CAPÍTULO 18
—¿Te sucede algo? –Preguntó Owen, quien se encontraba a mi lado—. Pensé que estarías feliz mi Luna, pero es todo lo contrario.
Volteé a mirarlo quedándome más de lo normal observándolo, mis pensamientos estaban en otro lugar. Cuando vi que me había tardado respondí.
—Estoy feliz, demasiado —le mostré una dulce sonrisa intentando persuadirlo, pero sabía que no me creería.
El me conocía lo suficiente para saber que algo me sucedía, lo recién revelado me había dejado con tantas incógnitas; necesitaba una respuesta a mis preguntas y solo existía una persona con la disposición para responder cada una de ellas.
Mi padre.
—Desde que desperté has estado extraña —una mueca adornó su rostro&md
CAPÍTULO 18 PARTE 2POV CALEB—Joven Caleb, es muy bueno verlo de nuevo —comentó una de las chicas de servicio con la cual me había acostado un par de veces.Solo asentí y entré. No quería dar pie para hablar de temas del pasado. — ¿Mi padre? —pregunté secamente.—Se encuentra en su estudio —cuando vio que me dirigía hasta allá, aclaró—. El señor dejo comunicado que no lo fueran a interrumpir.Hice caso omiso y continué. Necesitaba que me ayudara en un pequeño problema y desde ahora sabia sus posibles respuestas. “Ahora te acuerdas que tienes padre” “¿Por qué lo haría si nunca haces caso a lo que te digo?” &
—Gabriel —susurré atónita.Quedé estática en mi lugar mientras me perdía al observar esos grisáceos que tanta alegría me daban… sentía que si dejaba de mirarlo Gabriel se irá y no lo podía permitir.Diablos, lo había extrañado tanto.—Emm, mi Emm —sus ojos se volvieron vidriosos; su mano derecha se dirigió a mi rostro tocándolo tan delicadamente, era como si tuviera miedo de romperme—. Perdona...—No —lo interrumpí de inmediato—. No hay nada que perdonar…nada.Negó acercándose.Mis manos picaban por tocarlo, mis labios cosquilleaban por tener una mínima fricción con los suyos, mi corazón latía desmesuradamente y las lágrimas no dejaban de salir. — ¿Por qué ere
CAPITULO 20—Tienes que aprender a controlarte y para eso Luci te ayudara —Comentó Gabriel. Asentí sin más, aunque no me gustara la idea.— ¿Y si no aprendo a controlarme? —pregunté en un susurro, manteniendo mi mirada en el suelo.Estaba demasiado confundida y asustada. No sabía que debía de hacer de ahora en adelante.—Acabarías con todo a tu alrededor —explicó Caleb, rápidamente alcé mi mirada hacia él.— ¿Acaso puedo hacer eso? —los miré horrorizada a ambos, me levanté de aquel sillón donde había permanecido por varios minutos después de que Caleb me dijera el cambio de color de mis ojos. Quería una explicación.—Eso y más mi Luna —Gabriel se acercó y me abrazó—. Pero tranquila, no dejar
Hace varios minutos había despertado, más sin embargo mis ojos aun seguían cerrados, no quería abrirlos.No quería saber quién era el dueño de aquellas caricias que estaba recibiendo justo en este momento.—Estas despierta, lo se Kalil —detuvo sus caricias y por un instante me vi extrañando su toque en mi piel.¿Kalil? Abrí mis ojos y lo primero que vi fue su rostro a milímetros del mío, ahogué un gemido.Me separé y me levanté lo más rápido posible.—Tres cosas —señalé, apuntándolo—. No me vuelvas a tocar Aren. Dos, mi nombre es Emma, no Kalil. Tres y más importante, déjame volver con mi prometido.No dijo nada, solo se quedó ahí sentado observándome por completa, me miraba como si fuera l
Todos planeamos nuestro futuro, tenemos grandes sueños y metas que con el tiempo batallamos para conseguirlos, la vida se trata de luchar por lo que te hace feliz, vivir por ello y ser quien quieres ser, eso hacia yo hasta aquel día en donde todo cambio , en el que me di cuenta que toda mi vida ya estaba planeada y mi decisión u opinión no contaban para nada. Antes de nacer, mi vida estaba escrita, mi cuerpo y alma le pertenecían, pero mi ser, junto con esa parte rebelde que todos tenemos se rehusaba a ello, era alguien libre y no dejaría de serlo, lucharía, aunque me enfrentara a un campo de guerra donde no tenía ni la mínima ventaja para salir victoriosa.
Anoche cuando Gabriel se fue, miles de pensamientos me saturaron, mandándome a pasar por diferentes cambios de humor en menos de dos minutos. Fue un récord total.No podía dejar que me afectara de esa forma.Hace más de media hora que estaba despierta, las ganas de querer levantarme eran igual a cero. No salir de la habitación y que la realidad terminara golpeándome en la cara más de lo que quería hacer al levantarme esta mañana, en una cama que no era la mía, que a pesar de ser muy cómoda preferiría mil veces mi antiguo lecho, mi antig
Desperté un poco agitada de aquel confuso y loco sueño. Desde que supe y estuve al tanto que existía este mundo sobrenatural, venían sucediéndome extraños sucesos en mis sueños. Recordaba como mi madre me decía que nunca debíamos de ignorarlos, pues estos nos avisaban cosas que pasarían o que estaban sucediendo.Derrotada y con un gran suspiro me levante de la cama. Una idea llego a mí haciéndome apurar para arreglarme. Hoy no era la excepción, hacia igual o aún más frio que ayer. Pero sabían quién me mantendría cálida.
¿Por qué tenían que tener ese instinto de protección tan elevado estos hombres? ¿Por qué me tenía que tocar un Alpha y no cualquier lobo normal? ¿Por qué ser una descendiente tuya Nalu? ¿Sería capaz de soportar todos los instintos de Gabriel?Solo quería lo mejor para él, no soportaría que algo malo le pasara por mi culpa, nunca me lo perdonaría.—Está bien —murmuré—. ¿Te puedes ir? Necesito descansar.
Último capítulo