En el Reino del Sol, donde la magia era parte de la vida, los reyes de estas hermosas tierras contaban con los servicios de los Magos que estaban para protegerlos y guiarlos durante su reinado, esta alianza entre el mundo mágico y el Reino del sol era legendaria y en ocasiones secretas, pues solo los soberanos de estas tierras cuentan con los favores de estas alianza y a cada príncipe desde que está en el vientre de su madre, se le asigna un gemelo mago que es acunado en un capsula, que hace las veces de un vientre mágico dentro de la torre de los magos, después de los ocho años el mago se junta con su Rey y ellos terminan de criarse juntos y de complementarse, pues deben ser uno solo ante el universo.
Actualmente la hermosa princesa Alana de tan solo 15 años juega en el jardín con su mejor amigo y mago llamado Hasim y su amiga Camila que es hija de la criada, Alana es la única hija del Rey Damián y la Reina Aurora, actualmente la princesa disfruta solo de la compañía del joven mago, el rey sabe que entre ellos deben desarrollarse grandes lazos para que él pueda desarrollar totalmente su magia en torno a ella y de esa manera poder servirle incondicionalmente. (el Rey se tranquiliza a saber que de ninguna manera puede existir amor entre ellos, porque si eso sucede el joven mago perdería sus poderes que son para proteger a la princesa durante su vida).
La vida de Alana se desarrollaba con toda normalidad, aunque tenía muchas obligaciones, era una joven princesa que debía prepararse para ser Reina, por lo cual recibía muchas clases con diversos maestros que la visitaban durante el día, pero Hasim siempre se las arreglaba para alegarle el día
Por eso ella, en su tiempo libre salía a pasear con Hasim y Camila al jardín, aunque Camila había estado enferma estos últimos dos años y casi no podía salir de su habitación, al parecer su mal era muy contagioso,
Así pasaron 3 largos años y para celebrar sus 18 años el Rey debería organizar una fiesta para presentar a su hija, como doncella ante la sociedad donde los jóvenes de la alta nobleza podrían presentar su interés por ella y pedir su mano en matrimonio y ocupar el puesto de Rey de la tierra del Sol
Durante la organización de la fiesta la joven princesa acompañó a su madre a la ciudad, pues ese día visitarían a la mejor modista del Reino, para medirse el vestido que usaría en la fiesta era un vestido color blanco azulado y con detalles en piedras preciosas, sin mangas y un hermoso descote en forma de corazón que llegaba a media espalda,
La princesa estaba encantada, aunque la modista estaba algo frustrada, pues la joven eligió un modelo sencillo y nada extravagante, pero ni modo era su elección y su padre la complacería en todo
Al salir de la boutique la princesa tropezó en el escalón y cuando estaba por caer al suelo sintió un fuerte brazo que impidió su caída, era un hermoso joven de piel morena, cabello negro y ojos grises como la luna llena, pero lo más impresionante era un lunar en forma de luna que tenía en medio de sus ojos
__Disculpe mi torpeza, _ dijo la chica, arreglándose el vestido, mientras mostró una sonrisa tímida
__ No se preocupe bella dama, fue un placer ayudarla, pero que mal educado, déjeme presentarme soy el príncipe Sebastián Green _ le respondió él mostrándole una seductora sonrisa acompañada de una pequeña reverencia.
__ Mucho Gusto soy Alana. _ en ese momento Alana siente un jalón del brazo y se da cuenta de que es su madre, que la atrae hacia ella para marcharse, pues cuando la Reina se acercó para agradecer al joven el gesto de ayuda hacia la princesa, ella lo miro al rostro y le vio la marca lunar en el medio de sus ojos, la Reina se puso nerviosa y jaló a la princesa sin dejarla terminar de hablar
_! Vámonos Alana es tarde! _ termino de decirle su madre, mientras casi la arrastraba lejos del joven
La princesa se sorprendió por la actitud descortés de su madre, pero le resto importancia, así que solo se despidió del joven haciendo una señal de adiós con su mano, pero el joven se quedó con algo de ella, mientras ella quedó atónita ante tanta belleza, pues la dulce princesa del Sol jamás había conocido un hombre tan hermoso y guapo, así que apenas llegó a su casa, bajo del carruaje y salió corriendo a buscar a Hasim, para contarle lo sucedido.
__ Hasim, creo que me he enamorado, _ decía Alana, mientras suspiraba la princesa y giraba con la elegancia de un cisne danzando en el jardín.
__Alana por Dios, cálmese si tu padre la escucha se meterá en problemas _ le decía Hasim observando hacia la ventana de la casa donde se reflejaba la silueta del Rey
__Ay Hasim, no seas tan aguafiestas, además no creo que mi padre se moleste, porque él va a hacer una fiesta para presentarme ante los mejores partidos del Reino, ¿Qué tal si supiera que me he enamorado y después de todo lograra casarme por amor? _ le expreso alana a Hasim, parpadeando rápidamente sus ojos, mientras brillaban llenos de ilusión
Pero el joven mago insistía en desilusionarla y seguía tratando de persuadirla, pues sabia que no era prudente que ella se ilusionara con un desconocido, pues ella tenia una gran responsabilidad en sus manos y era escoger un buen compañero que este capacitado de subir al trono a su lado y ayudarla a gobernar el Reino con responsabilidad, así que Hasim deseaba mas que nada en este mundo, que ella olvidara esa tonta ilusión y se avocara a seguir con su destino, así que Hasim se acercó a ella y la tomo de la mano para que dejara de bailar y le prestara atención
__ Alana, escúchame por favor, ¿cómo puede hablar de amor, si solo lo has visto una vez y han cruzado pocas palabras?
__Hasim no trates de confundirme, porque sé lo que siente mi corazón, y estoy segura de que es amor, fue amor a primera vista _ respondió la princesa con una tierna sonrisa dibujada en su rostro y Hasim resopló dándose por vencido
Mientras tanto en el Reino Lunar… El príncipe Sebastián, llegó galopando en su caballo, se bajó en la entrada del Palacio y se apresuró a entrar, pues estaba ansioso de compartir su maravillosa experiencia con su gran amigo y confidente, __Olegario, por favor dile a Marcus, que venga _ ordenó el príncipe, dirigiéndose al mayordomo, mientras se quita su capa, en eso escucha pasos apresurados acercarse, hasta que ve a su amigo, acercarse al umbral de la puerta __¿Me mandaste a llamar Sebas? _ le preguntó Marcus, mientras miraba a su amigo con curiosidad, pues esa sonrisa no era normal, sobre todo no en esa cara que siempre estaba seria __ sí, Marcus, amigo, ven siéntate, tengo algo muy importante que contarte, creo que he conocido al amor de mi vida, es una joven hermosa rubia como el sol y con los ojos color miel o más bien dorados, es lo más hermoso que han visto mis ojos, no sabes amigo, quede hipnotizado ante su belleza _ terminó de decir el príncipe envuelto en un suspiro Su
Ella lo mira incrédula y atónita, y se acerca a él para susurrarle __ ¿Príncipe? Y si eres de la realeza, ¿por qué vistes así? __ Escogi este atuendo, porque si vengo vestido de príncipe, debo traer escolta y pedir permiso a su padre para visitarla y antes de cumplir con todas esas formalidades, me gustaría saber ¿si sería de su agrado, que yo la visitara para conocernos mejor?, porque no me gustaría, imponerle mi presencia. _ termino de decir Sebastián tratando e ser lo más honesto posible __ Bueno primero recibiré su obsequio, _ Alana le entregó las rosas a la criada y tomó en sus manos el estuche de terciopelo, donde había un hermoso collar de diamantes rosados, ella lo acarició con la punta de sus dedos y le sonrió al Príncipe en señal de agradecimiento __ How es hermoso, gracias. Mientras tanto, la criada fue a llevar el ramo de rosas a la habitación de la Princesa, y la traviesa Alana le extendió la mano al príncipe y cuando él la tomo, ella lo jaló para que la siguiera El
El Rey dirigió su vista hacia donde estaba Alana, como si pudiese verla y dejo salir un suspiro, __Ojalá que mi princesa, no se enoje conmigo _ murmuro para si mismo y regreso a su despacho Mientras tanto, los demás se quedaron mirándose fijamente a los ojos, Alana podía observar el cambio de semblante en su joven príncipe, pues Sebastián estaba rojo del coraje tenías los puños apretados y parecía que salía fuego de su mirada. “¿ese maldito de Nicolai cree que me va a ganar a mi princesa?” _ pensó y por fin emitió palabra, pero trato de disimular la tormenta interna que sentía __Me pueden explicar ¿qué paso? , ¿Por qué no nos vieron? _ dijo mirando directamente al joven mago, que inmediatamente le respondió: __ Príncipe esto es parte de mí poder, ante ellos éramos invisibles, siempre debo usarlo para librar a la Princesa de la presencia de cualquier peligro, y como debe imaginarse si el Rey los consigue a ustedes juntos aquí en el jardín sin su autorización, estaremos en peligro
Mientras tanto en el Reino Lunar... El Príncipe Sebastián llegó a su palacio molesto, sentía que su sangre hervía dentro de sus venas, apenas entró al despacho mando a llamar a su amigo Marcus. __ Pasa y cierra la puerta, _ le ordeno apenas lo vio entrar, Sebastián estaba agitado, caminando de un lado para el otro, apenas logro calmarse le contó a Marcus lo sucedido, omitiendo la parte del mago, ya que Alana le prohibió comentar nada sobre su protección mágica. Marcus no aguantaba las ganas de burlarse de su amigo, pero lo veía tan molesto que no quería arriesgarse a ser golpeado, sin embargo dibujo una discreta sonrisa en su rostro y le preguntó: __ ¿o sea que, el Duque Nicolai se te adelantó? Sebastián lo miro fijamente y se levantó posando sus dos manos en el escritorio para inclinarse y quedar más cerca de su amigo, en una postura amenazante, le preguntó: __ ¿No entendiste lo que te dije?, Ella me quiere a mí y el Rey
El Rey Leónidas, se separó de su hijo, y le pidió a Sebastián que lo acompañara, ellos caminaron hacia una puerta secreta, que había en una de las paredes del despacho, ahí el Rey introdujo una clave y la puerta se abrió, ellos entraron y ahí el Rey Leónidas se agachó, frente a un viejo baúl , buscó la llave en su cuello y lo abrió, era la primera vez que Sebastián dónde sacó un hermoso juego de collar y aretes con dijes en forma de luna, lo cual deslumbraba a los ojos del chico.__ How, que preciosos__ Si hijo, estas joyas eran de tu madre y han estado en nuestra familia por generaciones, pero ahora creo que serán un excelente regalo para tu prometida. _ dijo el Rey fingiendo una sonrisa que irradiaba maldad, el príncipe Sebastián tomó el precioso regalo en sus manos y salió muy emocionado hacia su habit
El Príncipe Sebastián inocente de lo que estaba ocurriendo, también hizo una reverencia, y el Rey Damián solo por respeto con el joven asintió con la cabeza, pero el Rey Leónidas no estaba conforme con la incomodidad que su presencia representaba, él tenía planeado llevar la paciencia del Rey Damián hasta el límite, así que se sonrió y se expresó dirigiéndose directamente a la reina Aurora; __su majestad usted sigue tan bella como siempre. El Rey Damián lo fulmino con la mirada y cuando le iba a reclamar su atrevimiento de haber asistido, sin ser invitado, fue interrumpido por el orador __ Es un placer presentar ante ustedes a la Princesa Alana y a su joven Mago Real Hasim La Princesa quien apareció del brazo de su joven mago, que la acompaño durante su primer baile. El Rey Leónidas maldijo a sus adentros, cuando escucho la presentación del Mago, pues este sería un estorbo en sus planes, pero ya anteriormente se deshizo de uno más poderoso, no cree que este mocoso, sea rival p
Los dos jóvenes estaban parados junto a la puerta, el joven Mago intentaba calmar los nervios de su Princesa, ella estaba fría y sus manos sudaban, pero ya no había marcha atrás, si había un momento para defender su amor era este, así que después de suspirar una vez más, ellos tocaron la puerta __ Entren _ les dijo el Rey, con un tono tan fuerte que caló hasta los huesos de su hija, pero Hasim tomo la palabra e intento disculparse con el Rey __ Su Majestad, sé que no tengo perdón, no debí… _ el joven Mago trataba de expiar sus culpas a través del perdón, pero fue interrumpido por su Princesa __ No Hasim, tú no tienes la culpa, bastante me lo advertiste y yo no te quise escuchar, Padre, Madre lo siento, pensé en decírselos muchas veces, pero estaba muy nerviosa y padre cuando al fin decidí hablar contigo, me acerqué a este lugar y sin querer te escuché, hablar pestes del Rey Leónidas, el padre de Sebastián y su Reino, en ese momento todo mi valor se esfumó y sentí miedo que quisier
Un llamado a la puerta interrumpió el dulce beso que el Rey Damián le estaba dando a su Reina, para tratar de ganar un poco de su apoyo en todo este asunto.La Reina se levantó del regazo de su esposo y volvió a colocarse de pie a su lado, antes de darle la autorización de entrar a su hija__ Adelante__ Con permiso, su Majestad _ dijo el príncipe Sebastián, mientras se acercaba tomado de la mano de la princesa hasta quedar frente a escritorio del Rey y detrás de ellos venia el joven magoEl Rey Damián al ver las manos de ambos entrelazadas, sintió que la sangre comenzó a hervirle, en realidad no le gustaba para nada el hecho de que su hija se comprometiera con el hijo del maldito de Leónidas, pero el rey al sentir la presión que ejerció su esposa sobre su hombro, tomo una gran bocanada de aire, para tratar de calmarse, y lo estaba logrando hasta que escucho la puerta abrirse nuevamente y vio entrar al Rey Leónidas con una sonrisa cínica en su rostro, en realidad el Rey Damián solo de