-Tu primo y yo somos muy buenos amigos de hecho está en el mismo hospital que yo, el es enfermero, no sé de dónde sacas esas tonterías.-Pero...Yo lo viví.-Ya basta, fue solo un sueño, y eso es todo-Tomo mis manos y las llevó hasta su rostro-Esta es la realidad, eso fue un sueño, estás hoy, conmigo, hoy martes, bueno ayer fue lunes-Se echo a reír el muy estúpido-Justamente ayer hiciste un postre de manzana, de hecho me gustó muchísimo, ¿Te acuerdas?.-Niego.-No me acuerdo Milton, lo siento.-Bueno, en este preciso momento le enviaré a un amigo que es neurólogo y me explique que pasa contigo, estás aturdida, no me gusta verte así.Solté un suspiro y le hice la última pregunta.-Milton que hay de la foto del niño que está en el mar junto con tu papá.-Ah, ese soy yo. Esa foto la tomamos cuando mamá dio a luz a las gemelas, bueno en realidad fue un mes después.-Entiendo, y que hay de Yaris?-El me miró extrañado.-¿Y esas preguntas?. Pero de igual te respondere, si tengo una compañera d
noche aquí es horrible; el piso está húmedo y el frío es letal, ni hablar de la comida que es una porquería. La mujer que me abofeteó horas antes de ingresar a la celda se me acercó y me susurró que, por no hablar, solo recibiría una comida al día.Me encuentro en esta celda después de autoincriminarme. Mi tío estaba golpeándome y mi madre salió en mi defensa. Lo asesiné a sangre fría. Cuando llegaron los policías, decidí culparme ya que mi madre es de edad avanzada.Llegó la hora de la gran comida, que consistió solo en arroz blanco sin pizca de sal. No lo comí, simplemente lo aparté a un lado. Pero luego el hambre se apoderó de mí y mi estómago pedía comida como loco; finalmente, terminé comiendo ese arroz simple.Tres días después, todo ha sido de mal en peor. La misma policía jodiendo la vida, trayéndome arroz insípido. Mientras estoy recostada en mi cama mirando al techo (bueno, es más como un palo muy duro que me hace doler la espalda), un guardia se acerca y golpea la celda co
—Si mamá es hermosa—Responde sonriendo mientras deja ver sus dientes blancos, es una sonrisa que ilumina. luego se acomoda en el sofá, y saca su teléfono para echarle un vistazo.—Es un amor mi hijo Lara—Susurra ella poniendo sus manos en su boca.—Hija ella es Judith, somos amigas de la infancia y pues como vez firme un contrato con ella y por ende trabajo aquí.—Asentí y luego volví al tema de la casa— Pero está muy bonita su casa—le digo a la señora Judith.—Gracias, pues como vez es tu hogar también—asegura y se sienta al lado de Milton—Y dime, ¿Qué estudiaste en el extranjero?—Sus ojos son iguales a los de el, penetrantes y posesivos.—Pues yo-yo—Busco en mi cabeza que responder ante esa gran pregunta, y para mi mala suerte, no se me ocurre nada, hasta que mi madre me salva la patria.—Ella estudio enfermería—Responde mamá y pone sus manos en mis hombros generando tranquilidad.—Wau, que bueno, mi hijo es médico, ¿Verdad mi bebé?—Aprietalos cachetes de el, en forma de pechiche.
—Señor, yo curo a mi hija—dice mamá de manera impaciente.—No señora, yo lo haré—Mi madre le entrega el botiquín y el saca el alcohol para desinfectar sus mano luego toma un pedazo de algodón y lo moja antes de colocarlo en mi herida el levanta su rostro para mirar a mamá.—¿Me podría hacer un favor?.—Si dígame señor.—Deje la plancha conectada en la habitación de mamá, ya que voy a planchar una camisa, ¿eh, podría hacerme el favor de plancharla por mi?—Claro mi señor, además, le he dicho que eso me toca a mi pero usted es muy terco—Ella sube las escaleras murmurando enojo.El pasa el algodón de manera lenta y delicada por mi herida, pero yo suelto un quejido de dolor.—Tranquila, pasará—dijo para tratar de consolarme, pero ponte en mi lugar es un mordisco un ¡mordisco!.—Ahh, señor Milton me arde—el me sopla un poco de viento de su boca para que no me arda tanto. Luego de algunos segundos el venda mi herida.—¿Señor, con esto basta, no es necesario un hospital?—le pregunto preocupa
—S-sí, señor. El gusto es mío de conocer a tan linda familia —respondo mirando hacia el suelo. En verdad, hay mucha tensión en esta mesa. Escucho la risa de Andrea, lo que me hace levantar la mirada hacia Milton y su novia. Ella está comiendo y luego él la hace pausar para tomar una servilleta y limpiarle la boca, ya que se ensució.—Gracias, mi vida —le sonríe.—De nada —sus ojos no se despegan de esa chica. Bueno, es comprensible, ella es linda. Vuelvo a pensar, mientras miro a la hermosa pareja. El señor chasquea los dedos hacia mí, ya que estoy distraída mirándolos.—¿Lara, qué pasa? —pregunta el señor y rápidamente lo miro.—Disculpe, señor. Dígame qué se le ofrece.—Bueno, nada. Es solo que nos dejas hablando solos y eso es de mala educación.—Señor David, disculpe a mi hija. Es algo distraída —dice mamá desde la cocina. Mamá como siempre metiendo la cuchara donde no debe.—Eso veo. Bueno, Lara, espero que nos llevemos bien. Cambiando de tema, ¿me puedes ayudar a organizar mi ro
—¿Por qué te golpeas?—me toma del mentón y me hace levantar mi rostro chocando con unos ojos tan azules como el mar.—Yo...solo lo hago cuando cometo un error—Le explico la razón del porque me agredo.—Esta bien, pero deja de hacerlo, se te ve horrendo—dijo haciendo énfasis en ''horrendo''Aleja su cálida mano de mi mentón. se da media vuelta para luego bajar nuevamente las escaleras.Camino por el pasillo y arrastro la maleta, en el pasillo esta a mano izquierda el cuarto de las mellizas me imagino ya que es color rosa con morado y en la puerta hay dos letras J&J colgadas a la pared al lado está un cuarto donde hay una alfombra que dice, Boss, no sé si sea el de Milton o no, mi madre aun no me ha enseñado los cuartos de los que viven en esta casa.Sigo caminando y justo al fondo está la señora Judith llamándome.—Te demoraste linda—Sonríe de costado abriendo la puerta de su habitación.—Adelante—Entro muy curiosa, aquí hace mucho frío, pero se siente muy agradable ya que deambula un
volteó la mirada para no verlo pero esto ocasiona más enojo hacia el, luego siento sus jadeos cerca de mi rostro.—Te gusta que te traten rudo pequeña asesina—mascullo cerca de mi oreja, su voz me dió escalofrío.—¡Milton Ya bajate!—le doy un grito pero creo que fue mi más grave error, el deja caer por completo su cuerpo en mi, para luego pasar su lengua cerca de mi boca, por un instante pensé que me besaría. Mis lágrimas amenazaron en salir pero las detuve no voy a llorar enfrente de este estúpido animal.—Saves, eres muy hermosa, no sé si te lo han dicho antes, enserio puedo jurar que eres más linda que Andrea, pero....detuvo sus palabras y guardo un rotundo silencio solo se escuchaba mi respiración forzada tratando de respirar ya que este enorme bulto de papa está sobre mi, además de eso es un profesional dejando a las personas con la intriga.Volviendo al caso, ya lo he perdido todo mi abuela, mi padre, nuestra casa, mi intento o ganas de entrar a una universidad cosa que ni en s
—Como te digo, ¿la detective?—frunce su nariz haciendo una mueca de disgusto.—Lo siento—me disculpo y arreglo la ropa lo más rápido posible, el toma todos los condones y los mete en su pantalón, camisa, y dentro de su boxer, haciéndolos desaparecer por completo, luego camina abandonando la habitación, ¿que fue todo esto? No pensé que Milton fuese así, y lo que más rabia me da con Migo misma fue que me quedé pasmada dejando que el me besara, bueno lo admito si me gustó un poquito, pero si me he enojado con el por no tener piedad de mi heridaAl fin se ha largado el tarado de Milton claro está que tarado es muy poco para el, mejor digamos la "Bestía" esa.Luego de media hora más o menos termino por fin de organizar la ropa del señor David, y si que tiene ropa este hombre, la mayoría son de marcas caras y muy reconocidas como; filles, coospor y zuguil.Bueno para yo comprar tan solo una pantis de esas marcas tendre que reunir un montón de dinero, en fin gente rica y caprichosa.Salgo de