TERRANCE
Llegué a la mansión de mi padre, Arón Black, en busca de respuestas. Sabía que si alguien tenía la información que necesitaba para encontrar a los responsables de los ataques contra Phoebe, era él.
Después de presentarle mi caso, mi padre me dio los nombres de los hombres que sospechaba que estaban detrás de los ataques. Me los dio con cierta reticencia, pero sabía que necesitaba hacer lo que fuera necesario para proteger a Phoebe y a nuestro hijo.Fui en busca de los hombres y los capturé uno por uno. Los llevé a un lugar apartado y comencé el interrogatorio. Utilicé métodos violentos para obtener la información que necesitaba. No estaba orgulloso de lo que estaba haciendo, pero sabía que era la única manera de encontrar a los responsables y poner fin a esta pesadilla.Después de horas de tortura y cuestionamiento, finalmente obtuve la información que necesitaba. Sabía quién estaba detrás de los ataques y estaba decidido a asegurarme de que pagaran por lo que habían hecho.Estaba decidido a hacer justicia. No podía permitir que mi esposa y mi hijo siguieran siendo atacados por esos cobardes sin rostro. Los golpeé uno por uno, preguntándoles quién les había ordenado los ataques. Al principio se resistieron, pero con cada golpe y cada amenaza, empezaron a ceder. Finalmente, uno de ellos habló y confirmó lo que yo ya sospechaba: el padrastro, Eduardo Castro, había sido el que había ordenado los ataques.Mi ira se multiplicó al saber que la persona que había abusado de mi esposa cuando era adolescente, ahora estaba intentando matarla y a nuestro hijo. Los golpes que les di se intensificaron, hasta que estuvieron dispuestos a decirme todo lo que sabían sobre Eduardo Castro.No me detendría hasta que mi familia estuviera a salvo y Eduardo Castro pagara por sus crímenes.Con esa información en mano, me dirigí a la policía para entregar a los responsables. Sabía que mis métodos no eran exactamente legales, pero lo que importaba era asegurarme de que Phoebe y mi hijo estuvieran a salvo.(***)
Finalmente, después de un tiempo, pude volver a casa con Phoebe. No había nada que pudiera hacer para cambiar lo que había hecho, pero sabía que había hecho lo que tenía que hacer para proteger a mi familia.
El haber vuelto a mi padre, significaba volver a la escena de lo ilegal y con ello todos los beneficios que eso conllevaba. La vida lujosa. Había encontrado un hogar en el que quería quedarme, una mansión que parecía salida de un cuento de hadas. Cada rincón de la casa era impresionante, y estaba amueblada con un gusto exquisito. Había una enorme piscina, un jardín de ensueño y una cocina envidiable. Estaba feliz de haber aceptado unirme al negocio de mi padre, lo que me había permitido tener todo esto.—¿Te gusta, Phoebe?—, pregunté mientras la llevaba de la mano por la casa.—Estaría loca si dijera que no. Es increíble, Terrance. Nunca he vivido en un lugar así— respondió ella con una sonrisa radiante.—Sabía que te gustaría. Quiero que esto sea nuestro hogar—le dije mientras la abrazaba.Luke corrió hacia nosotros en ese momento y se unió al abrazo. —¡Esto es genial, papá! ¿Podemos tener una fiesta en la piscina pronto?Reí ante la emoción de mi hijo.Me había llamado papá por primera vez y no de forma burlona. —Claro, pequeño, cuando quieras. Esta es nuestra casa, y podemos hacer lo que queramos aquí.Phoebe me miró con amor en los ojos y supe que había hecho lo correcto al traerla aquí. —No hace falta, Terrance…—soltó ella finalmente.—¿No hace falta qué?—pregunté sin entender.—Todo esto, ya se lo que supone para ti…¿Has vuelto a lo de siempre no?—soltó ella con seriedad.La miré a los ojos sin decir palabra.Ella asintió sin decir palabra tampoco.—Me lo suponía.—Phoebe…—intenté hablar.Ella acabó dandome la espalda.—Sea lo que sea, solo estoy aquí para cuidar de mi hijo. No por otro motivo. Ni creas que volvemos a estar juntos—suelta sin mirarme.Por su voz se perfectamente que está más dolida que yo por las palabras que acababa de dejar ir.Me quedo parado en el umbral de la habitación, observando a Phoebe mientras ella sostiene a Luke en brazos. No puedo evitar sentir un nudo en mi estómago al escuchar sus palabras.—Lo sé, Phoebe. Lo único que me importa es que Luke esté bien, que estemos juntos como una familia. Sé que he cometido errores en el pasado, pero te lo juro, nunca volveré a hacerte daño —digo con sinceridad, acercándome a ella.Phoebe me mira con desconfianza, pero veo una pequeña chispa de esperanza en sus ojos. Sé que tengo que ganarme su confianza de nuevo, demostrarle que he cambiado, que puedo ser el hombre que ella y Luke necesitan.En ese momento puedo apreciar una vez más su belleza.Phoebe es la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Su cabello castaño cae en suaves ondas por sus hombros, y sus ojos verdes brillan con una intensidad cautivadora. Tiene una sonrisa radiante que ilumina todo a su alrededor, y su piel suave parece tan delicada que temo romperla con solo tocarla. Cada vez que la veo, mi corazón late más rápido y mi respiración se acelera. Es como si todo lo demás desapareciera cuando estoy con ella, como si solo existiéramos nosotros dos en el mundo. No puedo resistirme a sus encantos, incluso si ella no quiere estar conmigo.—Espero que sea cierto, Terrance. No puedo soportar otra vez el dolor que me causaste en el pasado —dice Phoebe con voz temblorosa.Me acerco más a ella, acariciando suavemente el cabello de Luke mientras le sonrío.—Te lo prometo, Phoebe. Todo será diferente esta vez —digo con convicción, sintiendo una oleada de amor por mi familia.Espero que Phoebe me dé una oportunidad para demostrarle que puedo ser el hombre que ella merece. Juntos, construiremos una vida nueva en esta hermosa mansión, llena de amor, felicidad y esperanza.Lo único que quiero es algo de paz para nosotros.Cueste lo que cueste la conseguiré.Ella es incapaz de ver más allá de su moral, yo en cambio puedo ver mucho más. Haré cualquier cosa por mi familia.TERRANCEMi vida ha cambiado drásticamente desde que tomé el control de los negocios de mi padre, Arón Black. Ahora, como hombre de alto cargo de la mafia Black, tengo a mi disposición una gran cantidad de recursos para proteger a las personas que amo.En especial, a Phoebe y a Luke. Ellos son mi familia, y no escatimaré en recursos para mantenerlos a salvo. Han pasado meses desde que los tres nos mudamos a nuestra nueva mansión, y estoy contento de haber tomado esa decisión. Es un lugar seguro y lujoso, donde Phoebe puede sentirse cómoda y protegida.Cada vez que la miro, no puedo evitar sentirme asombrado por su belleza. Su cabello castaño ondulado cae sobre sus hombros y enmarca su delicado rostro. Sus ojos color miel brillan con una chispa de determinación, pero también con una dulzura que me hace querer protegerla aún más.A menudo, me pregunto cómo he llegado a tenerla a mi lado después de todo lo que hemos pasado juntos. Ella es mi todo, y nunca dejaré que nada ni nadie la last
EDUARDOMe encuentro sentado en mi escritorio, mirando el mapa de la ciudad extendido frente a mí. He estado planeando este siguiente golpe durante semanas, estudiando cada detalle de los movimientos de mis objetivos y elaborando la estrategia perfecta.Mi mente está llena de ideas, pensando en todas las posibles contingencias y en cómo evitar cualquier contratiempo que pueda surgir. No puedo permitirme cometer ningún error.Miro hacia los informes de inteligencia que tengo a mi lado y me concentro en los detalles importantes. Es necesario estar un paso por delante de mis enemigos en todo momento, anticipando sus movimientos y reaccionando con rapidez.Sé que mi próximo golpe será arriesgado, pero estoy seguro de que tendrá éxito. La adrenalina fluye por mis venas y mi mente está en un estado de concentración total mientras trazo cada movimiento en mi cabeza.Mi determinación es inquebrantable, y estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para alcanzar mi objetivo. Este plan es cruc
PHOEBEEstaba en la cocina preparando la cena cuando Hannah llegó a la casa. Sabía que algo andaba mal por la forma en que me miró.—Phoebe, tenemos que hablar —dijo Hannah en un tono serio.—¿Qué pasa? —pregunté, preocupada.—Es sobre Terrance y Eduardo. Están en una guerra abierta y las cosas se están poniendo muy peligrosas. Si sigues aquí, podrías correr peligro.Me quedé en silencio, tratando de procesar la información. Hannah tenía razón. Había visto suficiente violencia en mi vida como para saber que esta situación podría terminar mal.—Porque esto no es vida, Phoebe. No puedes seguir viviendo con el miedo constante de que algo le pase a Terrance o a Luke. Además, no puedes negar que esto te está afectando a ti también. Te veo cansada, estresada, preocupada todo el tiempo. No es justo que vivas así.Hannah tiene razón. Yo no he querido aceptarlo, pero sé que esto no es vida. Pero, ¿cómo escapar de la mafia? ¿Cómo dejar todo lo que Terrance ha construido? No sé si podré.—Hannah
PHOEBEMe despierto sudando y temblando. Ha sido una pesadilla horrible. En mi sueño, estaba en un callejón oscuro y sucio, rodeada de sombras que me perseguían. Escucho sus voces susurrando mi nombre, pero no puedo ver sus caras. Intento correr, pero mis pies se sienten pesados y me cuesta moverme. Entonces, de repente, aparece Eduardo frente a mí. Sus ojos fríos y duros me miran con desprecio mientras me acorrala. Intento gritar, pero no sale ningún sonido de mi boca.Me despierto jadeando y me doy cuenta de que ha sido solo una pesadilla. Me siento en la cama y respiro profundamente tratando de calmarme. Pero las imágenes de mi sueño siguen en mi mente, haciéndome sentir inquieta y asustada. Me levanto y camino hasta la ventana, abro las cortinas y miro al exterior. La ciudad todavía está oscura y silenciosa, pero poco a poco comienza a despertar. Los rayos del sol comienzan a iluminar el cielo y las calles comienzan a llenarse de gente.Me siento agradecida de que haya sido solo u
PHOEBEMe siento asustada y dolida al darme cuenta de que Luke no está en la mansión, había ido a buscarlo a desearle los buenos días, totalmente en vano. Siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho y la sensación de que algo terrible va a pasar me invade.Terrance se acerca a mí con preocupación en su rostro. —¿Qué pasa, Phoebe? ¿Dónde está Luke?—Se lo han llevado, Terrance—digo con la voz temblorosa. —No está aquí y creo que lo han secuestrado.Mi voz se quebró cuando le dije a Terrance que Luke no estaba en la mansión. Sentí un nudo en mi estómago y un temblor recorrió todo mi cuerpo. ¿Cómo podía haber sucedido esto? ¿Cómo podía haber dejado que mi hijo fuera secuestrado? Me sentía asustada y dolida al mismo tiempo.Terrance se acercó a mí y me abrazó con fuerza, tratando de reconfortarme. —Tranquila, Phoebe—dijo suavemente. —Vamos a encontrar a Luke. No permitiremos que le hagan daño.Traté de controlar mi respiración y secar mis lágrimas mientras Terrance hablaba con los
PHOEBELo primero que hizo Eduardo fue asegurarse de tener a su equipo de confianza preparado para llevar a cabo su plan. Una vez que todo estaba listo, comenzó a ponerlo en marcha.Uno a uno fueron cayendo todos los guardías de Terrance. La batalla campal en la mansión de Terrance fue algo aterrador. Los hombres armados de Eduardo se enfrentaron a los guardias de Terrance en una lucha despiadada y sin cuartel. Los disparos resonaban en los pasillos, los objetos se rompían y la sangre manchaba el suelo.Me encontraba escondida en una habitación, temblando de miedo y sin saber qué hacer. Podía oír los gritos y las voces de los hombres luchando en el exterior, y cada vez que escuchaba un disparo, sentía que mi corazón se detenía por un momento.La batalla duró varios minutos, pero para mí pareció una eternidad. Finalmente, todo quedó en silencio. Me asomé por la puerta de la habitación, y lo que vi me dejó sin aliento.Los guardias de Terrance yacían en el suelo, heridos o muertos. Los
Dame un pedazo de cielo y yo te lo transformaré en un trozo de infierno. Eso me decía su mirada. Pero a pesar de ello, caminé del brazo de mi padre hasta el altar.Una vez a su lado. Cerré los ojos al sentir sus manos colocarse en mi espalda de manera protectora. Y esperé con paciencia sus labios posarse encima de los míos. Tantos sentimientos nuevos y algunos viejos. Un amor intenso que ardía con todo, como un jodido infierno. Eso es lo que tenía Terrance. Un amor profundo, fuerte, intenso y abrasador. Una manera de transmitir su amor de manera peculiar.A pesar de ser un bipolar a veces, malhumorado, violento y gruñón, alcohólico…Y muchas cosas más. Él me amaba de verdad, de esa manera que solo él podía amar. Siempre me lo ha demostrado. Siempre ha estado a mi lado. Siempre me ha brindado su amor incondicional.Siempre hemos estado juntos. Siempre. Nunca, nunca, nunca, me separaré de él. Y él menos de mi. Puede parecer algo loco, pero… ¿Qué es el amor sin locura?—Te amo. Te amo, Ph
— ¿Sabes dónde anda Kenny? Su madre siempre me besa en la mejilla, casi en los labios mejor dicho, y me toca en el culo llamándome, mi lindo hijito, luego dice que se confunde pero yo se que a Kenny no le hace eso…— suelta Jared sonriéndome con sorna, mientras hace un par de señas con la mano a uno de sus compañeros de entrenamiento para tomarse un pequeño descanso, ya que estaban entrenando. De un salto baja poco después del ring quedando frente a frente conmigo. Ante sus palabras no puedo más que negar divertido.La madre adoptiva de Kendall, tenía una copia de las llaves y siempre entraba sin permiso al baño, sin importar que estuviéramos meando o en la ducha desnudos. A pesar de eso, la señora Martínez, es una buena mujer, está un poco salida, pero es una cocinera excelente, además de que hace un poco de limpieza cuando no estamos. — En la biblioteca, está estudiando, ya ha empezado un nuevo curso en la universidad, y este año tiene que subir su media un punto más, porque sino