Capítulo 3

En una pequeña valija metió su ropa, maquillaje y pequeñas pertenencias que tenía en la habitación de la universidad, se despidió de su querida amiga y se marchó a su nuevo apartamento. Unos 30 minutos después de llegar, la bocina de un camión sonó, su nueva cama y televisor habían llegado. Bajó para recibirlos y señalar a los cargadores dónde meter las cosas.

Un Mustang clásico se estacionó detrás del camión. El joven conductor bajó del automóvil y entró al edificio. Al intentar subir se topó con un colchón a mitad de las escaleras, obligándolo a subir a paso lento, pero pronto los trabajadores lo subieron a su destino.

La puerta se cerró y detrás de ella una joven pensativa se sentaba en el suelo, sacó de su maleta un cenicero, encendedor y prendió un cigarrillo. Era lo único malo que le había dejado el antigüo novio de su madre, un mal hábito al tabaco - M****a, éste lugar está tan vacío. Falta un buen sofá, una estufa y quizá hasta una lavadora. Además, me quedé con dinero para sobrevivir solo 2 días - Mordió su labio inferior - No quería aceptarlo pero creo que tomaré el empleo de fin de semana. Con esos días ganaré casi lo de una semana como mesera en la cafetería. Fácilmente podré pagar renta, despensa y lo que me falta para que esté departamento sea realmente habitable -

Miró la luz que entraba a través de aquella puerta, sonrió y caminó hasta ahí con su cenicero. Salió al balcón y se sentó en una de las sillas de la mesa de jardín que estaba a un lado. Se cruzó de piernas y prosiguió a degustar el tabaco de su mano. De pronto la puerta de aun lado se abrió. De aquel departamento salía un joven delgado, de rizos oscuros, con una vestimenta muy informal, sus jeans estaban rotos por las rodillas y su playera sublimada con el nombre de la banda Pink Floyd. El joven era el mismo que se había encontrado atrapado en las escaleras con el colchón nuevo de la chica - Vaya que es guapo ¡Ay! no es momento para ésto, estúpida - Se dijo para sí misma en su mente - Ah, yo, lo siento - Se acomodó bajando la pierna y poniendo recta su espalda.

- Tranquila no te voy a cobrar por usar mi silla - El chico miró al cenicero - Ni mi mesa - Sonrió de lado - ¿Puedo? - Señaló a la otra silla.

- Por supuesto - La chica respondió sonrojada - Es tu silla -

El rizado dió un par de carcajadas - Soy Timothy - Extendió su mano.

Ella correspondió - Soy Lizzie -

- Y ¿Que te parece el lugar? - El chico se acomodó en la silla mientras preguntaba.

- Es lindo. Es mi primer día así que - Sonrió y se encogió de hombros - ¿Fumas? - Ofreció un cigarrillo.

El vecino lo aceptó - Gracias - Usó el encendedor de la chica y después de aspirar, sacó el humo - Llevo viviendo aquí al menos 3 años y todo ha ido bien. En el departamento que alquilaste vivía una pareja que la verdad no conocía muy bien, eran muy serios y trabajaban todo el día, pero en cuanto juntaron lo suficiente compraron una casa y se marcharon -

- Que buena suerte. Yo, bueno es la primera vez que vivo sola -

- ¿Vivías con tus padres? - Timothy era bueno para seguir una charla, sobre todo para intorragar a las personas.

- En realidad vivía más en la universidad, solo en las vacaciones iba a casa de mi madre y a mirarle el estúpido rostro a mi padrastro - Ambos rieron - Pero mi madre me dijo que ya no podría seguir pagando la escuela y bueno, tuve que meterme a trabajar de lleno y salirme de la escuela a solo 2 semestres de terminar mi carrera -

- ¿Que estabas estudiando? -

- Pretendía ser abogada -

- ¡Iugh! - El rizado negó con la cabeza al mismo tiempo que sacaba el humo de su boca - Que aburrido -

- Lo sé - La chica sonrió - Pero al menos sería la única con un titulo en mi familia - Volvieron a reír al mismo tiempo.

- En mi familia, esa era una de las opciones, ser abogado o, bueno igual algo aburrido. Pero yo soy como las aves, me gusta volar libremente -

- Vaya, así que eres un Rockstar -

- De hecho - Sonrió de lado ante tal ironía - Tengo una banda de rock. Igual que tú, tuve que salir de casa de mis padres porque ellos querían elegir mi futuro. Supe desde siempre que quería ser un "Rockstar" - Lo dijo fingiendo comillas con los dedos - Pero al fin lo llevé a cabo hace 3 años, cuando vine a vivir a este edificio -

- Bueno, no te juzgo. Incluso yo tuve ese sueño -

Él la miró con asombro - ¿En serio? -

- Si. Le conté esa loca idea a mi ex padrastro - Avergonzada se disculpó - Lo siento mi madre ha tenido a tanto pendejo en su vida, pero el único con él que me lleve bien fué con Cody, el ex de mi madre. Tenía sus errores también, pero él era buena persona. Me enseñó a tocar algunos instrumentos pero abandoné la idea cuando se marchó. Mi madre lo involucró en apuestas hasta que el idiota tuvo una racha perdedora y se endeudó en grande - Vió como el chico la miraba con las cejas levantadas por la asombrosa historia - ¡Dios, lo siento! Me puse a hablar cosas serias con un extraño - Tapó su rostro con una mano como si eso la hiciera desaparecer.

- No pasa nada - El timbre del vecino sonó y él se levantó - Lo siento, tengo una cita pero espero podamos charlar de nuevo de cosas serias o de lo que sea - Dió media vuelta y le guiñó un ojo.

La chica quedó sonrojada tanto por la plática que mantuvo, como la manera tan coqueta en que el joven se había despedido. Sonrió con las mejillas rojas - Estúpido. Se nota que es un cualquiera - Se levantó para tomarse una ducha y después ir al bar a aceptar aquel empleo.

En el pasillo, Timothy se encontraba con una jovencita - Hola, Brandy - Se recargó en el marco de su puerta.

- No soy Brandy, soy Candy - Respondía la joven rubia que lo llegó a buscar.

- Es cierto, lo lamento es que - Río cínicamente - Se parecen tanto -

La chica dió un ligero golpe con su palma sobre el pecho del rizado mientras reía - Tonto, vámonos ya -

- ¿A donde quieres ir? ¿Al cine? ¿A comer? O mejor aún ¿Al hotel? - Levantaba una de sus cejas en forma de juego, logrando hacer reír a la rubia. Al final Timothy la llevó al cine, se sentaron hasta atrás y Candy hizo lo suyo después de los primeros 15 minutos de iniciar la cinta. El comía palomitas y de vez en cuando apretaba sus labios para no dejar escapar sonidos al sentir como la chica chupaba y succionaba su miembro. Al terminar la película el rizado pasó a dejar a su cita del día a su casa - La próxima vez deberíamos salir los 3 -

- Mmm... Quieres cumplir la fantasía de follar a unas gemelas ¿Verdad? Eres un tonto - Golpeó nuevamente el pecho del chico ligeramente, río y bajo del Mustang azul.

Lizzie por su parte volvía a casa. Puso música en una app en su pantalla y se acostó en el suelo de la sala de estar. Se estaba quedando dormida cuando escuchó la puerta de a un lado ser tocada y al no recibir respuesta alguien comenzó a gritar.

- ¡Timothy! - Gritaba mientras golpeaba la puerta - Vamos abre la puerta - Continuó golpeando - ¡Timothy! - No paraba con los golpes - ¡Hey! Carajo abre ya -

- ¡Agh! M****a ya me estaba quedando dormida aquí mismo en el suelo y este gritón no deja descansar - Refunfuño la chica.

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