De inmediato abrí la puerta de la habitación para salir, no puedo seguir ni un minuto más en este lugar.Con la punta de mis pies, me fui caminando de puntitas hasta llegar a la sala de estar. Eso es...ya voy a tomar la manija para salir por la puerta que conlleva hasta la terraza.Un nudo se atravesó en mi garganta estaba muy emocionada, en unos minutos saldría de esta maldita pocilga.Mis vellos se erizan luego de tomar la manija y abrir, no me espere que estuviera abierta., salí por la puerta a todo timbal, corrí como una loca por todo el vecindario, no pedí ayuda solo corrí, y corrí, mis cabellos volaban con la fuerte brisa que tocaba mi piel.Mi corazón estaba latiendo de una manera muy considerada, ya no me importa nada, primero perdí a mi hijo y segundo Milton nunca me amo. ya que más vale en esta vida, creo que más feliz estaba en la cárcel. pero me pongo a recordar las verdes y maduras que viví.Cuando salí a la carretera para buscar un auto en el cual desplazarme escuché la
-Me parece muy bien...A los pocos minutos llegamos hasta su casa, y bueno.Nos bajamos del auto y si, pedimos el helado. Luego nos vimos una película algo no tan interesante. Pero me gustó.-La peli estuvo muy buena, ¿Verdad?-Cuestionó Laura.-Si, me gusto mucho-Miento, la película era un horror.Note como la mirada de Laura cambio en cuanto me miró al rostro.-¿Pasa algo?-Le pregunto mientras toco mi rostro para ver el defecto.-No... No pasa nada es solo que...Me gustas.Mis vellos se pusieron de punta, y de inmediato Laura empezó a caminar hacia mi.-¿Que haces estás loca?.-Lara, la razón por la cual te traje aquí, fue porque me gustas un montón. Eres muy bella.-No, estás loca. A mi no me gustan las mujeres.Empecé a retroceder y ella caminaba más y más hacia mi.-No te acerques más, porque no respondo.-Eso lo vamos a ver-Laura saco del bolsillo de su pantalón una navaja muy pequeña.-¿Que intentas hacer?-Preguntó con la boca palida.-Hacer lo que mejor me convenga.-Pero.... N
-Tu primo y yo somos muy buenos amigos de hecho está en el mismo hospital que yo, el es enfermero, no sé de dónde sacas esas tonterías.-Pero...Yo lo viví.-Ya basta, fue solo un sueño, y eso es todo-Tomo mis manos y las llevó hasta su rostro-Esta es la realidad, eso fue un sueño, estás hoy, conmigo, hoy martes, bueno ayer fue lunes-Se echo a reír el muy estúpido-Justamente ayer hiciste un postre de manzana, de hecho me gustó muchísimo, ¿Te acuerdas?.-Niego.-No me acuerdo Milton, lo siento.-Bueno, en este preciso momento le enviaré a un amigo que es neurólogo y me explique que pasa contigo, estás aturdida, no me gusta verte así.Solté un suspiro y le hice la última pregunta.-Milton que hay de la foto del niño que está en el mar junto con tu papá.-Ah, ese soy yo. Esa foto la tomamos cuando mamá dio a luz a las gemelas, bueno en realidad fue un mes después.-Entiendo, y que hay de Yaris?-El me miró extrañado.-¿Y esas preguntas?. Pero de igual te respondere, si tengo una compañera d
noche aquí es horrible; el piso está húmedo y el frío es letal, ni hablar de la comida que es una porquería. La mujer que me abofeteó horas antes de ingresar a la celda se me acercó y me susurró que, por no hablar, solo recibiría una comida al día.Me encuentro en esta celda después de autoincriminarme. Mi tío estaba golpeándome y mi madre salió en mi defensa. Lo asesiné a sangre fría. Cuando llegaron los policías, decidí culparme ya que mi madre es de edad avanzada.Llegó la hora de la gran comida, que consistió solo en arroz blanco sin pizca de sal. No lo comí, simplemente lo aparté a un lado. Pero luego el hambre se apoderó de mí y mi estómago pedía comida como loco; finalmente, terminé comiendo ese arroz simple.Tres días después, todo ha sido de mal en peor. La misma policía jodiendo la vida, trayéndome arroz insípido. Mientras estoy recostada en mi cama mirando al techo (bueno, es más como un palo muy duro que me hace doler la espalda), un guardia se acerca y golpea la celda co
—Si mamá es hermosa—Responde sonriendo mientras deja ver sus dientes blancos, es una sonrisa que ilumina. luego se acomoda en el sofá, y saca su teléfono para echarle un vistazo.—Es un amor mi hijo Lara—Susurra ella poniendo sus manos en su boca.—Hija ella es Judith, somos amigas de la infancia y pues como vez firme un contrato con ella y por ende trabajo aquí.—Asentí y luego volví al tema de la casa— Pero está muy bonita su casa—le digo a la señora Judith.—Gracias, pues como vez es tu hogar también—asegura y se sienta al lado de Milton—Y dime, ¿Qué estudiaste en el extranjero?—Sus ojos son iguales a los de el, penetrantes y posesivos.—Pues yo-yo—Busco en mi cabeza que responder ante esa gran pregunta, y para mi mala suerte, no se me ocurre nada, hasta que mi madre me salva la patria.—Ella estudio enfermería—Responde mamá y pone sus manos en mis hombros generando tranquilidad.—Wau, que bueno, mi hijo es médico, ¿Verdad mi bebé?—Aprietalos cachetes de el, en forma de pechiche.
—Señor, yo curo a mi hija—dice mamá de manera impaciente.—No señora, yo lo haré—Mi madre le entrega el botiquín y el saca el alcohol para desinfectar sus mano luego toma un pedazo de algodón y lo moja antes de colocarlo en mi herida el levanta su rostro para mirar a mamá.—¿Me podría hacer un favor?.—Si dígame señor.—Deje la plancha conectada en la habitación de mamá, ya que voy a planchar una camisa, ¿eh, podría hacerme el favor de plancharla por mi?—Claro mi señor, además, le he dicho que eso me toca a mi pero usted es muy terco—Ella sube las escaleras murmurando enojo.El pasa el algodón de manera lenta y delicada por mi herida, pero yo suelto un quejido de dolor.—Tranquila, pasará—dijo para tratar de consolarme, pero ponte en mi lugar es un mordisco un ¡mordisco!.—Ahh, señor Milton me arde—el me sopla un poco de viento de su boca para que no me arda tanto. Luego de algunos segundos el venda mi herida.—¿Señor, con esto basta, no es necesario un hospital?—le pregunto preocupa
—S-sí, señor. El gusto es mío de conocer a tan linda familia —respondo mirando hacia el suelo. En verdad, hay mucha tensión en esta mesa. Escucho la risa de Andrea, lo que me hace levantar la mirada hacia Milton y su novia. Ella está comiendo y luego él la hace pausar para tomar una servilleta y limpiarle la boca, ya que se ensució.—Gracias, mi vida —le sonríe.—De nada —sus ojos no se despegan de esa chica. Bueno, es comprensible, ella es linda. Vuelvo a pensar, mientras miro a la hermosa pareja. El señor chasquea los dedos hacia mí, ya que estoy distraída mirándolos.—¿Lara, qué pasa? —pregunta el señor y rápidamente lo miro.—Disculpe, señor. Dígame qué se le ofrece.—Bueno, nada. Es solo que nos dejas hablando solos y eso es de mala educación.—Señor David, disculpe a mi hija. Es algo distraída —dice mamá desde la cocina. Mamá como siempre metiendo la cuchara donde no debe.—Eso veo. Bueno, Lara, espero que nos llevemos bien. Cambiando de tema, ¿me puedes ayudar a organizar mi ro
—¿Por qué te golpeas?—me toma del mentón y me hace levantar mi rostro chocando con unos ojos tan azules como el mar.—Yo...solo lo hago cuando cometo un error—Le explico la razón del porque me agredo.—Esta bien, pero deja de hacerlo, se te ve horrendo—dijo haciendo énfasis en ''horrendo''Aleja su cálida mano de mi mentón. se da media vuelta para luego bajar nuevamente las escaleras.Camino por el pasillo y arrastro la maleta, en el pasillo esta a mano izquierda el cuarto de las mellizas me imagino ya que es color rosa con morado y en la puerta hay dos letras J&J colgadas a la pared al lado está un cuarto donde hay una alfombra que dice, Boss, no sé si sea el de Milton o no, mi madre aun no me ha enseñado los cuartos de los que viven en esta casa.Sigo caminando y justo al fondo está la señora Judith llamándome.—Te demoraste linda—Sonríe de costado abriendo la puerta de su habitación.—Adelante—Entro muy curiosa, aquí hace mucho frío, pero se siente muy agradable ya que deambula un