Briana escapó de su casa en cuanto sabía que el cambio de guardia en las fronteras le daría unos minutos. Justo antes del amanecer, corrió dando libertad a Kila y no paró hasta que supo que su aroma estaba muy lejos. Emma apenas se levantó fue a buscarla y no la encontró en su habitación, solo una escueta nota que decía: “Yo sola arreglaré mis problemas”. En New York, Kevin despertó en guardia al sentir la presencia de alguien distinto en su casa, se tranquilizó al ver que era su padre. —¿Qué has decidido? —preguntó Ryan con las manos en la cintura. —Padre que invadas mi casa no me hará aceptar casarme con esa chica —en eso se dio cuenta que no detectaba la presencia de Ava— ¿viste a Ava cuando llegaste? —Me obligas a ser duro contigo, porque no te conformas con sencillamente seguir mi orden. —¿Qué hiciste padre? —Lo que debí hacer desde hace tiempo, Ava debe estar llegando a Alaska, permanecerá en los calabozos de la manada, a menos que cumplas con tu d
Kevin cargó a Briana como un saco al hombro, poco le importó los golpes que la chica le daba en la espalda. —Silencio niña, no eres capaz de hacerme daño, solo irritarme más de lo que estoy. —No puedes tratarme de esta manera, es indignante, ¿acaso no te enseñaron la manera correcta de dirigirse a una Alfa? —Estoy a punto de devolverte al río y espero que solo seas una loca y no quien dices ser. Jamás he escuchado de un lobo que pierda sus poderes, la cosa es que si en Luna de Hielo tienen humanos como mascotas es mucho peor ¿qué clase de manada es Luna de Hielo? —masculló Kevin. Pero a Briana no le importaban sus cavilaciones, estaba ya bastante preocupada por su situación. «Kila ¿dónde estás?» Repetía en su fuero interno, sin obtener respuestas. Kevin corrió a velocidad sobrenatural hasta su manada y la metió en un jeep. Mucho más desconcertada quedó Briana al sentir náuseas por la hiper velocidad que ella siempre ha disfrutado. Kevin no se dio cuenta d
Briana quería regresar a su recamara, pero Kevin no se lo permitió. —Quita esa cara, no quiero que se enfrenten nuestras manadas y nos matemos antes que lleguen los Rogues. Ryan pidió un aplauso para los novios y Emma se encargó de poner música y que se diera mucha comida, para que las dos manadas comiencen a convivir en armonía. Después de un rato, Thalia se acercó a los novios. —Briana ven conmigo —su hija la miró esperanzada en que hubiera entrado en razón—. Les recuerdo que deben comportarse con propiedad, ya que es evidente que su unión no es destinada por nuestra magia —ahora se dirigió a Kevin—, dentro de un rato despidete, les he asignado una habitación para ustedes, vengo a recordarle que no debe marcar a Briana. —¿Tanto me odias por ser la culpable de la muerte de mi padre? —murmuró Briana a su madre, Kevin las miró asqueado, pensando lo peor de Briana. «Si fue capaz de llevar a su padre a la muerte quizás por eso le quitaron sus poderes» Esta nueva
—Kevin, me haces daño —dijo Briana sin poder evitar llorar de dolor, su carne está a su merced ya que toda la ropa yace echa girones en el piso, el Alfa gruñé y existe una sola manera de que le demuestre que ella debe estar a su merced, se metió entre sus piernas, embistió su carne inocente de un tirón haciendola gritar y en su vida ni siquiera al recibir su loba por primera vez sintió un dolor semejante, siente como si hubieran puesto un soplete en su cavidad, no conforme entró y salió furioso una y otra vez y ella siente tanto dolor que desea desmayarse, pero lamentablemente no tiene tanta suerte, él está bufando y gruñendo desesperado. —Por favor, me haces daño, para, por favor, para —suplicaba ella. Pero ya no tiene fuerzas para gritar y ha optado por quedarse suave como una muñeca de trapo para evitar que la mate, porque sus heridas no sanaban rápido como siempre… Él llegó a la liberación y salió de ella, está desconcertado, pero la voz de súplica, la escuchó Kevin di
Ryan con toda su manada tuvieron que regresar a sus tierras, el ejército de Luna de Hielo le pidió respetuosamente, pero de manera tajante que solo seguirán órdenes de su Alfa Briana, y pues ella no colaboró y le pidió a los invitados irse en paz. Ahora Ryan en compañía de su propio ejército busca a Kevin en terrenos de nadie, allí es más difícil, pues no solo pueden haber humanos, también pueden encontrar a los Rogues. Briana iba en la camioneta de la familia, conducía un integrante de su ejército y su madre y hermana junto a ella en la parte trasera. Zulma iba adelante en el puesto de copiloto, detrás y delante de ellos van dos jeep cubriendolos por si acaso, irían hasta el aeropuerto. Emma les había conseguido pasajes directos a Rusia, luego irían al reino de los lobos, una ciudad escondida a la que llaman “la corte”. —Es increíble lo que puede lograr Emma cuando se lo propone —musitó Briana enfurruñada. —Afortunadamente, porque tú no mides las consecuencias
Briana sintió mucha rabia, por sentirse vulnerable ante este lobo que no conocía y que la iba a matar. —Adelante, ¡mátame de una vez! El lobo se acercó a ella en segundos y Briana solo cerró los ojos esperando su inminente final, pero no pasó nada. Se atrevió a abrir los ojos segundos después y vio al lobo examinando el entorno, sacó la enorme cabeza de la camioneta y olfateó con desagrado a Zulma. Sacó su cuerpo sin vida utilizando su hocico y la acostó fuera, luego sacó el asiento que aprisionaba a Briana, ella gritó de dolor y más lobos llegaron. El lobo color chocolate se detuvo frente a ellos con todo el pelaje erizado y gruñendo. El lobo que encabezaba los nuevos integrantes era un poco más claro y se transformó en hombre. —¿Cómo estás viejo amigo? —le preguntó al lobo color chocolate, Briana vio que era el Alfa Ryan—, sé que no estás muy bien que se diga con Kevin, pero si lo dejas salir, te prometo que te ayudaré. El lobo color chocolate mostró sus e
Briana llegó en un jeep de su manada a la Manada Celeste. Kevin estaba inconsciente y su padre lo llevó a su propia manada, Briana no lo siguió de inmediato, quería ir sola, habían cosas que debía averiguar. En la entrada le permitieron la entrada con el respeto y cortesía dados a una Alfa, aunque solo fuera humana; en la entrada de la casa estaba una mujer atractiva de cabello castaño oscuro muy erguida discutiendo con una chica. —No entrarás Ava, muchas gracias por preocuparte por mi hijo, pero a mi casa y mi cara la respetan, ahora vete a hacer tus obligaciones. Ava miró a Briana y pasó por su lado gruñendo. Briana entendió que era la loba que vio con Kevin, pero por su actitud, porque por la lejanía y oscuridad no podía estar segura. —Buenos días, perdone, supongo es usted la Luna. —Así es, mi nombre es Carrie, es un placer conocerla hoy, no pude el otro día. —Luna Carrie, perdone, pero… —No, ni se te ocurra disculparte, pasa adelante. Debes querer ver
Briana salía de la habitación de Zulma con su grimorio en sus manos. —Alfa Briana, en la sala la espera el Alfa Kevin —indicó una joven del servicio de la casa. —Gracias, iré de inmediato —Briana pensaba ir ella a la Manada Celeste para conversar con Kevin, pensó que él se había acercado a pedirle perdón. Sin embargo la actitud de Kevin no demuestra humildad, todo lo contrario, la espera de pie; incluso con las manos en la cadera, llenando el espacio con su porte de Alfa. —Alfa Kevin, pensaba ir a Manada Celeste a hablar con usted —inquirió ella con la misma actitud que él. Kevin observó el libro con portada de cuero con el símbolo de los hechiceros antiguos en las manos de Briana. —¿Qué demonios fue lo que me hiciste? —preguntó Kevin indignado y seguro de su culpabilidad. —¿Perdón? —contestó Briana impactada, cruzó los brazos y dejó salir una risa burlona. —No te hagas la inocente, después de hablar contigo no me siento bien, ¡tú me hechizaste! —¿Acaso eres