PHOEBE
Me siento asustada y dolida al darme cuenta de que Luke no está en la mansión, había ido a buscarlo a desearle los buenos días, totalmente en vano. Siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho y la sensación de que algo terrible va a pasar me invade.
Terrance se acerca a mí con preocupación en su rostro. —¿Qué pasa, Phoebe? ¿Dónde está Luke?—Se lo han llevado, Terrance—digo con la voz temblorosa. —No está aquí y creo que lo han secuestrado.Mi voz se quebró cuando le dije a Terrance que Luke no estaba en la mansión. Sentí un nudo en mi estómago y un temblor recorrió todo mi cuerpo. ¿Cómo podía haber sucedido esto? ¿Cómo podía haber dejado que mi hijo fuera secuestrado? Me sentía asustada y dolida al mismo tiempo.Terrance se acercó a mí y me abrazó con fuerza, tratando de reconfortarme. —Tranquila, Phoebe—dijo suavemente. —Vamos a encontrar a Luke. No permitiremos que le hagan daño.Traté de controlar mi respiración y secar mis lágrimas mientras Terrance hablaba con los demás para intentar obtener información sobre el secuestro. Me sentía impotente, sin saber qué hacer para ayudar en la búsqueda de mi hijo. Pero sabía que tenía que mantener la esperanza y tener fe en que lo encontraríamos sano y salvo.Terrance parece sorprendido por mis palabras, pero rápidamente se recupera y se pone en acción. —Tenemos que encontrarlo, Phoebe— dice con determinación. —No podemos dejar que Eduardo se salga con la suya.Asiento, sintiendo mi miedo convertirse en determinación. —Lo sé, Terrance. Vamos a encontrarlo juntos.Nos dirigimos hacia la puerta de la mansión, listos para emprender la búsqueda de Luke y enfrentar a lo que hiciera falta cuando Terrance se gira mira a sus guardias y les pide que me custodien.—Necesito que cuiden a Phoebe mientras salimos en busca de Luke. No puedo arriesgar su seguridad —dice con seriedad como si no admitiera debate, y en momentos como ese no había manera de debatirle nada a Terrance Black.Me siento un poco molesta ante la idea de que me custodien, pero al mismo tiempo entiendo la preocupación de Terrance. Asiento con la cabeza en señal de acuerdo, mientras los guardias se posicionan a mi alrededor.—Volveré pronto, lo prometo con Luke de la mano —me dice Terrance.—No hables con nadie ni salgas bajo ningún concepto…—amenaza.Terrance me mira con seriedad y me da sus instrucciones. Su tono es firme y decidido, pero puedo ver la preocupación en sus ojos. Asiento con la cabeza, prometiendo seguir sus órdenes al pie de la letra.—Entendido, Terrance. No hablaré con nadie y no saldré de aquí hasta que volvamos con Luke —le respondo, tratando de sonar lo más segura posible.Él asiente en señal de aprobación y me da un beso en la frente antes de desaparecer por la puerta junto con sus hombres. Me quedo sola en la mansión, rodeada de silencio y con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. La preocupación y el miedo se mezclan en mi interior, y me preocupo por lo que podría pasarle a Luke si no lo encontramos a tiempo.Me quedo parada en la entrada de la mansión, mirando fijamente a la calle, esperando que Terrance y sus hombres regresen pronto con Luke sano y salvo. Pero la preocupación y el miedo me invaden, no puedo evitar pensar en lo que podría pasarle a mi hijo.Me siento un poco atrapada, como si estuviera siendo vigilada de cerca en cada movimiento que hago. Aunque entiendo que Terrance solo quiere protegerme, no puedo evitar sentirme un poco molesta por la situación. Me gustaría ser capaz de hacer algo, de ayudar a buscar a mi hijo sin tener que ser custodiada como si fuera una prisionera.Sin embargo, también me doy cuenta de que la preocupación de Terrance es justificada. Estamos en medio de una situación peligrosa y hay muchas personas que querrían hacernos daño a mí, a Luke y a Terrance. Así que decido aceptar la ayuda de los guardias y confiar en que encontrarán a Luke lo antes posible.Mientras nos dirigimos hacia la puerta de la mansión, siento una extraña sensación de angustia en el pecho. No sé qué ha pasado con mi hijo, pero la idea de que esté en peligro me hace sentir muy mal. Me pregunto qué habrá hecho Eduardo con él, y si lo estará tratando bien. Ese degenerado…Terrance me da una mirada de preocupación antes de marcharse, y puedo ver en sus ojos que también está nervioso por lo que pueda pasar. Me siento reconfortada al saber que no estoy sola en esto, y que él está dispuesto a hacer lo que sea necesario para encontrar a Luke y traerlo de vuelta a salvo.Decido sentarme en uno de los sillones de la sala de estar y tratar de mantener la calma mientras espero a que Terrance y los demás regresen con mi hijo. Los minutos pasan lentamente, y el silencio se vuelve opresivo. Me muerdo el labio nerviosamente y me pregunto si podré soportar la espera por mucho más tiempo.TERRANCEMe aseguré de que Phoebe estuviera en un lugar seguro antes de llamar a mis hermanos. Sabía que necesitábamos su ayuda para encontrar a Luke. Marcando el número de los Hermanos Black, esperé a que uno de ellos respondiera.
—¿Terrance? ¿Todo bien? —preguntó Roman, uno de los hombres de confianza de mi padre. No me había hecho a esta vida pero ahora era la mía.—No, Roman. Luke ha sido secuestrado. Necesitamos su ayuda para encontrarlo.—¡Dios mío! Por supuesto, haremos lo que sea necesario. ¿Dónde nos encontramos?Les di la dirección de mi casa y les pedí que vinieran lo más rápido posible. Luego, llamé a Jared, Kendall y Caleb.—¿Qué pasa, Terrance? —preguntó Jared.—Luke ha sido secuestrado, Jared. Necesitamos tu ayuda.—Estoy en camino —respondió sin vacilar.—Kendall, Caleb, necesitamos que vengan a mi casa lo antes posible. Luke ha sido secuestrado.—¡Estamos en camino! —respondieron al unísono.Esperé a que llegaran y, mientras tanto, preparé un plan de acción. No podíamos permitir que Eduardo se saliera con la suya. Estaba seguro de que él estaba detrás del secuestro.Los hermanos Black llegaron en coches lujosos y con un séquito de hombres armados hasta los dientes. Me acerco a ellos y les doy las gracias por acudir a mi llamado.—Gracias por venir. Necesito su ayuda para encontrar a mi hijo Luke. Lo han secuestrado y necesitamos encontrarlo antes de que sea demasiado tarde —les digo con urgencia.Uno de los hermanos, el más mayor, me mira con seriedad y asiente con la cabeza.—Sabes que siempre estaremos a tu disposición, Terrance. Vamos a encontrar a ese chico. ¿Qué sabes sobre los secuestradores?Le explico todo lo que sé sobre Eduardo y su plan de venganza, y les pido que estén preparados para lo que pueda suceder.—Eduardo no se detendrá ante nada para alcanzar su objetivo. Debemos estar alerta y preparados para lo que sea que nos depare el futuro —les advierto.Los hermanos Black asienten en silencio, sus rostros serios y resueltos. Me doy cuenta de que, a pesar de que no son mi familia de sangre, son mis hermanos de corazón, y estoy agradecido por tenerlos a mi lado en momentos como este.-Kendall, prepárate para hackear los sistemas de vigilancia de la ciudad y buscar cualquier señal de Luke. Caleb, necesito que revises todas las rutas de escape posibles que podrían haber usado los secuestradores. Jared, organiza a los demás hombres y prepárense para salir en cuanto tengamos alguna información concreta. Vamos a traer a mi hijo de vuelta a casa.Los hermanos Black se ponen a trabajar de inmediato, moviéndose con precisión y eficiencia. Me doy cuenta de que han estado en situaciones como esta antes, y sé que puedo confiar en ellos para hacer lo que sea necesario para encontrar a Luke.Mientras tanto, mis guardias se mantienen alerta a mi alrededor, protegiéndome de cualquier posible amenaza. Agradezco su presencia, pero mi mente está en otra parte. Todo lo que puedo pensar es en mi hijo, en donde está y si está a salvo.—Lo encontraremos, Terrance—, dice Jared con determinación en su voz. —No importa lo que pase, lo encontraremos y lo traeremos a casa.Asiento con la cabeza, agradecido por su apoyo. Juntos, somos una fuerza a tener en cuenta, y no permitiré que nada nos detenga hasta que Luke esté a salvo a mi lado.—Creo que tengo una pista, las cámaras de la mansión han registrado a una persona…Esa persona es Reachel—suelta Kendall con seriedad. No podía ser mi mejor amiga… Nuestra mejor amiga.La mención del nombre de Rachel hace que mi corazón se acelere y mi mente comience a correr para tratar de encajar las piezas del rompecabezas. ¿Cómo puede ser ella la responsable del secuestro de Luke? ¿Por qué lo haría?Los hermanos Black parecen igual de sorprendidos y confundidos que yo. Jared frunce el ceño notablemente molesto. —¿Rachel? ¿La misma Rachel que conocemos desde la infancia?Kendall asiente gravemente. —Sí, la misma. He revisado las imágenes de las cámaras y es ella. La he visto entrar y salir de la mansión varias veces en las últimas semanas, y siempre a altas horas de la noche.Caleb con su típico tono serio interviene en la conversación. —¿Y qué sabemos sobre ella? ¿Alguna conexión con Eduardo o con la mafia?—No lo sé con certeza, pero sé que Rachel ha estado pasando por momentos difíciles últimamente. Al parecer, ha estado lidiando con problemas financieros y ha estado gastando mucho dinero en apuestas y juegos de azar. Tal vez se metió en algún tipo de problema y se vio obligada a hacer esto.Nos subimos a los coches con rapidez y sin perder tiempo. Me siento en el asiento trasero junto con Caleb y Kendall, mientras Jared conduce y Roman lidera el camino en otro coche. La tensión en el aire es palpable mientras nos dirigimos hacia el lugar donde se ha registrado la presencia de Rachel.Durante el trayecto, todos estamos callados, concentrados en nuestros propios pensamientos. La idea de que Rachel pueda estar involucrada en el secuestro de Luke nos hace sentir una mezcla de enojo y tristeza, pero también hay un atisbo de esperanza en encontrar respuestas pronto.Finalmente, llegamos al lugar que se ha registrado en las cámaras de la mansión. Es una vieja casa abandonada, rodeada de árboles y maleza. Nos detenemos a unos metros de la casa y salimos de los coches, listos para actuar.Jared y Roman se adelantan para inspeccionar el lugar y asegurarse de que no haya peligros inminentes. Caleb, Kendall y yo nos quedamos detrás, vigilando el perímetro.De repente, escuchamos un ruido proveniente del interior de la casa. Jared y Roman nos hacen una señal para indicar que es seguro entrar, y avanzamos en formación, listos para lo que sea que nos encontremos.La casa está en ruinas, con paredes descascaradas y ventanas rotas. Nos adentramos en ella con cautela, nuestros pasos resonando en el silencio. De repente, escuchamos una voz femenina que viene de una de las habitaciones. Es Rachel.Nos dirigimos hacia donde está ella, y al entrar en la habitación la encontramos sentada en una silla, con la mirada fija en el suelo. Parece que está en estado de shock.—Rachel, necesitamos que nos cuentes lo que sabes. ¿Dónde está Luke?—pregunto con firmeza, aunque por dentro estoy sintiendo un torbellino de emociones.Rachel levanta la cabeza lentamente y nos mira, sus ojos llenos de lágrimas.—Lo siento mucho, Terrance. Fui yo quien lo llevó a ese lugar. Pero no fue por mi cuenta, Eduardo me obligó. Prometió que si lo hacía, nos dejaría en paz a mí y a mi familia—dice con la voz quebrada.La rabia me inunda, y siento la necesidad de golpear algo, pero me mantengo tranquilo. Ahora lo importante es encontrar a Luke y traerlo a salvo a casa.—¿Dónde está Luke?—insisto, esta vez con un tono más suave.Rachel nos da las coordenadas del lugar donde se encuentra Luke, y rápidamente nos ponemos en marcha de nuevo. Afortunadamente, no está muy lejos, y llegamos en pocos minutos.Al llegar, vemos a Luke atado y amordazado en una habitación oscura. Lo liberamos rápidamente y lo abrazo con fuerza. Siento su cuerpo temblar en mis brazos, y me doy cuenta de lo traumatizado que está.Me quedo paralizado ante las palabras de Rachel, sin poder procesar lo que acabo de escuchar. ¿Eduardo está con Phoebe? ¿Cómo es posible? Me levanto de la silla en la que estaba sentado y me acerco a ella con furia en los ojos.—¿Qué estás diciendo?—pregunto, intentando controlar mi voz.—Oh, lo siento, ¿no lo sabías?—dice Rachel con una sonrisa burlona. —Eduardo planeó todo esto para alejarte de Phoebe y poder tenerla para él. Te engañó a ti y a todos.Siento una mezcla de dolor y rabia recorrer mi cuerpo. No puedo creer que Eduardo haya sido capaz de algo así. Y lo peor de todo es que Phoebe está en peligro por mi culpa.—¿Dónde está Phoebe?—pregunto, intentando mantener la calma.—No tengo ni idea, pero si quieres encontrarla tendrás que hacerlo tú solo, porque no te voy a ayudar. Ahora, si me disculpas, tengo cosas que hacer—dice Rachel levantándose de su asiento en el coche.La risa de Rachel suena como un eco lejano en mi cabeza, mientras trato de procesar sus palabras. ¿Qué está diciendo? ¿Eduardo está con Phoebe? Mi corazón se acelera y siento que el mundo entero se desmorona a mi alrededor.—¿Estás mintiendo verdad? —pregunto con voz temblorosa, tratando de contener mi ira.—Exactamente lo que oyes, Terrance. Eduardo tiene un plan para vengarse de ti y Phoebe es su objetivo principal. Y si no haces lo que él quiere, ella morirá —dice Rachel con una sonrisa malvada.Siento una mezcla de rabia, dolor y miedo en mi interior. ¿Cómo pude ser tan ciego? ¿Cómo no vi venir esto? Tengo que hacer algo para proteger a Phoebe y a mi hijo.—Tienes que decirme dónde están —exijo, avanzando hacia Rachel con determinación.—¿Y qué ganaré yo a cambio? —pregunta ella con una sonrisa burlona.—Te dejaré vivir —respondo con voz fría.Rachel parece pensarlo por un momento, y luego asiente con la cabeza.—Están en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad —dice finalmente.—¡Eres un ser despreciable!—suelta Jared.—Lo mismo debe pensar Hannah de ti, mira que enterarse que está embarazada de un hombre que se acuesta con prostitutas, debe haber sido un golpe duro para esa virgen de manual—señala ella con malicia.Noto la ira en los ojos de Jared aún así lo obligo a calmarse.—¡PAPÁ!—Luke grita, corriendo hacia mí tan pronto como me ve. Corro hacia él, quitándole las ataduras y la mordaza, sintiendo cómo la emoción me llena hasta el borde.—Estás a salvo, hijo—digo, abrazándolo con fuerza. —Te tengo. Todo está bien ahora.Luke me mira con sus grandes ojos marrones llenos de lágrimas, y no puedo evitar sentir mi corazón llenarse de amor y alivio. Finalmente, lo tengo de vuelta a salvo en mis brazos.—Papá, ¿qué está pasando?—pregunta, su voz llena de miedo y confusión.—Ya te lo explicaré, hijo—digo, acariciando su cabello suavemente. —Pero primero, tenemos que salir de aquí y volver a casa contigo.Los hermanos Black y yo escoltamos a Luke fuera de la fábrica, y subimos en los coches que habíamos llegado. Con mi hijo a mi lado, siento una sensación de calma y felicidad que hacía mucho tiempo que no sentía.—Gracias por traerme de vuelta, papá—dice Luke, su voz suave y agradecida.—No tienes que agradecerme, hijo—le digo, sonriendo. —Soy tu padre, siempre estaré aquí para protegerte.PHOEBELo primero que hizo Eduardo fue asegurarse de tener a su equipo de confianza preparado para llevar a cabo su plan. Una vez que todo estaba listo, comenzó a ponerlo en marcha.Uno a uno fueron cayendo todos los guardías de Terrance. La batalla campal en la mansión de Terrance fue algo aterrador. Los hombres armados de Eduardo se enfrentaron a los guardias de Terrance en una lucha despiadada y sin cuartel. Los disparos resonaban en los pasillos, los objetos se rompían y la sangre manchaba el suelo.Me encontraba escondida en una habitación, temblando de miedo y sin saber qué hacer. Podía oír los gritos y las voces de los hombres luchando en el exterior, y cada vez que escuchaba un disparo, sentía que mi corazón se detenía por un momento.La batalla duró varios minutos, pero para mí pareció una eternidad. Finalmente, todo quedó en silencio. Me asomé por la puerta de la habitación, y lo que vi me dejó sin aliento.Los guardias de Terrance yacían en el suelo, heridos o muertos. Los
Dame un pedazo de cielo y yo te lo transformaré en un trozo de infierno. Eso me decía su mirada. Pero a pesar de ello, caminé del brazo de mi padre hasta el altar.Una vez a su lado. Cerré los ojos al sentir sus manos colocarse en mi espalda de manera protectora. Y esperé con paciencia sus labios posarse encima de los míos. Tantos sentimientos nuevos y algunos viejos. Un amor intenso que ardía con todo, como un jodido infierno. Eso es lo que tenía Terrance. Un amor profundo, fuerte, intenso y abrasador. Una manera de transmitir su amor de manera peculiar.A pesar de ser un bipolar a veces, malhumorado, violento y gruñón, alcohólico…Y muchas cosas más. Él me amaba de verdad, de esa manera que solo él podía amar. Siempre me lo ha demostrado. Siempre ha estado a mi lado. Siempre me ha brindado su amor incondicional.Siempre hemos estado juntos. Siempre. Nunca, nunca, nunca, me separaré de él. Y él menos de mi. Puede parecer algo loco, pero… ¿Qué es el amor sin locura?—Te amo. Te amo, Ph
— ¿Sabes dónde anda Kenny? Su madre siempre me besa en la mejilla, casi en los labios mejor dicho, y me toca en el culo llamándome, mi lindo hijito, luego dice que se confunde pero yo se que a Kenny no le hace eso…— suelta Jared sonriéndome con sorna, mientras hace un par de señas con la mano a uno de sus compañeros de entrenamiento para tomarse un pequeño descanso, ya que estaban entrenando. De un salto baja poco después del ring quedando frente a frente conmigo. Ante sus palabras no puedo más que negar divertido.La madre adoptiva de Kendall, tenía una copia de las llaves y siempre entraba sin permiso al baño, sin importar que estuviéramos meando o en la ducha desnudos. A pesar de eso, la señora Martínez, es una buena mujer, está un poco salida, pero es una cocinera excelente, además de que hace un poco de limpieza cuando no estamos. — En la biblioteca, está estudiando, ya ha empezado un nuevo curso en la universidad, y este año tiene que subir su media un punto más, porque sino
Me encontraba en mi habitación, concretamente en la cama, tenía una foto de Luke en el pecho, mi más preciado tesoro desde que desapareció…Ni siquiera se que decir o qué pensar, estos últimos momentos se habían sentido como un jodido infierno.— Mamá te encontrará, bebé…Mamá lo hará…— sollozo cansada las pocas lagrimas que me quedan, mientras me abrazo a mi misma. Dios…Las lagrimas no tardan en nublarme la vista a pesar de que había estado llorando durante los últimos instantes.Siento que con cada recuerdo mi corazón se rompe…Pero es inevitable no querer recordar, es lo que nos hace humanos. Claro que eso no hace que nuestros sentimientos no nos puedan doler, porque si lo hacen, no hay peor dolor, que el dolor de una madre que siente que ha perdido a su hijo.La puerta de mi habitación se abre, entra Hannah de manera sigilosa, se acuesta a mi lado mientras llora conmigo en silencio. Ambas lloramos - de nuevo, en silencio - encima de la cama abrazadas. Y entonces me doy cuenta de
La cabeza me da vueltas, a penas puedo abrir los ojos, siento un dolor penetrante en la nuca, y hasta un poco de líquido en esa zona. El olor de moho invade mis fosas nasales. Y por un momento puedo notar un rayo de luz de neón roja, para luego darme cuenta de que me encontraba en la famosa sala de espera.Era como sentir de nuevo la misma pesadilla que sentí hace años. Toda la sala está oscura pero algo me dice que no ha cambiado nada. La misma salita oscura, con dos sofás de cuero viejos negros, un botiquín con condones, y algodón para las vírgenes, y con tan solo un foco, en mal estado, de luz neón roja alumbrando, dándole un toque de infierno. Que básicamente lo era. Al menos para todos las que hemos sufrido en este local, una auténtica tragedia se abre cada vez que una joven o niña entra en este antro porque al salir ya nada sería lo mismo, aquella dulce inocencia se convertirá en puro daño, sea para si misma, sea para los demás.La sala de espera era donde las más jóvenes
—Te lo suplico, por favor, de rodillas si hace falta, llorando, Terrance que no me abandones de nuevo, ayúdame a recuperar a mi hijo por lo que más quieras…—mi voz desgastada arrastra cada palabra con desesperación, me limpio las lagrimas como puedo mientras hago justo lo que dicen mis palabras—Por favor, si en tu memoria guardas un último sentimiento de amor hacia mi, por favor, úsalo, ayúdame—vuelvo a sollozar— Sabes que no volveré a ver a mi hijo, eso significa que no volveré a sentir a mi corazón latir de nuevo…¿Sabes qué es respirar y no sentir la sangre bombear por tus venas?¿Respirar sintiendo asfixia?— vuelvo a declarar con la voz rota, vuelvo a caer de rodillas frente a el, todos los hombres miran expectantes la escena. Mientras yo…Me limito a centrarme en Terrance, era mí única salida, mi única vía de escape. Seguía odiándolo con toda mi alma pero aún así, no podía simplemente no intentarlo sabiendo que su fuerza era mayor que la mía en este mundo. No quería preguntar nada
— ¿Dónde has estado? — pregunta seria Hannah al verme después de correr prácticamente hacia mi.Veo en su rostro la preocupación, mi estado probablemente era peor de lo que siquiera yo podía imaginarme. ¿Y cómo no? Acto seguido me derrumbo en la puerta tapando mi rostro con mis manos al caer, ella se arrodilla ante mi preocupada.Las lagrimas salieron y ya no eran pocas ni silenciosas. Estaba jodidamente rota.De nuevo. Era débil…Demasiado.Sin mi hijo no era capaz de continuar.Sin mi hijo nada valía la pena. Fue él el que me impulsó a salir adelante, a querer luchar, a poder hacer lo que estuviera en mis manos para sacarnos del agujero donde nos habíamos metido sin la ayuda ni protección de nadie excepto de mi amor por mi hijo.La necesidad de cuidar de lo único que daba sentido a mi existencia en momentos dónde todo el mundo iba mal. La verdad es que no se si voy a ser capaz de perdonarme.— Lo he tenido tan cerca que parece imposible que no lo vuelva a ver nunca… — susurro mie
—Fuera de aquí, Black —Declaro tajante mientras él me hace ojitos de oveja a punto de ser sacrificada.Lo miro de mala manera.—Me habéis quitado a mi hijo, sabéis que ni con toda la ley a mi lado, podré luchar con vuestro padre. Eso no se hace hombre. ¡Fuera de aquí, ahora mismo! O les diré a todos que apellido tienes. —Las palabras salen de mi garganta a toda mecha, asperas contra mi cuello.—Oh, vamos…Phoebe, por favor. Soy tu Kendall. El universitario inocente. El mejor de los Black. Tu cuñado favorito. Hazme este favor, y durante la cena te traeré a tu hijo. Solo una cena. Es todo lo que te pido. —Argumenta él con una sonrisa sincera al ver mi cara de dolor y rabia.—Maldito Kendall. Siempre te he querido como un hermano. Esa chica, Arabella, es importante para ti ¿cierto?—Pregunto arqueando ambas cejas con sorna.Él me da un golpe en el hombro.—Es mi mejor amiga.—Aclara él convencido, como si estuviese afirmandose la respuesta a si mismo también.—Ehem…Claro…Ahora señorito univ