Briana y Kevin como Alfas supremos tenían muchas ocupaciones en el mudo entero, no fueron reyes que exigieron respeto e impuesto a todos para ellos pasear con una corona en la cabeza, por el contrario, en persona apoyaron donando muchísimo dinero para organizar nuevas manadas, todos los lobos se inclinaban solo al verlos, esta vez no eran reyes elegidos por el pueblo, si no impuestos por la diosa Selene. —Kevin nos toca ir a Siberia —vio Briana en el itinerario que le había enviado Emma que estaba en Alaska con Arthur reconstruyendo Luna de Hielo, ahora fusionada con la manada Celeste. Briana y Kevin estaban en su casa de New York, ella en el escritorio siempre organizada y Kevin con su traje de corbata porque debía ir a la empresa e iba a despedirse. —Bueno, si te llega el celo en Siberia, Baly disfrutará mucho con Kila. Briana casi escupe el agua que tomaba riendo. —No puedo creer que esa gente se niegue a tomar su forma humana, pero con este calor me agradará ¿tú no tienes calor
Briana practicaba con su padre con las espadas, esta vez estaba cerca de poder vencerlo y la alegría de poder contra el fuerte Alfa era embriagadora. —Ríndete padre —expresó con dientes apretados y su padre sonrió con la espada contra la suya, se agachó y dio la vuelta para sorprenderla, pero ella logró defenderse y frenar el ataque. —Has aprendido hija, eres una poderosa Alfa, mejor que yo a tu corta edad. Briana se sintió orgullosa y abrazó a su padre. —Aprendí del mejor —expresó orgullosa de él. En ese momento el viento cambió de dirección y sintió el ligero, pero inequívoco efluvio, su pareja destinada, estaba cerca, por fin. —¡¿Briana a dónde vas?! —gritó su padre cuando la vio saltando desde la terraza en dirección al bosque. —Mi mate… —fue la única declaración de Brianna y no le importó las indicaciones de no adentrarse en el bosque. Briana escuchó los llamados preocupados de su padre, pero no le importó, necesitaba alcanzar a su pareja.
Alaska. —¡¿Que mi madre me está ofreciendo en matrimonio?! —Exclamó Briana escandalizada. —Es lo que entendí —le informó Emma, abogada y administradora, también mejor amiga de Briana rehuyendo su mirada. —Pero yo soy la Alfa de la manada, no debo casarme con nadie, solo necesitamos ayuda para luchar. —Amiga, tu madre apenas se mantiene en pie, acaba de perder a su mate, lo hace por sus hijas y manada, ella no puede soportar que tú pelees contra la jauría de Rogues que vendrá ahora que mataron a tu padre. —Pero eso no explica el por qué debo casarme. —Puede que yo haya sugerido la idea, en realidad —reveló Emma con voz entrecortada. —¡¿Qué?! —Es el único vínculo legal viable, no podemos darle sociedad en nuestras tierras. —Pero sí pueden venderme a mí —Briana caminó de un extremo al otro del salón—. ¿Con quién mi madre y tú planearon que me case? ¿Si se puede saber?… —Amiga, ¿crees que hubiera propuesto la idea si hubiera sido alguien asqueroso? —Emma puso los ojos e
Briana escapó de su casa en cuanto sabía que el cambio de guardia en las fronteras le daría unos minutos. Justo antes del amanecer, corrió dando libertad a Kila y no paró hasta que supo que su aroma estaba muy lejos. Emma apenas se levantó fue a buscarla y no la encontró en su habitación, solo una escueta nota que decía: “Yo sola arreglaré mis problemas”. En New York, Kevin despertó en guardia al sentir la presencia de alguien distinto en su casa, se tranquilizó al ver que era su padre. —¿Qué has decidido? —preguntó Ryan con las manos en la cintura. —Padre que invadas mi casa no me hará aceptar casarme con esa chica —en eso se dio cuenta que no detectaba la presencia de Ava— ¿viste a Ava cuando llegaste? —Me obligas a ser duro contigo, porque no te conformas con sencillamente seguir mi orden. —¿Qué hiciste padre? —Lo que debí hacer desde hace tiempo, Ava debe estar llegando a Alaska, permanecerá en los calabozos de la manada, a menos que cumplas con tu d
Kevin cargó a Briana como un saco al hombro, poco le importó los golpes que la chica le daba en la espalda. —Silencio niña, no eres capaz de hacerme daño, solo irritarme más de lo que estoy. —No puedes tratarme de esta manera, es indignante, ¿acaso no te enseñaron la manera correcta de dirigirse a una Alfa? —Estoy a punto de devolverte al río y espero que solo seas una loca y no quien dices ser. Jamás he escuchado de un lobo que pierda sus poderes, la cosa es que si en Luna de Hielo tienen humanos como mascotas es mucho peor ¿qué clase de manada es Luna de Hielo? —masculló Kevin. Pero a Briana no le importaban sus cavilaciones, estaba ya bastante preocupada por su situación. «Kila ¿dónde estás?» Repetía en su fuero interno, sin obtener respuestas. Kevin corrió a velocidad sobrenatural hasta su manada y la metió en un jeep. Mucho más desconcertada quedó Briana al sentir náuseas por la hiper velocidad que ella siempre ha disfrutado. Kevin no se dio cuenta d
Briana quería regresar a su recamara, pero Kevin no se lo permitió. —Quita esa cara, no quiero que se enfrenten nuestras manadas y nos matemos antes que lleguen los Rogues. Ryan pidió un aplauso para los novios y Emma se encargó de poner música y que se diera mucha comida, para que las dos manadas comiencen a convivir en armonía. Después de un rato, Thalia se acercó a los novios. —Briana ven conmigo —su hija la miró esperanzada en que hubiera entrado en razón—. Les recuerdo que deben comportarse con propiedad, ya que es evidente que su unión no es destinada por nuestra magia —ahora se dirigió a Kevin—, dentro de un rato despidete, les he asignado una habitación para ustedes, vengo a recordarle que no debe marcar a Briana. —¿Tanto me odias por ser la culpable de la muerte de mi padre? —murmuró Briana a su madre, Kevin las miró asqueado, pensando lo peor de Briana. «Si fue capaz de llevar a su padre a la muerte quizás por eso le quitaron sus poderes» Esta nueva
—Kevin, me haces daño —dijo Briana sin poder evitar llorar de dolor, su carne está a su merced ya que toda la ropa yace echa girones en el piso, el Alfa gruñé y existe una sola manera de que le demuestre que ella debe estar a su merced, se metió entre sus piernas, embistió su carne inocente de un tirón haciendola gritar y en su vida ni siquiera al recibir su loba por primera vez sintió un dolor semejante, siente como si hubieran puesto un soplete en su cavidad, no conforme entró y salió furioso una y otra vez y ella siente tanto dolor que desea desmayarse, pero lamentablemente no tiene tanta suerte, él está bufando y gruñendo desesperado. —Por favor, me haces daño, para, por favor, para —suplicaba ella. Pero ya no tiene fuerzas para gritar y ha optado por quedarse suave como una muñeca de trapo para evitar que la mate, porque sus heridas no sanaban rápido como siempre… Él llegó a la liberación y salió de ella, está desconcertado, pero la voz de súplica, la escuchó Kevin di
Ryan con toda su manada tuvieron que regresar a sus tierras, el ejército de Luna de Hielo le pidió respetuosamente, pero de manera tajante que solo seguirán órdenes de su Alfa Briana, y pues ella no colaboró y le pidió a los invitados irse en paz. Ahora Ryan en compañía de su propio ejército busca a Kevin en terrenos de nadie, allí es más difícil, pues no solo pueden haber humanos, también pueden encontrar a los Rogues. Briana iba en la camioneta de la familia, conducía un integrante de su ejército y su madre y hermana junto a ella en la parte trasera. Zulma iba adelante en el puesto de copiloto, detrás y delante de ellos van dos jeep cubriendolos por si acaso, irían hasta el aeropuerto. Emma les había conseguido pasajes directos a Rusia, luego irían al reino de los lobos, una ciudad escondida a la que llaman “la corte”. —Es increíble lo que puede lograr Emma cuando se lo propone —musitó Briana enfurruñada. —Afortunadamente, porque tú no mides las consecuencias