PHOEBE
Me despierto sudando y temblando. Ha sido una pesadilla horrible. En mi sueño, estaba en un callejón oscuro y sucio, rodeada de sombras que me perseguían. Escucho sus voces susurrando mi nombre, pero no puedo ver sus caras. Intento correr, pero mis pies se sienten pesados y me cuesta moverme. Entonces, de repente, aparece Eduardo frente a mí. Sus ojos fríos y duros me miran con desprecio mientras me acorrala. Intento gritar, pero no sale ningún sonido de mi boca.
Me despierto jadeando y me doy cuenta de que ha sido solo una pesadilla. Me siento en la cama y respiro profundamente tratando de calmarme. Pero las imágenes de mi sueño siguen en mi mente, haciéndome sentir inquieta y asustada. Me levanto y camino hasta la ventana, abro las cortinas y miro al exterior. La ciudad todavía está oscura y silenciosa, pero poco a poco comienza a despertar. Los rayos del sol comienzan a iluminar el cielo y las calles comienzan a llenarse de gente.Me siento agradecida de que haya sido solo una pesadilla, pero no puedo evitar sentir un poco de temor por lo que pueda suceder en el futuro. ¿Y si Eduardo realmente viene por nosotros? ¿Y si no podemos detenerlo? Trato de sacudir esos pensamientos de mi cabeza y me preparo para otro día lleno de incertidumbre.La pesadilla fue demasiado real, demasiado espantosa. Terrance duerme profundamente a mi lado, y me acurruco en su pecho tratando de tranquilizarme.—¿Estás bien, amor?—me pregunta, notando mi agitación.—No, tuve una pesadilla horrible—le confieso.Terrance me abraza más fuerte y me acaricia el pelo.—Tranquila, todo está bien. Ya pasó, estoy aquí contigo—me asegura.Le doy las gracias en silencio por su consuelo, y trato de enfocar mi mente en pensamientos más agradables. Pero la imagen de mi pesadilla persiste, y siento un nudo en el estómago.—¿Quieres hablar de tu pesadilla?—me pregunta Terrance.Asiento lentamente, sintiéndome vulnerable.—Soñé que la mafia nos encontraba y nos atacaban en nuestra casa. Me pareció tan real, y fue tan aterrador—confieso.Terrance me mira con preocupación, y sus dedos acarician suavemente mi espalda.—No te preocupes, Phoebe. Eso nunca va a pasar. Te prometo que te voy a proteger, pase lo que pase—me asegura.Sus palabras me reconfortan, y poco a poco voy sintiéndome más tranquila. Me aferro a él, agradeciendo su presencia reconfortante.—Gracias, Terrance. Te amo—le digo con voz temblorosa.—Te amo más, mi amor—me responde con una sonrisa.Terrance me acaricia suavemente el cabello mientras me abraza. “No tienes por qué sentirte mal, Phoebe. Hiciste lo correcto al pedir ayuda a un amigo en quien confías. Hannah es una buena persona y está de nuestro lado”, dice él tranquilamente.Me siento un poco mejor al oír esas palabras reconfortantes, pero todavía no puedo sacudirme la sensación de culpa. “Pero aún así… No debería estar involucrando a nadie más en nuestros problemas”, respondo con voz temblorosa.Terrance me mira a los ojos y me sostiene la mano. “No estamos solos en esto, Phoebe. Tenemos a nuestros amigos y familiares que nos apoyan y nos quieren. Juntos, podemos superar cualquier cosa”, me asegura.Sus palabras me dan una sensación de fuerza y esperanza. Me aferro a su mano con fuerza y dejo escapar un suspiro de alivio. “Gracias, Terrance. Siempre me haces sentir mejor”, le digo con una sonrisa débil.Él me devuelve la sonrisa y me besa la frente. “Siempre estaré aquí para ti, Phoebe. Te amo”, me susurra en voz baja.Cierro los ojos, sintiéndome amada y protegida en sus brazos. Saber que Terrance está conmigo me da la fuerza para enfrentar cualquier cosa que venga.Me siento mal por no haberle contado a Terrance sobre el embarazo de Hannah. Sé que le importa mucho a él y no quería esconderle nada, pero tampoco quería traicionar la confianza de mi amiga.
Pero ahora, mientras estoy aquí sola en mi habitación, me doy cuenta de que tengo que decirle a Terrance la verdad. No puedo seguir guardándolo para mí misma. Es demasiado importante para ambos.Me levanto de la cama y salgo de la habitación. Voy hacia la sala donde sé que Terrance está viendo la televisión. Me siento a su lado y le digo:—Terrance, necesito hablarte de algo importante. Hannah está embarazada de Jared.Terrance me mira con sorpresa en los ojos, pero rápidamente recupera la compostura.—¿Por qué no me lo dijiste antes? —pregunta con una mezcla de tristeza y decepción en su voz.—Lo siento, Terrance. No quería traicionar la confianza de Hannah. Pero ahora sé que no puedo seguir ocultándote lo. Es importante que lo sepas.—Lo sé, Phoebe. Y te agradezco que finalmente me lo hayas dicho. Hablaré con Jared sobre esto y veremos qué podemos hacer para ayudar a Hannah.Me siento aliviada de haber sacado esto a la luz y de que Terrance lo haya tomado de manera madura. Ahora puedo dormir un poco más tranquila sabiendo que he hecho lo correcto.—De hecho, planeábamos fugarnos…—suelto.Terrance me mira con preocupación en sus ojos oscuros.—¿De qué estás hablando, Phoebe? —pregunta.—Hannah y yo teníamos un plan para escapar, pero ahora que sé que está embarazada de Jared, me siento mal. No puedo dejarla atrás. Tengo que decirle a Jared.Terrance asiente con tristeza.—Lo sé. Pero piensa en tu propia seguridad también. La mafia es peligrosa y si Jared se entera de que Hannah te lo ha contado y no le ha dicho nada, no creo que se lo tome bien. Mi hermano es muchas cosas pero no un mal hombre…—aclara él con seriedad.Sé que tiene razón, pero aún así me siento mal por mantener un secreto tan grande.—No sé qué hacer, Terrance. Me siento atrapada.Terrance me abraza y me acurruco en su pecho, sintiendo su cálido aliento en mi cabello.—Lo sé, cariño. Pero haremos lo correcto. Siempre lo hacemos.Me siento un poco mejor después de sus palabras, pero aún así sé que tengo que tomar una decisión difícil.Terrance me toma en sus brazos y me acurruco en su pecho, sintiendo su cálido abrazo reconfortante. Nuestras miradas se encuentran y, sin necesidad de decir nada, sabemos que estamos juntos en esto.Me acerco a sus labios y le doy un suave beso. Él responde con ternura y me besa apasionadamente. Me siento protegida y amada en sus brazos, y sé que juntos podemos enfrentar cualquier obstáculo.—Estoy contigo, Phoebe. Siempre lo estaré —dice Terrance con voz suave y calmante.Le sonrío y apoyo mi cabeza en su hombro, sintiéndome en paz y segura en sus brazos. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa.La habitación está iluminada por la luz de la luna que entra por la ventana. El aire fresco entra por la ventana abierta, moviendo suavemente las cortinas. La cama está desordenada, las sábanas arrugadas por nuestro movimiento. El suave ruido de la brisa y los árboles se mezclan con nuestra respiración acelerada. Una lámpara tenue en la mesilla de noche emite una suave luz dorada, haciendo que los muebles de la habitación parezcan más cálidos y acogedores. El ambiente es íntimo, tranquilo y lleno de amor.—No quiero que nadie te haga nada, Terrance. Eduardo es malo—estallo finalmente.Terrance acaricia mi rostro con suavidad y me mira a los ojos con ternura. Su mirada es reconfortante, me hace sentir segura.—No te preocupes por mí, Phoebe. Estoy aquí para protegerte a ti y a Hannah, a Luke, a Jared, a todos, y eso es lo que voy a hacer. Eduardo no me asusta, sé cómo manejar a tipos como él. Lo importante ahora es que estemos juntos y que nos apoyemos mutuamente.Le sonrío agradecida, sintiendo como mi corazón se llena de amor por Terrance. Él es mi roca, mi protector, mi todo. Me siento afortunada de tenerlo a mi lado en momentos como estos.La habitación es grande aun asi es extrañamente acogedora. La cama es grande y cómoda, con sábanas blancas y una manta de lana gris. La luz de la lámpara de noche es tenue y cálida, creando un ambiente de intimidad.Terrance se sienta a mi lado en la cama, tomando mi mano entre las suyas. Me mira fijamente y puedo ver la preocupación en sus ojos.—No te preocupes, Phoebe. Todo va a estar bien. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa que se nos presente.Le sonrío, sintiendo como su calor y su cercanía me reconfortan. Me acerco a él y lo abrazo, sintiendo su cuerpo fuerte y cálido contra el mío. Cierro los ojos y respiro profundamente, sintiendo como la tensión en mi cuerpo comienza a disiparse.Terrance me besa en la frente, sus labios suaves y cálidos sobre mi piel.—No te imaginas cuando adoro estar contigo, eres mi regalo más preciado. No puedo imaginarme una vida sin ti…Sus palabras me hacen sentir como si el mundo entero se detuviera a nuestro alrededor. Con Terrance a mi lado, me siento segura y protegida. No hay nada que pueda hacernos daño. La habitación a nuestro alrededor parece desvanecerse, dejándonos aislados en nuestro propio pequeño mundo.La cama en la que estamos sentados es grande y cómoda, con una manta suave y cálida que nos envuelve. Las paredes están pintadas de un tono suave de azul, que hace que todo se sienta tranquilo y relajado.La luz suave de la lámpara de la mesita de noche ilumina la habitación, dándole un ambiente cálido y acogedor. Los muebles son simples pero elegantes, con una cómoda y un armario de madera oscura que añaden un toque de elegancia.Terrance me mira con cariño, sus ojos oscuros brillando con una luz suave. Me siento enamorada y a salvo en sus brazos, sabiendo que siempre estaré protegida.Sé que Eduardo es peligroso, pero con Terrance a mi lado, no tengo miedo. Juntos, podemos enfrentarnos a cualquier cosa que la vida nos depare.(***)
Me despierto temprano al día siguiente con un nudo en el estómago. La conversación con Hannah me deja reflexionando. Luego también están las palabras de Terrance.
Me siento confundida, sin saber qué es lo correcto.Terrance sigue durmiendo a mi lado, su respiración es tranquila y rítmica. Me quedo mirándolo por un momento, admirando su belleza y la calma que transmite. Me acerco para besarlo suavemente en los labios, tratando de no despertarlo.Después de unos minutos me levanto de la cama, decido ducharme y preparar el desayuno. La habitación tiene un aspecto distinto a la de ayer. La luz del sol se cuela por la ventana, iluminando la estancia de manera cálida y acogedora. Me siento agradecida de tener a Terrance a mi lado, y de haber escapado del caos que nos rodeaba.Mientras me preparo para salir de la habitación, pienso en la situación de Hannah. Ella ha sido mi amiga desde la infancia, y sé que siempre ha sido leal y amable. No puedo evitar sentirme responsable por no haber estado allí para ella cuando más lo necesitaba.Salgo de la habitación y camino por el pasillo hacia la cocina. Todo está en silencio, lo que me da la oportunidad de reflexionar sobre lo que ha sucedido y sobre lo que debería hacer a continuación. Me siento como si estuviera atrapada en una espiral de emociones abrumadoras. La idea de escapar con Hannah y dejar todo atrás me había hecho sentir liberada al principio, pero ahora me doy cuenta de que tal vez haya sido una decisión precipitada. No estoy segura de lo que quiero, ni de lo que es mejor para mí en este momento.Siento una mezcla de miedo, tristeza, ira y confusión que me está consumiendo por completo. Miedo por lo que pueda pasar si nos quedamos, tristeza por tener que dejar todo lo que conozco atrás, ira por la situación en la que me encuentro y confusión por no saber qué hacer.Sé que Terrance está a mi lado y me apoya, pero incluso eso no es suficiente para calmar mis emociones en este momento. Me siento como si estuviera luchando contra una tormenta interna y no sé cómo salir de ella.Intento respirar profundamente y tranquilizarme, pero es difícil. Necesito tiempo para procesar todo lo que está sucediendo y encontrar una solución que funcione para mí.PHOEBEMe siento asustada y dolida al darme cuenta de que Luke no está en la mansión, había ido a buscarlo a desearle los buenos días, totalmente en vano. Siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho y la sensación de que algo terrible va a pasar me invade.Terrance se acerca a mí con preocupación en su rostro. —¿Qué pasa, Phoebe? ¿Dónde está Luke?—Se lo han llevado, Terrance—digo con la voz temblorosa. —No está aquí y creo que lo han secuestrado.Mi voz se quebró cuando le dije a Terrance que Luke no estaba en la mansión. Sentí un nudo en mi estómago y un temblor recorrió todo mi cuerpo. ¿Cómo podía haber sucedido esto? ¿Cómo podía haber dejado que mi hijo fuera secuestrado? Me sentía asustada y dolida al mismo tiempo.Terrance se acercó a mí y me abrazó con fuerza, tratando de reconfortarme. —Tranquila, Phoebe—dijo suavemente. —Vamos a encontrar a Luke. No permitiremos que le hagan daño.Traté de controlar mi respiración y secar mis lágrimas mientras Terrance hablaba con los
PHOEBELo primero que hizo Eduardo fue asegurarse de tener a su equipo de confianza preparado para llevar a cabo su plan. Una vez que todo estaba listo, comenzó a ponerlo en marcha.Uno a uno fueron cayendo todos los guardías de Terrance. La batalla campal en la mansión de Terrance fue algo aterrador. Los hombres armados de Eduardo se enfrentaron a los guardias de Terrance en una lucha despiadada y sin cuartel. Los disparos resonaban en los pasillos, los objetos se rompían y la sangre manchaba el suelo.Me encontraba escondida en una habitación, temblando de miedo y sin saber qué hacer. Podía oír los gritos y las voces de los hombres luchando en el exterior, y cada vez que escuchaba un disparo, sentía que mi corazón se detenía por un momento.La batalla duró varios minutos, pero para mí pareció una eternidad. Finalmente, todo quedó en silencio. Me asomé por la puerta de la habitación, y lo que vi me dejó sin aliento.Los guardias de Terrance yacían en el suelo, heridos o muertos. Los
Dame un pedazo de cielo y yo te lo transformaré en un trozo de infierno. Eso me decía su mirada. Pero a pesar de ello, caminé del brazo de mi padre hasta el altar.Una vez a su lado. Cerré los ojos al sentir sus manos colocarse en mi espalda de manera protectora. Y esperé con paciencia sus labios posarse encima de los míos. Tantos sentimientos nuevos y algunos viejos. Un amor intenso que ardía con todo, como un jodido infierno. Eso es lo que tenía Terrance. Un amor profundo, fuerte, intenso y abrasador. Una manera de transmitir su amor de manera peculiar.A pesar de ser un bipolar a veces, malhumorado, violento y gruñón, alcohólico…Y muchas cosas más. Él me amaba de verdad, de esa manera que solo él podía amar. Siempre me lo ha demostrado. Siempre ha estado a mi lado. Siempre me ha brindado su amor incondicional.Siempre hemos estado juntos. Siempre. Nunca, nunca, nunca, me separaré de él. Y él menos de mi. Puede parecer algo loco, pero… ¿Qué es el amor sin locura?—Te amo. Te amo, Ph
— ¿Sabes dónde anda Kenny? Su madre siempre me besa en la mejilla, casi en los labios mejor dicho, y me toca en el culo llamándome, mi lindo hijito, luego dice que se confunde pero yo se que a Kenny no le hace eso…— suelta Jared sonriéndome con sorna, mientras hace un par de señas con la mano a uno de sus compañeros de entrenamiento para tomarse un pequeño descanso, ya que estaban entrenando. De un salto baja poco después del ring quedando frente a frente conmigo. Ante sus palabras no puedo más que negar divertido.La madre adoptiva de Kendall, tenía una copia de las llaves y siempre entraba sin permiso al baño, sin importar que estuviéramos meando o en la ducha desnudos. A pesar de eso, la señora Martínez, es una buena mujer, está un poco salida, pero es una cocinera excelente, además de que hace un poco de limpieza cuando no estamos. — En la biblioteca, está estudiando, ya ha empezado un nuevo curso en la universidad, y este año tiene que subir su media un punto más, porque sino
Me encontraba en mi habitación, concretamente en la cama, tenía una foto de Luke en el pecho, mi más preciado tesoro desde que desapareció…Ni siquiera se que decir o qué pensar, estos últimos momentos se habían sentido como un jodido infierno.— Mamá te encontrará, bebé…Mamá lo hará…— sollozo cansada las pocas lagrimas que me quedan, mientras me abrazo a mi misma. Dios…Las lagrimas no tardan en nublarme la vista a pesar de que había estado llorando durante los últimos instantes.Siento que con cada recuerdo mi corazón se rompe…Pero es inevitable no querer recordar, es lo que nos hace humanos. Claro que eso no hace que nuestros sentimientos no nos puedan doler, porque si lo hacen, no hay peor dolor, que el dolor de una madre que siente que ha perdido a su hijo.La puerta de mi habitación se abre, entra Hannah de manera sigilosa, se acuesta a mi lado mientras llora conmigo en silencio. Ambas lloramos - de nuevo, en silencio - encima de la cama abrazadas. Y entonces me doy cuenta de
La cabeza me da vueltas, a penas puedo abrir los ojos, siento un dolor penetrante en la nuca, y hasta un poco de líquido en esa zona. El olor de moho invade mis fosas nasales. Y por un momento puedo notar un rayo de luz de neón roja, para luego darme cuenta de que me encontraba en la famosa sala de espera.Era como sentir de nuevo la misma pesadilla que sentí hace años. Toda la sala está oscura pero algo me dice que no ha cambiado nada. La misma salita oscura, con dos sofás de cuero viejos negros, un botiquín con condones, y algodón para las vírgenes, y con tan solo un foco, en mal estado, de luz neón roja alumbrando, dándole un toque de infierno. Que básicamente lo era. Al menos para todos las que hemos sufrido en este local, una auténtica tragedia se abre cada vez que una joven o niña entra en este antro porque al salir ya nada sería lo mismo, aquella dulce inocencia se convertirá en puro daño, sea para si misma, sea para los demás.La sala de espera era donde las más jóvenes
—Te lo suplico, por favor, de rodillas si hace falta, llorando, Terrance que no me abandones de nuevo, ayúdame a recuperar a mi hijo por lo que más quieras…—mi voz desgastada arrastra cada palabra con desesperación, me limpio las lagrimas como puedo mientras hago justo lo que dicen mis palabras—Por favor, si en tu memoria guardas un último sentimiento de amor hacia mi, por favor, úsalo, ayúdame—vuelvo a sollozar— Sabes que no volveré a ver a mi hijo, eso significa que no volveré a sentir a mi corazón latir de nuevo…¿Sabes qué es respirar y no sentir la sangre bombear por tus venas?¿Respirar sintiendo asfixia?— vuelvo a declarar con la voz rota, vuelvo a caer de rodillas frente a el, todos los hombres miran expectantes la escena. Mientras yo…Me limito a centrarme en Terrance, era mí única salida, mi única vía de escape. Seguía odiándolo con toda mi alma pero aún así, no podía simplemente no intentarlo sabiendo que su fuerza era mayor que la mía en este mundo. No quería preguntar nada
— ¿Dónde has estado? — pregunta seria Hannah al verme después de correr prácticamente hacia mi.Veo en su rostro la preocupación, mi estado probablemente era peor de lo que siquiera yo podía imaginarme. ¿Y cómo no? Acto seguido me derrumbo en la puerta tapando mi rostro con mis manos al caer, ella se arrodilla ante mi preocupada.Las lagrimas salieron y ya no eran pocas ni silenciosas. Estaba jodidamente rota.De nuevo. Era débil…Demasiado.Sin mi hijo no era capaz de continuar.Sin mi hijo nada valía la pena. Fue él el que me impulsó a salir adelante, a querer luchar, a poder hacer lo que estuviera en mis manos para sacarnos del agujero donde nos habíamos metido sin la ayuda ni protección de nadie excepto de mi amor por mi hijo.La necesidad de cuidar de lo único que daba sentido a mi existencia en momentos dónde todo el mundo iba mal. La verdad es que no se si voy a ser capaz de perdonarme.— Lo he tenido tan cerca que parece imposible que no lo vuelva a ver nunca… — susurro mie