CAPÍTULO 4
Excusas poco convincentes Eliana Tomo esa carta en mis manos y no puedo evitar sonreír como una tonta, aunque siento un nudo en mi garganta de pensar en todo aquello que pudo haber sido y no fue. Debo admitir que muchas veces soñé despierta con que llegaría él a rescatarme de la locura que estaba obligada a hacer, que me raptaría y viviríamos juntos y felices como en un cuento de hadas, pero en mi vientre crecía la razón que me recordaba que debía borrarme esas ideas absurdas de la cabeza. Este hombre siempre con los mejores detalles, desde la preparatoria siempre me trató como una reina, “su reina” como acostumbraba a llamarme y yo ahora sin poder aceptar nada que venga de parte de él porque eso sería como faltarle a mi compromiso con Juan. Comienzo a leer la carta: Mi señora bonita. Antes de que se pregunte el motivo por el cual le hago este pequeño obsequio, le informo que lo hice pensando en esa mirada tan hermosa que le dio al ver apenas la muestra de esta colección, ahí supe que las piezas originales no podían tener mejor dueña que usted. Es un diseño exclusivo, así que cuente con que solo usted podrá lucir cada una de estas hermosas joyas. Espero no incomodarla al tomarme el atrevimiento de hacerlo llegar a su casa, ni mucho menos causarle ningún inconveniente, que lo disfrute y que tenga un feliz aniversario, señora Brown. PD: Espero con ansias disfrutar de su agradable compañía y ese delicioso almuerzo. ... "No puede ser" —me llevo la mano a la frente con preocupación y me doy cuenta de que estoy temblando—. ¿Qué haré con todas estas cosas? Si Juan David se entera de esto va a matarme. ¿A caso no le fue suficiente con comprarme todas esas cosas demás? Que encima de se atreve a enviarme un regalito a mi casa. Que imprudencia de este hombre. ¿Que hubiera sucedido si Juan David estuviera aquí conmigo? ¿Cómo le iba a explicar lo del almuerzo juntos? Jamás podré usar estas joyas sin que mi esposo me haga un exhaustivo interrogatorio acerca de donde saqué todo esto, si descubre que me lo dio ese hombre estoy perdida. Aunque un exhaustivo interrogatorio es el que le voy a hacer apenas lo vea. Fue descortés dejarme plantada esta noche. ¡Jaah! Increíble que después de tanto esfuerzo me haya quedado con las ganas. (Miro una vez más esas prendas) Admito fue la imprudencia más linda que he visto en mi vida. Sería un completo desperdicio el no poder usar estos hermosos rubíes. ¿Cómo es que hasta Fabio se acuerda de enviarme un regalo de aniversario y mi esposo no? «"Esto es una m****a"» Subo a mi habitación y guardo muy bien ese regalo. Mismo que tengo todas las intenciones de devolverlo apenas salga el sol. Luego paso al baño, me lavo la cara, retoco mi maquillaje y vuelvo a bajar al salón. Se hacen las dos de la mañana. Ya me he tomado todo el vino que guardé en la despensa desde hace meses para celebrar esta ocasión. Veo ese brazalete y me doy cuenta de que es muy costoso como para ser un simple obsequio por una compra. Busco en Internet y me doy cuenta de que fue vendido en una subasta en Wisconsin hace ya mucho tiempo y la suma me hace abrir los ojos y estrujarlos para ver si es que en realidad no estoy viendo doble, y sí, se vendió por dos millones de dólares a un comprador anónimo. Ya sabía yo que si es una vieja reliquia asiática no puede ser un simple regalo de la tienda y eso es algo que también debo averiguar, Fabio siempre logra salirse con la suya usando métodos muy inusuales así que debo ser cautelosa con él. Todo al respecto de ese hombre es un verdadero misterio, eso me asusta tanto como comienza a gustarme. Vuelvo a sacudirme esos pensamientos y me enojo por que una vez más me tocó comer sola, la comida se había enfriado hace horas "Al igual que yo" y además estoy ebria, muy ebria, enojada, triste y deprimida Sé que no soy yo... Siento que estoy nadando a contra corriente con todas mis fuerzas, tratando de dar lo mejor de mí para que esta relación no termine hundiéndose. Pero aún así no entiendo que es lo que pasa, Juan David cada día está más ausente de casa, de mi, de nuestro hijo, de todo nuestro entorno y por más que trate de mantenerlo cerca es inútil. Estoy consciente de que una relación no se sostiene de una sola persona y me duele. Me duele que me esté haciendo tanto daño y que a él no le interese darse cuenta. «Juan David va a tener que darme una buena excusa si quiere que le perdone este desplante» Pensaba con lágrimas en mis ojos, mientras iba recogiendo la mesa y toda la decoración que había puesto en el comedor con un nudo en mi garganta y un profundo dolor en el pecho. A la mañana siguiente me despierto con un dolor de cabeza terrible, el aroma del café recién hecho invade mi olfato. Estiro mis brazos y luego froto mis ojos con mis puños mientras me adapto a la claridad del día, me doy cuenta de que las cortinas de esa enorme ventana están abiertas, pero el lado de la cama de Juan sigue intacto, lo que me devuelve a mi realidad. "Está aquí, pero no vino a dormir a casa nuevamente" Me levanto y voy al baño, hago mis necesidades, me aseo rápido y salgo casi corriendo escaleras abajo para conseguirme con Juan, quien se encuentra terminando de preparar mi desayuno. Tenía una sonrisa amplia en su rostro, se veía feliz y yo comenzaba a arder de rabia. «Juro que quiero matarlo, pero será luego de tomar algunas píldoras para la jaqueca, Qué dolor tan hijo de puta tengo» —Mi reina, Discúlpame de nuevo —comenta sacándome de mis pensamientos—. Sabes que para estas fechas es complicado para mí regresar a casa temprano. He estado cargado de trabajo ya que planeo pasar navidad con mi familia, debido al cierre de campaña tengo que acompañar a Ferrara para todas partes. He pasado el día entero con él a las afueras de la ciudad... Tenías que verme, parecía su maldito perro faldero, para donde él iba yo tenia que asistirlo. Odio este trabajo y odio a ese hombre. Quiero retirarme, lo juro, pero por ahora no puedo. Apenas estoy trabajando para abrir mi bufete de abogados, pero apenas logre independizarme me marcho. A ver que hace ese infeliz sin mí. Llegué de madrugada, cielo y no quise despertarte. Te he preparado café y tu desayuno, siéntate y disfrútalo. «Si asume que llegó de madrugada... ¿Dónde rayos durmió? ¿En la casa del perro? porque a mi cama no llegó» Pienso enojada ya que sé que con Fabio obviamente no estaba, puesto a que ayer ese hombre se dedicó a molestarme casi todo el día en la boutique. ¿Con quién habrá pasado el día? ¿Tendrá otra mujer? ¿A caso duerme con otra? —Amor, ¿En que tanto piensas? Estoy hablando contigo. Juan David trata de llamar mi atención, porque me había quedado pensativa viendo hacia la nada. —Te esperé hasta las tres de la mañana Juan David. Te dejé muchos mensajes de texto en tu celular donde te informé que tenía una sorpresa preparada para ti ¿Acaso los leíste? —Si, si. No, bueno, mi celular se descargó. Sabes que le está fallando la batería y he olvidado reemplazarlo. Lo siento nena, lo olvidé. Prometo que esta noche te llevaré a comer afuera para compensarte, ponte hermosa para que salgamos hoy. —Me puse hermosa ayer y no te importó dejarme esperando una vez más ¿Volverás a hacer lo mismo? —No cariño. No comiences con tus reclamos por favor, Sabes que estamos a pleno cierre de campaña, cuando ese infeliz sea electo miembro del Senado ya dejaré de trabajar tanto. Prometo que te haré un regalo increíble esta noche y celebraremos juntos tu cumpleaños amor. Pídeme todo lo que tu quieras ¿Sí? —Se acerca para besarme y lo esquivo—. Te traeré esta noche lo que sea que me pidas. —¿Cumpleaños? ¿Esto es en serio David? Era nuestro aniversario. ¿A caso lo olvidaste de nuevo? —Bueno. Amor es nuestro cumpleaños, juntos. Tuyo y mío, claro. Igual lo festejaremos... ¿Qué más da? Se me hace tarde. Recuerda estar lista para esta noche —me besa en la frente y se despide—. —¿Al menos sabes cuantos años llevamos de matrimonio? —pregunto seria y el detiene sus pasos llevando su mano a la cabeza mirándome con cierto fastidio, lo que me duele en lo más profundo de mi corazón—. ¿Lo sabes? —insisto en preguntar. Quiero que me lo digas. —Quince, veinte años. ¡Que se yo! ¿Quién los cuenta? Mujer por Dios. Lo importante es que estamos juntos cada día, da igual el tiempo que sea. Responde y mis ojos rápidamente se llenan de lágrimas. Le doy la espalda para no llorar frente a él, mientras levanto mi cabeza y parpadeo sin parar para contener las lágrimas. —Ahí vienes tú con tu drama. ¡Yo me largo! —soltó haciéndose el ofendido—. "Yo los cuento Juan David, cuento cada día que pasamos juntos" Respondo para mis adentros, ya que él salió de casa tirando la puerta luego de responder a mi última pregunta. Traté de ignorar lo sucedido, quise borrar de mi mente toda esta absurda discusión y sus patéticos argumentos que no hacen mas que llenarme de dudas, me dediqué a hacer mis quehaceres como siempre para no pensar en esta situación que tiene mi vida hecha un desastre y esta vez subo a las habitaciones para sacar las sábanas de las camas y meterlas a la lavadora, cosa que hago cada día. Luego reviso el cesto de la ropa sucia para llevarlo a la habitación de lavandería. Veo que Juan dejó una de sus gavetas del armario abiertas, lo que me pareció raro porque ese hombre es meticuloso con el orden. Al tratar de cerrarla noté que sus corbatas estaban todas hechas un desastre. Me parece que no se colocó corbata el día de hoy, tan solo vestía una camisa blanca, un blazer café al igual que sus pantalones y zapatos. Este día estaba un poco más casual de lo que acostumbra, ya que siempre mantiene vestido formal en su oficina. Quizás estuvo rebuscando en el cajón para colocarse una y no siguió haciéndolo para no hacer ruido y despertarme —Me encojo de hombros— Que más da.CAPÍTULO 5. Desilusión Eliana Al tratar de arreglar esa gaveta me doy cuenta de que Juan David dejó su alianza de matrimonio envuelta en una corbata color lila en el fondo de la misma. Justo esa corbata que Eliot le regaló en navidad y que él jamás ha usado. Caí sentada en el piso mientras que un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo entero. "Esto no puede ser posible" No, no debo pensar nada malo —llevo mis manos a la altura de mi cien—. No sé por qué estoy llorando ahora si se le pudo haber caído allí dentro sin darse cuenta. ¿O no? Trato de sacudir mi mano con fuerza a ver si a mi también se me puede caer el anillo y no ocurre. La verdad no se que hacer, ni mucho menos que pensar. Termino de tirar todas esas corbatas. Tiro la gaveta y lloro como idiota al pensar que me está engañando con otra mujer. Después de pasar mi repentino ataque de pánico, comienzo a ordenar esa gaveta nuevamente y guardo el anillo donde mismo él lo dejó, debido a que tengo intenciones de investigar m
CAPÍTULO 6Una cena con sorpresasElianaEsta noche vuelvo a arreglarme para salir con mi esposo, a pesar del incidente del anillo quiero pensar que me estoy equivocando y que esto no es mas que un simple malentendido.¿Pudo haber sido un error, no? No quiero cuestionarme más adelante acerca de que mi siquiera le di el beneficio de la duda. Hoy quiero desestresarme, pensar que todo va a estar bien y que lo que vi esta mañana no fue nada por lo que deba preocuparme.Mi hijo Eliot también se alista para comer afuera junto a nosotros. Mi niño se ve tan feliz que me conmueve, hace mucho no lo veía así de emocionado por algo. Me gustaría creer que despues de todo lo que ha pasado por mi mente, aun podemos ser una familia feliz y completa. Sin terceros que interfieran en nuestras vidas.Se hacen casi las siete de la noche y una vez más Juan David no llega a casa. Prometió estar aquí antes de la cena y nuevamente es desplante me llena la cabeza de dudas.📝—Mamá, ¿a que hora va a llegar papá
CAPÍTULO 7Parque de diversionesLlegamos al parque de diversiones y yo miro a Fabio de arriba a abajo, sonrío al darme cuenta de que parece un muñeco de torta y no encaja para nada con ese traje en un lugar como este.—¿Qué? ¿Me veo mal? —su pregunta parece chiste porque a ese hombre no hay nada que lo haga lucir mal—.Lo tomo de su corbata y lo acerco a mí bruscamente ahora puedo notar que es él quién está nervioso y sonrío al ver que no soy yo la única que va perdiendo.Aflojo un poco el nudo de su corbata y se la quito, desabrocho dos de los primeros botones de su camisa y el no me quita los ojos de encima ni por un segundo.Me alejo un poco de él y vuelvo a observarlo, pero me parece que se sigue viendo muy formal, le ayudo a quitar su saco y ¡Madre mía! Apenas su traje vale como un millón de euros.Tiene gustos caros el arrogante este.Sigo enfocada en su aspecto y me parece que hay que subir las mangas de su camisa hasta la altura de sus codos, despeino un poco su cabello y son
CAPÍTULO 8Aceptando la realidadElianaEsta noche Juan David llega temprano a casa (contando con que temprano para él sería a poco mas de las diez de la noche), mientras que su hijo ya dormía y yo estaba en la ducha, al salir me doy cuenta de que ese hombre ya estaba profundamente dormido.Me acerco a inspeccionarlo y llevaba puesto el maldito anillo nuevamente.«Bien, dejaré pasar la ocasión porque parece estar cansado, pero mañana deberá explicarme que diablos es lo que ocurre con él y ese relajo que tiene con su alianza de matrimonio"»Una vez más me quedé dormida y al despertar bajo a la cocina y veo a Juan preparando el desayuno.Parece que se le ha hecho costumbre, o es su manera de disipar el sentimiento de culpa de lo que sea que esté haciendo en la calle.—Nena siéntate, preparé unos huevos revueltos y tocino, tu desayuno favorito, hay pan en la mesa, una ensalada de frutas y tu café con leche como te gusta.—¿No vas a desayunar con nosotros?—No cielo, se me hace tarde, per
Capítulo 10Decidido a recuperarteFabioMe quedo recostado en el sillón de mi oficina, recordándola a ella, a mi reina. No he podido sacarla un segundo de mi mente y no estaré tranquilo hasta tenerla entre mis brazos. Ese hombre cometió el error de volver y su ambición lo hará perder algo más valioso, que es ella. No estoy dispuesto a dejarla ir, esa mujer tiene que ser mía. Siento que voy lento, pero seguro. Si me le encimo de una vez diciéndole que quiero que estemos juntos de nuevo, lo más probable es que la pierda, así que me quedo tranquilo. Sé que a cada momento Eliana se queda esperando alguna actitud o acercamiento atrevido de mi parte, pero no lo hago tan solo para generar más interés de ella hacia mí. Siempre he sido un estratega y estoy seguro de que lo estoy haciendo bien, mientas la busco y luego me pierdo dejándola con ganas de más, eso aparte de divertirme me encanta y estoy seguro de que a ella también.Luego de verla en la celebración navideña de la empresa no pu
Capítulo 10Una cruda verdadFabioEstoy cansado de ver como el infeliz de Juan David se liga a cuanta mujer llega a trabajar a este maldito edificio, me parece una burla de su parte porque él sabe muy bien cuanto deseo que su mujer me preste siquiera un poquito de atención, mientras tanto solo me toca ver como él la deja sola cada día para irse con quien se le de la gana. Pero se equivoca si cree que voy a seguir siendo condescendiente con él. Esa mujer va a ser mía así tenga que hacer que ella se entere de todas las cosas que hace este hombre a sus espaldas.Eliana merece lo mejor, un trato único y exclusivo para ella, no un imbécil como él que solo esté pendiente de otras mujeres mientras que la deja a ella en casa. No me parecen justo, si antes había sido respetuoso, ahora seré mucho más atrevido.Hoy pude sentir como su voz se quebró al darle la noticia de que ese imbécil había enviado un reposo a la empresa, ella no se esperaba algo así y es obvio que ni siquiera estaba al tant
Capítulo 11Se le cayó el teatroElianaTomo una fuerte bocanada de aire y cierro mis ojos mientras dirijo la mirada hacia el cristal de la ventana.Es justo aquí donde me doy cuenta de que estoy haciendo el papelazo de mi vida por alguien que no le importa en absoluto como me estoy sintiendo en este momentoPero pienso en él, en todo el tiempo que le he dedicado a esta relación y en lo que he tenido que renunciar para ser feliz, que me parece imposible dejar pasar esto. Esta mujer no va a quedarse con Juan David. No. No voy a permitirlo.Tampoco le permitiré ser feliz con otra mujer, al menos no mientras sigamos casados y es obvio que no le daré el divorcio.Antes tiene que pagarme todas las que me ha hecho. En esta vida nadie se va sin pagar y el infiel de Juan David no va a ser la excepción.—¿Me estás diciendo que saliste con él durante dos meses y no te diste cuenta de que era un hombre casado? —le pregunto nuevamente a la muchacha, sigo en negación, con miedo a creer toda esta v
Capítulo 12Heridas que duelen ElianaVeo que la puerta se cierra tras ese beso repleto de lujuria y mis lágrimas caen en cascada por mis mejillas.Así que ella es la verdadera razón por la que mi esposo no ha vuelto a dormir en casa. Maldita sea. Que estúpida he sido al creer que Juan David era diferente. "No puede ser... Él. No puede... Traicionarme"Antes de derrumbarme les tomo unas cuantas fotos juntos, esta vez ese infeliz no va a negarme lo que está haciendo. No se va a hacer la víctima como siempre lo ha hecho.Mis ojos se nublan y derraman lágrimas sin parar, el estómago se me revuelve enseguida y las ganas de vomitar se hacen presente, mi voz se quiebra en un instante, siento que no puedo mantenerme en pie, caigo de rodillas en ese sitio llorando y con el alma rota mientras que el aire a mi alrededor se va poniendo denso.—¿Señora, le sucede algo? ¿Se siente usted bien?Pregunta una adolescente quien me extiende la mano y me ayuda a levantarme de la acera.Asentí con mi ca