Jessica salió avergonzada y enojada, todo le salió mal, que ni de su maleta se acordó, detuvo un taxi al estar en la carretera, se subió, tirando la puerta con fuerza, cuando el taxista le pregunto a dónde se dirigía, ella le dio la dirección, le mostró el monto a cobrar, así que le pidió que pagara. Ella le dijo que cuando llegaran le pagaría.—No lo creo, señora, así me dijo una clienta y para mi sorpresa nunca pagó. ¿Así que paga o se baja?—Taxista, mugriento. ¿Cómo se atreve?—A mí nadie me ofende, mejor bájese, yo me gano la vida honradamente para que una mujer pobretona como usted, me insulte, bájese,—Estúpido mugriento. Yo no soy una mujer pobre, que no ando en este momento, es otra cosa.Ella se bajó más enojada, la vergüenza de haber sido insultada por un don nadie, solo eso le faltaba, sacó el celular para llamar a su padre.—¡Papito, ven por mí! —dijo entre lágrimas.—¿Dónde estás, hija?—Aquí en la calle, cerca de donde mis tíos.—¿Cuándo regresaste?—Después te cuento,
Los suegros y consuegros platicaron muy contentos de la unión de sus hijos. El padre de Michael había cambiado su actitud completamente, ahora era un hombre más accesible y amable. Su esposa se sentía de lo más feliz porque ahora sí se sentía su esposa. Al terminar la recepción, se retiraron a una de las habitaciones del hotel.Los padres quedaron despidiendo a los invitados, que entre ellos estaba Jessica junto a su esposo, ya que al fracasar no le toco de otra que regresar con él, quien ahora la trataba más ásperamente, ella al verse sin dinero tuvo que pedirle perdón, el cual él le puso condiciones para regresar con ella. A lo cual ella tuvo que aceptar.Michael, al llegar a la puerta de la habitación, la abrió, cargo a su mujer en brazos, solo que esta vez le costó un poco más, ya que su mujer pesaba mucho más, como todo un macho. Se aguantó el peso de su mujer sin decir nada, con mucho esfuerzo, logró llegar a la cama.— No me digas que estoy gorda.—Para nada, querida. Simplemen
Las palabras salen sobrando entre ellos, ya que un nudo en sus gargantas les impide seguir hablando, solamente se dedican a mimar a su retoño, quien no deja de acariciar la pequeña barba en crecimiento de su padre.—Gracias —le susurra—. Gracias por darme a esta preciosidad. Gracias por hacerme tan feliz. Le da un tierno beso en la boca mientras la bebé descansa tranquila sobre su pecho.El azul oscuro de la noche ha caído sobre la ciudad desde hace un buen rato. El murmullo ininterrumpido e inagotable, que se apresura a colarse por las ventanas, contrasta con el silencio en el que está sumido a estas horas la clínica. —Coge a la bebé mientras yo voy al baño—dice Emily— Yo no… Yo no tengo experiencia en tomar en brazos a la bebé —se adelanta a decir con un matiz de alarma en la voz. —¿Ni siquiera tengo sobrinos? —niega con la cabeza, está asustado—. Ya sabes que antes no se me daban muy bien este tipo de cosas. Emily lo mira con una sonrisa en los labios. Sus ojos tienen una expresi
Recordando cómo fue que su esposa llego a su vida, todo por una mala mujer que le abandono y le robo, haciéndole una mala jugada. Gracias a esa desgracia ahora posee dos grandes bendiciones, que, aunque posee una buena fortuna, lo que tienen en este momento no lo compraría con todo su dinero, porque eso no se obtiene con oro.“Eres mi mujer Emily, dejarte ir jamás, no voy a renunciar a esta felicidad tan fácilmente, aunque me digas que soy una bestia obsesionada, jamás te dejaré ir de mi lado, tú y mi hija son mis tesoros, los cuales cuidaré con mi vida si es necesario”Se tiró al agua para poder disfrutar junto a sus dos amores, suspendió a su hija en sus brazos mientras Emily se le subía a su espalda, sonreían con verdadera felicidad, mientras sus familiares contemplaban tal hermosa imagen.Dos días después…*MICHAEL*A veces, la vida nos regala momentos que parecen sacados de un sueño, momentos en los que la gratitud y la asombrosa sensación de estar vivo se entrelazan. Aunque no s
*EMILY*Soy una joven llena de vida y alegría, con un espíritu libre que anhela divertirse. Sin embargo, mi realidad es otra, aún vivo bajo el techo de mis padres, quienes son bastante estrictos. Mis amigas me invitaron a una fiesta y, emocionada por la idea, hice planes para el fin de semana. Mi día a día se resume en trabajar en la tienda de telas de mis padres, ubicada en el corazón de Londres. La vida no es fácil, pero mi padre ha logrado mantener a flote a nuestra familia. Sin embargo, anhelo mi independencia, no quiero estar más bajo su mando. Hace un mes, decidí dar un paso hacia mi libertad y envié varias hojas de vida a diferentes empresas a través de internet. Aspiro a mi libertad, a tomar mis propias decisiones y a salir a la hora que quiera sin tener que pedir permiso.Después de un día agitado en la tienda, llego a casa. Hubo mucho movimiento, pero gracias a Dios, la semana ha terminado. Mis amigas de secundaria me invitaron a la inauguración de un nuevo club. Les confirm
*EMILY*Bebimos nuestras bebidas, pedimos unas piñas coladas, Rosa me tomó de la mano, llevándome a la pista para bailar. Unos hombres querían bailar con nosotras, mi amiga les dijo que éramos parejas, nos hizo pasar como lesbianas, de esa manera nos dejaron de molestar. Estábamos bailando, cantando a todo pulmón, si a eso se le puede llamar cantar, porque me dolía la garganta.Bebimos como locas, como si el mundo se terminaría mañana. El dueño del club estaba hechizado por mi amiga, ellos eran amigos de años, él deseaba llegar a segunda base con ella, sin embargo, Rosa es difícil de atrapar. Al ver el estado en que estábamos, se ofreció en llevarnos al apartamento, mi amiga accedió, en todo el camino le tiraba una que otra mirada a ella.—Te gusta mi amiga, Raúl. — ¡Qué, se me nota a leguas!—Si te vieras como te corre la baba de la boca. —Eres mala, aunque no lo voy a negar, Rosa me llama la atención.—Suerte, ojalá, te dé una oportunidad, tú inténtalo.Rosa va de lo más dormida
*EMILY*Después de una larga batalla de persuasión, finalmente logré convencer a mi padre. Embarcándome en un viaje de autodescubrimiento, tomé un autobús hacia el vibrante corazón de la ciudad. Al llegar a la terminal, donde el bullicio del autobús se desvanecía, un taxi me esperaba para llevarme a mi nuevo hogar.Ahora, estoy parada en el umbral de mi nueva vida, en una residencia que puedo llamar mía. Un lugar donde mi voz es la que resuena, donde mis opiniones son las que importan, y donde tengo la libertad de hacer lo que desee. La emoción me embarga mientras comienzo a acomodar mis pertenencias. Mi ropa y zapatos encuentran su lugar en este espacioso apartamento, tan grande que dudo que pueda llenarlo.Giro sobre mí misma, tomando en cada detalle de mi nuevo hogar. Es más que perfecto, es un sueño hecho realidad. El baño es una obra de arte en sí mismo, un monumento a la elegancia y la comodidad. Me despojo de mi ropa y me sumerjo en la tina de baño, una joya de color rosa rodea
*EMILY*Con determinación, ajusté la toalla alrededor de mi cuerpo, ignorando el dolor ardiente. No le daría el placer de verme, llorar o suplicar. ¡Qué monstruo!El intruso tuvo la audacia de decirme que, a partir de hoy, si quería quedarme en este hogar, tendría que seguir sus reglas. Le respondí con firmeza que yo había pagado por este espacio, que la había comprado con mi dinero y que estaba sumamente endeudada por obtener este apartamento.Él me observó con una mirada inquisitiva, insistiendo en preguntar por una tal Penélope. Le aclaré que la persona que me había vendido la casa era la señora Vilma, y que no tenía conocimiento de ninguna Penélope.Con una sonrisa burlona, me acusó de ser ignorante por comprar una propiedad sin los debidos papeles. Pero no me dejaré intimidar. Este es mi hogar, y lucharé por ella.— Eso no importa por los momentos, sabes que me encanta lo que veo, ahora serás mi nueva adquisición, el lunes pasaré por ti, trabajaras para mí.—No, señor, yo sé vale