P.O.V Burak ¿Qué mujer tan más atrevida, tan salvaje, se podría decir indomable? De esas mujeres son pocas. Ella no tiene miedo de expresarse. Aunque tuvimos acción en nuestro primer encuentro, debo de decir que La Niña sabe hacerlo bien. Pero no sé si estaría bien ir a buscarla… —Burak, ¿qué opinas? —Escucho un golpe en la mesa y salgo de mi trance. —Sí, ¿qué pasa? —Todos los socios se me quedan mirando. —Que sí estás de acuerdo en invertir el dos por ciento en viñedos. —No sé muy bien de qué están hablando. —Si me disculpan, no me siento bien. —Salgo del lugar. Me voy hasta llegar a la pequeña terraza de la empresa. Tomo una copa y miro hacia la ciudad. —¿Estás bien? —Oigo la voz de Calem. Volteó ligeramente hacia atrás y lo observó. Regreso mi rostro hacia el frente. —Sí, ¿por qué lo dices? —Escucho sus pasos a acercarse. —Desde que fuiste a mi casa y tuviste el encuentro con la prima de mi esposa, te noto diferente. —Y ahora me doy cuenta de que fui realmente obvio. —No l
P.O.V Kira Veo cómo Calem y mi prima se van. Pero también me da mucha vergüenza con Burak por levantarme rápidamente y golpearme la cabeza con la lámpara colgante. Debo de disimular; él no puede ver qué me gusta o qué me gustó el sexo con él. —¿Entonces tú trabajas con Calem? —preguntó y él sonríe. —Creo que eso ya lo sabes. —Y si ya sabía, qué tonta soy. Pero, ¿qué me pasa? ¿Por qué digo tantas cosas tan incoherentes? —Pero mejor dime, ¿cuánto tiempo estarás en Escocia? —Veo que él toma asiento y yo hago lo mismo. —No lo sé, depende. —Intento ser misteriosa. —¿Depende de qué? — Él me mira atentamente. —Si encuentro algo que me detenga, me quedaré más tiempo; si no encuentro nada, pues me iré. —Miro que ha captado mi indirecta. —Esperó y encontré algo que la detenga. —Él me sonríe y veo que tiene una hermosa sonrisa. —Su novia debe de ser muy afortunada, de tener a un hombre tan interesante —le digo sin pensarlo. Veo que me mira muy atentamente. —Por lo que veo es una mujer
P.O.V Larissa Calem llega hasta mí con su corbata en la mano. No sé por qué siento que él va a querer amarrarme. Pero eso está por verse. Me siento en el sillón rojo que está aquí. Se sienta a un lado de mí. Pone su mano en el borde de mi vestido, directo donde está el escote. —Veo que te pusiste muy sexy. Cómo para que los hombres te inviten a tragos. —En eso, tomo sí mano y me subo a horcajadas arriba de él. Lo veo, sensualmente. Tomo ambas manos y las subo arriba de su cabeza. Con la corbata le amarró las manos al tubo que estaba detrás de él. Me separo de él y me mira. —Veo que me leíste el pensamiento. —Pues si tú quieres amarrarme, primero te amarraré yo. ¿Estás de acuerdo? —Los veo a los ojos, esos hermosos ojos. —Claro que sí. Así que disfruta tu momento porque yo disfrutaré el mío. —declara eso y yo saco mis pechos del vestido para que él los vea. Le acerco mis pechos para que juegue con ellos un momento. Siento cómo los chupa. Y tan rica esa sensación. Pero es el momen
P.O.V Larissa (Momentos antes de enterarme que estaba comprometida con un extraño) —¿Qué hay arriba? —le pregunté a mis hermanos porque por mi cumpleaños me han traído a un club nocturno. —Arriba es donde el pecado y la lujuria se unen —responde Dimitry. —Cállate, Dimitry. Verás, hermanita, si ves que cada escalera está iluminada con un color. La del lado derecho está iluminada de rosa para las mujeres; que quieran hombres dispuestos a darles placer y la de la izquierda está iluminada de azul para los hombres, donde encontrarán mujeres encantados de complacerlos —me explica Garald. —¿Pero no pasa nada si una mujer sube al lado azul? —le pregunté y los dos me miran sorprendidos—. Hey, no soy lo que piensan; a mí me gustan los hombres. —Bueno, como sea, hermanita, no pasa nada; aquí respetan las preferencias de cada persona —me dice mi hermano Garald. Seguimos caminando hasta llegar al bar. Veo que el barman se acerca a mis hermanos; no escucho lo que le dicen, pero después
P.O.V Calem Después de años de estar con mi novia estoy listo para contarle todo a mi abuelo ya es momento de que sepa de mi amada. Así que lo busco por toda la casa hasta que lo encuentro en su despacho sentado mirando algunos documentos. Y sin esperar mucho hablo antes de que sea interrumpido. —Hola abuelo —lo saludo. —Hola hijo —me responde. —Abuelo quiero decirte algo —digo. —Claro dime. Camino por la habitacion nervioso sintiendo como mis manos sudan. —Abuelo, quiero que conozcas a mi novia Clara y que me ayudes a pedir su mano —le cuento muy contento. —¡Qué! —Veo asombro en la cara de mi abuelo. —¿Tiene algo de malo, abuelo? —indagó. —Pues creo que ya es momento de lo que sepas —me dice y eso me confunde. —¿Qué pasa, abuelo? —le pregunté. —Tú no puedes casarte con esa mujer porque tú estás comprometido con otra mujer —me explica mi abuelo y siento como si me cayera un balde de agua fría. —¡QUÉ! Pero, ¿cómo —le digo, sorprendido? —Tú estás compr
P.O.V Calem Después de una noche muy larga. Me desperté con un ligero dolor de cabeza. Todo ese día me la pasé pensando en qué podría hacer con respecto a lo de que estoy comprometido con una mujer que no conozco. Pero también estuve pensando en esa mujer tan testaruda y desobediente que conocí. Me alegra que mi Clara no sea así. No podría convivir con ella si fuera así. Me alegra no tener que lidiar con una mujer así, porque no sé qué haría. Pero después de todo un día de pensar en muchas cosas, hoy estoy dispuesto a hablar con mi abuelo e intentar arreglar eso. Busco a mi abuelo y veo que se está preparando para salir. Pero él no me había dicho que saldría. —¿Vas a salir, abuelo? —le preguntó. —Vamos a salir, tú tienes que ir conmigo, vamos a ir por tu prometida. —Eso hace que me moleste. —¡Yo no iré, abuelo! —protestó molesto. —Ya te he dicho que no me levantes la voz. Mira, si no quieres ir, no vayas, pero tú te vas a casar con ella —me regaña y veo cómo se march
P.O.V Anabela. Después de que este hombre viniera y dijera todo esto, no sé cómo decirle a mi hija la verdad. Sé que hice mal en no contarle nada, pero su padre es todo un monstruo, un demonio que el solo hecho de pensar en el siento como todos los vellos de mi cuerpo se erizan al recordar los amargos recuerdos y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Regresó a la realidad enfocándome en mi hija. La veo aquí, sentada enfrente de mí, mirándome atentamente, esperando ver qué es lo que digo y si es verdad; sé que es muy lista e intentará saber si miento o no. —Hija, creo que ya es el momento de decirte toda la verdad —le digo. Veo cómo me mira sin siquiera pestañear. —Espero que me lo digas —menciona y noto cómo me mira. —Es verdad lo que acaba de decir ese hombre, Vladímir no es tu padre biológico. —Confirmó sintiendo una amargura en mi boca—. Tu padre es ese hombre, Dante Ferrara; él es hermano de tu tía Laura.Mencionar ese nombre me causa disgusto y unas fuertes ganas de
P.O.V Dante Veo a una mujer, con unos lindos ojos azules, un cabello oscuro, una piel blanca y unos labios hermosos. Pero ¿por qué me mira tan molesta? Trae un arma en sus manos. Observó que presionaba el gatillo. Siento la sangre saliendo de mí. Despierto completamente asustado con la respiración agitada, me toco el pecho donde me disparo, siento como estoy sudando. —Solo fue una pesadilla. —Respiró más tranquilamente. Me levanto de la cama y me voy al baño. Me tomo una ducha y me veo en el espejo. Observo mis cicatrices en el pecho de los disparos. ¿Por qué no recuerdo todavía nada? Solo recuerdo pequeñas cosas casi insignificantes. ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué no puedo ver su rostro? ¿Por qué se me hace tan familiar? Porque siento que esa mujer lleva algo de mi pasado. Dejo mis pensamientos de lado. Termino de vestirme. Bajo las escaleras. Llego a la mesa y veo a mi familia sentada, desayunando. —Buenos días, madre, padre y hermano —les digo muy amablemente. —Buenos