—Si mamá es hermosa—Responde sonriendo mientras deja ver sus dientes blancos, es una sonrisa que ilumina. luego se acomoda en el sofá, y saca su teléfono para echarle un vistazo.
—Es un amor mi hijo Lara—Susurra ella poniendo sus manos en su boca.—Hija ella es Judith, somos amigas de la infancia y pues como vez firme un contrato con ella y por ende trabajo aquí.—Asentí y luego volví al tema de la casa— Pero está muy bonita su casa—le digo a la señora Judith.—Gracias, pues como vez es tu hogar también—asegura y se sienta al lado de Milton—Y dime, ¿Qué estudiaste en el extranjero?—Sus ojos son iguales a los de el, penetrantes y posesivos.—Pues yo-yo—Busco en mi cabeza que responder ante esa gran pregunta, y para mi mala suerte, no se me ocurre nada, hasta que mi madre me salva la patria.—Ella estudio enfermería—Responde mamá y pone sus manos en mis hombros generando tranquilidad.—Wau, que bueno, mi hijo es médico, ¿Verdad mi bebé?—Aprietalos cachetes de el, en forma de pechiche.—Aja—Es solo lo que el responde de manera seca y ligera sin quitar sus ojos del teléfono.—Luz, lleva a tu hija hasta su habitación—Dijo Judith.—Ven hija te mostrare nuestra habitación —Ella me toma de la mano y subimos unas escaleras, después caminamos por unos pasillos las paredes son rosa y luego entramos en la habitación.—Mamá que hermoso—Me tumbe en la cama y pienso; No sé cómo mi madre llegó aquí, no entiendo ese chico "Milton" es el mismo de aquella vez en la cárcel lo reconozco, su tatuaje y ojos celestes, además su voz sigue siendo igual, de hecho esa belleza no se borra de cualquier memoria, bueno por lo menos en la mía no, pero hay algo extraño, aquella vez en la celda era más antipático ahora es "amable" y "educado"Pero no sé porque no me quitaba la vista de encima en el auto ¿No será que el me reconoce? No, no como crees Lara, me imagino que no se acuerda, bueno han pasado 6 años. Yo tengo mucha memoria fotográfica, por eso lo recuerdo.—Hija, cámbiate para que me ayudes a preparar el almuerzo.—Esta bien mamá, ya voy—Mi madre me presta algo de ropa ya que yo no tengo.Ya estamos en la cocina y un fuerte olor viaja por mi olfato, luego veo a Milton bajando las escaleras con una sonrisa en sus labios.—Madre, luego vengo, voy a laborar.—Hijo, quédate ¿Si?—Ella lo mira con los ojos cristalizados intentando convencerlo.—No, mamá soy un hombre de negocios, además papá anda con la cantaleta.—No le hagas caso, mira que a la noche tienes que ir al hospital a trabajar, descansa, hijo mío.Que pasará en esta familia, bueno hay problemas como en todo hogar y el padre tiene algo que ver aquí, por lo que manifestó Milton, ¿pero el tiene dos trabajos? debe ser realmente agotador.Mientras veo a una madre rogándole a su hermoso hijo que se quede en casa, las puertas se abren y esto me hace reaccionar, saco mi cabeza un poco para lograr chismosear quien vino y veo a dos chicas muy lindas entrando.—Hola mamá, hola hermano—Dicen ambas en coro.—¿Cómo me les fue a mis pequeñas?—pregunta Milton, y las abraza.—Bien, Hermano Como me gusta ese perfume huele a hierbas finas—Dice una de ellas, su voz es dulce y cautivadora.¿Espera, Acaso son mellizas?Ah, ella es Lara—Me señala la señora Judith, de inmediato todos me miran, mientras yo picó unas verduras, por suerte no me pillaron chismoseando, creo,—Lara ellas son; Julia y Jimena.—Hola Lara, eres una morena muy linda—Dice Jimena quien viste de marrón.—Si es muy bella—Afirma Julia quien viste de blanco, para después preguntar—¿Cuántos años tienes?—Tengo 24—Ella sonríe pero luego esa sonrisa se apaga al mirar mi brazo izquierdo—¿Qué te paso en el brazo? —Pasa su mano en mi cicatriz.—Fue un pequeño corte—Le aclaro mintiéndole, en realidad esto tiene un oscuro pasado.—Tienes que ser cuidadosa—Me advierte mientras abre sus ojos como plato.—Claro julia, lo hare—Dicho esto se cerro la conversación para luego ellas ponerse a charlar con su madre sobre sus estudios, pero Milton las interrumpe metiéndose en la mitad de la conversación.—Mamá, hermanas, señora luz en compañía, este bollo se marcha—Sale casi que corriendo de la casa.En "compañía" Ese tonto tengo nombre, ¿entendiste? y es Lara,—Pienso.—Ah, Lara ¿Qué estudiaste en el extranjero?—cuestiono Jimena con un tono de voz dudosa.—Hermana ya deja de preguntar y vallamos a la cancha tenemos que practicar—añadio Julia jalando de un brazo a Jimena—Esta bien, ah, y por cierto tenemos 16 años.Ellas salen corriendo de la sala, ¿Qué practicarán ni idea? pero cabe destacar que tienen un buen físico, para ser clara me agradan son muy explícitas.Ya terminamos de preparar el almuerzo, mi madre organiza la comida en el comedor y luego la señora Judith se sienta a comer, toma sus cubiertos llevando un bocado de carne a su boca.—Tienes mucho sazón Lara, está delicioso.—Si, mi hija cocina muy rico—responde mamá orgullosa.Luego las mellizas entran a la casa al parecer en la parte trasera hay una cancha o que se yo, están todas empapadas en sudor y agitadas.—Niñas en la mesa no las quiero a si de sucias—manifiesta Judith con desagrado.—Perdona mami, pero tenemos mucha hambre—responde Julia elevando su tono de voz.Ellas se sientan en la mesa ignorando lo que dijo su madre, mientras que Judith las mira enojada y prosigue con su comida. son algo groseras estás niñas.Luego de que todas almorzarán mi madre lava los platos y yo limpio el jardín.de repente el auto de Milton frena de golpe en frente mío haciendo volar las hojas que ya había barrido, el se baja de su auto sus pasos son firmes y seguros tanto que causan escalofríos.—Lo siento, Lara yo no quise—Lo interrumpo—No tranquilo, señor—respondo mirando su rostro, para otra vez ponerme a barrer las hojas que están todas dispersas en el jardín.—No me digas señor—El apoya las palmas de sus manos en su auto y me mira con la ceja arqueada.—Disculpe—le digo—Se acerca a mi y me quita la escoba y empieza a barrer y luego recoge las hojas en una bolsa de basura.—Pero señor, es mi deber.—Lara, te dije que no me digas señor—responde con voz cabreada—Dime Milton ¿Está bien?—Si claro, Milton—el sacude sus manos dando a entender que ya terminó de recoger el desastre de las hojas.—No se porque pero yo a ti te conozco—Me interroga, su mirada es penetrante y fría a la vez—Pues yo a usted no—Miento, jamás te diré que te he visto antes.—Déjame pensar—Suelta la escoba y me toma del mentón haciéndome mirar sus ojos celestes que transmiten miedo.—Mi-Milton ¿Qué pasa?—Le pregunto con la voz entrecortada, pero el me sigue mirando, y luego sus ojos se deslizan hacia mi boca.
—¡Ya déjame!—Le quito su mano de mi rostro, y él se sorprende.
—Lo-lo siento—Se disculpa para dar media vuelta e irse a la entrada de la casa.
¿No sé que le pasa a este?, mira que tomar mi rostro y mirarme a sí es de loco ¿O será que el se acuerda? si es así estoy acabada. Bueno y si ese es el caso ¿que? Ya soy libre no le veo el mal además el tampoco es un santo que digamos, ya que estuvo detenido también.
me salgo de mis inútiles pensamientos y tomo la bolsa de basura y la llevo hasta la salida de la casa, justo viene el camión de la basura, bueno por lo menos aquí si te la recogen en tu casa en mi pueblo la arrojan hacia el río, o, la queman definitivamente este es otro mundo y de eso no hay duda.
Entro a la casa y una de las mellizas me llama, me resulta difícil distinguir cuál es Julia y cuál es Jimena son muy parecidos, tengo que estudiarlas más para distinguir por lo menos algo diferente en cada una, está vez visten ambas un conjunto verde.
—Lara, ¿y dime qué te gusta hacer, ah, disculpa soy Jimena, te lo digo por que te veo desubicada?
—Mmmm, muchas cosas...
—Como cuales.
—Pues verás, me encanta escuchar la radio de hecho mi canal favorito es 11-60.
Bueno eso era lo que escuchaba mientras estuve en la cárcel solo la radio y eso, habían veces que no escuchaba nada, solo los gritos y risas de las demás reclusas.
—¡Que aburrida eres!—Dice y tira de su cabello, está niña es algo gomela y creída.
—Ah, si ¿y que les gusta a ustedes, o a ti?—Le pregunto
—¿Qué acaso no me conoces?—Me dice con voz de asombro y se pone las manos en el pecho impresionada.
—No te conozco—Le respondo. Julia solo analiza la situación y guarda un remoto silencio.
—Soy famosa en YouTube e I*******m, además soy viral en tik tok, ósea nena no se en que mundo andas.
Lastimosamente, en mi pueblo apurada y podía ver televisión, allá no se usa internet, bueno y si lo hay, lo tienen personas adineradas, además no hay cobertura para gente pobre como yo.
—Siento mi ignorancia, yo no uso ese tipo de aplicaciones.
—Mmm, Que raro, porque hasta los niños pequeños saben sobre estas aplicaciones además mira tu ropa pareces un ropavejero.
—¡Hermana ándate, mamá nos espera en el auto!—Avisa Julia enojada.
—Niñas lo siento, debo hacer mis labores—Me despido y me marcho del lugar.
Bueno es de entender apenas tiene 16, es una niña, pero es algo creída, no conozco mucho a Milton, pero si quiero saber el porqué estuvo preso aquella vez.
mientras navegó en mis pensamientos dirigiéndome a la sala mamá me habla.
—Hija, mira—Señala a un perro, el cual corre por todo el jardín—El es miltoncito.
—¿Y que hay con el mamá?—Le pregunto y ella suelta una carcajada.
—Es el pero de el señor Milton, por lo tanto te tocará cuidar de él, bueno a sí me dijo una de las mellizas.
—¿¡Qué!? Mamá, además mira como me ve, no, definitivamente no lo cuidare.
—Hija, ese perro es casi como un hijo para el señor, hay que atenderlo como un miembro de la familia.
—Madre, está botando espuma por la boca y ladra demasiado, al parecer tiene morder rabia y mi presencia le molesta.
—¡Ah! No hijita aquí se hace lo que se tenga que hacer así que deja de quejarte!.
Está bien—Suelto un suspiro y me acerco hasta el, pasó mi mano lentamente en su pelaje de manera delicada, mi tacto ocasiono mas enojo en el animal y el aumento de sus ladridos.
—¡Shh!, que perro tan escandaloso—exclame enojada.
De repente el me tira un mordisco el cual fallo ya que yo fui mas rápida y di dos pasos atrás, pero hay no acabo todo el perro al saber que fallo su intento, se lanza hacia mi de manera salvataje, y ferozmente entierra sus filosos dientes en mi muslo, el dolor fue de infarto tanto que mis lagrimas no dudaron en salir, pensé que el animal me soltaría pero no fue así el seguía aferrado a mi como un imán, no tuve otra alternativa así que opte por darle puños en la cabeza para que me soltara pero el perro o miltoncito ya estaba decidido hasta querer arrancar mi pierna por completo, veía mi sangre hacer un camino largo hasta llegar a mis tobillos
Mamá gritaba como loca del desespero ella no sabia que hacer solo colocaba sus manos en su cabeza.
—¡Mamá has algo!—¡Porfa, Ayúdame!— grite hasta desgalillarme.
Ella tomo la manguera del agua y la encendió a toda presión, el chorro del agua salía fuerte luego giro la manguera hacia nuestra dirección y fue hay donde finalmente el me suelta para después sacudir su pelaje y correr, al parecer a ese cretino no le agrada el agua.
Estoy toda mojada, mordida, empapada de agua y sangre. pero lo peor de todo con un gran dolor agudo en mi pierna. ¡no por favor díganme que mas me toca sufrir en mi primer día en esta casa!
Pongo mi mano en mi pierna e intento levantarme pero cabe resaltar que ese imbécil o mejor dicho monstruo, me dio un buen mordisco, mi madre tiro la manguera al suelto y sale corriendo hacia la casa pidiendo ayuda.
Luego veo a Milton quien corre hacia mi dirección con sus ojos celestes muy abiertos.
—¡Dios! ¿Qué paso?—Pregunta asustado.
—Señor miltoncito mordió a mi hija sin razón alguna.
—¿¡Cómo lo llamo!?—Pregunta con las cejas fruncidas mientras me levanta entre sus brazos, siento su respiración en mi rostro y mejillas las cuales manifiestan incomodidad.
—Miltoncito señor—repite—bueno ese el es nombre en como se le llama a su perro—Dijo mamá.
—Me imagino, que quienes le pusieron ese nombre fueron las mellizas, claro ya decía yo el porque cada vez que lo llamo por su nombre real lo noto confundido.
El me lleva hasta la sala de estar y me sienta en el sofá luego toma un banco y se sienta enfrenta de mi sujetando mi pierna, realmente tengo tanta vergüenza ya que mis piernas están llenas de vellos pero el parece no importarle ya que su rostro no expresa ninguna emoción. por su parte mi madre corre a buscar el botiquín.
—¿Te duele, Lara?—Me pregunta, su voz está vez es cálida y tranquilizadora, no respondo su pregunta y desvío mi mirada hacia el jardín donde está el estúpido de "Miltoncito" El muy vergajo está moviendo su cola como si no hubiese pasado un carajo..gajo está moviendo s
u cola como si no hubiese pasado un carajo..
—Señor, yo curo a mi hija—dice mamá de manera impaciente.—No señora, yo lo haré—Mi madre le entrega el botiquín y el saca el alcohol para desinfectar sus mano luego toma un pedazo de algodón y lo moja antes de colocarlo en mi herida el levanta su rostro para mirar a mamá.—¿Me podría hacer un favor?.—Si dígame señor.—Deje la plancha conectada en la habitación de mamá, ya que voy a planchar una camisa, ¿eh, podría hacerme el favor de plancharla por mi?—Claro mi señor, además, le he dicho que eso me toca a mi pero usted es muy terco—Ella sube las escaleras murmurando enojo.El pasa el algodón de manera lenta y delicada por mi herida, pero yo suelto un quejido de dolor.—Tranquila, pasará—dijo para tratar de consolarme, pero ponte en mi lugar es un mordisco un ¡mordisco!.—Ahh, señor Milton me arde—el me sopla un poco de viento de su boca para que no me arda tanto. Luego de algunos segundos el venda mi herida.—¿Señor, con esto basta, no es necesario un hospital?—le pregunto preocupa
—S-sí, señor. El gusto es mío de conocer a tan linda familia —respondo mirando hacia el suelo. En verdad, hay mucha tensión en esta mesa. Escucho la risa de Andrea, lo que me hace levantar la mirada hacia Milton y su novia. Ella está comiendo y luego él la hace pausar para tomar una servilleta y limpiarle la boca, ya que se ensució.—Gracias, mi vida —le sonríe.—De nada —sus ojos no se despegan de esa chica. Bueno, es comprensible, ella es linda. Vuelvo a pensar, mientras miro a la hermosa pareja. El señor chasquea los dedos hacia mí, ya que estoy distraída mirándolos.—¿Lara, qué pasa? —pregunta el señor y rápidamente lo miro.—Disculpe, señor. Dígame qué se le ofrece.—Bueno, nada. Es solo que nos dejas hablando solos y eso es de mala educación.—Señor David, disculpe a mi hija. Es algo distraída —dice mamá desde la cocina. Mamá como siempre metiendo la cuchara donde no debe.—Eso veo. Bueno, Lara, espero que nos llevemos bien. Cambiando de tema, ¿me puedes ayudar a organizar mi ro
—¿Por qué te golpeas?—me toma del mentón y me hace levantar mi rostro chocando con unos ojos tan azules como el mar.—Yo...solo lo hago cuando cometo un error—Le explico la razón del porque me agredo.—Esta bien, pero deja de hacerlo, se te ve horrendo—dijo haciendo énfasis en ''horrendo''Aleja su cálida mano de mi mentón. se da media vuelta para luego bajar nuevamente las escaleras.Camino por el pasillo y arrastro la maleta, en el pasillo esta a mano izquierda el cuarto de las mellizas me imagino ya que es color rosa con morado y en la puerta hay dos letras J&J colgadas a la pared al lado está un cuarto donde hay una alfombra que dice, Boss, no sé si sea el de Milton o no, mi madre aun no me ha enseñado los cuartos de los que viven en esta casa.Sigo caminando y justo al fondo está la señora Judith llamándome.—Te demoraste linda—Sonríe de costado abriendo la puerta de su habitación.—Adelante—Entro muy curiosa, aquí hace mucho frío, pero se siente muy agradable ya que deambula un
volteó la mirada para no verlo pero esto ocasiona más enojo hacia el, luego siento sus jadeos cerca de mi rostro.—Te gusta que te traten rudo pequeña asesina—mascullo cerca de mi oreja, su voz me dió escalofrío.—¡Milton Ya bajate!—le doy un grito pero creo que fue mi más grave error, el deja caer por completo su cuerpo en mi, para luego pasar su lengua cerca de mi boca, por un instante pensé que me besaría. Mis lágrimas amenazaron en salir pero las detuve no voy a llorar enfrente de este estúpido animal.—Saves, eres muy hermosa, no sé si te lo han dicho antes, enserio puedo jurar que eres más linda que Andrea, pero....detuvo sus palabras y guardo un rotundo silencio solo se escuchaba mi respiración forzada tratando de respirar ya que este enorme bulto de papa está sobre mi, además de eso es un profesional dejando a las personas con la intriga.Volviendo al caso, ya lo he perdido todo mi abuela, mi padre, nuestra casa, mi intento o ganas de entrar a una universidad cosa que ni en s
—Como te digo, ¿la detective?—frunce su nariz haciendo una mueca de disgusto.—Lo siento—me disculpo y arreglo la ropa lo más rápido posible, el toma todos los condones y los mete en su pantalón, camisa, y dentro de su boxer, haciéndolos desaparecer por completo, luego camina abandonando la habitación, ¿que fue todo esto? No pensé que Milton fuese así, y lo que más rabia me da con Migo misma fue que me quedé pasmada dejando que el me besara, bueno lo admito si me gustó un poquito, pero si me he enojado con el por no tener piedad de mi heridaAl fin se ha largado el tarado de Milton claro está que tarado es muy poco para el, mejor digamos la "Bestía" esa.Luego de media hora más o menos termino por fin de organizar la ropa del señor David, y si que tiene ropa este hombre, la mayoría son de marcas caras y muy reconocidas como; filles, coospor y zuguil.Bueno para yo comprar tan solo una pantis de esas marcas tendre que reunir un montón de dinero, en fin gente rica y caprichosa.Salgo de
Se dirige hasta Andrea dando grandes pasos y en su mano sostiene su teléfono. Presiento que se va a formar un mierdero.Me estacionó para espiar. Él se para enfrente de ella con sus cejas endemoniadas, por su lado ella se levanta de su asiento y lo intenta abrazar pero el la rechaza y la tira en la silla de un empujón sentandola otra vez.Milton.Andrea ¿que te dije sobre publicar fotos, he?—Amor lo siento, pero es solo una fotito.—Fotito dónde estamos en la intimidad.—P-pero amor ya en 5 meses nos vamos a casar y además eres mi novio.—Mira no sigas si, tu sabes que tu y yo no podemos estar publicando fotos de ninguna especie, y sabes el porque.—Ay cariño se que te preocupas por mi que lindo de tu parte.—Ja, nunca me he preocupado por ti y lo sabes.—¿Entonces porque te casarás con Migo?—Se levanta nuevamente de la silla y me toma del brazo.—Andrea suéltame, entiende no te amo y con respecto al matrimonio—Detengo mis palabras, estaba a poco de decirle el porque me casare con el
Toc-Toc—Señor Milton abra o estaremos obligados a partir la puerta y buscarlo como la rata que es.Qué demonios, ¿acaso dijeron partir la puerta? hablan en serio, Milton está temblando y su respiración está acelerada, pero prosigue con lo que me decía anteriormente.—Me esconderé detrás de la puerta y abrirás, al agente que está hay, pero por nada del mundo lo dejes pasar solo dile que te estas bañando sola, y si quieren entrar a las fuerzas, le dices que pondrás una demanda por entrar a la casa sin una orden de registro, ¿cuento con Tigo hermosa? asiento y hago caso a sus palabras.Voy a la puerta y quito el seguro para abrir, al hacerlo veo a un policía sujetando una pistola.—Niña Hazte aún lado.—¿Qué se le ofrece señor?—pregunto aparentando tranquilidad por qué por dentro me estoy cagando del miedo.—¡Que te quites insolente!—grita otro policía que acababa de llegar.—Señor solo me estoy duchando.—Mira tonta no nos hagas perder el puto tiempo y aléjate o estaremos obligados a g
No soy de las que se queda con la duda, por ello decido confrontar a Jimena sin importar lo que se venga.pero no puedo soy la menos indicada, para tomar semejante autoridad, estaba a poco de abrir la jeta y decirle sus 3 tiras de m****a a esta niña, si, se que soy impulsiva pero tengo que ser más astuta, decido acercarme a Julia y hacerle seña con mis cejas ella al notar mi gesto pide disculpas a sus amigos y se levanta de su asiento para dirigirse a mi.—Hola de nuevo, ¿Dime ocurre algo?—Susurra ella, su voz es aguda y temerosa.—Julia, por favor confía en mí, dime qué pasa, porque tu hermana, dijo algo con respecto a tu hermano, ¿Acaso escondes algo?.—Jaja, no para nada, como crees.—No te hagas, ven—Tomo su delgado brazo para dirigirnos a la habitación de arriba, creo que halla es más seguro, al llegar arriba noto que entra en pánico ella tira de mi agarre y se pone a llorar, mi corazón se afligió al escuchar sus sollozos agitados. y sin más ni menos suelta la bomba.—Yo...yo esto