P.O.V DanteHan pasado varios días desde que mi madre intentó matarme. Y ahora sé que ella está muerta. Y mi padre y mi hermano están lejos de aquí. No regresarán a España. Pero saben que, si regresan, puedo ser capaz de matarlos.Escucho el bip… bip… bip… de la máquina que está a un lado de mí. Pero no me importa; daría la vida por mi hija. Sé que perdí un pulmón. Pero fue por una buena causa. Quiero que algún día mi hija me perdone por completo. Sé que ahora solo tengo una pequeña parte de su perdón, pero sé que todo lo que hice ni con toda mi vida lo pagaré. Veo que la puerta se abre. Entra Anabela.—Veo que no mentías esta vez —agrego. Intento responderle, pero no puedo hacerlo muy bien; solo puedo decir pequeñas frases. —No te esfuerces. Solo vengo a decirte que nunca te perdonaré por haberme hecho la vida imposible. Por destruirme. Ni por haber comprometido a mi hija sin siquiera conocerla, pero si no fuera por mi hija, te mataría en este momento. Pero siempre te tendré bien vig
P.O.V Larissa Estoy muy feliz de que Dante tenga a una mujer en su vida. Sé que así él podrá salir adelante, tener una familia y encontrar un nuevo sentido a su vida. Mis padres regresaron a Rusia. Mis hermanos se quedarán aquí en España a cuidar la empresa de Calem. Hoy regresamos a Escocia después de meses en España. Llegamos a la pista de aterrizaje. La madre de Calem y su abuelo van subiendo las escaleras del jet privado. Él va delante de mí y yo, antes de entrar, me detengo para ver un momento el paisaje. —¿Pasa algo, cariño? —Siento los brazos de Calem en mi cintura. —No es nada, solo que me quedé pensando en que tal solo una visita a España cambió todo, supe la verdad de mí y nos unió plenamente. —Nos quedamos así un momento. Después entramos en el jet. En unas horas estamos en Escocia. Es tan hermoso aquí. Ya no recordaba lo hermoso que es. Llegamos a la casa donde nos casamos. Empiezo a recordar la boda. Aunque sí me da un poco de coraje, por lo que hizo, Calem me las p
P.O.V Dante Han pasado meses desde lo ocurrido con mi madre. Debo de decir que todavía me duele saber que mi propia madre fue capaz de intentar matarme. Pero ahora estoy exactamente en el lugar donde ella murió. —¿Aquí fue donde murió tu madre? —me preguntó Cristal. Ella fue conmigo para motivarme. —Así es. —Es lo único que le digo. Veo cómo el lugar está hecho nada. Solo se ven algunas pequeñas marcas del incendio. También hay algunas cosas de metal que son las que no se quemaron. Miro la silla donde fue donde estaba sentado Mateo, pero está toda quemada y veo que algo sale. Me acerco para ver mejor. —Es un hueso humano —me dice Cristal cerca del oído. —Sí —solo afirmo. No quiero decir más de lo que ella no pueda procesar. Yo sigo viendo varios huesos por ahí. —Cariño, aquí hay más huesos humanos —me señala Cristal y volteo a verla. Me acerco hasta donde está. —¿Cuántas personas mataron aquí? —Solo dos, mi madre y un traidor —le digo. —Pues por lo que veo este de aquí es una
P.O.V Dante No pensé que Cristal se pusiera en este modo. Creo que no fue buena opción no decirle quién estaba en la casa. Pero yo quería que conociera a alguien de mi familia. Sin embargo, mira qué desastre. —Ellas no son lo que tú piensas. —La suelto y me pongo en medio de ellas. —Entonces, ¿qué es? Pero para mí esto está más que claro. Me estás siendo infiel con estas putas. —Ella intenta acercarse, pero la vuelvo a tomar. —Ella es mi hermana. —Veo que ella me mira atentamente. —No te creo. Entonces, ¿quién es esa? —Apunta a Anabela. —Esa tiene nombre y es Anabela, aunque te cueste más. —Ella intenta lanzarse sobre Anabela, que solo la provoca. —Ella es la madre de mi hija Larissa. —Ella me mira y voltea a verlas. —No te creo —me dice. —Pues, aunque lo dudes, este idiota es mi hermano. Yo soy Laura Ferrara. —Mi hermana se presenta. —Entonces, ¿de verdad eres su hermana? —Ella le pregunta a Laura y ella siente con la cabeza. —Entonces tú, en verdad, eres la mujer a la que
P.O.V Burak ¿Qué mujer tan más atrevida, tan salvaje, se podría decir indomable? De esas mujeres son pocas. Ella no tiene miedo de expresarse. Aunque tuvimos acción en nuestro primer encuentro, debo de decir que La Niña sabe hacerlo bien. Pero no sé si estaría bien ir a buscarla… —Burak, ¿qué opinas? —Escucho un golpe en la mesa y salgo de mi trance. —Sí, ¿qué pasa? —Todos los socios se me quedan mirando. —Que sí estás de acuerdo en invertir el dos por ciento en viñedos. —No sé muy bien de qué están hablando. —Si me disculpan, no me siento bien. —Salgo del lugar. Me voy hasta llegar a la pequeña terraza de la empresa. Tomo una copa y miro hacia la ciudad. —¿Estás bien? —Oigo la voz de Calem. Volteó ligeramente hacia atrás y lo observó. Regreso mi rostro hacia el frente. —Sí, ¿por qué lo dices? —Escucho sus pasos a acercarse. —Desde que fuiste a mi casa y tuviste el encuentro con la prima de mi esposa, te noto diferente. —Y ahora me doy cuenta de que fui realmente obvio. —No l
P.O.V Kira Veo cómo Calem y mi prima se van. Pero también me da mucha vergüenza con Burak por levantarme rápidamente y golpearme la cabeza con la lámpara colgante. Debo de disimular; él no puede ver qué me gusta o qué me gustó el sexo con él. —¿Entonces tú trabajas con Calem? —preguntó y él sonríe. —Creo que eso ya lo sabes. —Y si ya sabía, qué tonta soy. Pero, ¿qué me pasa? ¿Por qué digo tantas cosas tan incoherentes? —Pero mejor dime, ¿cuánto tiempo estarás en Escocia? —Veo que él toma asiento y yo hago lo mismo. —No lo sé, depende. —Intento ser misteriosa. —¿Depende de qué? — Él me mira atentamente. —Si encuentro algo que me detenga, me quedaré más tiempo; si no encuentro nada, pues me iré. —Miro que ha captado mi indirecta. —Esperó y encontré algo que la detenga. —Él me sonríe y veo que tiene una hermosa sonrisa. —Su novia debe de ser muy afortunada, de tener a un hombre tan interesante —le digo sin pensarlo. Veo que me mira muy atentamente. —Por lo que veo es una mujer
P.O.V Larissa Calem llega hasta mí con su corbata en la mano. No sé por qué siento que él va a querer amarrarme. Pero eso está por verse. Me siento en el sillón rojo que está aquí. Se sienta a un lado de mí. Pone su mano en el borde de mi vestido, directo donde está el escote. —Veo que te pusiste muy sexy. Cómo para que los hombres te inviten a tragos. —En eso, tomo sí mano y me subo a horcajadas arriba de él. Lo veo, sensualmente. Tomo ambas manos y las subo arriba de su cabeza. Con la corbata le amarró las manos al tubo que estaba detrás de él. Me separo de él y me mira. —Veo que me leíste el pensamiento. —Pues si tú quieres amarrarme, primero te amarraré yo. ¿Estás de acuerdo? —Los veo a los ojos, esos hermosos ojos. —Claro que sí. Así que disfruta tu momento porque yo disfrutaré el mío. —declara eso y yo saco mis pechos del vestido para que él los vea. Le acerco mis pechos para que juegue con ellos un momento. Siento cómo los chupa. Y tan rica esa sensación. Pero es el momen
P.O.V Larissa (Momentos antes de enterarme que estaba comprometida con un extraño) —¿Qué hay arriba? —le pregunté a mis hermanos porque por mi cumpleaños me han traído a un club nocturno. —Arriba es donde el pecado y la lujuria se unen —responde Dimitry. —Cállate, Dimitry. Verás, hermanita, si ves que cada escalera está iluminada con un color. La del lado derecho está iluminada de rosa para las mujeres; que quieran hombres dispuestos a darles placer y la de la izquierda está iluminada de azul para los hombres, donde encontrarán mujeres encantados de complacerlos —me explica Garald. —¿Pero no pasa nada si una mujer sube al lado azul? —le pregunté y los dos me miran sorprendidos—. Hey, no soy lo que piensan; a mí me gustan los hombres. —Bueno, como sea, hermanita, no pasa nada; aquí respetan las preferencias de cada persona —me dice mi hermano Garald. Seguimos caminando hasta llegar al bar. Veo que el barman se acerca a mis hermanos; no escucho lo que le dicen, pero después