botana detrás de la barra se había acabado así que Lizzie fué a buscar más a la bodega. Al volver ya estaba tocando su primer canción la banda.- ¡Carajo! - Exclamó.- ¿Que pasa? - Preguntó Mireya.- Es mi vecino -- ¿El guapo que está cantando? -Miró a su compañera levantando una ceja, vo
Los gritos de una nueva pelea la hicieron despertar. El sonido de un vaso rompiéndose la hicieron saltar de la cama - ¡Mierda! - Exclamó. Salió, caminó al baño y gritó con la intención de ser escuchada - Me alegra volver a la universidad. Maldita casa de locos - Era su último día de vacaciones y estaba ansiosa por volver a sus estudios.Echó agua en su rostro, se miró al espejo, aún tenía los ojos rojos por el sueño. Vió el reloj de su móvil, eran apenas las 7:05 am. Lavó sus dientes y bajó para prepararse algo para desayunar. Abrió el refrigerador y observó un momento - ¿Ya no hay salchichas?... ¿Tampoco hay pan de caja? Pero ayer compré -- Randy tenía hambre y era lo único que había en el refrigerador - Contestó despreocupada la madre de familia.- Pues que se compre su propia comida - Respondió molesta Lizzie.- Ya, deja de llorar. En tu escuelita te dan bien de comer o ¿no?, universitaria - Randy, el actual novio de la madre de Lizzie entraba por la cocina con el periódico de hoy