CAPITULO 2

Mientras tanto en el Reino Lunar…

El príncipe Sebastián, llegó galopando en su caballo, se bajó en la entrada del Palacio y se apresuró a entrar, pues estaba ansioso de compartir su maravillosa experiencia con su gran amigo y confidente,  

__Olegario, por favor dile a Marcus, que venga _ ordenó el príncipe, dirigiéndose al mayordomo, mientras se quita su capa, en eso escucha pasos apresurados acercarse, hasta que ve a su amigo, acercarse al umbral de la puerta

__¿Me mandaste a llamar Sebas? _ le preguntó Marcus, mientras miraba a su amigo con curiosidad, pues esa sonrisa no era normal, sobre todo no en esa cara que siempre estaba seria

__ sí, Marcus, amigo, ven siéntate, tengo algo muy importante que contarte, creo que he conocido al amor de mi vida, es una joven hermosa rubia como el sol y con los ojos color miel o más bien dorados, es lo más hermoso que han visto mis ojos, no sabes amigo, quede hipnotizado ante su belleza _ terminó de decir el príncipe envuelto en un suspiro

Su amigo Marcus, levanta las cejas como señal de sorpresa y apoya su codo en el escritorio, para llevar la mano a su mentón para ver fijamente a su amigo

__ vaya, vaya y ¿dónde la viste?, ¿Cómo se llama? _ pregunta Marcus muy curioso, pues su amigo nunca se había mostrado tan interesado en una chica

__ Ahí está el detalle, solo sé su nombre, pero no sé quién es, ni de donde es, yo solo la vi saliendo de la Boutique de Mándame Croupier, ella venia distraída y al salir  tropezó, pero yo fui más rápido y logré atraparla, no sabes Marcus estuve tan cerca de ella, que podía sentir su respiración y emanaba un delicioso olor a jazmín como si viviera entre las flores, y esos ojos,  no sabes,  irradian un brillo tan hermoso, amigo creo que quede deslumbrado por la belleza de la princesa.

__ ¡How! Amigo te han robado el corazón y dices que sabes su nombre, entonces dime ¿Cómo se llama?

El príncipe Sebastián se recostó hacia atrás, cerró los ojos y dijo casi en un susurro:

__ Alana, la dueña de mi corazón se llama Alana

El rostro de Marcus cambió su semblante a uno serio y respondió un poco desanimado

__ Ah, con que es ella... Con razón. _ dijo Marcus, meciéndose hacia atrás y despertando más el interés de su amigo

__ ¿Qué te pasa? ¿La conoces? _ Exclamó Sebastián con ansias, esperando la respuesta de su amigo.

__ No directamente, hoy estuve en el Palacio del Duque Nicolai y el recibió una invitación a un Baile con motivo de la presentación ante la sociedad de la Princesa del Sol y alcancé a ver que decía Princesa Alana Brown.

__ ¿Queee? ¿Me estás diciendo que le están buscando prometido al amor de mi vida? Y ¿por qué yo no recibí una invitación?

__ no lo sé, _ respondió Marcus en un murmuro __ o tal vez sí, pero no debo decirlo. _ Pensó Marcus mirando con algo de compasión a su mejor amigo, pero esta acción no pasó desapercibida por el príncipe, así que él agacho su cabeza con algo de vergüenza antes de responderle a su amigo

__ Lo entiendo, seguro es por la fama de mi padre, el Rey Lunar es conocido como un hombre despiadado, engreído y soberbio, por eso ningún noble, ni siquiera un Rey querría emparentar con él, _ expresó Sebastián con una mirada distante y llena de tristeza, solo de pensar que la fama de su padre lo alejaría de la mujer de sus sueños lo aterraba mucho, pero él no se rendiría sin luchar, así que un rastro de esperanza se alojó en su ojos y levanto su cabeza para ver fijamente a su amigo

__ ¿Y cuándo es el dichoso baile? _ pregunto Sebastián, mientras apretaba sus dedos para oír sonar sus huesos y tratar de liberar un poco su ansiedad

__Bueno, el duque me dijo que, en un mes, él se veía muy entusiasmado, al parecer él está muy interesado en la cumpleañera _ Respondió Marcus.

__ maldito, idiota, entonces no tengo tiempo que perder, debo conquistar a Alana antes de esa fecha y estar listo para pedir su mano ese mismo día.

__ ¿estás loco?, si no tienes invitación _ exclamó Marcus, preocupado por las intenciones alocadas de su amigo, pues sabe bien de lo que es capaz de hacer, así que estará atento, para apoyarlo

__ Eso es lo de menos Marcus, Lo resolveré, por ahora acompáñame de regreso a la ciudad del Sol, debo comprarle un hermoso presente a mi princesa.

Mientras tanto en el Palacio del Reino del Sol…

La princesa Alana, se encuentra en su habitación, ella esta peinando su largo y rubio cabello, en ese momento suena el timbre de la puerta principal y la criada después de abrir la puerta, sube hasta la habitación de Alana y le avisa que le ha llegado un obsequio, pero que el repartidor insiste en que debe entregarlo directamente a ella.

Alana baja sorprendida y camina hasta la entrada, ahí sale y se consigue con un hermoso ramo de rosas rosadas, adicional a un estuche de terciopelo en el medio.

__ ¿Buenas tardes, No entiendo por qué no dejó el presente con la criada como debe ser?

__ Porque con este presente, se entrega el corazón de un príncipe y debe ser entregado directamente a las manos de su dueña _ dijo el joven acercándose a ella para que nadie más escuchara su dulce declaración de amor

Cuando el repartidor salió detrás del ramo, Alana se quedó sorprendida a ver que era el chico de la Boutique, aquel guapo y fuerte salvador que había invadido sus pensamientos, desde ese día y al verlo a los ojos, el corazón de la dulce princesa comenzó a latir frenéticamente, pero sus ojos también la delataban, pues se llenaron de luz y alegría.

__ ¿eres tú?, pero ¿qué haces aquí? _ preguntó ella algo nerviosa

__ Me disculpo por mi atrevimiento, permítame presentarme correctamente soy Sir. Sebastián, el príncipe del Reino Lunar _ le dice con una seductora sonrisa en sus labios y le hace una reverencia a Alana.

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