Briana escapó de su casa en cuanto sabía que el cambio de guardia en las fronteras le daría unos minutos.
Justo antes del amanecer, corrió dando libertad a Kila y no paró hasta que supo que su aroma estaba muy lejos.
Emma apenas se levantó fue a buscarla y no la encontró en su habitación, solo una escueta nota que decía: “Yo sola arreglaré mis problemas”.
En New York, Kevin despertó en guardia al sentir la presencia de alguien distinto en su casa, se tranquilizó al ver que era su padre.
—¿Qué has decidido? —preguntó Ryan con las manos en la cintura.
—Padre que invadas mi casa no me hará aceptar casarme con esa chica —en eso se dio cuenta que no detectaba la presencia de Ava— ¿viste a Ava cuando llegaste?
—Me obligas a ser duro contigo, porque no te conformas con sencillamente seguir mi orden.
—¿Qué hiciste padre?
—Lo que debí hacer desde hace tiempo, Ava debe estar llegando a Alaska, permanecerá en los calabozos de la manada, a menos que cumplas con tu deber.
—Pero que carajo, ella no ha hecho nada malo.
—¿Que no?, nadie me juzgará, debí hacerlo desde el principio, incluso mi deber es entregarla a la manada de su pareja destinada dónde si no acata la orden la obligarán, o tendrá que atenerse a las consecuencias.
—No serías capaz, no puedes hacerme esto a mí.
—No me sigas poniendo a prueba Kevin, vístete y ordena a tu Beta y Delta que nos vamos.
—No te perdonaré nunca esta humillación padre.
—Quizás sientas dolor por mi traición, pues el dolor que siente el lobo al que Ava a traicionado es cien veces peor de lo que tú sientes ahora.
Kevin junto a Bradley y Arthur, su Beta y Delta, fueron en el avión privado de Celeste Diamond, la empresa de la manada en la que Kevin es CEO, acompañando al Alfa Ryan y la luna Thalia y su amargada hechicera, una mujer que no le da buena espina a Kevin.
Llegaron a Alaska y las mujeres fueron a preparar todo en la manada Luna de Hielo, Kevin quería ver a Ava, pero su padre no lo permitió.
Le dijo que primero debía cumplir con su parte del acuerdo, furioso con su padre y resistiendo el impulso de enfrentarse a él dejó salir a su lobo, pero solo para alejarse de allí.
«Baly, amigo, sé que tú y yo no nos hemos llevado muy bien últimamente, pero ahora eres libre, veamos que tan rápido puedes correr y escapar momentáneamente de nuestras obligaciones»
«Sientes eso humano estúpido, el efluvio, es nuestra luna» —le habló Baly quien se habia negado a dirigirle la palabra en los últimos tiempos.
Kevin sintió ese cosquilleo de reconocimiento y una alegría enorme, pero el efluvio era débil.
Mientras tanto en la manada Luna de Hielo Emma recibió a Thalia muy angustiada enseñándole la nota que dejó Briana.
—Luna Thalia, creo que Briana fue a buscar a los Rogues, o no sé qué planea.
—Yo no aguantaré más —expresó Thalia dejándose caer en un sillón—, ya a duras penas aguanto la pena de perder a Albert, no resistiré perder a Briana.
—Briana es una irresponsable, se cree que es infalible, como se le ocurre, sólo conseguirá que la maten —objetó su hermana Sophia con rencor—, por su imprudencia murió mi padre, ahora hará que también mamá muera de pena.
—Calla Sophia —le pidió Emma—, no compliques las cosas.
—Tú no eres nadie…
—Silencio—las interrumpió Zulma, la hechicera y mano derecha del Alfa y su luna—, tengo una idea.
—Briana no nos lo perdonará —musitó Emma mordiendo sus uñas, cuando entendió el hechizo que preparaba Zulma.
—La prefiero odiandome que muerta —respondió Thalia.
Briana estaba internada en el bosque cuando sintió nuevamente el lejano efluvio de su pareja, se sintió emocionada y que valió la pena escapar.
Corrió en busca de ese embriagador aroma, al llegar al enorme río que divide de forma natural el lindero con la Manada Celeste sintió que se alejaba cada vez más el efluvio.
Así que se lanzó al caudaloso río.
Los lobos no eran los mejores nadadores, pero Kila era una loba fuerte y luchaba además sin cansarse por el río dejándose llevar por la corriente y atenta al momento que deba salirse.
Estaba muy contenta, ahora el aroma era más perceptible.
Se estaba acercando, pero de repente su loba la abandonó.
Fue algo espeluznante y nunca antes vivido, quedó ella en su forma humana, no solamente asustada, ahora el río era tan fuerte que ella no podía ni siquiera mantenerse a flote.
—Kila, ¿qué es esto, ay diosa protégeme? —murmuró una plegaría desesperada y ya tragando agua—. ¡¡¡Auxilio!!!
Baly corría a la orilla del río, sentía cerca a su luna, pero de repente desapareció el rastro, decepcionado paró viendo hacia el bosque, cuando escuchó los gritos desesperados de una mujer en el río.
«Baly, se ahogará»
«¿Qué diablos hace una humana dentro de este río tan caudaloso?».
«Sé que estás decepcionado, pero debemos salvarla».
Baly saltó al río y casi de inmediato vio el cabello largo de una mujer, ya no gritaba, nadó a toda velocidad y se metió bajo el pecho de ella y la empujó a la orilla.
«Hazte cargo Kevin, no puedo dar resucitación con mi hocico».
Kevin se materializó y se sorprendió al ver a la chica desnuda por completo.
—Hey, muñeca, por favor, no te mueras, eres muy bonita para que te mueras —Kevin le dio masaje cardiaco y sopló en su boca tapando su nariz, contaba cuando le daba el masaje y soplaba, hasta que logró que Briana escupiera mucha agua, raspando la garganta y con la nariz irritada—, eso es cariño, regresaste bonita —Kevin se sentía en verdad muy contento, había salvado una vida humana.
—¿Quién eres tú? —preguntó Briana desconcertada y tratando de quitarse a ese hombre enorme de encima.
—Tu salvador muñeca, pero solo llámame Kevin —le respondió él regalándole su mejor sonrisa.
—Por favor —Briana tosió…
—Con calma, preciosa —Kevin acarició su espalda tratando de calmar los espasmos de Brianna que no podía hablar de tanto toser.
—No lo entiendo, pero por favor.
—Estás desconcertada —Kevin la abrazó—, ya estarás mejor.
—Pero suélteme de una vez.
—¡Ah!... —Kevin estaba estupefacto con esta humana malagradecida.
—Sí, suelteme —espetó un poco más claro Briana, aparte de sentirse muy confundida por la abrupta pérdida de su loba, este hombre loco insiste en manosearla—. Usted no puede dirigirse a mí con ínfulas y confianza, debe respetar mi posición como… —Briana no podía creer que este hombre la tratara de esa manera, desde que tiene uso de razón todos los hombres lobo la han tratado con el respeto que se merece como Alfa heredera, y los humanos no son así de atrevidos, ella estaba aún muy aturdida.
—Pero qué diablos, eres una malagradecida, te acabo de salvar de que te ahogaras, mujer absurda, ¿quién te crees?
Briana estuvo a punto de decirle que ella era la Alfa de la Manada Luna de hielo, pero entonces no percibió aroma, no sabía si era humano o licántropo.
«¿Qué es esto?»
Briana olfateó el pecho del hombre nerviosa.
—¿Qué te pasa, mujer?, ¿tienes una contusión acaso?
—Es que no puedo —Briana volvió a callar—, ¿tú eres humano? —Briana lo observó y no sabía de qué otra manera decirlo, pero es que no detecta nada en él, así que volvió a olerlo, Kevin que está seguro que ella es una humana, solo entiende que ella está loca.
—Salgamos de aquí, que te vea un médico.
—Pero no me contestaste, porque no puedo entender, ¿qué me pasó?
—No soy un alien, no te preocupes.
—Un momento ¿por qué estás desnudo?, los humanos no pasean desnudos.
—Bueno muñeca, estoy muy seguro que eres humana y también estás desnuda, no te preocupes, no estabas haciendo cosas indebidas conmigo, si lo hubiéramos hecho lo recordarías.
—Quiero ir con mi familia.
—Está bien, yo te llevaré, pero creo que primero debo llevarte a un hospital.
—No… —los licántropos no iban a hospitales, tampoco lo necesitaban y si fueran por casualidad, los médicos humanos se darían cuenta de que no son humanos normales—. Este, muchas gracias, pero solo quiero regresar a mi casa.
—Bueno te llevó a tu casa entonces.
—Es que no puedo llevarte a mi casa.
—Por eso dije que te llevaría yo —Kevin se echó a reír—, salí a dar un paseo y me conseguí con la chica más extraña que he conocido, aunque es un placer verte —la inspeccionó de arriba abajo—, solo ven, al menos déjame encontrarte algo que ponerte, estas tiritando de frío.
Era cierto, ella jamás había sentido un frío semejante, él trató de acercarse a ella para llevarla y ella dio un paso atrás.
—No puedes entender que no puedes tocarme, que no somos iguales.
—Niña presumida si quieres congelarte es tu problema, yo me voy —Kevin dio dos pasos lejos de ella y volteó a verla, no era un ser despiadado, no podía dejarla allí con los labios azules de frío—, vendrás conmigo por las buenas o por las malas.
—No puedes obligarme, eres un simple hombre.
Kevin sonrió y fue por ella y estiró su mano para cargarla como un saco, pero ella hizo una maniobra defensiva que lo sorprendió y casi le hace una llave, pero era una humana sin fuerza comparable con él.
La dejó hacer, sabiendo que no podría moverlo y en ese momento vio en el antebrazo izquierdo de ella un tatuaje de una luna llena entre dos nubes, él vio ese tatuaje en Luna Thalia.
—¿Qué demonios hace una humana en Luna de Hielo?
—Cómo sabes el nombre de mi manada.
—Los humanos no tienen manadas, niña —Kevin le respondió sin titubeos, ahora sabía que ella sabía de los licántropos.
—¿Quién eres?
—Mi nombre es Kevin Taylor.
—Eres el Alfa que planean casar conmigo…
Kevin cargó a Briana como un saco al hombro, poco le importó los golpes que la chica le daba en la espalda. —Silencio niña, no eres capaz de hacerme daño, solo irritarme más de lo que estoy. —No puedes tratarme de esta manera, es indignante, ¿acaso no te enseñaron la manera correcta de dirigirse a una Alfa? —Estoy a punto de devolverte al río y espero que solo seas una loca y no quien dices ser. Jamás he escuchado de un lobo que pierda sus poderes, la cosa es que si en Luna de Hielo tienen humanos como mascotas es mucho peor ¿qué clase de manada es Luna de Hielo? —masculló Kevin. Pero a Briana no le importaban sus cavilaciones, estaba ya bastante preocupada por su situación. «Kila ¿dónde estás?» Repetía en su fuero interno, sin obtener respuestas. Kevin corrió a velocidad sobrenatural hasta su manada y la metió en un jeep. Mucho más desconcertada quedó Briana al sentir náuseas por la hiper velocidad que ella siempre ha disfrutado. Kevin no se dio cuenta d
Briana quería regresar a su recamara, pero Kevin no se lo permitió. —Quita esa cara, no quiero que se enfrenten nuestras manadas y nos matemos antes que lleguen los Rogues. Ryan pidió un aplauso para los novios y Emma se encargó de poner música y que se diera mucha comida, para que las dos manadas comiencen a convivir en armonía. Después de un rato, Thalia se acercó a los novios. —Briana ven conmigo —su hija la miró esperanzada en que hubiera entrado en razón—. Les recuerdo que deben comportarse con propiedad, ya que es evidente que su unión no es destinada por nuestra magia —ahora se dirigió a Kevin—, dentro de un rato despidete, les he asignado una habitación para ustedes, vengo a recordarle que no debe marcar a Briana. —¿Tanto me odias por ser la culpable de la muerte de mi padre? —murmuró Briana a su madre, Kevin las miró asqueado, pensando lo peor de Briana. «Si fue capaz de llevar a su padre a la muerte quizás por eso le quitaron sus poderes» Esta nueva
—Kevin, me haces daño —dijo Briana sin poder evitar llorar de dolor, su carne está a su merced ya que toda la ropa yace echa girones en el piso, el Alfa gruñé y existe una sola manera de que le demuestre que ella debe estar a su merced, se metió entre sus piernas, embistió su carne inocente de un tirón haciendola gritar y en su vida ni siquiera al recibir su loba por primera vez sintió un dolor semejante, siente como si hubieran puesto un soplete en su cavidad, no conforme entró y salió furioso una y otra vez y ella siente tanto dolor que desea desmayarse, pero lamentablemente no tiene tanta suerte, él está bufando y gruñendo desesperado. —Por favor, me haces daño, para, por favor, para —suplicaba ella. Pero ya no tiene fuerzas para gritar y ha optado por quedarse suave como una muñeca de trapo para evitar que la mate, porque sus heridas no sanaban rápido como siempre… Él llegó a la liberación y salió de ella, está desconcertado, pero la voz de súplica, la escuchó Kevin di
Ryan con toda su manada tuvieron que regresar a sus tierras, el ejército de Luna de Hielo le pidió respetuosamente, pero de manera tajante que solo seguirán órdenes de su Alfa Briana, y pues ella no colaboró y le pidió a los invitados irse en paz. Ahora Ryan en compañía de su propio ejército busca a Kevin en terrenos de nadie, allí es más difícil, pues no solo pueden haber humanos, también pueden encontrar a los Rogues. Briana iba en la camioneta de la familia, conducía un integrante de su ejército y su madre y hermana junto a ella en la parte trasera. Zulma iba adelante en el puesto de copiloto, detrás y delante de ellos van dos jeep cubriendolos por si acaso, irían hasta el aeropuerto. Emma les había conseguido pasajes directos a Rusia, luego irían al reino de los lobos, una ciudad escondida a la que llaman “la corte”. —Es increíble lo que puede lograr Emma cuando se lo propone —musitó Briana enfurruñada. —Afortunadamente, porque tú no mides las consecuencias
Briana sintió mucha rabia, por sentirse vulnerable ante este lobo que no conocía y que la iba a matar. —Adelante, ¡mátame de una vez! El lobo se acercó a ella en segundos y Briana solo cerró los ojos esperando su inminente final, pero no pasó nada. Se atrevió a abrir los ojos segundos después y vio al lobo examinando el entorno, sacó la enorme cabeza de la camioneta y olfateó con desagrado a Zulma. Sacó su cuerpo sin vida utilizando su hocico y la acostó fuera, luego sacó el asiento que aprisionaba a Briana, ella gritó de dolor y más lobos llegaron. El lobo color chocolate se detuvo frente a ellos con todo el pelaje erizado y gruñendo. El lobo que encabezaba los nuevos integrantes era un poco más claro y se transformó en hombre. —¿Cómo estás viejo amigo? —le preguntó al lobo color chocolate, Briana vio que era el Alfa Ryan—, sé que no estás muy bien que se diga con Kevin, pero si lo dejas salir, te prometo que te ayudaré. El lobo color chocolate mostró sus e
Briana llegó en un jeep de su manada a la Manada Celeste. Kevin estaba inconsciente y su padre lo llevó a su propia manada, Briana no lo siguió de inmediato, quería ir sola, habían cosas que debía averiguar. En la entrada le permitieron la entrada con el respeto y cortesía dados a una Alfa, aunque solo fuera humana; en la entrada de la casa estaba una mujer atractiva de cabello castaño oscuro muy erguida discutiendo con una chica. —No entrarás Ava, muchas gracias por preocuparte por mi hijo, pero a mi casa y mi cara la respetan, ahora vete a hacer tus obligaciones. Ava miró a Briana y pasó por su lado gruñendo. Briana entendió que era la loba que vio con Kevin, pero por su actitud, porque por la lejanía y oscuridad no podía estar segura. —Buenos días, perdone, supongo es usted la Luna. —Así es, mi nombre es Carrie, es un placer conocerla hoy, no pude el otro día. —Luna Carrie, perdone, pero… —No, ni se te ocurra disculparte, pasa adelante. Debes querer ver
Briana salía de la habitación de Zulma con su grimorio en sus manos. —Alfa Briana, en la sala la espera el Alfa Kevin —indicó una joven del servicio de la casa. —Gracias, iré de inmediato —Briana pensaba ir ella a la Manada Celeste para conversar con Kevin, pensó que él se había acercado a pedirle perdón. Sin embargo la actitud de Kevin no demuestra humildad, todo lo contrario, la espera de pie; incluso con las manos en la cadera, llenando el espacio con su porte de Alfa. —Alfa Kevin, pensaba ir a Manada Celeste a hablar con usted —inquirió ella con la misma actitud que él. Kevin observó el libro con portada de cuero con el símbolo de los hechiceros antiguos en las manos de Briana. —¿Qué demonios fue lo que me hiciste? —preguntó Kevin indignado y seguro de su culpabilidad. —¿Perdón? —contestó Briana impactada, cruzó los brazos y dejó salir una risa burlona. —No te hagas la inocente, después de hablar contigo no me siento bien, ¡tú me hechizaste! —¿Acaso eres
Kevin se sintió vacío en cuanto escuchó las frías palabras de Briana, la soltó, pero no se separó sintiéndose aún aturdido. —¿Qué tendrás que me fascinas? Briana seguía contra la pared y las palabras de Kevin la tomaron por sorpresa, sintió una extraña descarga explotar en su pecho y sus mejillas se coloraron. Kevin sonrió con suficiencia e inhaló fuerte por la nariz, y ahora ella no tiene miedo, pero sí una terrible vergüenza, él es lobo y sabe exactamente lo que ella acaba de sentir ante sus simples palabras, quiere patearse a sí misma. Caminó junto a él. —Sígueme, te presentaré a mi ejército. —¡Su atención, por favor! —gritó Briana, todos los hombres hicieron formación delante de ella. —Son muy pocos —interrumpió Kevin antes que Briana le diera permiso de hablar, ella lo miró con un perfecto mohín de desaprobación—. ¿Qué?, ah, por favor, no me veas así, no estamos para protocolos absurdos. —No es un protocolo absurdo —pronunció ella con los puños apretad