Un par de minutos después llegó Timothée al edificio, subió las escaleras y vió ahí a su mejor amigo, Tom - Hey ¡Sshh! ¿Que te pasa? Deja de hacer escándalo -
- Pensé que estabas con Candy y no querías abrir la puerta - - Ni de loco la meto a mi departamento. Luego me cuesta trabajo sacarlas, no quieren irse por nada - Abrió la puerta y ambos entraron. Tom carcajeó - Cierto. Bueno, vine porque me siento deprimido. Quiero jugar Xbox - - Pues ahí está - Señaló - Yo me voy a bañar y a dormir. Candy me dejó seco - Ambos rieron y chocaron sus puños - ¿Aun estás triste porque Cecy te dejó? - - Si - El chico se tumbó sobre el viejo sofá con el control del videojuego en la mano - Y me dejó por tu culpa, no lo olvides - - Ay por favor. Que ella sea una insegura no es mi culpa. Osea, si te la pasas aquí pero el único que folla soy yo. Y si ella no confía en ti, amigo entonces ahí no es. Creo que deberías salir con alguien más - - No lo sé. Aún quisiera hablar con ella, dejar claras algunas cosas e intentar de nuevo lo nuestro pero, no me atrevo a llamarla - Tim solo negaba con la cabeza - Cuando te vayas cierras bien la puerta - Dijo en la entrada del baño con la toalla en el hombro. Tom asintió. Al día siguiente, Lizzie volvía de su empleo de lunes a viernes. Tolerar a los clientes tontos era difícil, sobre todo cuando estaba cerca la quincena, todo mundo estaba estresado. Timothy escuchó la puerta de su vecina y unos minutos más tarde tocó la puerta trasera, aquella que llevaba al balcón. La chica abrió y se sorprendió al ver al rizado ahí parado - Hola ¿Quieres una? - Ofreció una cerveza - Es a cambio del cigarro de ayer - Ella sonrió, lo pensó por un par de segundos y aceptó. Salió al balcón para beber junto a su vecino - Vaya que me hace falta una buena cerveza. Estoy acabada, al menos mis turnos terminan a las 4pm - - Tienes suerte, hay empleos que te hacen trabajar más de lo que pagan - - El fin de semana probaré un nuevo empleo nocturno. Es quincena así que espero que ese viejo bar esté lleno de gente alcohólica que quiera dejar mucha propina - - ¿Trabajarás en un bar? - Preguntó el rizado. - Si, igual como mesera. Necesito comprar cosas para mi apartamento - - ¿Cuál bar? Quizá lo conozco - Rascó su nuca mientras reía - No es que sea una persona alcohólica que quiera dejar mucha propina. Es que los viernes, sábados y domingos mi banda y yo tocamos en varios lugares. Bares, clubs nocturnos, antros, etc. Bueno al final todo es lo mismo, gente que quiere divertirse - - ¿Conoces el Hangar? - - Lo conozco, está muy cerca de aquí pero ahí nunca hay música en vivo - - Uuufff que buena suerte - Pensó la chica - Sería vergonzoso tener ahí frente a mi a éste tonto, sobre todo en mi primer fin de semana - Alguien tocaba la puerta. Timothée se puso de pie - ¿Quieres ver cómo ensayamos? Seguro renacen tus ganas de ser una rockstar - Ella sonrió - Esta bien. Quiero ver qué tan malo eres - - Te voy a demostrar que te equivocas - Del otro lado de la puerta alguien gritaba - ¡Hey Timothy! Sé que estás ahí. Ya escuché tu voz - El rizado gritó al otro lado - Ya voy, ya voy. Ese es mi amigo Tom. Lo siento es un idiota. Es el otro bajista - Al abrir la puerta estaba su mejor amigo, pero no estaba solo. Lo miró a los ojos y los abrió grande, dando señales a Tom. El castaño entendió de inmediato - Ah, me encontré a Lucy fuera del edificio y pues entró atrás de mi - Codeó al rizado y dijo en voz baja - Lo siento, no podía decirle que se largara y cerrar el zaguán en su cara - - ¿Y porque no? - Respondió en murmullo. - Hola Timmy - Lucy se abalanzó sobre el chico. - Hey, tranquila. Me vas a romper el cuello - Respondió intentando alejarla - Tom, ella es Lizzie, la nueva vecina - - Hola - Ambos se saludaron. - Bien, ensayaré un par de veces a solas la nueva canción y después lo hacemos juntos ¿Okey? - - Claro - Tom tomó una cerveza y se sentó en el sofá - Entonces ¿Apenas llegaste al edificio? - Se dirigió a la recién mudada. - Si - Ella se sentó a su lado - Y debo decir que es divertido vivir junto a Timmy - Rieron burlones mientras miraban como Timothy negaba con la cabeza incómodo. Toda la tarde Lucy estuvo sobre el rizado, intentando llamar su atención, mientras que Tom y Lizzie fluían bien con su charla, conociendo sus gustos, comida favorita, género de cine y más. Pidieron pizza. Timothy se sentó junto a la barra, al igual que Lucy. La chica que se coló al apartamento agarró un pedazo para darle de comer en la boca a Tim, éste por un momento olvidó que ni siquiera quería dejarla entrar minutos antes y se puso a coquetear con ella. Lucy acercó su rostro al del chico con intenciones de besarlo, después de que él mordiera un pedazo de pizza. Él sonrió y volteo su rostro, ella solo pudo besar su mejilla. Cuando giró su mirada se cruzó con la de su linda vecina, que observaba la extraña escena de "coqueteo y desprecio". El rizado le sonrió de medio lado, ella correspondió muy apenas con una sonrisa y después volteó de nuevo a ver al castaño que estaba contando algunos chistes que se sabía. - ¡Carajo! - Expresó Timothy al ver cómo su mejor amigo hacía reír a Lizzie. - ¿Estas bien? - Preguntó Lucy. - Ya deberían irse. Quiero descansar - El par que estaba sentado en el sofá, se puso de pie. Tom se acercó a Lizzie y preguntó - ¿Oye te gustaría ir mañana a vernos? Estaremos en un bar cerca del centro. Después de tocar podemos beber una cerveza y charlar - La chica por instinto volteó a ver a Timothy, el cuál estaba observando, como esperando a saber cuál era su respuesta. Ella asintió con la cabeza - Claro. Me encantaría escucharlos y beber una cerveza contigo. Nos vemos - Dió un ligero abrazo al amigo de su vecino y ondeo la mano para despedirse de los demás. Salió por la puerta trasera y corrió a darse un baño para después ir a dormir, al día siguiente era viernes y aún le tocaba ir a trabajar en la cafetería temprano. - Bueno igual yo mañana iré a verlos - Lucy caminó hasta la puerta con los 2 chicos atrás de ella - Oye Timmy crees que puedas ir a dejarme a mi ca... - El joven rizado cerró la puerta a sus espaldas, dejando a Tom dentro del departamento - ¿Que te pasa, imbécil? - - ¿Que me pasa de que? - Afuera la chica tocaba la puerta y decía - Oigan, se les cerró la puerta ¿Chicos? - - Te dije que salieras con alguien más pero no con ella - - Yo no salgo con Lucy - Tom era lento para captar algunas cosas. - Ya lo sé idiota. Estoy hablando de Lizzie - - Ah ¿Ella te gusta? Pero tú estabas con Lucy - - ¡Güey! Porque tú la dejaste entrar - - Ya te expliqué que estaba en el zaguán pero, espera, estamos hablando de Lizzie. Lo siento pero yo te ví muy ocupado coqueteando con tu fan, además tu vecina y yo nos caímos bien - - Ya lárgate antes de que te golpee la cara - - Tranquilo. Ya me voy - Al abrir la puerta Lucy tenía la oreja pegada. Ambos subieron una ceja y ella solo dió media vuelta indignada - Está bien, si nadie va a dejarme hoy a mi casa se los perdono. Pero mañana me verán en el bar ¿Escucharon? - - Ya que - Respondió Timothée empujando a Tom y cerrando la puerta - ¡Mierda! - Gritó pasando sus rizos hacia atrás con coraje.Después de un aburrido día de trabajo, era hora de divertirse un poco. Tenía varias semanas que no salia con alguien, no desde hace casi 2 meses cuando Max, su ex novio, le dejo de hablar y la bloqueo de todas las redes sociales al conocer a su madre y padrastro. Ella entendía que la propuesta de Tom era algún tipo de cita.Entró al departamento, se dió un baño y cuando estaba aún arreglándose escuchó la puerta de su vecino, él estaba saliendo - Debo darme prisa, olvidé preguntar a qué hora tocan -Timothy no se había dirigido directamente al bar, se había citado con una chica antes. Llegó a casa de la joven que con rostro de desprecio lo recibió - ¿Y bien? ¿Que es eso tan importante que según tú, tienes que decirme? - La chica se cruzó de brazos.- Sé que no quieres verme y la verdad yo tampoco a ti pero - Aclaró su garganta - Me preocupa mi mejor amigo -- ¿Tom? ¿Que pasa con él? - Bajó sus brazos y se paró firme.- Ok, ya sé que no te gusta que llegue a mi casa pero todos estos día
Su cuerpo estaba tan cansado que durmió hasta tarde. De no ser por el hambre, se hubiera despertado aún más tarde. Miró la hora en su celular, eran las 10:23 am - Llamaré a Esther para ir a almorzar -Mientras probaban sus alimentos, ambas se ponían al día con lo sucedido en su semana - ¿Y entonces? ¿Que pasó con Tom? - Preguntó la mejor amiga.- Pues, supongo que volvió con su ex - Se encogió de hombros.- ¿Y como te sientes por eso? -- Mmm... - Terminó de masticar - Me alegro por él. Al menos él pudo volver con su ex. A otros nos bloquean de todas las redes sociales existentes - Ambas rieron.- Hablando de Max, él empezó a salir con Olivia -- Era de esperarse, ya se veían muy juntos desde que saliamos. Pero está bien, ahora mismo estoy muy ocupada trabajando y en la noche entro a mi nuevo empleo de fin de semana -- Además de que has conocido nuevos bombones - Dió un ligero empujón en el hombro de Lizzie - Y ¿No te gustaba Tom? -- Es lindo, tiene una carita de que "no rompe un pl
Los días siguientes Lizzie evadió a su vecino, el resto de la semana fingió no conocerlo. Estaba molesta. El día sábado por la mañana encontró una nota bajo la puerta trasera que decía: "Perdón por lo del otro día. Te hice el pay de limón, lo dejaré sobre la mesa de jardín. Espero que te guste, mi amor. Besos. Timothy". Se sentó, sonrió y se comió el postre. En verdad estaba delicioso. En la noche, al llegar al bar vió a varios carpinteros en una esquina trabajando. Se acercó a Mireya, una de sus compañeras meseras a preguntar - ¿Que está pasando? - - El jefe dice que pondrán un escenario para música en vivo y un par de mesas de billar. Igual creo que cambiará la rockola por una más moderna y con música en general, no solo country y esas cumbias viejas - - Que bueno, ya no atenderé mesas de manera aburrida - Ambas asentaron y rieron. El día martes, después de trabajar en la cafetería y de darse un baño, la chica se sentó en su sofá, tomó la nota que había dejado el rizado días
Se tumbó sobre la cama y estiró su cuerpo, escuchó como su columna se alineaba. Al verla ahí recostada, el rubio subió sobre ella, la chica le sonrió mientras lo miraba a los ojos. La besó. Los besos de Max eran lentos pero llenos de pasión. El chico enderezó su cuerpo para quitar su camisa y dejar al descubierto su trabajado abdomen, a lo cuál sabía que ella no podría resistir ver, sin intentar acariciarlo. Él volvió a besarla, metiendo su lengua y haciendo movimientos en círculos. Llegó el momento en que Lizzie se deshizo de su blusa y después de sus pantalones. Max metió su mano bajo las bragas de la chica para acariciar con sus dedos su intimidad y en cuánto sintió que estaba húmeda, se bajó los pantalones con todo y boxer, pero antes sacó un preservativo del bolsillo. Quitó las pantis de la joven y ella misma se deshizo del sostén para al fin acariciar sus cuerpos sin que les estorbara la tela. Sus cuerpos desnudos bajo las sábanas, llenos de sudor ya se conocían bien, sabían
Ya mandé al diablo a Max - Envió el mensaje para su mejor amiga.- Que bueno, es un idiota -- ¿Y a tí como te fué en tu cita con Ezequiel? -- Pues todo normal. Comimos tacos, le invité un Acee y platicamos mucho -- ¿Se besaron? -- ¡No! es algo bobo. Dudo que se atreva a darme un solo beso - Esther estaba algo decepcionada por la cita que había tenido con un chico de primer semestre.Al llegar al bar, la chica vió el escenario preparado con instrumentos - ¿Habrá música hoy? - Preguntó a su compañera mesera.- Si, eso parece -Todo estaba normal, hasta que pasaron unas horas y empezaron a llegar muchas personas jóvenes a ocupar las mesas. Eran casi las 11pm y estaba más lleno que de costumbre. La botana detrás de la barra se había acabado así que Lizzie fué a buscar más a la bodega. Al volver ya estaba tocando su primer canción la banda.- ¡Carajo! - Exclamó.- ¿Que pasa? - Preguntó Mireya.- Es mi vecino -- ¿El guapo que está cantando? -Miró a su compañera levantando una ceja, vo
Los gritos de una nueva pelea la hicieron despertar. El sonido de un vaso rompiéndose la hicieron saltar de la cama - ¡Mierda! - Exclamó. Salió, caminó al baño y gritó con la intención de ser escuchada - Me alegra volver a la universidad. Maldita casa de locos - Era su último día de vacaciones y estaba ansiosa por volver a sus estudios.Echó agua en su rostro, se miró al espejo, aún tenía los ojos rojos por el sueño. Vió el reloj de su móvil, eran apenas las 7:05 am. Lavó sus dientes y bajó para prepararse algo para desayunar. Abrió el refrigerador y observó un momento - ¿Ya no hay salchichas?... ¿Tampoco hay pan de caja? Pero ayer compré -- Randy tenía hambre y era lo único que había en el refrigerador - Contestó despreocupada la madre de familia.- Pues que se compre su propia comida - Respondió molesta Lizzie.- Ya, deja de llorar. En tu escuelita te dan bien de comer o ¿no?, universitaria - Randy, el actual novio de la madre de Lizzie entraba por la cocina con el periódico de hoy
Encontrar un empleo bien pagado era difícil, nunca imaginó que terminaría de mesera en una cafetería como su madre pero, sin un título universitario no podría trabajar en un bufete de abogados o al menos no sin ninguna "palanca" para mínimo ser asistente.Con ahorros de casi tres semanas estaba lista para buscar un apartamento que se ajustara a sus posibilidades.Esther y Lizzie se sentaron en una banca en el patio de la universidad - ¿Porque éste departamento es tan económico? - Dijo mientras miraba un anuncio en su móvil.La mejor amiga tomó el celular y observó cada foto del edificio - Míralo, es bastante viejo. Seguro es por eso -- Bueno la colonia tampoco es de abolengo, pero al menos es mejor que dónde crecí - Ambas rieron.A lo lejos un par de jóvenes las escucharon reír llamando su atención. La mirada de Lizzie con la de uno de los chicos se cruzó, el joven tomó sus cosas y se marchó junto a su compañero - ¿Aún no te habla? - Preguntó Esther al escuchar a su amiga dar un larg
En una pequeña valija metió su ropa, maquillaje y pequeñas pertenencias que tenía en la habitación de la universidad, se despidió de su querida amiga y se marchó a su nuevo apartamento. Unos 30 minutos después de llegar, la bocina de un camión sonó, su nueva cama y televisor habían llegado. Bajó para recibirlos y señalar a los cargadores dónde meter las cosas.Un Mustang clásico se estacionó detrás del camión. El joven conductor bajó del automóvil y entró al edificio. Al intentar subir se topó con un colchón a mitad de las escaleras, obligándolo a subir a paso lento, pero pronto los trabajadores lo subieron a su destino.La puerta se cerró y detrás de ella una joven pensativa se sentaba en el suelo, sacó de su maleta un cenicero, encendedor y prendió un cigarrillo. Era lo único malo que le había dejado el antigüo novio de su madre, un mal hábito al tabaco - Mierda, éste lugar está tan vacío. Falta un buen sofá, una estufa y quizá hasta una lavadora. Además, me quedé con dinero para so