47

Faltaba sólo una semana para la boda cuando Esteban entró a la mansión buscando a su hermana. Diana había estado preparándose para la noche, pues tenía una reunión con Daniel y algunos socios del GEA, donde querían verlos tomarse de las manos, y sonreír como si se amaran mucho.

Había visto con anterioridad cómo se comportaban los novios de matrimonios concertados, y nunca vio que tuvieran que fingir tanto. El papel que los comprometía debía tranquilizarlos más que sus actitudes, pero no era así.

Al escuchar el grito de Esteban llamándola, se sorprendió y enfadó a partes iguales. Él no había venido al funeral de su padre, y había desaparecido de nuevo luego de la lectura del testamento.

—Vas a tener que explicarme eso que andan diciendo por allí –exclamó él al verla bajar por las escale

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP