—Señor, yo curo a mi hija—dice mamá de manera impaciente.
—No señora, yo lo haré—Mi madre le entrega el botiquín y el saca el alcohol para desinfectar sus mano luego toma un pedazo de algodón y lo moja antes de colocarlo en mi herida el levanta su rostro para mirar a mamá.
—¿Me podría hacer un favor?.
—Si dígame señor.
—Deje la plancha conectada en la habitación de mamá, ya que voy a planchar una camisa, ¿eh, podría hacerme el favor de plancharla por mi?
—Claro mi señor, además, le he dicho que eso me toca a mi pero usted es muy terco—Ella sube las escaleras murmurando enojo.
El pasa el algodón de manera lenta y delicada por mi herida, pero yo suelto un quejido de dolor.
—Tranquila, pasará—dijo para tratar de consolarme, pero ponte en mi lugar es un mordisco un ¡mordisco!.
—Ahh, señor Milton me arde—el me sopla un poco de viento de su boca para que no me arda tanto. Luego de algunos segundos el venda mi herida.
—¿Señor, con esto basta, no es necesario un hospital?—le pregunto preocupada, claro porque ese perro debe de tener morder rabia y bacterias en su bocotá y no quiero que se me pudra mi pierna.
El me toma de la mano y me mira a la cara, ¡dios, no puedo ni mirarle me incómoda tanto, es-es hermoso!
—Lara, soy médico, además Dominic está vacunado, por lo tanto puedes estar despreocupada.
—Gracias señor—el sostiene mi mano más fuerte y me susurra.
—¿Nena, dime Milton, señor es mucho para mí—Tras decir eso me toma del mentón con la otra mano que tiene libre, su mirada analiza mis labios detenidamente, yo trago en seco y siento que mi respiración se corta veo sus pupilas dilatadas votar chispas, ¿pero que es esto? acaso tengo los labios feos o que se yo, luego de algunos segundos deja de ver mis labios y se enfoca en mi pierna.
—Esta bien le diré Milton, es que todavía no me acostumbro—dije nerviosa para calmar la tención, y escucho de parte de el una risita de burla.
De momento escuchamos la voz de mamá quien baja por las escaleras sosteniendo la camisa de Milton, el suelta mi mano rápidamente, parece que está nervioso.
—Señor, su camisa—¿Se la colocó en su habitación?
—¡No!—responde con un ''no'' rotundo cerrando la platica y se levanta rápido del asiento arrebatándole la camisa a mamá de las manos de manera brusca, para así poder subir a su habitación , ¿creo? sube los escalones de dos en dos dando grandes zancadas hasta desaparecer de nuestras vistas, mi madre se sienta a mi lado preocupada.
—¿Hija, como te sientes?
—Muy bien, madre ya Milton sano mi herida.
—¡Respeta! ¿Cómo de que Milton?—Me regaña enojada y me da una palmada en la cabeza.
—El me dijo que lo llamara así—le explicó
—¡Cállate! que sea la primera y última vez que te escuché llamándole de esa manera, eres una irrespetuosa.
—Esta bien, madre—Frunzo el entre cejo y no digo más nada a decir verdad mamá es una mujer muy respetuosa con las personas e incluso con los animales.
Luego de veinte minutos, Milton baja cambiado y perfumado se mira en el espejo que esta en la sala de estar y acomoda su fleco y rubio cabello, lleva puesto un conjunto muy formal de color negro con una corbata azul que hace que sus ojos celestes resalten mas de su inexpresivo rostro.
—Señora, siento mucho lo ocurrido con su hija—se disculpa.
—Tranquilo mi señor, no hay problema.
—Por cierto, mi padre regresa de Italia, y por lo visto mi madre y hermanas lo esperan en el aeropuerto—avisa— Otra cosa, de le la bienvenida con un enorme buffet como los que usted prepara—le guiña un ojo a mamá y ella sonríe, Uy, enserio ella es una completa tonta con Milton, nada más mira como pela la chapa se parece a doña Florinda cuando ve al señor jirafales.
Ya se ha ido el extraño de Milton, me levanto del sillón casi cayendo debido a que mi pierna está hinchada, tengo que ayudar a mamá a preparar todo no se en que hora llegue la familia.
Voy subiendo las escaleras con algo de dificultad pero llegó hasta mi habitación y cambio mi ropa. Me pongo un vestido de mamá, algo ancho para mi cuerpo y bajo hasta la cocina, veo a mi madre quien está picando unas verduras y a su izquierda tiene descongelando un
as carnes en el lava platos.
—¿Pero hija, que haces? ve a descansar.
—No, madre yo te ayudo y punto, además ya no me duele—ella sonríe y prosigue con su picada de verduras.
Luego de dos horas y trece minutos terminamos todo.
—Madre, ¿acaso vendrá un batallón?—le pregunto extrañada.
—Hija hoy vendrá mucha gente a este hogar, además vendrá la novia de el señor Milton y su familia.
—Un frío corrió por mis manos al escuchar la palabra "Novia" pero era de esperar un hombre como el jamás estaría solo en este horripilante mundo.
—Y créeme que esa muchacha es una calidad de persona, además se parece a tu prima Dalila. Hija ¿te pasa algo?—Pregunta ella dejando a un lado una taza de frutas que sostenía.
—Eh, ¿qué me decías mamá?—estoy tan distraída que no escuché un pepino de lo que me contaba mi madre.
—¡Estás dormida espabila, de hecho ve y cámbiate de ropa! —Me ordena.
—Pero si ya me cambie.
—¿Qué dices?, eso se ve fatal. sabes algo colócate el vestido gris que está en el fondo de mi closet—Me indica.
—Esta bien—le respondo mientras voy escaleras arriba—listo ya estoy en el cuarto y tomo el vestido, bueno en realidad este vestido lo hizo mi abuela que en paz descanse, lo cosió a mano para mamá el día de su cumpleaños número cuarenta. lo increíble es que aun sigue hermoso.
Me coloco el vestido es muy bonito y me queda perfecto es de color ámbar, con bordes grises y un escarchado en la parte inferior que resalta su belleza, extraño mucho a mi abuela ella siempre nos ayudó ya que el poco hombre de mi padre nos abandono cuando yo tenía tres añitos por otra mujer vanidosa e ingrata, nunca dio un peso por mi alimentación, mi abuela fue quien de su pensión cubría mis gastos, bueno en realidad no era mucho dinero pero algo es algo, con eso alcanzo para cubrir mis necesidades, mi madre trabajaba y yo me quedaba con mi abuela en casa.
luego de la muerte de mi abuela su pensión la obtuvo el glotón de mi tío junto con el testamento donde decían los herederos de la casa que eran: mi tío y mamá pero como el era un hambriento y siempre lo quiso todo nos dejo sin nada mamá tampoco lo quiso demandar para no generar conflictos familiares.
A raíz del egoísta de mi tío mamá y yo vivíamos en alquiler hasta aquel día en que yo termine mis estudios y decidimos irnos para donde el porque mamá no conseguía trabajo.
—¡Lara, ándate que pronto llegará la familia en compañía de los invitados!—grita mamá al otro lado de la puerta.
—Ya voy madre—Acomodo el closet, peino mi cabello, me hago un moño y salgo de la habitación.
Al bajar veo que mamá ya ha organizado la mesa donde se puede ver la comida o buffet como lo llamen en esta ciudad, en mi pueblo se le llama comida o sancocho.
—Hija toma—me entrega un pañuelo con un jabón limpia vidrios—limpia las ventanas están un poco sucias.
—Esta bien madre—lo tomo.
Me dirijo a los grandes ventanales y los limpio con suavidad, luego acomodo algunos retratos que están desacomodados, pero hay uno que me llama la atención, es un señor que está sentado en el mar junto con un niño de algunos 9 meses, el señor es bajo en estatura tiene bigotes, y un Lacio cabello negro, también es gordito.
—Es el padre de Milton y su hijo—Me explica mamá quien esta detrás de mi ocasionándome un buen susto, tanto que me dio taquicardia.
—Ah, si se parecen mucho a las niñas.
—Mamá ¿este niño es Milton?—señalo la foto, ella se queda en silencio y la volteo a ver su rostro esta pálido como una hoja de papel.
—No es Milton, ese niño...es...es.
El timbre suena haciendo que mi madre guardara silencio por completo y se dirigiera hacia la puerta, al parecer alguien llego, pero que pasa con este niño mi madre se puso pálida tras mi pregunta y tartamudeo mucho tanto que ni me respondió al contrario despertó mas intriga hacia mi.
Mi madre corre a la entrada para abrir la puerta mientras que yo sigo en lo mío; limpiar las ventanas.
Deje a un lado los misteriosos retratos y me enfoque en seguir restregando los ventanales que de hecho están bien sucios, me acuerdo que en la cárcel limpiaba los baños y celdas de algunas reclusas que se pasaban de faltonas con migo, admito que al principio fui una cobarde pero en la cárcel hasta el mas débil e inocente desata el demonio que guarda en su interior, bueno cuento desde mi experiencia, salgo de mis fabulosos pensamiento al escuchar una voz pasiva y muy femenina tanto que me sorprende lo delicado que se escucha.
—Amor la casa sigue igual de bella.
—así es cariño, es igual que tú sigues radiante y bella—Escucho la voz de Milton, no me atrevo asomarme porque ya sería de muy mala educación así que sigo limpiando.
—No exageres, tu estás más hermoso que nunca, además te traje una sorpresa que creo que te va a encantar.
—Ah, si, y dime qué es.
—No, luego te muestro ahora no es el momento indicado príncipe.
—Señorita Andrea me da gusto de volver a verla—Dice mamá educadamente.
La tentación me mata así que decido echar un vistazo y lo que veo es de impacto, que chica tan hermosa además vienes caminando agarrada del brazo de Milton, parece modelo, su mirada es genial para una portada de revista, bueno no exageremos yo soy más linda que ella, claro no sin antes realizarme 5 cirugías faciales.
La muchacha bueno Andrea seamos mas explícito es tal y como dijo mamá es muy cariñosa pero me quedó boca abierta ya que Milton con ella deja a un lado lo frío que es, para volverse amable y caballeroso.
—Mamá mira ella es luz, es como un miembro más de la familia—Dice Andrea dándole un empujoncito a su madre quien está detrás de ella.
—Señora luz, mire mi madre se llama Adelina— su madre es igual a ella la diferencia es que la mamá es más gruesa y sus ojos son verdes oscuros.
—Mucho gusto señora—Dice mamá y la señora solo asiente
Dejo de ver a la mamá de Andrea para rodar mis ojos en dirección a una voz que retumba como eco en toda la sala.
—Hogar dulce hogar— voceó un señor de cabello blanco ¡es el mismo señor de la foto! pero se ve mas delgado, si no estoy mal es el padre de Milton y sus hermanas.
Luego entran las mellizas cantando el (perrito de Mariah Angeliq) bueno se la canción ya que en la celda las reclusas la cantaban y bailaban repetidamente. ambas sostienen las maletas.
—Señor, David mucho gusto en verlo—dice mamá con una sonrisa ladina en sus labios.
—Señora luz, mucho gusto—Mamá sonríe al igual que el señor—Usted si que sabe cómo darnos una bienvenida mire—señala la mesa donde hay centenares de platos rellenos de carne, pollo, postre, sopa entre otras cosas las cuales son una delicia.
—No es para tanto mi señor, de hecho tomen todos asientos. he preparado este gran buffet para la bienvenida de usted, bueno el señor Milton me lo ordeno—dijo mi madre en voz alta
—Enserio mi novio siempre es tan particular y especial—Todos ríen en coro para luego sentarse a disfrutar de su comida.
Mientras yo aún sigo limpiando parece que mi presencia paso por desapercibida
no hago ni el más mínimo acto para hacerme ver, será mejor dejarlo así, pero una de las mellizas me llama en voz alta, volteó encima de mis hombros y al parecer es Jimena, creo yo son tan iguales.
—Lara ven, ven—eleva sus manos llamándome, dejo de limpiar y sacudo mi vestido, me acerco lentamente hasta la gran mesa, luego las miradas de todos se postran en mi ocasionado mi incomodidad.
—Dígame joven Jimena—le hablo de manera educada.
—¿Qué dices?, soy Julia, bueno en fin pronto te acostumbrarás, papi ella es la hija de la señora luz.
—¿En serio?, mucho gusto David y dime ¿eres tú la que estaba en el extranjero?—Me pregunta dejando ver sus ojos miel los cuales transmiten insegurid
ad no se porque pero este señor me da mala espina.
—S-sí, señor. El gusto es mío de conocer a tan linda familia —respondo mirando hacia el suelo. En verdad, hay mucha tensión en esta mesa. Escucho la risa de Andrea, lo que me hace levantar la mirada hacia Milton y su novia. Ella está comiendo y luego él la hace pausar para tomar una servilleta y limpiarle la boca, ya que se ensució.—Gracias, mi vida —le sonríe.—De nada —sus ojos no se despegan de esa chica. Bueno, es comprensible, ella es linda. Vuelvo a pensar, mientras miro a la hermosa pareja. El señor chasquea los dedos hacia mí, ya que estoy distraída mirándolos.—¿Lara, qué pasa? —pregunta el señor y rápidamente lo miro.—Disculpe, señor. Dígame qué se le ofrece.—Bueno, nada. Es solo que nos dejas hablando solos y eso es de mala educación.—Señor David, disculpe a mi hija. Es algo distraída —dice mamá desde la cocina. Mamá como siempre metiendo la cuchara donde no debe.—Eso veo. Bueno, Lara, espero que nos llevemos bien. Cambiando de tema, ¿me puedes ayudar a organizar mi ro
—¿Por qué te golpeas?—me toma del mentón y me hace levantar mi rostro chocando con unos ojos tan azules como el mar.—Yo...solo lo hago cuando cometo un error—Le explico la razón del porque me agredo.—Esta bien, pero deja de hacerlo, se te ve horrendo—dijo haciendo énfasis en ''horrendo''Aleja su cálida mano de mi mentón. se da media vuelta para luego bajar nuevamente las escaleras.Camino por el pasillo y arrastro la maleta, en el pasillo esta a mano izquierda el cuarto de las mellizas me imagino ya que es color rosa con morado y en la puerta hay dos letras J&J colgadas a la pared al lado está un cuarto donde hay una alfombra que dice, Boss, no sé si sea el de Milton o no, mi madre aun no me ha enseñado los cuartos de los que viven en esta casa.Sigo caminando y justo al fondo está la señora Judith llamándome.—Te demoraste linda—Sonríe de costado abriendo la puerta de su habitación.—Adelante—Entro muy curiosa, aquí hace mucho frío, pero se siente muy agradable ya que deambula un
volteó la mirada para no verlo pero esto ocasiona más enojo hacia el, luego siento sus jadeos cerca de mi rostro.—Te gusta que te traten rudo pequeña asesina—mascullo cerca de mi oreja, su voz me dió escalofrío.—¡Milton Ya bajate!—le doy un grito pero creo que fue mi más grave error, el deja caer por completo su cuerpo en mi, para luego pasar su lengua cerca de mi boca, por un instante pensé que me besaría. Mis lágrimas amenazaron en salir pero las detuve no voy a llorar enfrente de este estúpido animal.—Saves, eres muy hermosa, no sé si te lo han dicho antes, enserio puedo jurar que eres más linda que Andrea, pero....detuvo sus palabras y guardo un rotundo silencio solo se escuchaba mi respiración forzada tratando de respirar ya que este enorme bulto de papa está sobre mi, además de eso es un profesional dejando a las personas con la intriga.Volviendo al caso, ya lo he perdido todo mi abuela, mi padre, nuestra casa, mi intento o ganas de entrar a una universidad cosa que ni en s
—Como te digo, ¿la detective?—frunce su nariz haciendo una mueca de disgusto.—Lo siento—me disculpo y arreglo la ropa lo más rápido posible, el toma todos los condones y los mete en su pantalón, camisa, y dentro de su boxer, haciéndolos desaparecer por completo, luego camina abandonando la habitación, ¿que fue todo esto? No pensé que Milton fuese así, y lo que más rabia me da con Migo misma fue que me quedé pasmada dejando que el me besara, bueno lo admito si me gustó un poquito, pero si me he enojado con el por no tener piedad de mi heridaAl fin se ha largado el tarado de Milton claro está que tarado es muy poco para el, mejor digamos la "Bestía" esa.Luego de media hora más o menos termino por fin de organizar la ropa del señor David, y si que tiene ropa este hombre, la mayoría son de marcas caras y muy reconocidas como; filles, coospor y zuguil.Bueno para yo comprar tan solo una pantis de esas marcas tendre que reunir un montón de dinero, en fin gente rica y caprichosa.Salgo de
Se dirige hasta Andrea dando grandes pasos y en su mano sostiene su teléfono. Presiento que se va a formar un mierdero.Me estacionó para espiar. Él se para enfrente de ella con sus cejas endemoniadas, por su lado ella se levanta de su asiento y lo intenta abrazar pero el la rechaza y la tira en la silla de un empujón sentandola otra vez.Milton.Andrea ¿que te dije sobre publicar fotos, he?—Amor lo siento, pero es solo una fotito.—Fotito dónde estamos en la intimidad.—P-pero amor ya en 5 meses nos vamos a casar y además eres mi novio.—Mira no sigas si, tu sabes que tu y yo no podemos estar publicando fotos de ninguna especie, y sabes el porque.—Ay cariño se que te preocupas por mi que lindo de tu parte.—Ja, nunca me he preocupado por ti y lo sabes.—¿Entonces porque te casarás con Migo?—Se levanta nuevamente de la silla y me toma del brazo.—Andrea suéltame, entiende no te amo y con respecto al matrimonio—Detengo mis palabras, estaba a poco de decirle el porque me casare con el
Toc-Toc—Señor Milton abra o estaremos obligados a partir la puerta y buscarlo como la rata que es.Qué demonios, ¿acaso dijeron partir la puerta? hablan en serio, Milton está temblando y su respiración está acelerada, pero prosigue con lo que me decía anteriormente.—Me esconderé detrás de la puerta y abrirás, al agente que está hay, pero por nada del mundo lo dejes pasar solo dile que te estas bañando sola, y si quieren entrar a las fuerzas, le dices que pondrás una demanda por entrar a la casa sin una orden de registro, ¿cuento con Tigo hermosa? asiento y hago caso a sus palabras.Voy a la puerta y quito el seguro para abrir, al hacerlo veo a un policía sujetando una pistola.—Niña Hazte aún lado.—¿Qué se le ofrece señor?—pregunto aparentando tranquilidad por qué por dentro me estoy cagando del miedo.—¡Que te quites insolente!—grita otro policía que acababa de llegar.—Señor solo me estoy duchando.—Mira tonta no nos hagas perder el puto tiempo y aléjate o estaremos obligados a g
No soy de las que se queda con la duda, por ello decido confrontar a Jimena sin importar lo que se venga.pero no puedo soy la menos indicada, para tomar semejante autoridad, estaba a poco de abrir la jeta y decirle sus 3 tiras de m****a a esta niña, si, se que soy impulsiva pero tengo que ser más astuta, decido acercarme a Julia y hacerle seña con mis cejas ella al notar mi gesto pide disculpas a sus amigos y se levanta de su asiento para dirigirse a mi.—Hola de nuevo, ¿Dime ocurre algo?—Susurra ella, su voz es aguda y temerosa.—Julia, por favor confía en mí, dime qué pasa, porque tu hermana, dijo algo con respecto a tu hermano, ¿Acaso escondes algo?.—Jaja, no para nada, como crees.—No te hagas, ven—Tomo su delgado brazo para dirigirnos a la habitación de arriba, creo que halla es más seguro, al llegar arriba noto que entra en pánico ella tira de mi agarre y se pone a llorar, mi corazón se afligió al escuchar sus sollozos agitados. y sin más ni menos suelta la bomba.—Yo...yo esto
—Porque estás nerviosa Lara? no soy una bestia como dijiste antes, sabes algo; eso me dolió muchísimo soy un caballero y ahora como pagarás tu falta.—Milton ya dejame, el me acerca más fuerte hacia el tanto que siento su erección, hay no es traficante y también pervertido. dios tiene bien parada su longitud y eso me incómoda.mi ritmo cardíaco está a punto de estallar, en serio este es Milton?, me engañe, no puedo ocultar que está hecho un bombón pero es un sínico y también mentiroso.—Hermosa te hice una pregunta—Otra vez me saca de mis pensamientos, está loco como cree que le voy a compensar o pagar.—No tengo nada que ofrecerle, ya déjeme y con respecto a lo que ví, no es asunto mío es su problema mi señ...—detengo mis palabras casi las cagó, en decir señor.—Termina, eres bien terca, ya te he dicho que no me digas señor, te salvaste o de lo contrario. jumm.—O de lo contrario?, termine usted también. Milton.—Te besaré—suelta una risita burlona y se separa de mi, al separarse en