Cuando tenemos diecinueve en lo único que nos preocupamos es en pasar toda las materias, tratar de llevar una vida normal siendo una estudiante universitaria y evitar a toda costa tener una sorpresa en nueve meses, a menos que seas Emma Stone, claro está, y debas irte a otro continente con una persona que jamás en tu vida has visto y que reclama que eres tuya. Tal vez no sería un problema tan grande, si a raíz de esto empieces a saber lo que realmente eres, a descubrir secretos ocultos, pactos de sangre de mil años que te incluyen, personas que dicen ser tu pareja eterna y mil cantidades de cosas más, que solo te llevaran a tu limite. Todos sabemos que cuando la copa se rebosa, nada bueno puede traer con ello, y... esta no será la excepción para Emma Stone. PORTADA HECHA POR: KUMIHO GRAPHIC
Leer másHace varios minutos había despertado, más sin embargo mis ojos aun seguían cerrados, no quería abrirlos.No quería saber quién era el dueño de aquellas caricias que estaba recibiendo justo en este momento.—Estas despierta, lo se Kalil —detuvo sus caricias y por un instante me vi extrañando su toque en mi piel.¿Kalil? Abrí mis ojos y lo primero que vi fue su rostro a milímetros del mío, ahogué un gemido.Me separé y me levanté lo más rápido posible.—Tres cosas —señalé, apuntándolo—. No me vuelvas a tocar Aren. Dos, mi nombre es Emma, no Kalil. Tres y más importante, déjame volver con mi prometido.No dijo nada, solo se quedó ahí sentado observándome por completa, me miraba como si fuera l
CAPITULO 20—Tienes que aprender a controlarte y para eso Luci te ayudara —Comentó Gabriel. Asentí sin más, aunque no me gustara la idea.— ¿Y si no aprendo a controlarme? —pregunté en un susurro, manteniendo mi mirada en el suelo.Estaba demasiado confundida y asustada. No sabía que debía de hacer de ahora en adelante.—Acabarías con todo a tu alrededor —explicó Caleb, rápidamente alcé mi mirada hacia él.— ¿Acaso puedo hacer eso? —los miré horrorizada a ambos, me levanté de aquel sillón donde había permanecido por varios minutos después de que Caleb me dijera el cambio de color de mis ojos. Quería una explicación.—Eso y más mi Luna —Gabriel se acercó y me abrazó—. Pero tranquila, no dejar
—Gabriel —susurré atónita.Quedé estática en mi lugar mientras me perdía al observar esos grisáceos que tanta alegría me daban… sentía que si dejaba de mirarlo Gabriel se irá y no lo podía permitir.Diablos, lo había extrañado tanto.—Emm, mi Emm —sus ojos se volvieron vidriosos; su mano derecha se dirigió a mi rostro tocándolo tan delicadamente, era como si tuviera miedo de romperme—. Perdona...—No —lo interrumpí de inmediato—. No hay nada que perdonar…nada.Negó acercándose.Mis manos picaban por tocarlo, mis labios cosquilleaban por tener una mínima fricción con los suyos, mi corazón latía desmesuradamente y las lágrimas no dejaban de salir. — ¿Por qué ere
CAPÍTULO 18 PARTE 2POV CALEB—Joven Caleb, es muy bueno verlo de nuevo —comentó una de las chicas de servicio con la cual me había acostado un par de veces.Solo asentí y entré. No quería dar pie para hablar de temas del pasado. — ¿Mi padre? —pregunté secamente.—Se encuentra en su estudio —cuando vio que me dirigía hasta allá, aclaró—. El señor dejo comunicado que no lo fueran a interrumpir.Hice caso omiso y continué. Necesitaba que me ayudara en un pequeño problema y desde ahora sabia sus posibles respuestas. “Ahora te acuerdas que tienes padre” “¿Por qué lo haría si nunca haces caso a lo que te digo?” &
CAPÍTULO 18—¿Te sucede algo? –Preguntó Owen, quien se encontraba a mi lado—. Pensé que estarías feliz mi Luna, pero es todo lo contrario.Volteé a mirarlo quedándome más de lo normal observándolo, mis pensamientos estaban en otro lugar. Cuando vi que me había tardado respondí.—Estoy feliz, demasiado —le mostré una dulce sonrisa intentando persuadirlo, pero sabía que no me creería.El me conocía lo suficiente para saber que algo me sucedía, lo recién revelado me había dejado con tantas incógnitas; necesitaba una respuesta a mis preguntas y solo existía una persona con la disposición para responder cada una de ellas.Mi padre. —Desde que desperté has estado extraña —una mueca adornó su rostro&md
—Ven, hay que irnos ya. Ha llegado.Se levantó y extendió su mano para ayudarme. Arrugué mi entrecejo viéndolo totalmente confundida, insistió nuevamente y la acepté.— ¿Quién? —Pregunté—. Tu amiga.—Sí Emm —sonrió—. Ya es hora mi Luna.Sonreí igual y me dejé guiar en el camino a casa, intentaba memorizármelo. En el transcurso nadie dijo nada, un silencio nos arropaba mientras sin poder evitarlo me hacia las preguntas esenciales.¿Qué pasaría después de esto?, ¿Me marcaria?, ¿Gabriel volvería?, ¿La tranquilidad regresaría?Eran varias preguntas y ninguna sin respuesta alguna.Media hora después nos encontrábamos en la sala, dándome de cara con una completa desconocida. Esa chica debería de tene
Abrí los ojos poco a poco, acostumbrándome a la luz que se filtraba por las grandes ventanas. Ahogué un jadeo cuando observé el lugar, las lágrimas se acumularon en mis ojos sin poder evitarlo. Pensé que nunca volvería a estar aquí. Me traía tantos recuerdos hermosos que terminaban siendo dolorosos por el giro que había dado nuestra historia. Solo esperaba que las decisiones tomadas no llegaran afectar nuestro futuro, un futuro incierto, donde nos embarcaríamos sin destino alguno. Solo me aferraba a algo y eran aquellas palabras de Gloria. “Si dos almas están destinadas a estar juntas, lo estarán sin importar las consecuencias u obstáculos que la vida les presente.” Y que obstáculos habíamos tenido Gabriel y yo, pero sabía que al final del día, él era mío y yo suya. Escuché como la puerta era abierta y rápidamente dirigí mi mirada a ella, encontrándome ansiosa y deseosa por la persona que l
—Buscaremos otra ayuda, tiene que haber otra solución…solo tenemos que investigar y la encontraremos.Habló Caleb, mientras trataba de convencerme. Estaba caminando de un lado a otro como un perro enjaulado.Quise reírme por mi pensamiento.—Esta es la única solución Caleb, además, no tengo tiempo —suspiré rendida—. Faltan nueve días.El negó con sus ojos vidriosos.—Si lo haces, te perderé…todos te perderemos Emmi. Entiende, será como si nunca hubieras existido. No te acordaras de nada, empezaras de cero.Se acercó hasta mí con una mirada completamente herida.—Hablas como si pensaras que esto no me duele —susurré—. Por más que apagué el botón de mis sentimientos aparentemente, es algo natural sentir y sí, me duele. Me du
Un mes después. —Buenos días —saludé, entrando a la cocina.Fui hasta uno de los bancos que se encontraban junto a la isla y me senté.—Buenos días Emi —respondió Caleb, dándome un recorrido con su mirada.Carraspeé para llamar su atención, solo sonrió y siguió batiendo algunos huevos.Traía puesto unos pantalones de chándal, pero su torso estaba al descubierto, dejándome así, una magnifica vista de su gran espalda ancha.—Huele delicioso. Tengo mucha hambre —mi estómago dio un gran rugido de confirmación. Sentí como inmediatamente mi rostro ardía de la vergüenza.Caleb detuvo lo que estaba haciendo, y vino hasta mi con una sonrisa burlona plasmada en su rostro.—Tu estomago me l