¿Por qué tenían que tener ese instinto de protección tan elevado estos hombres? ¿Por qué me tenía que tocar un Alpha y no cualquier lobo normal? ¿Por qué ser una descendiente tuya Nalu? ¿Sería capaz de soportar todos los instintos de Gabriel?
Solo quería lo mejor para él, no soportaría que algo malo le pasara por mi culpa, nunca me lo perdonaría.
—Está bien —murmuré—. ¿Te puedes ir? Necesito descansar.
La persona que pensé que solo existía en mi mente, ahora estaba justo en frente de nosotros. Mi cuerpo se estremeció mientras sentía como mis piernas flaqueaban, amenazándome con caerme.Owen se dio cuenta de mi estado y me agarró fuertemente de la cintura.Sabía que tendría que verlo, lo sabía, pero no esperaba que ese momento llegara tan pronto, no estaba preparada y tal vez nunca lo estaría.—Solo diré una cosa
Habían pasado dos meses desde aquella noche donde Gabriel me propuso matrimonio, debía admitir que habían sido los mejores meses de mi vida, este tiempo nos había ayudado a conocernos más y a fortalecer nuestro vínculo. No obstante, teníamos altas y bajas en nuestra relación, pero lo superábamos con amor y compresión. Decidí que lo mejor sería casarnos cuando todos los problemas estuvieran arreglados, no quería ningún contratiempo en mi boda.Con el tema de mi madre, le exigí a mi padre que me revelara la verdad e igual que yo, pensó que estaba muerta. Gabriel había estado buscándola, pero aun sus búsquedas no daban fruto y empezaba a desesperarme. Caleb no se volvió a infiltrar en mis sueños y me causaba un poco de temor. Sabia con certeza que estaba planeando algo y por el tiempo que llevaba, debía de ser algo grande.
Un mes después. —Buenos días —saludé, entrando a la cocina.Fui hasta uno de los bancos que se encontraban junto a la isla y me senté.—Buenos días Emi —respondió Caleb, dándome un recorrido con su mirada.Carraspeé para llamar su atención, solo sonrió y siguió batiendo algunos huevos.Traía puesto unos pantalones de chándal, pero su torso estaba al descubierto, dejándome así, una magnifica vista de su gran espalda ancha.—Huele delicioso. Tengo mucha hambre —mi estómago dio un gran rugido de confirmación. Sentí como inmediatamente mi rostro ardía de la vergüenza.Caleb detuvo lo que estaba haciendo, y vino hasta mi con una sonrisa burlona plasmada en su rostro.—Tu estomago me l
—Buscaremos otra ayuda, tiene que haber otra solución…solo tenemos que investigar y la encontraremos.Habló Caleb, mientras trataba de convencerme. Estaba caminando de un lado a otro como un perro enjaulado.Quise reírme por mi pensamiento.—Esta es la única solución Caleb, además, no tengo tiempo —suspiré rendida—. Faltan nueve días.El negó con sus ojos vidriosos.—Si lo haces, te perderé…todos te perderemos Emmi. Entiende, será como si nunca hubieras existido. No te acordaras de nada, empezaras de cero.Se acercó hasta mí con una mirada completamente herida.—Hablas como si pensaras que esto no me duele —susurré—. Por más que apagué el botón de mis sentimientos aparentemente, es algo natural sentir y sí, me duele. Me du
Abrí los ojos poco a poco, acostumbrándome a la luz que se filtraba por las grandes ventanas. Ahogué un jadeo cuando observé el lugar, las lágrimas se acumularon en mis ojos sin poder evitarlo. Pensé que nunca volvería a estar aquí. Me traía tantos recuerdos hermosos que terminaban siendo dolorosos por el giro que había dado nuestra historia. Solo esperaba que las decisiones tomadas no llegaran afectar nuestro futuro, un futuro incierto, donde nos embarcaríamos sin destino alguno. Solo me aferraba a algo y eran aquellas palabras de Gloria. “Si dos almas están destinadas a estar juntas, lo estarán sin importar las consecuencias u obstáculos que la vida les presente.” Y que obstáculos habíamos tenido Gabriel y yo, pero sabía que al final del día, él era mío y yo suya. Escuché como la puerta era abierta y rápidamente dirigí mi mirada a ella, encontrándome ansiosa y deseosa por la persona que l
—Ven, hay que irnos ya. Ha llegado.Se levantó y extendió su mano para ayudarme. Arrugué mi entrecejo viéndolo totalmente confundida, insistió nuevamente y la acepté.— ¿Quién? —Pregunté—. Tu amiga.—Sí Emm —sonrió—. Ya es hora mi Luna.Sonreí igual y me dejé guiar en el camino a casa, intentaba memorizármelo. En el transcurso nadie dijo nada, un silencio nos arropaba mientras sin poder evitarlo me hacia las preguntas esenciales.¿Qué pasaría después de esto?, ¿Me marcaria?, ¿Gabriel volvería?, ¿La tranquilidad regresaría?Eran varias preguntas y ninguna sin respuesta alguna.Media hora después nos encontrábamos en la sala, dándome de cara con una completa desconocida. Esa chica debería de tene
CAPÍTULO 18—¿Te sucede algo? –Preguntó Owen, quien se encontraba a mi lado—. Pensé que estarías feliz mi Luna, pero es todo lo contrario.Volteé a mirarlo quedándome más de lo normal observándolo, mis pensamientos estaban en otro lugar. Cuando vi que me había tardado respondí.—Estoy feliz, demasiado —le mostré una dulce sonrisa intentando persuadirlo, pero sabía que no me creería.El me conocía lo suficiente para saber que algo me sucedía, lo recién revelado me había dejado con tantas incógnitas; necesitaba una respuesta a mis preguntas y solo existía una persona con la disposición para responder cada una de ellas.Mi padre. —Desde que desperté has estado extraña —una mueca adornó su rostro&md
CAPÍTULO 18 PARTE 2POV CALEB—Joven Caleb, es muy bueno verlo de nuevo —comentó una de las chicas de servicio con la cual me había acostado un par de veces.Solo asentí y entré. No quería dar pie para hablar de temas del pasado. — ¿Mi padre? —pregunté secamente.—Se encuentra en su estudio —cuando vio que me dirigía hasta allá, aclaró—. El señor dejo comunicado que no lo fueran a interrumpir.Hice caso omiso y continué. Necesitaba que me ayudara en un pequeño problema y desde ahora sabia sus posibles respuestas. “Ahora te acuerdas que tienes padre” “¿Por qué lo haría si nunca haces caso a lo que te digo?” &