*EMILY*Soy una joven llena de vida y alegría, con un espíritu libre que anhela divertirse. Sin embargo, mi realidad es otra, aún vivo bajo el techo de mis padres, quienes son bastante estrictos. Mis amigas me invitaron a una fiesta y, emocionada por la idea, hice planes para el fin de semana. Mi día a día se resume en trabajar en la tienda de telas de mis padres, ubicada en el corazón de Londres. La vida no es fácil, pero mi padre ha logrado mantener a flote a nuestra familia. Sin embargo, anhelo mi independencia, no quiero estar más bajo su mando. Hace un mes, decidí dar un paso hacia mi libertad y envié varias hojas de vida a diferentes empresas a través de internet. Aspiro a mi libertad, a tomar mis propias decisiones y a salir a la hora que quiera sin tener que pedir permiso.Después de un día agitado en la tienda, llego a casa. Hubo mucho movimiento, pero gracias a Dios, la semana ha terminado. Mis amigas de secundaria me invitaron a la inauguración de un nuevo club. Les confirm
*EMILY*Bebimos nuestras bebidas, pedimos unas piñas coladas, Rosa me tomó de la mano, llevándome a la pista para bailar. Unos hombres querían bailar con nosotras, mi amiga les dijo que éramos parejas, nos hizo pasar como lesbianas, de esa manera nos dejaron de molestar. Estábamos bailando, cantando a todo pulmón, si a eso se le puede llamar cantar, porque me dolía la garganta.Bebimos como locas, como si el mundo se terminaría mañana. El dueño del club estaba hechizado por mi amiga, ellos eran amigos de años, él deseaba llegar a segunda base con ella, sin embargo, Rosa es difícil de atrapar. Al ver el estado en que estábamos, se ofreció en llevarnos al apartamento, mi amiga accedió, en todo el camino le tiraba una que otra mirada a ella.—Te gusta mi amiga, Raúl. — ¡Qué, se me nota a leguas!—Si te vieras como te corre la baba de la boca. —Eres mala, aunque no lo voy a negar, Rosa me llama la atención.—Suerte, ojalá, te dé una oportunidad, tú inténtalo.Rosa va de lo más dormida
*EMILY*Después de una larga batalla de persuasión, finalmente logré convencer a mi padre. Embarcándome en un viaje de autodescubrimiento, tomé un autobús hacia el vibrante corazón de la ciudad. Al llegar a la terminal, donde el bullicio del autobús se desvanecía, un taxi me esperaba para llevarme a mi nuevo hogar.Ahora, estoy parada en el umbral de mi nueva vida, en una residencia que puedo llamar mía. Un lugar donde mi voz es la que resuena, donde mis opiniones son las que importan, y donde tengo la libertad de hacer lo que desee. La emoción me embarga mientras comienzo a acomodar mis pertenencias. Mi ropa y zapatos encuentran su lugar en este espacioso apartamento, tan grande que dudo que pueda llenarlo.Giro sobre mí misma, tomando en cada detalle de mi nuevo hogar. Es más que perfecto, es un sueño hecho realidad. El baño es una obra de arte en sí mismo, un monumento a la elegancia y la comodidad. Me despojo de mi ropa y me sumerjo en la tina de baño, una joya de color rosa rodea
*EMILY*Con determinación, ajusté la toalla alrededor de mi cuerpo, ignorando el dolor ardiente. No le daría el placer de verme, llorar o suplicar. ¡Qué monstruo!El intruso tuvo la audacia de decirme que, a partir de hoy, si quería quedarme en este hogar, tendría que seguir sus reglas. Le respondí con firmeza que yo había pagado por este espacio, que la había comprado con mi dinero y que estaba sumamente endeudada por obtener este apartamento.Él me observó con una mirada inquisitiva, insistiendo en preguntar por una tal Penélope. Le aclaré que la persona que me había vendido la casa era la señora Vilma, y que no tenía conocimiento de ninguna Penélope.Con una sonrisa burlona, me acusó de ser ignorante por comprar una propiedad sin los debidos papeles. Pero no me dejaré intimidar. Este es mi hogar, y lucharé por ella.— Eso no importa por los momentos, sabes que me encanta lo que veo, ahora serás mi nueva adquisición, el lunes pasaré por ti, trabajaras para mí.—No, señor, yo sé vale
*EMILY*Qué noche me tocó pasar por ese idiota a quien no conozco, me toco ponerle un mueble pesado a la puerta por si esa bestia de hombre se le ocurría volver. Intente llamar a la señora Vilma, varias veces lo intente, pero está sin servicio el celular, será que fui estafada, ¡¡Ni Dios quiera, que mi papá se entere!! Tengo que meditar que voy a hacer, no puedo volver derrotada a la casa, me imaginó a mi madre decirme «Te lo dije, hija» tengo que ver la manera de seguir con mis planes, estoy recién llegada a la ciudad, sin conocer a nadie, más esa bestia que está obsesionada conmigo. Soy fuerte y muy inteligente, tengo que salir adelante sola, ser independiente ha sido mi sueño, ahora soy libre, nadie me manda ni controlan mis salidas, solo tengo que sobrellevar todo lo que se me presenta, hoy es domingo, día de compras, ojalá me salga un buen trabajo pronto, así seré completamente feliz.Me bañé, me puse unos jeans, una blusa de tirantes con mi chamarra negra, hace frío afuera, re
No puedo creer lo que nos ha sucedido, fuimos estafados y no hay rastro de esa tal Vilma. Pero ya no hay vuelta atrás, lo hecho, hecho está. Así que aquí estoy, en esta casa que ahora es mi hogar, lista para adaptarme a lo que viene. Mañana, antes de que el sol se asome, me levantaré para visitar algunas empresas. Encontrar un empleo es mi prioridad, es lo más trascendental en este momento.Ah, la dulce libertad de ser dueña de mi propia vida, incluso si eso significa ver televisión hasta altas horas de la noche. Especialmente cuando es una película de terror. Pero, por supuesto, evito las partes donde los demonios intentan poseer a la protagonista. Eso sería una mala idea, no me quedaría a oscuras ni loca.Programé el televisor para que se apague automáticamente, por si acaso me quedo dormida. Tengo la lámpara de la mesa encendida, no voy a mentir, no quiero salir de la cama. Siento que si pongo los pies en el suelo, una mano saldrá de debajo de mi cama y me agarrará los pies. Solo d
Llegamos a un edificio enorme, no sé de cuántas plantas, porque me duele el cuello solo de mirar hacia arriba. Le pago al taxista, quien fue muy amable al traerme a esta empresa. Me acomodo el vestido para dar una buena impresión, me miro en el espejo que llevo en mi bolso, respiro hondo para armarme de valentía. “Es tu momento, Emily, no lo arruines con tus nervios. Todo estará bien, te contratarán y tendrás trabajo hoy mismo”, me digo a mí misma.Camino con paso seguro, como toda una diva, atravieso la primera puerta de vidrio. “¡Dios! Qué estúpida, ni el nombre le vi, no sé cómo demonios se llama esta empresa”, pienso. Pero ya estoy adentro, llego a la recepción, una joven con auriculares está tecleando en un computador. “Buenos días, señorita y bienvenida a la corporación ‘J.O.N.E.S.’, ¿en qué le podemos ayudar?”, me dice. Al menos ya sé cómo se llama la empresa, le doy mi mejor sonrisa para disipar el nerviosismo que estoy sintiendo.“Buenos días”, comienzo, “vine para una entrev
“Así que usted es el jefe aquí, creo que me equivoqué de empresa, mejor me voy, con su permiso”, dije, intentando mantener la calma. Pero él me detuvo: “Alto ahí, si sales por esa puerta te aseguro que el castigo que te daré será peor que el primero”.“Usted no es nadie en mi vida para arruinarla. No tiene ningún derecho a amenazarme porque no somos nada”, le respondí, tratando de mantener la firmeza en mi voz.“Mira, jovencita mal educada, aquí se hace lo que yo diga, te guste o no. Supones que vas a venir a mí con tus altanerías”, dijo él, poniéndose de pie y mirándome con esos ojos de depredador. Era aterrador, realmente aterrador. Sin embargo, no soy obediente, menos a una bestia desconocida.“Ni piense que le tengo miedo, ¡idiota!”, exclamé, saliendo deprisa de allí. Solo alcancé a escuchar: “Disfrutaré tu castigo, ya empiezo a disfrutar este rol, de amaestrarte, gatita”. A pesar del miedo, sabía que tenía que mantenerme fuerte. No iba a permitir que este hombre me intimidara.Si