Capítulo 9

Ya mandé al diablo a Max - Envió el mensaje para su mejor amiga.

- Que bueno, es un idiota -

- ¿Y a tí como te fué en tu cita con Ezequiel? -

- Pues todo normal. Comimos tacos, le invité un Acee y platicamos mucho -

- ¿Se besaron? -

- ¡No! es algo bobo. Dudo que se atreva a darme un solo beso - Esther estaba algo decepcionada por la cita que había tenido con un chico de primer semestre.

Al llegar al bar, la chica vió el escenario preparado con instrumentos - ¿Habrá música hoy? - Preguntó a su compañera mesera.

- Si, eso parece -

Todo estaba normal, hasta que pasaron unas horas y empezaron a llegar muchas personas jóvenes a ocupar las mesas. Eran casi las 11pm y estaba más lleno que de costumbre. La botana detrás de la barra se había acabado así que Lizzie fué a buscar más a la bodega. Al volver ya estaba tocando su primer canción la banda.

- ¡Carajo! - Exclamó.

- ¿Que pasa? - Preguntó Mireya.

- Es mi vecino -

- ¿El guapo que está cantando? -

Miró a su compañera levantando una ceja, volvió a ver al escenario - Si, ese mismo -

- ¿En verdad es tu vecino Timothy? Es un papucho, parece tallado por los mismos angeles - Ambas rieron - ¡No puedo creerlo! Todas las chicas de la ciudad se mueren por él -

- ¿Tan conocido es ese tonto? -

- ¡Claro! Tiene un club de fans y es que míralo, es guapísimo -

La chica se encogió de hombros mientras torcia su boca - Bueno, osea si pero ¿Un club de fans? -

- Los Cliveland's son muy conocidos en la cuidad y sus alrededores - Miró a su compañera - ¿Tu y él? -

- ¿Que? - Negó con la cabeza y las manos - No, no, no. Solo somos amigos - Se cruzó de brazos.

- Ah entonces está disponible ¿Segura que puedo intentar algo? -

- Claro, todo tuyo -

Siguieron atendiendo mesas y de vez en cuando los nervios la traicionaban, obligándola a voltear a ver al rizado el cual le sonreía coqueto y le guiñaba el ojo cada vez que notaba la mirada de la chica. Llegó la hora de cantar la última canción la cuál era "Rhythm Of Love" de Scorpions. La jovencita entregó un par de cerveza en una mesa y giró hacia el escenario, su compañera estaba cerca y vió como el chico interpretaba dicha melodía que en su letra era una declaración a tener un encuentro bajo las sábanas, mientras miraba a los ojos a su vecina y le lanzaba un beso. Liz se avergonzó, agachó la mirada y caminó hasta la barra con las mejillas rojas.

- ¡Wow! ¿En verdad tu y él...-

La chica interrumpió a Mireya - Ya te dije que no. Solo le gusta hacerse el chistoso -

Los chicos terminaron su show, la gente aplaudió y unos minutos después empezó a salir del bar.

- Voy a regalarle una cerveza a Tim - Mireya se apresuró para ponerse frente al rizado - Hola, toma es de cortesía, bueno en realidad es de mi parte -

- Ah, muchas gracias - La joven destapó la botella y él dió un trago.

Un instante después, su vecina se acercó para felicitarlo - Hola ¿Por qué no me dijiste que vendrían? -

- Lo siento, quería que fuera sorpresa - El rizado sonrió.

Detrás, aún en el escenario estaba Tom quitándose su guitarra y desarmando el micrófono - Hola Tom - Saludó Lizzie.

Pero el chico solo sonrió y giró a ver a su compañero baterista - ¿Te ayudo con eso? - El de las batacas volteó de reojo a ver a la chica y solo asentó a su compañero.

- Ah déjalo. Creo que aún está apenado por lo del otro día - Comentó Tim.

- Hasta ahora sé cómo se llama su banda - Rió - ¿Los Cliveland's? - Rió nuevamente - ¿Cómo el bufete de abogados? - Lo dijo en tono de burla.

- O la empresa de celulares - Respondió serio.

- Espera. Me dijiste que tu madre era abogada ¿Cierto? Acaso ¿Eres familia de esos Cliveland del bufete? -

- Ah, algo así, pero hablemos de eso después ¿Quieres? -

- Okey -

Mireya quería llamar la atención del chico y decidió acercarse más a él pero una ola de chicas pretendía acercarse a él con ganas de treparse encima - Ay no puede ser, esas acosadoras no me van a dejar en paz -

- Si quieres les digo que se marchen si no piensan consumir más, bombón. Así nos dejarán charlar más tiempo contigo - Dijo la mesera.

- No podemos quedarnos aquí platicando con Timothy o nos vamos a quedar sin empleo si se da cuenta el jefe - Dijo la vecina del cantante.

- Bueno, bueno. Toma - Mireya entregó un papelito con su número de celular al rizado - Llámame y ahuyentaré a todas las que te molesten, bombón -

- Está loquita por ti - Susurró Liz.

- Y yo estoy loquito por ti - Expresó Tim.

- Eres un tonto. Me voy, debo seguir trabajando -

- Puedo llevarte a casa -

La chica miró su reloj - Pero aún falta más de 1 hora para que salga -

- No importa, te espero en el auto. Igual ayudaré a subir todo a la camioneta -

- Bien - Dió media vuelta pero se detuvo al sentir como Timothy la sujetó por la muñeca, obligando a su cuerpo a girar hacia él. El chico pasó su mano por detrás de la nuca de la joven y la besó. Sus labios estaban fríos por la cerveza pero poco a poco entraron en calor gracias a la fricción que sus labios pegados a los de ella estaban provocando. Fué un beso suave, lento, sin prisas y sin ganas de volverlo algo morboso, era más bien una muestra de pasión, más que de deseo sexual. Al separarse la chica tragó saliva y sin decir una palabra más, continuó con sus labores.

Todas las chicas lo habían visto y todas salieron por su propio pie, pero con ganas de chismear en redes sociales que habían visto al soltero más codiciado de la ciudad besarse en público, lo cual no había hecho con ninguna otra chica, todas sus muestras de afecto las hacía en privado, sin permitirles una sola foto que lo expusiera como "ocupado".

Por otra parte, Mireya se acercó a su compañera para reclamarle lo que acababa de ver - ¿Y por qué lo negaste? Yo haciéndome ilusiones, cuando eres su novia -

- ¿Que? Claro que no, yo no soy nada de ese tonto -

- ¡Por Dios te beso! -

- Claro, como besa a media ciudad -

- No, no, no - Mireya negaba con la cabeza y una mano en la cintura - Él ha sido soltero siempre. Si, todas cuentan sus experiencias sexuales con él pero jamás, jamás se le ha visto besar, ni siquiera ir de la mano con alguna chica. Todos son rumores -

- Pues, no sé. Está loco ese hombre -

- Escucha lo que te digo: Si te besó enfrente de sus fans, es porque en verdad quiere contigo - Eso dejó un poco pensativa a Liz.

Eran las 2 am, hora de salir. La chica salió por la puerta para buscar el Mustang azul cuando alguien la tomó por la muñeca, Lizzie giró pero deteniendo a la persona con su mano sobre su pecho, pensando que era de nuevo Clivelan intentando besarla, pero no era él, era su ex novio.

- ¿Max? ¿Que haces aquí? -

- Recordé que dijiste que trabajabas aquí los fines de semana. Vamos mi amor, hay que hablar -

- ¿Estás ebrio? - Ella negó con la cabeza al verlo en ese estado - Vete a dormir. Toma un taxi, no deberías conducir en ese estado -

El rubio la tomó de ambas muñecas y la jaló - Tu puedes conducir, vamos -

- Suéltame, me lastimas -

- No puedo vivir sin ti - El chico la tomó por la cintura.

La joven comenzó a soltar manotazos. De pronto Max sintió un gran golpe en la espalda, era Timothy que había roto su guitarra para obligarlo a soltar a su vecina.

- ¡Lárgate! Ya te dijo que no irá contigo -

El rubio miró a ambos mientras sostenía la parte trasera de su cabeza - Maldito naco - Señaló al rizado - ¿Con éste muerto de hambre me engañas? - Mencionó mientras miraba de abajo hacia arriba al chico.

- En primera no te engaño y en segunda, odio que juzgues siempre a todo mundo -

Tim respondió - Uso pantalones rotos porque me gustan, pero yo podría pagarte hasta la sonrisa -

- Ya vámonos. No le hagas caso - Intentó calmar la situación Liz.

- No te irás con él, tu eres mi novia - Gritó Max caminando hacia la chica, dispuesto a llevarsela.

- ¿Estás loco? Tu y yo dejamos de ser novios desde el momento en que me bloqueaste de todas las redes sociales habidas y por haber. Por Dios me dejaste de hablar, pasabas a mi lado y te volteabas a otro lado -

- Pues me arrepiento. Vamos a empezar de nuevo ¿Quieres? -

Cleveland molesto lo tomó por la camisa - Ya te dijo que no -

- Tu no te metas - Max lo sujeto de la misma manera.

El dueño del bar salió junto con su hermano al escuchar el alboroto y separó a ambos chicos - Lleven su pelea a otro lado -

- Lo lamento mucho señor. Vámonos Timothy - Ambos vecinos subieron al Mustang. Estando arriba la chica se disculpó - Siento mucho lo que pasó. No sabía que vendría a joderme la noche -

- Tranquila. Es un idiota ¿Cómo pudiste andar con él? -

- ¡Agh¡ Tu guitarra, la rompiste -

- Ammm... -

- Mañana temprano vamos a casa de mi madre por la que Cody me regaló -

- ¿Estás segura? -

- Sí. Si quieres podemos ir en la semana -

El chico rascó su nuca - Bueno, la verdad es que tengo show mañana en la noche -

- Entonces mañana temprano vamos por ella -

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP