La quietud silenciosa del bosque no era más que un espejismo que ocultaba los peligros que en este se hallaban, la oscuridad cubriendo, como un velo denso, cada rincón; siendo testigo de cómo dos almas se desgarraban en eterna agonía.Anette, tendida en el suelo, demostraba sus emociones con un llanto mudo y apenas contenido; la bestia aun sobre ella pareció paralizarse por unos segundos y por un efímero momento Anette juro ver en sus ojos el reflejo dorado de antaño; ese que alguna vez la había mirado con devoción ciega en el pasado.La bestia se dejó caer sobre ella, como si de pronto hubiera sido privada de toda energía, el peso de la criatura la inmovilizó, pero no con crueldad: sus garras, afiladas como cuchillas, se enterraron en la tierra a los costados de su cabeza, evitando tocarla. Un músculo en su mandíbula temblaba, como si luchara por no descender esos últimos centímetros que separaban sus colmillos de su garganta; mientras su respiración era errática y la fuerza de los l
Los latidos erráticos de su corazón eran lo único que le recordaba que había vida en ella…mientras que su alma, rota como un espejo arrojado contra el suelo; reflejaba la desolación que las últimas palabras de Ragnar dejaron en ella. Los fragmentos de ese espejo, clavados en su pecho, le recordaban que cada pieza rota seguía cortando. Y, sin embargo, sangraba algo más que sangre: memorias. Como si el dolor fuera tinta y su cuerpo, un pergamino desgarrado.Sus rodillas y manos se hundieron en el barro, haciéndole notar que ahora la lluvia caía sobre ella con tanta fuerza que parecía querer borrarla, como si la naturaleza misma se avergonzara de su dolor. El agua arrastraba consigo algo más que lodo: trozos de su nombre, susurros de Ragnar, pedazos de un tiempo en que el mundo no pesaba tanto.— No te vayas — susurró, aun a sabiendas que él ya no la escuchaba, sus palabras se ahogaron en el sonido del viento, que parecía rugir en su propia agonía. El bosque devoró su voz, como si ya no
Luz y oscuridad... admiración y odio... dos caras de una misma moneda...¿Cómo podían existir en el mundo dos personas que fueran exactamente lo contrario de la otra?... ¿cómo alguien podía brillar en la cima mientras su par se hundía en el sub suelo?...Preguntas aparentemente muy fáciles de responder o bueno, depende del cristal con que se mire...Isabella Wolfe se sentía caminando sobre nubes de algodón, desde que tenía memoria le habían asegurado que su futuro sería brillante... era la única loba de pelaje claro entre miles de lobos distribuidos en 7 grandes manadas ¿cómo no sentirse especial?. ¡Todos decían que su destino había sido bendecido desde el momento en que nació!...Y ella así lo creía... era una mujer hermosa, con grandes ojos verdes y cabello tan claro que casi parecía blanco... todos la admiraban por su belleza y su inteligencia; todos se habían dedicado a poner el mundo a sus pies, educandola para ser la gran luna que debía ser, esposa de un alfa entre alfas... ¿cóm
Nos empeñamos en pensar que vivimos en un mundo donde las cosas son blancas o negras, dónde habita la luz y la oscuridad esforzándose por mantener un perfecto equilibrio... pero ¿qué tal si nos detenemos a pensar en lo que existe más allá de nuestra absoluta comprensión? ¿Qué pasa si entendemos que existe una luz capaz de cegar nuestros sentidos y que existe una oscuridad capaz de hacernos ver aquello que jamás imaginamos que tendríamos frente a nuestros ojos?.¿Qué pasa si abrimos nuestra mente para creer en lo imposible?, quizás, solo así; podamos encontrarnos con un mundo tan sorprendente que es capaz de superar cualquier partícula de imaginación y todo lo que está pudiera crear...En ese mundo que parece inexistente ante la razón humana, un mundo donde habita uno de los seres más maravillosos y poderosos que pudo haber pisado la tierra... un ser tan perfecto que es capaz de unir la fragilidad humana con la ferocidad de un animal... un ser capaz de caminar sobre dos pies como cualq
— ¡¿QUEEE?! pero ¿por qué debo asistir a esa dichosa reunión? — Anette hizo un adorable puchero mientras su madre le cepillaba el cabello, llevaban horas discutiendo por lo mismo: la joven renuo no deseaba asistir a la ceremonia de bienvenida que se organizó para el gran alfa. ¿Qué sentido tenía?, ¡ella ni siquiera tenía alguna habilidad de lobos como para decir que su lugar estaba en esa reunión, ella era una simple humana sin habilidades.— Porque eres mi hija y eso te convierte en parte de una manada... manada que debe rendir homenaje al gran alfa... sino vas sería un insulto... yo no puedo ir porque soy una heredera destituida, sería una vergüenza para mí clan — explico con tristeza, desde que había elegido unirse a un humano toda su manada le había dado la espalda, le habían arrebatado su título de heredera a pesar de ser la alfa más fuerte, en la línea de sucesión para liderar su manada.Ella había elegido el amor sobre cualquier riqueza, sobre cualquier poder pero al final qued
Estaba ansiosa por conocer al que sería su esposo... Arthur Standerwod era un nombre bastante sonado en la reservar... rodeado de misterio e incertidumbre, hace al menos unos 10 años que el joven heredero no ponía un pie en la reserva de los lobos y ahora por fin regresaría a tomar su lugar; lo que provocaba la ansiedad y curiosidad en todos los presentes.Sobre todo para ella quien no dejaba de preguntarse ¿cómo sería su esposo?, estaba rodeada de lobos poderosos, capaces de aterrorizar a cualquiera; incluso ella misma era una loba fuerte pero ¿cómo sería el gran alfa?, ¿sería tan peligroso y mortal como todos aseguraban?; ¿Que le esperaría al elegir tener una vida junto a él?. ¡Tantas preguntas y tan pocas respuestas!.Algo extraño se apoderó de sus entrañas... en el instante en que él puso un pie en la mansión ella lo supo... supo que finalmente había llegado, había algo en el ambiente que gritaba peligro; que hacía que todos sus sentidos estuvieran alertas, como si esperara el ata
Suaves pasos, de pies arrastrados contra la superficie... ojos llenos de lágrimas que solo dejan una visión nublada y de pronto la sensación de caer al vacío que extrañamente deja una sensación de paz... paz que se obtiene al sujetar las frías manos de la muerte.«¡No!»El grito interno de su lobo lo hizo actuar por impulso... tomando su forma humana mientras se arrojaba al vacío para capturar la pequeña figura que caía hacia el acantilado... evitando así una muerte inminente...Lo observo... con los ojos más claros que había visto jamás... como si fuera la mirada de un ángel que ahora alimentaba su alma antes de caer finalmente en la inconsciencia...Apretó su agarre sobre el frágil cuerpo, mientras sentía como sus pies tocaban las peligrosas rocas de aquel acantilado, sintió las suaves gotas de agua salada chocar contra su piel al ser llevadas por el fuerte viento... y una indescriptible sensación de calma lo invadió, una calma que jamás en la vida había sentido.«Está a salvo»El a
Abrió sus ojos... encontrándose con el inmaculado techo en color blanco, su cuerpo se sentía flotando sobre nubes de algodón... una sensación tan extraña para ella... ¿dónde estaba?, ¿qué había pasado?.— Por fin has despertado — escucho una voz gruesa que provocó que su corazón se contrajera de forma dolorosa, se sentó de inmediato, apoyándose de la cabecera de la cama abrazándose los rodillas mientras finas lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas, presa del pánico. ¿Dónde estaba y quién era él?; ¿Por qué la había traído a este lugar? ¿qué quería de ella?.— Por favor no — rogó... ella lo sabía, sabía que ese hombre frente a ella era un alfa... su cuerpo temblaba, invadido por el miedo a tal punto que podía sentir los latidos de su corazón haciendo eco en sus oídos — ya no más, por favor... — rogó con voz tan quebrada que Arthur sintió que algo dentro de él se hacía pedazos.— Tranquila... no te haré daño — extendió su mano hacia ella, con la intensión de tocarla se detuvo al ver