7AM y recién comenzaba a amanecer en las abarrotadas calles de New York ''MALDITO HORARIO DE VERANO'' grité en mi cabeza cuando el calor del sol me empezó a pegar en la cara de golpe, aunque esa no era una de las mortificaciones más grandes que tenía en esos momentos ni el motivo de mi molestia, estaba cabreada hasta la última molécula porque debía de estar sentada hace más de media hora en mi nueva oficina de mi maldito nuevo trabajo. Y no es que sea una aficionada de llegar puntual en todo momento, pero ser secretaria de uno de los CEOs más importantes de toda la ciudad no me permitía ser flexible con el horario y no quiero estar de patitas en la calle en mi segunda semana, sería un récord que prefiero no romper, más cuando es la primera vez que trabajo en algo parecido a lo que me preparé toda mi vida para ejercer, pero bueno, hoy es viernes 13 y soy una jodida gata negra caminando por las calles de Europa en pleno siglo XIV, soy un imán para que las cosas malas me pasen y resulta
Bien decía mi mamá que nacer en la época equivocada del año me iba a costar muy caro, pero yo no tengo culpa de ser Piscis, culpa tenía ella de andar retozando con papá en julio y no esperar un poquito más hasta octubre por lo menos para favorecer a su única hija. Y sí, como tonta que soy, estaba revolcada en el suelo con una hilera delante de mi de hojas y por el aire fresco en mi parte trasera, al parecer dejé expuestas las bragas debajo de mi falda de cuadros que a penas me llega a la rodilla. Apuesto el poco dinero que me queda en mi cuenta bancaria que esto a simple vista parece el inicio de una película para mayores.Solo yo para pasar está clase de vergüenza delante del hombre que intento evitar.Su mano fuerte me ayuda a levantarme del suelo y siento como una descarga eléctrica me corre alrededor de donde él me tocó, y a como puedo intento poner de mi parte para estar de pie lo antes posible y acomodarme la parte baja de mi vestimenta, aunque casi me muero cuando noto que no m
Desde hace un año hasta la fecha, usualmente me gustaba despertar con un mensaje de Max respondiendo mis buenas noches de la noche anterior para él, por eso la m*****a costumbre de apenas abro los ojos cada mañana ver mi teléfono, como si buscara que todo haya sido una pesadilla. Aunque después de lo que pasó unas noches atrás ya no es solo Max quién revolotea en mi cabeza, de hecho mi jefe se pasa la mayor cantidad del tiempo allí, porque mi relación ya estaba rota muchísimo antes de la cobarde ruptura, mi relación, era pura constancia de mi parte en mantener algo a flote, mi relación era mucho más mía que de los dos. Mía... quizás ella fue quién me ayudó y no quién me jodió más. Ese mismo día de la fiesta, descubrí que se llamaba así la persona por la que Max se mudó a Barcelona. Lo peor de la situación, tampoco viene siendo que me haya engañado, sino el hecho de que toda su familia, la cual consideraba mía también, estuvo por más de 6 meses aparentando que no pasaba nada y ayudan
El año anterior antes de terminar mi Universidad en tiempo récord y como una de las mejores graduadas, en mi discurso de graduación, las únicas palabras que me salieron antes de tener un ataque de pánico y casi vomitar todo mi almuerzo delante de miles de estudiantes vestidos de azul. fueron : Sigan sus sueños a pesar de cualquier obstáculo. Algo cursi lo sé.Pero ahora estoy clara de que soy una imbécil, porque apenas ha pasado un año de que las pronuncié y ni siquiera me he molestado en hacerle caso, al contrario, estaba pensando como siempre en derrumbar mis ideales de querer ser fuerte y no salir corriendo del lugar mientras tenía una crisis existencial viendo como se cerraba lentamente las puertas del elevador. Salvo por un mínimo detalle que hizo que todo se parara a mi alrededor nuevamente, últimamente para mí se puede decir que la tierra gira a favor de las manecillas del reloj y que cada vez que él se para delante de se detienen y comienzan a girar en contra, unos zapatos qu
Los pies me temblaban, pero no podía demostrarlo, tomé un respiro y con toda la actitud que pude me levanté y fui a su encuentro, Lenna me miró compasiva cuando pasé por su lado, y me quedó claro que Noah no esta muy contento, porque que te citen a la oficina del jefe no es juego y menos si es el señor Thompson, el más guapo, multimillonario y con fama de tirano en todo New York.Pasé mi tarjeta por el aparato como cada vez que cruzo una puerta de este edificio y después de escuchar el bip me adentré en el espacio personal del CEO. Como la vez anterior, estaba sentado en su gran escritorio moderno gris, rodeado de papeles, lápices y una gran variedad de carpetas.¿Qué acaso no sabe que ya nos digitalizamos?Me aclaré la garganta cuando veo que aún no levanta la cabeza, pero parecía estar tan concentrado que ni siquiera notó mi presencia, aunque se que es imposible. Me tomé el atrevimiento y me dirijí a la silla de invitados delante de él y mientras me voy acercando dediqué un tiempo
¿Sería redundante volver a maldecir mi vida? porque a estas alturas, según yo, lo único que me salía bien era que por fin eliminaba todas las deudas que me había dejado sumergida Max gracias a mi nuevo trabajo, habían pasado casi dos semanas desde que me ascendieron, así que mi primera paga me sirvió al menos para no morir en la pobreza extrema. Esta mañana amanecí sintiéndome como la m****a, tuve que correr dos veces al baño porque al parecer la comida que tenía en el refri, más vieja no podía estar, así que hice la nota mental, hoy después de llegar de el trabajo cambiar por completo la despensa. Todo eso si llegaba a tiempo y no me despedían, porque los 30 minutos haciendo arcadas digamos que no me dejaron mucho margen para llegar temprano. Con respecto a mi jefe, las cosas se están tornando un poco extrañas, después de nuestro pequeño altercado en el estacionamiento, su actitud ha cambiado un poco, nos reunimos casi a diario y se puede decir que es menos arrogante que antes. C
La cena estaba siendo aburrida, y a pesar de que la apariencia del lugar iba mucho más allá de los estándares de elegancia de los que yo había visitado antes, las raciones minúsculas de comida en mi plato me hacían desear no volver más, aunque por suerte está vez no pagaría nada, el anfitrión principal era uno de los inversionista, que dicho sea de paso quedó impactado con mi trabajo. Y no es para menos, llevaba trabajando en él varias semanas lo mejor que podía, de hecho mis días solo se debían al trabajo y a mi mascota, a penas tenía tiempo de vivir. En toda la cena el señor Thompson ni siquiera me dedicó una mirada, estaba sombrío, distante y enfocado en lo que los demás hombres hablaban aunque no era nada de otro mundo la verdad, solo cosas banales acerca de negocios y propiedades, en uno que otro momento me incluían para felicitarme por mi trabajo y que les diera mi opinión sobre cosas que prácticamente encontraba innecesarias, aunque supongo eran formalidades para no dejarme ca
Por suerte o por desgracia hoy era fin de semana y tenía que aprovechar a hacer todo lo que no había hecho en toda la semana. Despertarme con toda clase de malestares se estaba volviendo una rutina, una muy cansada y desgastante. Parecía muerta viviente, con un par de ojeras como koala y mi tez pálida por lo débil que me tenían los vómitos matutinos, no me podía permitir un doctor al menos hasta el próximo pago y tampoco consideraba que por un virus estomacal debía de pagar tanto dinero, ya para eso era mejor conseguir los remedios del libro de la abuela que tenía guardado en alguna parte de mi pequeño librero, la única cosa que tenía de ella y no recuerdo siquiera como conseguí. Estos dos días después de la cena fueron una m****a, y eso por no mencionar la parte horrible de ese día que me dejó llorando toda la madrugada hasta sacarme la última gota de líquido salado en mi rostro, Noah Thompson ni siquiera se tomó el detalle de dirigirme la palabra lo que restó de semana, pero no sol