CAPITULO 3

Ella lo mira incrédula y atónita, y se acerca a él para susurrarle

__ ¿Príncipe? Y si eres de la realeza, ¿por qué vistes así?

__ Escogi este atuendo, porque si vengo vestido de príncipe, debo traer escolta y pedir permiso a su padre para visitarla y antes de cumplir con todas esas formalidades, me gustaría saber ¿si sería de su agrado, que yo la visitara para conocernos mejor?, porque no me gustaría, imponerle mi presencia. _ termino de decir Sebastián tratando e ser lo más honesto posible

__ Bueno primero recibiré su obsequio, _ Alana le entregó las rosas a la criada y tomó en sus manos el estuche de terciopelo, donde había un hermoso collar de diamantes rosados, ella lo acarició con la punta de sus dedos y le sonrió al Príncipe en señal de agradecimiento

__ How es hermoso, gracias.

Mientras tanto, la criada fue a llevar el ramo de rosas a la habitación de la Princesa, y la traviesa Alana le extendió la mano al príncipe y cuando él la tomo, ella lo jaló para que la siguiera

Ellos caminaron por un pequeño pasillo y llegaron a la entrada de jardín, pero Sebastián estaba un poco nervioso, no quería que el rey lo encontrar en el interior de su Palacio y menos sin su permiso, esto podía influir negativamente en su imagen, así que, con el dolor de su alma, decidió detener a la princesa, en su apresurada marcha

__ Princesa no creo que sea correcto, que estemos en este lugar solos. _ se expresó Sebastián mostrándose avergonzado ante ella

__ ¿Quién te dijo que estarán solos? _ Se escuchó una voz detrás de Sebastián, el príncipe se volteó sorprendido, pues no había escuchado a nadie acercarse, pero al ver al joven chico levitar, entendió de qué se trataba

__ Ven príncipe, déjame presentarte a Hasim, él es mi mejor amigo y mago asignado.

__ Un gusto saludarlo, mi nombre es Sebastián soberano del Reino Lunar. _ dijo Sebastián y después se quedó en silencio pensando, “Así que es verdad lo que he oído, que los soberanos de este Reino, cuentan con los servicios de magos poderosos que lo acompañan durante su reinado” _ Sebastián se quedó mirando atónito al chico, que a pesar de ser más joven que él tenía un aura poderosa y unos ojos que se veían como dos cristales.

__ Mucho gusto Príncipe. _ expresó Hasim, extendiendo su mano hacia Sebastián, que la tomó y la estrechó un poco asustado

Hasim después de soltar la mano del príncipe, se giró a ver directamente a Alana a los ojos y le susurro:

__ Ok, Alana iré a vigilar que nadie se acerque, por favor cuidado con lo que hacen, y usted joven mucho cuidado con pasarse de listo con mi chica.

Hasim se retiró dejando a Sebastián sorprendido y algo avergonzado

__ Alana ¿cómo que su chica? _ expresó Sebastián dejando ver un rastro de molestia en su pregunta.

__ Si soy su chica y él es mi chico, así será hasta el final de los tiempos. Te explico Hasim nació el mismo día que yo, y debemos estar juntos hasta que yo muera y ese día él morirá también. Así ha sido por generaciones, pero no nos une una relación amorosa es un pacto de vida, él debe protegerme porque así se protege al mismo.  Somos como unos hermanos inseparables.

Sebastián, frunce el ceño y le responde

__ah entiendo eso quiere decir, ¿que si te casas conmigo, él debe venir a vivir con nosotros?,

Alana solo asintió

“Uy que miedo”, _ pensó Sebastián, recordando la mirada fija y acusatoria del joven mago sobre él

__ Si él debe estar siempre cerca de mi o su magia se extinguirá, yo soy su fuente de poder. _  Respondió Alana, tratando de ser lo más explícita posible

__Pero bueno, dejemos de hablar de Hasim, cuéntame ¿cómo se te ocurrió venir a buscarme? , eres muy atrevido.

__ Si lo siento Princesa, pero desde que te vi ayer, no he podido dejar de pensar en ti, ni en esos hermosos ojos que me hipnotizan _ le confeso Sebastián tomando la mano de Alana y dejándole un dulce beso en su dorso

Alana se sonrojó y sintió que su corazón iba a salirse de su pecho, ella sentía que saltaba de alegría y estaba lista para confesarle que ella sentía lo mismo que él, pero cuando iba a responder, vio a Hasim acercarse apresurado y con su dedo índice en los labios, haciéndole seña de que hicieran silencio

En ese momento se acercó el Rey, pero no venía solo, venía conversando con un joven que se veía, un tanto alterado, al parecer ellos se habían alejado de todo para hablar en privado.

__ Su majestad disculpe, yo no quería incomodarlo, solo quiero que usted me tome en cuenta para comprometerme con su hija, ella me ha cautivado totalmente y quisiera su autorización para cortejarla como corresponde.

El Rey Damián se notaba algo molesto, y con un tono de arrogante, le respondió:

__Mire joven Duque, ya le he tratado de explicar de manera educada, que mi hija no contraer matrimonio, por una arreglo matrimonial, ella será libre de escoger a su esposo siempre y cuando sea de la nobleza yo no tendré objeción en aceptar al elegido.

__ Entiendo su majestad disculpe mi atrevimiento, pero entonces otórgueme su permiso de visitarla y así poder conocerla y ser merecedor de su cariño.

El semblante del Rey era de molestia, pero no era por la insistencia del Duque, era por el hecho, de que con esa visita se había dado cuenta, de que estaba por perder a su pequeña, princesa, la luz de sus ojos

Mientras tanto, Sebastián estaba escuchando todo y no dejaba de sorprenderse con el hecho,  de que a pesar, de que los hombres, estaban a pocos centímetros de ellos, no podían notar su presencia, era como si eran invisibles.

El Duque se quedó parado frente al Rey esperando una respuesta, y el Rey resoplo de molestia y le respondió:

__ está bien, puede venir a cenar mañana, pero si Alana no muestra algún interés en usted, deberá darse por vencido.

__ Tiene mi palabra su Majestad, y de nuevo muchas gracias, hasta mañana, entonces _ dijo el Duque y después de hacer una reverencia frente al Rey se marchó, dejando al Rey notablemente preocupado,

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