Los días siguientes Lizzie evadió a su vecino, el resto de la semana fingió no conocerlo. Estaba molesta.
El día sábado por la mañana encontró una nota bajo la puerta trasera que decía: "Perdón por lo del otro día. Te hice el pay de limón, lo dejaré sobre la mesa de jardín. Espero que te guste, mi amor. Besos. Timothy". Se sentó, sonrió y se comió el postre. En verdad estaba delicioso. En la noche, al llegar al bar vió a varios carpinteros en una esquina trabajando. Se acercó a Mireya, una de sus compañeras meseras a preguntar - ¿Que está pasando? - - El jefe dice que pondrán un escenario para música en vivo y un par de mesas de billar. Igual creo que cambiará la rockola por una más moderna y con música en general, no solo country y esas cumbias viejas - - Que bueno, ya no atenderé mesas de manera aburrida - Ambas asentaron y rieron. El día martes, después de trabajar en la cafetería y de darse un baño, la chica se sentó en su sofá, tomó la nota que había dejado el rizado días atrás. Ella sonrió al volver a leerla. De pronto la puerta trasera fue tocada. Escondió la nota entre uno de sus libros y después abrió la puerta. - ¿Te gustó el pay? Fué mi mensaje de paz - Ella se encogió de hombros - Mmm... - Ondeó su mano - Mas o menos - El joven sonrió y negó con la cabeza - ¿Podemos seguir viendo la serie? - - Tengo que ir a buscar mi estufa - - Yo puedo acompañarte. Claro, solo si quieres - La chica suspiró. En su cabeza recordaba que esa era su idea principal, antes de ver cómo a Tim se le había olvidado que habían quedado de pasar la tarde juntos la semana pasada - Esta bien. Voy por mi suéter y te veo en la entrada en 5 minutos - Cerró la puerta y después salió por enfrente. Tardaron al menos 1 hora y media en la tienda viendo ropa, juguetes, videojuegos y al final por fin se dirigieron a la zona de electrodomésticos. Eligieron una pequeña y bonita estufa, subieron al camión junto a los cargadores y volvieron al apartamento. La chica abrió la puerta y dejó entrar a los trabajadores, Tim entró detrás de ella y se sentó en el sofá mientras ella les señalaba dónde conectar la estufa. Los empleados se retiraron, cerró la puerta detrás de ellos y al girar lo vió ahí muy cómodo - Ven, te invito a tomar asiento en tu sofá - Ella sonrió nerviosa - Gracias, que amable - - Tienes un bonito sofá, es muy cómodo y suave - - Lo es - Respondía mientras sus mejillas se tornaban carmesí. El rizado sacó su celular y puso "Mount Everest" de Labrinth en Spotify. Ella quedó pensativa, pero en cuanto el chico puso sus manos sobre sus hombros lo miró con extrañeza, a lo que él respondió - Tranquila, solo voy a darte un masaje. Estás muy estresada - La jovencita tragó saliva, lo pensó un momento y se dejó fluir. Sujeto su cabello en forma de chongo. Timothy presionaba firme pero con delicadeza, tratando de no lastimarla. Bajó sus manos pasando la yema de sus dedos por su espalda hasta llegar a su cintura y de nueva cuenta subió hasta sujetar su cuello, eso erizó la piel de Lizzie y él pudo notarlo. Acercó su rostro hasta su cuello y dió un ligero beso, después tomó su rostro para que ella pudiera verlo a los ojos. - ¿Que haces? - - Ya te dije, solo estoy dándote un masaje - - ¿Con final feliz? - El chico sonrió - No soy una fan, recuérdalo - - Lo sé - Pasó la yema de su pulgar por los carnosos labios de la chica, lentamente - Y es por eso que me gustas. Entre más me rechazas, más me dan ganas de estar contigo. Es como una adicción - La mirada de la chica apuntó a los labios de Timothy mientras relamía sus labios y él a su vez miró los labios de ella. Pronto el chico hizo el primer movimiento y se acercó lo suficiente como para sentir la respiración de su vecina, la cual sentía que su corazón se salía de su pecho, latía tan rápido que los dos podían escucharlo palpitar. Sus labios apenas se tocaron cuando el celular de Liz sonó. Ella retrocedió, sacó el móvil de su bolsillo y vió que la pantalla decía "Max". Él sabía bien quien era, ya habían hablado sobre él antes - ¿Vas a contestar? - Ella suspiró - Lo siento, dame un minuto - Se levantó del sofá y caminó hacia la puerta trasera para salir al bralcón y contestar - ¿Max? - Del otro lado de la línea el rubio habló - Hola Lizzie ¿Como estás? - - Bien, gracias ¿Pasa algo? - - Ah, bueno... En realidad yo... He estado pensando en ti estos días y quería saber si estás bien - - Si, si estoy bien - La chica rascó su nuca. Timothy caminó hasta la puerta y se recargó en el marco para poder escuchar la charla, la jovencita no se dió cuenta. - Oye, quiero disculparme por lo que pasó. Yo, no supe cómo lidiar con la tensión. En verdad me arrepiento, soy un imbécil - - Si bueno, te comprendo un poco. Sé que es difícil pero... Si eres un imbécil - Al otro lado se escuchó la risa de Max - ¿Crees que haya una manera de poderlo remediar? - - No lo sé, tu dime - - ¿Puedo invitarte a comer? - Ella lo pensó por un instante y después respondió - Solo si es comida china - Mordió su labio. - Claro, ya se cual es tu lugar favorito ¿Mañana está bien? - - A las 6 pm. Bien te veo afuera del restaurant. Bye - Cuando ella giró vió al rizado ahí parado detrás de ella - Vaya, así que verás a tu ex - - Bueno, solo quiere disculparse - - Creí que ya salía con alguien - - No es como que vayamos a volver - Timothy caminó hasta su puerta - Espero no levantar tus pedazos cuando vuelva a lastimarte - Lanzó un beso mientras guiñaba un ojo - Aquí estaré cuando necesites un hombro para llorar, mi amor - No es que ella esperara volver con Max, pero tampoco quería que aquello que estuviese pasando con su vecino escalara hasta enredarse en una situación confusa dónde podría salir con el corazón roto, aunque, salir con su ex novio era una situación similar. Al día siguiente, en el restaurante de comida china, mientras comían, charlaban - ¿Una cafetería? - Preguntó el rubio. - Si, por el centro. Y los fines de semana en un bar, el Hangar para ser exacta - - ¿Un bar? ¿Acaso tu... - La chica interrumpió de inmediato - No, solo soy una mesera ¿Okey? - - No dije nada - Max la observó, su mirada era casi como juzgandola. Así era él, siempre pensando mal sobre los demás - Y ¿Que tal el departamento nuevo? - El rostro de la chica se iluminó, estaba emocionada por hablar de su nuevo hogar - Es perfecto, me encanta. Aún me faltan muchas cosas por comprar pero el balcón es hermoso, eso compensa todo. Y en general, es muy tranquilo el edificio, la mayoría de los vecinos trabajan y he hecho un amigo, es divertido pasar el rato con él - El rubio la miró fijo - Vaya, se nota que estás muy feliz - - Lo estoy - - ¿Y solo has hecho un amigo? - - Si, es con el que he pasado más tiempo - Al salir del restaurante, la chica caminó adelante de Max y él la abrazó por la cintura, girando su cuerpo - Te he extrañado mucho - Ella le sonrió, sujetó el rostro del chico con ambas manos, lo miró a los ojos y le dió un ligero beso - Yo también he pensado en ti - Rápidamente el rubio pasó su mano por la nuca de la chica y le regresó el beso, pero de una manera fuerte, llena de pasión y deseo. Sus lenguas peleaban salvajes en una batalla por llenar de lujuria a su ex novia. Al separarse, Max señaló con la mirada la acera de enfrente - ¿Entramos? - Lizzie apuntó su mirada al edificio que su ex había señalado, era un hotel.Se tumbó sobre la cama y estiró su cuerpo, escuchó como su columna se alineaba. Al verla ahí recostada, el rubio subió sobre ella, la chica le sonrió mientras lo miraba a los ojos. La besó. Los besos de Max eran lentos pero llenos de pasión. El chico enderezó su cuerpo para quitar su camisa y dejar al descubierto su trabajado abdomen, a lo cuál sabía que ella no podría resistir ver, sin intentar acariciarlo. Él volvió a besarla, metiendo su lengua y haciendo movimientos en círculos. Llegó el momento en que Lizzie se deshizo de su blusa y después de sus pantalones. Max metió su mano bajo las bragas de la chica para acariciar con sus dedos su intimidad y en cuánto sintió que estaba húmeda, se bajó los pantalones con todo y boxer, pero antes sacó un preservativo del bolsillo. Quitó las pantis de la joven y ella misma se deshizo del sostén para al fin acariciar sus cuerpos sin que les estorbara la tela. Sus cuerpos desnudos bajo las sábanas, llenos de sudor ya se conocían bien, sabían
Ya mandé al diablo a Max - Envió el mensaje para su mejor amiga.- Que bueno, es un idiota -- ¿Y a tí como te fué en tu cita con Ezequiel? -- Pues todo normal. Comimos tacos, le invité un Acee y platicamos mucho -- ¿Se besaron? -- ¡No! es algo bobo. Dudo que se atreva a darme un solo beso - Esther estaba algo decepcionada por la cita que había tenido con un chico de primer semestre.Al llegar al bar, la chica vió el escenario preparado con instrumentos - ¿Habrá música hoy? - Preguntó a su compañera mesera.- Si, eso parece -Todo estaba normal, hasta que pasaron unas horas y empezaron a llegar muchas personas jóvenes a ocupar las mesas. Eran casi las 11pm y estaba más lleno que de costumbre. La botana detrás de la barra se había acabado así que Lizzie fué a buscar más a la bodega. Al volver ya estaba tocando su primer canción la banda.- ¡Carajo! - Exclamó.- ¿Que pasa? - Preguntó Mireya.- Es mi vecino -- ¿El guapo que está cantando? -Miró a su compañera levantando una ceja, vo
En el camino trataron de olvidar lo sucedido con el ex novio de Lizzie y hablaron sobre el show. Timothy no perdía el tiempo y agarraba de la pierna a la chica de vez en cuando, obviamente ella quitaba su mano al instante, haciéndose la difícil.Llegaron al edificio y el rizado tomó la mano de su vecina al subir las escaleras - Y dime ¿Te gustó el beso de hace rato? -Ella rió - Eres un tonto. No puedes besar a la gente solo porque sí -- No me has dicho ¿te gustó? -Ella suspiró y miró hacia otro lado - Ok, si -Tim sonrió de lado - Lo sabía -- Bien, ya debo ir a dormir es tarde. Estamos hablando en los pasillos y los vecinos se van a despertar. Que descanses - Dijo soltando la mano de Cliveland y abriendo su puerta.- Un día de estos vamos a estrenar ese colchón, estoy seguro - Ella rodó los ojos y negó con la cabeza sin voltear a verlo de nuevo.Al día siguiente despertó, tomó una ducha y se cambió. Eran las 11am. Tocó la puerta trasera de su vecino. Tim abrió tallandose los ojos
Timothy levantó el mentón de la chica con su mano - Nena tranquila. Obviamente no creí nada de lo que ese imbécil dijo. Es un presumido y un metiche. A mí no me interesan tus relaciones pasadas y a él tampoco debería importarle -- Lo sé pero... Tiene algún tipo de obsesión conmigo -El rizado limpió las lágrimas de su mejilla con los dedos - Si, eso puede notarse - La miró a los ojos y después a sus labios - Lo que no sabe es que solo eres mía - Besó sus labios, solo fué un pequeño toque pero eso la hizo sonreír.- Eres un aprovechado - Dijo mientras reía.Llegaron al edificio y ambos bajaron del auto. Lizzie bajó la guitarra de la parte de atrás y el rizado se ofreció a cargarla.La chica se acercó a su puerta pero Tim se puso detrás, ella lo observó raro - Voy a ayudarte a meter la guitarra a tu departamento -- Aamm... No. Te dije que te la daría -- No, no puedo. Es un regalo que te dieron -Dió la vuelta - ¿Que? Dije que te la daría y ahí está - Comenzó a levantar la voz molesta
Era una mañana tranquila en la cafetería, eso ayudaba para poder estar sentada tomándose un descanso mientras llegaba algún cliente.Pasaban de las 9 am cuando entraron dos hombres altos y fornidos por la puerta, Lizzie los observó, se veían raros ya que usaban cubrebocas y sudaderas oscuras con capucha. El más alto se acercó a la cajera y sacó un arma, ella entendió rápidamente lo que sucedía. Liz lo miró y éste le habló al oído a su compañero. El mas bajo se acercó a ella para gritarle y apuntarle con un arma - ¿Que estás mirando? Muevete, camina hacia la cocina -Ella levantó las manos - Okey, okey - Asentó con la cabeza y caminó a la cocina -La dueña del café estaba ahí dentro y al verla entrar con cara de angustia le preguntó - ¿Te sientes bien? -- Nos están robando -- ¿Que? - La mujer salió a toda prisa de la cocina, causando que el ladrón más alto se asustara y alterara. La apuntó con el arma y ella gritó - Lárguense de aquí malditos -- Cierra la boca - Expresó el ladrón da
Randy veía la NFL en el televisor mientras fumaba y bebía una cerveza pero no podía concentrarse en el partido. Se levantó y salió de la pequeña casa - Iré a la tienda, compraré 2 cervezas e iré a ver a John para ponernos de acuerdo en una coartada - Pensó. Estaba a punto de entrar a la tienda, pero de ésta salió Hank, el padre de Jay - ¡Hey, Hank! ¿Como estás? -- Hola. Para ser sincero, estoy muy feliz. Jay volvió antier en la noche de Afganistán y espero que no sea solo de vacaciones, en verdad espero que se quede en casa -- Me alegro mucho. Ojalá decida quedarse - Los hombres se despidieron y de inmediato una nueva idea llegaba a la cabeza del padrastro - Vaya, vaya. Creo que mantener ocupada a Lizzie ayudará a que se quede callada -Al día siguiente en la cafetería, la dueña tenía 2 puntadas en la frente - ¿Como se siente hoy? - Preguntó la chica, a un lado estaba la cajera igualmente preocupada.- Tranquilas chicas, estoy bien -Los siguientes días transcurrieron con normalidad
Tomó el móvil y llamó a su mejor amigo - ¿Tim?... Ah sí, estoy en Rossetti, el restaurante de fideos... ¿Que? No, no puedes estoy con Cecy... ¿Tim? ¿Hola? -La chica no sabía que pasaba - ¿Ese era Timothy? -- Si, estaba algo alterado. No sé que diablos le pasa -Cleveland jaló una chaqueta y salió de su apartamento. Del otro lado, Jay y la chica cruzaban la puerta - ¿Que fué eso? - Preguntó el pecoso mientras se sentaba sobre el sofá y Lizzie caminaba a la barra de la cocina a servir vodka con jugo de durazno en un par de vasos.- Nada, ignóralo es un tonto, solo le gusta bromear -- Ok pero dime algo ¿Tu y él? -- ¿Que? -Jay negó con las manos - No, no. Tranquila. No es un interrogatorio ni nada de eso. No quiero molestarte, tampoco pienso molestarme yo por tu respuesta. Es solo que quiero estar precavido ante las futuras "bromas" de tu vecino -- Okey - la chica suspiró - Él y yo no tenemos, ni tuvimos nada. Él es de esos que coquetean con todas y a la vez con ninguna. Para mí des
Mireya subió al taxi para ir a trabajar al bar, sacó su móvil del bolso y marcó - Hola Tim ¿Como estás? -- Con resaca. Pero ya estoy bebiendo una cerveza para que me ayude con el malestar -- Wow. Vaya forma de aliviar la cruda - Dijo con ironía - Y ¿Todo bien con Liz? -- Mmm... Pues creo que sí -- ¿Hablaste con ella? -- ¿Sobre que? - Preguntaba el rizado haciéndose el tonto.- Ya sabes. Estás enamorado pero no quieres admitirlo -- Claro que no. Además, ella está saliendo con un tipo -- ¿En serio? - La mesera estaba sorprendida - Juraría que ella también estaba enamorada de ti. Bueno quizá me equivoqué -- Está saliendo con un exmilitar que se cree mucho haciéndose el altruista y buena persona -La chica en forma burlona dijo - En verdad pensaría que hablas con celos. Pero como dices que no estás enamorado de tu vecina, es imposible -Cleveland suspiró - Okey ¿Que quieres? -- Tranquilo. Bueno primero quería saber cómo iba su relación pero veo que solo son vecinos y ya. Entonces