—Te lo suplico, por favor, de rodillas si hace falta, llorando, Terrance que no me abandones de nuevo, ayúdame a recuperar a mi hijo por lo que más quieras…—mi voz desgastada arrastra cada palabra con desesperación, me limpio las lagrimas como puedo mientras hago justo lo que dicen mis palabras—Por favor, si en tu memoria guardas un último sentimiento de amor hacia mi, por favor, úsalo, ayúdame—vuelvo a sollozar— Sabes que no volveré a ver a mi hijo, eso significa que no volveré a sentir a mi corazón latir de nuevo…¿Sabes qué es respirar y no sentir la sangre bombear por tus venas?¿Respirar sintiendo asfixia?— vuelvo a declarar con la voz rota, vuelvo a caer de rodillas frente a el, todos los hombres miran expectantes la escena.
Mientras yo…Me limito a centrarme en Terrance, era mí única salida, mi única vía de escape. Seguía odiándolo con toda mi alma pero aún así, no podía simplemente no intentarlo sabiendo que su fuerza era mayor que la mía en este mundo. No quería preguntar nada, solo quería recuperar a mi suerte, Luke.Él aparta la mirada cohibido.Bajo la mirada cansada.De repente dejo de sentir el mundo exterior para solo poder oír mis latidos y el goteo lento de mis lagrimas sobre el lúgubre suelo. Esto era demasiado surrealista para mi. ¡Había perdido a mi hijo, de nuevo!Era una mala madre…— ¿Quién es Phoebe? ¿Quién eres tú? Por favor, nena, si crees que me acuerdo de todas las mujeres con las que me he acostado, vas lista— suelta él con una media sonrisa, haciendo que mis lagrimas dejasen de gotear en el suelo para deslizarse fríamente sobre mi cara. Lo miro incrédula. Pero está vez no me duele, o al menos no tanto como la otra. De repente oigo las mofas de todos y como Terrance poco después junto a sus hermanos caminan hacia la puerta, él se marcha, de nuevo, dejándome sola en el frío suelo.— Terrance… — Susurro cabizbaja mientras uso toda la fuerza que me queda para levantarme.Él se voltea dedicándome una mirada sin sentimiento.— Sí, nena—sonríe con autosuficiencia.— ¡Esto es por lo de la primera vez que me abandonaste sucio traidor, la otra es por esto!— declaro después de darle dos puñetazos con todas mis fuerzas, dejando el ambiente en un penetrante silencio.Todos me miran con miedo, otros pena, la mayoría están entre la confusión y la sorpresa… Terrance, limpiándose el labio inferior por la sangre que le goteaba, clava sus ojos verdes en mi para cogerme en brazos. Será idiota.¿Cómo era capaz de olvidar todo? ¿Cómo era capaz de olvidarme? ¿De olvidarnos?Maldito cínico.— Eres la chica más rara que he conocido y conoceré en mi vida, Phoebe…— susurra él en mi oreja, sin siquiera dejarme defender. Maldito cobarde.Odio saber que tiene tanto poder en mi, el simple hecho de pronunciar mi nombre en sus labios consigue erizar toda mi piel.Salimos del antro detrás nuestro iban los tres machotes, por así llamarlos de algún modo, mirando la escena con diferentes caras, Jared claramente miraba con diversión la escena, Caleb con indiferencia, y Kendall con terror.— Cuando consiga un trabajo digno dejaré de llamaros hermanos…Eh. ¿Por qué hay tanta violencia en nuestro día a día? ¿Por qué no podemos ser normales? —pregunta este último mirando mal a sus hermanos. Yo mientras, callada, dominada por Terrance, y demasiado cómoda en sus brazos como para seguir luchando, no pude evitar poner la oreja a la conversación que se abría entre ellos.— Kenny, te lo hemos dicho miles de veces, tú eres adoptado — declara Caleb con sorna, mientras entre todos los coches del callejón va en dirección de un Bughatti negro.Kendall hace una mueca de desagrado.— Somos los Black, en nuestra sangre está ser unos idiotas, y resolver todo a golpes— declara con sorna Jared, mientras nos abre la puerta del coche a mi y a Terrance, y en ese instante me doy cuenta de que este ha quitado su mirada en ningún momento de mi.Un escalofrío recorre mi cuerpo.Odiaba esa forma que tenía de observar.— Sigues siendo la misma idiota que siempre… — susurra sonriendo ampliamente, haciendo que ese viejo latido, ese viejo sentimiento, vuelva a mi. No puedo evitar sonrojarme como la adolescente que un día fui.— ¿Te siguen doliendo mis golpes?— pregunto con diversión, orgullosa de haberle hecho al menos daño. En eso él era un campeón.— ¿Y si te besará ahora mismo?— pregunta él acercándose a mi rostro levemente.Lo miro con los ojos fuera de órbita.— ¡Eh, parejita, no quiero semen ni líquidos que provengan de vuestros cuerpos en mi coche! — declara con seriedad Caleb antes de arrancar de una manera que no hace más que sacudirme, y por ende que Terrance, me abracé con más fuerza. Parezco un jodido bebé en sus brazos. Y por un momento agradezco que sus hermanos estén sentados todos delante, porque sino, ahora verían mi cara, y no es agradable ver mi cara de tomate.— ¡Cállate, Caleb, que seguro encontramos fotos de tú querida Irina, e incluso semen de tus pajas en ellas! — declara con burla Terrance, haciendo que su hermano suelte una maldición por lo bajo.— ¡Maldito niñato, cuando bajemos de aquí te daré una paliza!— declara Caleb serio mientras mira de mala manera a su hermano menor, Terrance se limita a dedicarle un beso en el aire.— ¡Atención, atención, el volcán Caleb, en errupción!— se burla Jared, sabiendo que eso no haría más que complicar la situación.— El otro, el que me faltaba… — blanquea los ojos cansado, subiendo la velocidad sabiendo que tomaría desprevenido a su hermano Jared, quien rebota contra el asiento de Caleb.— Haya paz chicos, Phoebe se llevará una mala imagen de los hermanos Black… — declara Kendall mirándome con una sonrisa gentil.— ¿A caso esa no es la verdadera? — sonríe con sorna Jared recibiendo una colleja de algún caótico modo de Caleb.— Oye, que tampoco somos nada, eh…Somos ex pareja, ex, y punto. No pienso volver a caer en la misma trampa. No pienso dejar que… — Terrance se queda a medias porque se da cuenta de que lo estoy observando atenta.— ¿Dónde vives? Podría haber luchado, podría haber insultado, podría haber hecho tantas cosas pero realmente me sentía cansada.Me sentía desubicada, demasiado herida para continuar, no sabía que hacer. Sentía un vacío en el pecho cada vez que recordaba que me encontraba en medio de los brazos del hombre al que amé, el mismo que me dejó abandonada. Él mismo al cuál nunca le importé lo suficiente.Blanqueo los ojos frustrada mientras aprieto mis labios en un intento de reprimir mis propias lagrimas silenciadas, no quería volver a darle ese gusto. A pesar de que ese bloqueo me costaría más caro a mi que a él.— ¿Dónde has estado? — pregunta seria Hannah al verme después de correr prácticamente hacia mi.Veo en su rostro la preocupación, mi estado probablemente era peor de lo que siquiera yo podía imaginarme. ¿Y cómo no? Acto seguido me derrumbo en la puerta tapando mi rostro con mis manos al caer, ella se arrodilla ante mi preocupada.Las lagrimas salieron y ya no eran pocas ni silenciosas. Estaba jodidamente rota.De nuevo. Era débil…Demasiado.Sin mi hijo no era capaz de continuar.Sin mi hijo nada valía la pena. Fue él el que me impulsó a salir adelante, a querer luchar, a poder hacer lo que estuviera en mis manos para sacarnos del agujero donde nos habíamos metido sin la ayuda ni protección de nadie excepto de mi amor por mi hijo.La necesidad de cuidar de lo único que daba sentido a mi existencia en momentos dónde todo el mundo iba mal. La verdad es que no se si voy a ser capaz de perdonarme.— Lo he tenido tan cerca que parece imposible que no lo vuelva a ver nunca… — susurro mie
—Fuera de aquí, Black —Declaro tajante mientras él me hace ojitos de oveja a punto de ser sacrificada.Lo miro de mala manera.—Me habéis quitado a mi hijo, sabéis que ni con toda la ley a mi lado, podré luchar con vuestro padre. Eso no se hace hombre. ¡Fuera de aquí, ahora mismo! O les diré a todos que apellido tienes. —Las palabras salen de mi garganta a toda mecha, asperas contra mi cuello.—Oh, vamos…Phoebe, por favor. Soy tu Kendall. El universitario inocente. El mejor de los Black. Tu cuñado favorito. Hazme este favor, y durante la cena te traeré a tu hijo. Solo una cena. Es todo lo que te pido. —Argumenta él con una sonrisa sincera al ver mi cara de dolor y rabia.—Maldito Kendall. Siempre te he querido como un hermano. Esa chica, Arabella, es importante para ti ¿cierto?—Pregunto arqueando ambas cejas con sorna.Él me da un golpe en el hombro.—Es mi mejor amiga.—Aclara él convencido, como si estuviese afirmandose la respuesta a si mismo también.—Ehem…Claro…Ahora señorito univ
TERRANCE—Oh, venga tío—gimotea molesto Jared.—Ni hablar. Ves tu solito. No pienso perder mi pasta y mi noche en una basura de club para streapers—refunfuño yo mientras le doy un golpe de nuevo, ahora en la nariz.Aún no me acostumbro con los guantes de la casa de George. Son tan cómodos. Parecen hechos a mi medida. Son grises y había bordado mi nombre con una tela fina. Todos mis hermanos tenían el suyo pero de colores diferentes. Jared los tenía color azul. Kendall, que nunca los usa ni los usará, rojo carmesí. Caleb, por su parte, negros. —Auch, hermano. Tu traición me duele—declara él mientras me intenta coger por el codo para hacerse con mi brazo y doblegarme así para caer rendido.Lo miro con sorna sabiendo sus intenciones.—Está bien…Veo que quieres hacerlo a la vieja usanza. Cuerpo a cuerpo. Hace tiempo que no lo hacemos.—Sonrío de nuevo mientras le cojo de la mano y tiro de ella hasta que queda en el suelo, una vez ahí le doy una patada en el estomago, el intenta defenderse
La noche en la que Kendall me pidió que finja ser un esposo feliz fue un desastre desde el principio. Phoebe y yo nos mantuvimos en personaje durante todo el tiempo, pero algo en mi interior no podía soportar la situación. Ver a Phoebe haciendo como si nada hubiera pasado entre nosotros fue más difícil de lo que esperaba.Mientras Luke y yo nos aburríamos en el salón, Phoebe se dedicaba a la cocina. Su voz dulce y melodiosa llenaba el apartamento mientras ella canturreaba junto a Beyoncé. No pude evitar sonreír al verla tan feliz, aunque sabía que no era gracias a mí.Cuando Kendall nos pidió ayuda, no pude negarme. A pesar de que habíamos pasado por momentos difíciles, siempre había un lugar especial en mi corazón para Phoebe y nuestro hijo. Pero el fingir que éramos una familia feliz y normal era un acto demasiado doloroso para mí.Luke, sin embargo, parecía estar disfrutando de la situación. El mocoso había heredado mi sentido del humor y se aseguraba de añadir comedia a la cena ca
De repente, me di cuenta de que había echado a Terrance justo antes de que los atacantes aparecieran en mi departamento. Me quedé sin aliento al verlos entrar.Uno de ellos me agarró por detrás, cubriendo mi boca para evitar que gritara. Me retorcí y luché, tratando de liberarme de su agarre.Terrance apareció de repente, enfrentándose a los atacantes. Escuché el sonido de los golpes y los gritos mientras luchaban. Estaba aterrorizada, pero al mismo tiempo me sentía agradecida por tener a Terrance allí para protegerme.—¡Sal de aquí, Phoebe! —gritó Terrance mientras luchaba contra los agresores.—¡Llama a la policía y no te preocupes por mí!Corrí hacia la puerta y salí corriendo al pasillo, tratando de encontrar a alguien que pudiera ayudarme. Mis manos temblaban mientras marcaba el número de emergencia de la policía.Finalmente, escuché sirenas de la policía en la distancia. Sabía que Terrance estaba peleando por su vida, pero confiaba en que podría defenderse.Después de unos minu
HANNAHJared y yo entramos en un bar ruidoso y lleno de gente. Inmediatamente, me pongo tensa.—¿Realmente crees que este es un lugar apropiado para un niño?— le pregunto, mirando a Luke, quien está sentado a mi lado, jugando con sus juguetes.—Relájate, Hannah— dice Jared con una sonrisa. —Luke está seguro conmigo.—No estoy segura de eso—respondo, mirando a mi alrededor con desconfianza. —Soy policía, ¿recuerdas? Si veo algo sospechoso, tendré que intervenir…Sonó como una advertencia seria y a él le dió igual.Jared parece divertido por mi reacción y se inclina hacia mí. —Estoy seguro de que podemos resolver cualquier problema juntos— dice, y me guiña un ojo.De repente, siento una punzada en el estomago al pensar en Jared coqueteando conmigo y me aparto de él. No debía hacerme muchas ilusiones, era un mujeriego de manual. Esa aura de boxeador roto atraía un montón de mujeres pero a mi no.—No seas tan presumido— respondo con una risa forzada.Luke nos mira con curiosidad, ajeno a
EDUARDODesde mi posición en el centro de la habitación, observo a mis secuaces mientras conversamos sobre nuestros intentos fallidos de acabar con Phoebe. —¿Cómo es posible que no hayamos podido eliminarla aún?— les pregunto con una mezcla de frustración y enojo en mi voz.Uno de ellos se encoge de hombros. —Hemos estado haciendo lo que nos has pedido, jefe. Pero ella siempre parece estar un paso por delante de nosotros— admite.—Es una verdadera lástima—murmuro, mientras me siento en mi silla y me paso la mano por el mentón. —Necesito recuperar a Phoebe a toda costa. No puedo permitir que se aleje de mí de nuevo.Mis secuaces asienten en silencio, sabiendo que no deben contradecirme. —¿Qué vamos a hacer ahora?—, pregunta uno de ellos.—Voy a contactar a algunos contactos que tengo en la ciudad—, les respondo. —Necesito saber qué está haciendo Phoebe, y cómo podemos llegar a ella antes de que sea demasiado tarde.Mientras hablo, siento una ira creciente dentro de mí. Phoebe ha es
TERRANCELlegué a la mansión de mi padre, Arón Black, en busca de respuestas. Sabía que si alguien tenía la información que necesitaba para encontrar a los responsables de los ataques contra Phoebe, era él.Después de presentarle mi caso, mi padre me dio los nombres de los hombres que sospechaba que estaban detrás de los ataques. Me los dio con cierta reticencia, pero sabía que necesitaba hacer lo que fuera necesario para proteger a Phoebe y a nuestro hijo.Fui en busca de los hombres y los capturé uno por uno. Los llevé a un lugar apartado y comencé el interrogatorio. Utilicé métodos violentos para obtener la información que necesitaba. No estaba orgulloso de lo que estaba haciendo, pero sabía que era la única manera de encontrar a los responsables y poner fin a esta pesadilla.Después de horas de tortura y cuestionamiento, finalmente obtuve la información que necesitaba. Sabía quién estaba detrás de los ataques y estaba decidido a asegurarme de que pagaran por lo que habían hecho.E