Después de dejar a Elizabeth y a David en la isla, Zidane y Francis regresaron a la posada, ya todos estaban despiertos y activos para comenzar el día.—Buen día, chicos, hola mi pequeña como está lo más hermoso de mamá. —Dijo Francis haciéndole cariño a Fransheska.—Buen día hasta que por fin aparecen chicos y, ¿mi jefa? —Contesto Williams.—Buen día a todos iré a darme un baño y a descansar una hora, chicos platicamos luego. —Añadió Zidane mientras se despedía y dejaba solo a Francis para que diera la noticia.—No huyas pequeño cobarde. —Respondido Francis.—Ok, Francis, ¿a dónde fueron?, ¿por qué Zidane huyo?, y sobre todo ¿dónde están Elizabeth y David? —Pregunto Alice.—Está bien, les contaré de forma clara, concisa y precisa, pero no vayan a dar gritos ni a regañarme, solo tomé una decisión extrema para solucionar el problema entre esos dos.—Francis ya habla y di que fue lo que hiciste.—Hay Abdul amor, no me veas con esa cara, está bien, hay voy; esta madrugada, cuando terminá
Llega el otoño; el color de las hojas de los árboles se torna en hermosas tonalidades de rojo, amarillo y naranja. Con él, un nuevo semestre comienza en la prestigiosa Universidad de Cherchill. Se escucha la algarabía de reencuentros entre amigos después de unas largas vacaciones, las anécdotas de todas las experiencias vividas, los nuevos ingresos y los estudiantes de intercambio. Entre ellos, una hermosa chica de cabello negro, ojos marrones y labios gruesos, de figura escultural.Elizabeth es esta enigmática chica de mirada profunda, que al caminar pasa luciendo su real majestad y hace que todos se detengan a tan solo mirarla. Desde muy pequeña ha tenido que trabajar y estudiar porque a la edad de 7 años sus padres fallecieron. Ha crecido convirtiéndose en una luchadora siempre la mejor: primera en la clase, con las mejores notas, primera en los concursos, con una inteligencia envidiable. Desde entonces, su objetivo es graduarse y salir adelante de manera honrada. A pesar de que p
Comienza un nuevo día. Los rayos del sol se asoman ligeramente por la ventana de la habitación. Elizabeth abre sus ojos y rápidamente se pone en marcha. Toma su toalla y se dirige al baño. Se lava los dientes y entra a la ducha mientras la escena de lo ocurrido con David invade su mente. No hace más que pensar en esas palabras. Su cara vuelve a tornarse roja cuando siente que tocan a la puerta.— Es Alice, ¿vas a tardar mucho? — No, ya casi termino. Dame un momento y salgo — Ok, perfecto — contestó Alice.Elizabeth se cubrió con la toalla y salió. Abrió el closet y dijo: —Hoy debo impactar. Sacó un conjunto blanco de dos piezas: un pantalón largo ceñido al cuerpo y un blazer manga larga con vuelos y dobladillo. Para terminar, sacó unas hermosas sandalias de aguja con tirantes delgados y un bello bolso de mano. Comenzó a vestirse y cuando casi terminaba, se sentó frente al espejo, aplicó sobre su suave y delicado rostro un cálido maquillaje y por último peinó su cabello, diciendo: —Est
Jackson se marchó. Todo sería más agradable si David, Elizabeth, las chicas y yo compartiéramos juntos como amigos; esta división es tan absurda. Espero que después del juego todo mejore", pensó. —Tal vez si muevo un poco las piezas, pueda hacer que esos dos se acerquen sin que se maten, reflexionó mientras continuaba rumbo a la práctica.Al mismo tiempo, Elizabeth, Francis y el resto de las animadoras organizaban una nueva coreografía. Era algo movido, sexy y urbano, con muchos movimientos increíbles. Amaranta las observaba con tanta molestia que sus ojos destellaban una malicia indescriptible. No toleraba que después de tanto tiempo siendo la capitana del equipo de animadoras, una recién llegada se quedara con su puesto. Hizo el último intento de hablar con la entrenadora, pero solo consiguió una respuesta negativa, la cual Amaranta no aceptaba. Prefería dejar el equipo a ser dirigida por Elizabeth.Amaranta tomó sus cosas y salió de la práctica. Era obvio que había perdido la capit
El momento que todos esperaban con ansias finalmente había llegado. Elizabeth y David se enfrentarían; la sala de sesiones estaba preparada, todo perfecto y pulcro. David y su equipo llegaron temprano para finiquitar algunos puntos. Elizabeth, que pasó la noche sin poder dormir, pasa frente a todos luciendo su real majestad con un elegante traje Chanel rosa con negro de blazer y falda, combinado con unos zapatos altos negros. Las miradas, puestas en su envidiable belleza, con gran sutileza y serenidad, sonriendo, dice:—Buen día, ¿cómo están? ¿Ya todos están preparados?—Estoy nerviosa —contestó Alice—. No hay problema, todo estará bien. Además, ¿cuántas veces practicamos? —respondió Francis.—Sí, practicamos mucho, Francis, pero no es igual si no sabemos qué tiene preparado la parte acusadora.—No se preocupen, chicas, todo estará bien. Este caso lo ganamos, pero por muchas acusaciones que tengan en contra, no podrán ganar. Probaré la inocencia de mi cliente —dijo Elizabeth sonriendo
Pasados los cinco minutos, todos regresaron a la sala para escuchar la defensa de Elizabeth.—Tomen asiento, Srta. Campbell, puede dar inicio a su defensa —dijo Miller.—Sr. Cárter, por favor, suba al estrado —dijo Elizabeth con una seguridad que reflejaba su determinación de ganar.—¿Sr. Cárter, por qué discutía con su esposa la noche anterior al homicidio?—La discusión fue porque le dije a mi esposa que ya era hora de que mi cuñada se fuera a vivir a otro lado; necesitaba tener privacidad.—¿Cómo reaccionó su esposa?—Se molestó mucho, me preguntó el por qué de esa decisión, que si su hermana había hecho algo para molestarme.—¿Su cuñada dijo que usted le propuso tener una relación, es eso cierto o falso?—Es falso. No acostumbro a hablar de una dama, pero ya que es mi libertad la que está en juego, debo decir que todo comenzó hace unos meses; ella se me insinuaba. Incluso hace unos días, mi esposa salió a trotar, yo me estaba duchando y mi cuñada, completamente desnuda, trató de e
Mientras estaban celebrando al otro lado del campus, David y su padre tenían una fuerte discusión.— ¿Me puedes explicar qué fue todo eso, David? Te estoy dando la mejor educación, comodidades, lujos para que seas el mejor abogado del país, incluso del mundo, y una chica te acaba de abofetear en un litigio ficticio. No quiero imaginar qué harías en uno real.—Papá, es una tontería, no tienes por qué ponerte así. Como ya lo dijiste, es algo ficticio.— ¿De qué rayos hablas? No es una tontería, David. ¿Dónde dejas nuestra reputación, nuestro apellido? ¿Cuidado con lo que haces o piensas, ese es tu futuro y el futuro de nuestra familia, así que basta de perder el tiempo, ¿se entendió?—Sí, señor.—Aún no puedo creer que te haya ganado una chica que solo está aquí por su inteligencia, que no tiene dinero ni un apellido de renombre.— ¿Cómo sabes eso, padre?—Supusiste que, porque estás aquí, no sé lo que hacen Alice y tú. Yo lo sé todo y te advierto, cuidado con lo que haces. Me voy, y ya
"Ring, ring, ring" sonaba la ruidosa alarma del reloj una y otra vez anunciando que el día había llegado. Las chicas corrían de un lado al otro, salían del baño, iban a la cocina, entraban al cuarto, y así cada una se fue vistiendo. Alice, como siempre, usaba un vestido holgado que no reflejaba su figura. Francis llevaba una cómoda braga con zapatos deportivos, mientras que Elizabeth, siempre radiante, optó por unos cómodos jeans con una camisa de tela suave y blazer, acompañados de zapatos blancos.Ya listas para salir, tomaron el equipaje y bajaron al encuentro con el resto del grupo. Al llegar, la limusina negra que los llevaría al aeropuerto estaba esperando. Los demás estaban colocando las maletas en el portaequipaje, mientras David trataba de zafarse del cuello de Amaranta.—Buen día —dijeron las chicas.Inmediatamente, todos voltearon a verlas mientras Amaranta se aferraba más a David.—"Guau", tú siempre radiante, Eliza, pareces modelo. Siempre captas las miradas de todos, vis