Eliana Brown: Una mujer madura de cuarenta y tres años de edad. Estudiada y bien preparada para una vida increíblemente exitosa, pero quien a peticiones de su esposo abandonó sus sueños de ser una brillante diseñadora de modas para dedicarse por completo a los cuidados del hogar y la familia. Los años de encierro y dedicación al bienestar familiar la han llevado a desarrollar una excesiva dependencia emocional hacia su esposo, quien nunca antes le había dado indicios de alguna infidelidad, hasta ahora. Lo que hace de ella una mujer inestable e insegura de sí misma. Incapaz de culpar a su esposo de estas acciones y busca en ella el fallo en la relación, y por supuesto, en las amantes de su esposo. Al tener algunas pruebas de que su esposo puede estar teniendo algún tipo de amoríos extramaritales, comienza una exhaustiva búsqueda de respuestas ante las evidentes pistas de infidelidades que ese hombre va dejando tras su paso, sin atreverse a enfrentarlo por miedo de que le ocultara la
CAPÍTULO 2Un hermoso obsequioElianaEs increíble cuanto le hablo a este hombre y no me presta atención en absoluto. Pareciera que le estuviera hablando a la pared y eso me enoja muchísimo, hago mofas de desagrado y le volteo los ojos como con odio, cosa que a él parece divertirle demasiado, porque sólo me sonríe y de paso se atreve a lanzarme un guiño.¿Qué le pasa? ¿A caso se convirtió en un casanova que no respeta ni a las mujeres casadas?—Señor Ferrara no... No voy a medirme los zapatos —aclaro con voz temblorosa, lo cual odio demasiado porque no me gusta demostrar debilidad ante él, odiaría que pensara que sigue teniendo ese efecto en mí que obviamente ya no tiene, creo—. No los voy a llevar, de verdad tengo unos en casa, ya los había comprado con anticipación.—Se equivoca señora Brown, si los va a llevar, en definitiva de aquí no puede salir sin ellos, considere esto como mi regalo de aniversario —me dice de nuevo con su sonrisota y se pone de cuclillas para colocarme los zap
CAPÍTULO 3.Regalo de media nocheElianaMe meto en la cocina. Para esta noche prepararé una rica comida. Un exquisito pavo al horno, arroz salteado a la marinera, como le gusta a mi Juan.Mis dotes culinarias son estupendos y disfruto mucho de consentir a mi familia con exquisitas comidas.Estoy segura de que será una velada increíble para mi esposo y para mí. Nos lo merecemos, ya que tenemos muchos meses sin compartir juntos y esto es debido a que Juan David vive trabajando todo el tiempo, hasta los fines de semana.Pero esta noche juro que no lo suelto, voy a consentirlo como nunca antes.Por suerte hoy es sábado así que podemos permanecer despiertos hasta muy tarde celebrando y divirtiéndonos todo lo que queramos, debido a que mañana podremos dormir hasta medio día si así lo queremos.Hace mucho que no hacemos el amor y eso ya me está pareciendo alarmante.Llamo a mi hermana Elsa para que se quede con mi retoño esta noche y así poder tener la casa sola para los dos y casi me tocó
CAPÍTULO 4 Excusas poco convincentes Eliana Tomo esa carta en mis manos y no puedo evitar sonreír como una tonta, aunque siento un nudo en mi garganta de pensar en todo aquello que pudo haber sido y no fue. Debo admitir que muchas veces soñé despierta con que llegaría él a rescatarme de la locura que estaba obligada a hacer, que me raptaría y viviríamos juntos y felices como en un cuento de hadas, pero en mi vientre crecía la razón que me recordaba que debía borrarme esas ideas absurdas de la cabeza. Este hombre siempre con los mejores detalles, desde la preparatoria siempre me trató como una reina, “su reina” como acostumbraba a llamarme y yo ahora sin poder aceptar nada que venga de parte de él porque eso sería como faltarle a mi compromiso con Juan. Comienzo a leer la carta: Mi señora bonita. Antes de que se pregunte el motivo por el cual le hago este pequeño obsequio, le informo que lo hice pensando en esa mirada tan hermosa que le dio al ver apenas la muestra de esta colecc
CAPÍTULO 5. Desilusión Eliana Al tratar de arreglar esa gaveta me doy cuenta de que Juan David dejó su alianza de matrimonio envuelta en una corbata color lila en el fondo de la misma. Justo esa corbata que Eliot le regaló en navidad y que él jamás ha usado. Caí sentada en el piso mientras que un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo entero. "Esto no puede ser posible" No, no debo pensar nada malo —llevo mis manos a la altura de mi cien—. No sé por qué estoy llorando ahora si se le pudo haber caído allí dentro sin darse cuenta. ¿O no? Trato de sacudir mi mano con fuerza a ver si a mi también se me puede caer el anillo y no ocurre. La verdad no se que hacer, ni mucho menos que pensar. Termino de tirar todas esas corbatas. Tiro la gaveta y lloro como idiota al pensar que me está engañando con otra mujer. Después de pasar mi repentino ataque de pánico, comienzo a ordenar esa gaveta nuevamente y guardo el anillo donde mismo él lo dejó, debido a que tengo intenciones de investigar m
CAPÍTULO 6Una cena con sorpresasElianaEsta noche vuelvo a arreglarme para salir con mi esposo, a pesar del incidente del anillo quiero pensar que me estoy equivocando y que esto no es mas que un simple malentendido.¿Pudo haber sido un error, no? No quiero cuestionarme más adelante acerca de que mi siquiera le di el beneficio de la duda. Hoy quiero desestresarme, pensar que todo va a estar bien y que lo que vi esta mañana no fue nada por lo que deba preocuparme.Mi hijo Eliot también se alista para comer afuera junto a nosotros. Mi niño se ve tan feliz que me conmueve, hace mucho no lo veía así de emocionado por algo. Me gustaría creer que despues de todo lo que ha pasado por mi mente, aun podemos ser una familia feliz y completa. Sin terceros que interfieran en nuestras vidas.Se hacen casi las siete de la noche y una vez más Juan David no llega a casa. Prometió estar aquí antes de la cena y nuevamente es desplante me llena la cabeza de dudas.📝—Mamá, ¿a que hora va a llegar papá
CAPÍTULO 7Parque de diversionesLlegamos al parque de diversiones y yo miro a Fabio de arriba a abajo, sonrío al darme cuenta de que parece un muñeco de torta y no encaja para nada con ese traje en un lugar como este.—¿Qué? ¿Me veo mal? —su pregunta parece chiste porque a ese hombre no hay nada que lo haga lucir mal—.Lo tomo de su corbata y lo acerco a mí bruscamente ahora puedo notar que es él quién está nervioso y sonrío al ver que no soy yo la única que va perdiendo.Aflojo un poco el nudo de su corbata y se la quito, desabrocho dos de los primeros botones de su camisa y el no me quita los ojos de encima ni por un segundo.Me alejo un poco de él y vuelvo a observarlo, pero me parece que se sigue viendo muy formal, le ayudo a quitar su saco y ¡Madre mía! Apenas su traje vale como un millón de euros.Tiene gustos caros el arrogante este.Sigo enfocada en su aspecto y me parece que hay que subir las mangas de su camisa hasta la altura de sus codos, despeino un poco su cabello y son
CAPÍTULO 8Aceptando la realidadElianaEsta noche Juan David llega temprano a casa (contando con que temprano para él sería a poco mas de las diez de la noche), mientras que su hijo ya dormía y yo estaba en la ducha, al salir me doy cuenta de que ese hombre ya estaba profundamente dormido.Me acerco a inspeccionarlo y llevaba puesto el maldito anillo nuevamente.«Bien, dejaré pasar la ocasión porque parece estar cansado, pero mañana deberá explicarme que diablos es lo que ocurre con él y ese relajo que tiene con su alianza de matrimonio"»Una vez más me quedé dormida y al despertar bajo a la cocina y veo a Juan preparando el desayuno.Parece que se le ha hecho costumbre, o es su manera de disipar el sentimiento de culpa de lo que sea que esté haciendo en la calle.—Nena siéntate, preparé unos huevos revueltos y tocino, tu desayuno favorito, hay pan en la mesa, una ensalada de frutas y tu café con leche como te gusta.—¿No vas a desayunar con nosotros?—No cielo, se me hace tarde, per