7AM y recién comenzaba a amanecer en las abarrotadas calles de New York ''MALDITO HORARIO DE VERANO'' grité en mi cabeza cuando el calor del sol me empezó a pegar en la cara de golpe, aunque esa no era una de las mortificaciones más grandes que tenía en esos momentos ni el motivo de mi molestia, estaba cabreada hasta la última molécula porque debía de estar sentada hace más de media hora en mi nueva oficina de mi maldito nuevo trabajo.
Y no es que sea una aficionada de llegar puntual en todo momento, pero ser secretaria de uno de los CEOs más importantes de toda la ciudad no me permitía ser flexible con el horario y no quiero estar de patitas en la calle en mi segunda semana, sería un récord que prefiero no romper, más cuando es la primera vez que trabajo en algo parecido a lo que me preparé toda mi vida para ejercer, pero bueno, hoy es viernes 13 y soy una jodida gata negra caminando por las calles de Europa en pleno siglo XIV, soy un imán para que las cosas malas me pasen y resulta que esa mañana ya había perdido mi bus dos veces y tuve que esperar por consiguiente media hora a que pase el tren de nuevo.Miro el viejo reloj que me regaló mi madre en la escuela elemental que apretaba mi muñeca<> -una hora completa de retraso- ruedo los ojos porque se que esta vez la secretaria principal no me la deja pasar de seguro y no la culpo, si yo fuera mi propia jefa, me auto despediría y ese no sería el único motivo.
Apresuro el paso y aunque apenas lleva una hora que amanece ya estoy cansada, los pies me duelen y mi mente sigue pensando una y otra vez algo que sucedió hace dos noches que no me deja pegar el ojo, debo de parecer un mapache a causa de eso, pero no me dejo vencer de mis pensamientos y continúo la caminata en dirección a mi destino mientras limpio unas gotas de sudor que me percato bajan por la frente al sentir el aire acondicionado del edificio.A unos pasos de mi distingo abierto el único elevador que esta funcionando en el maldito rascacielos que se supone que le pertenece a una compañía multimillonaria, que precisamente tiene que ver con estas cosas, supongo que el dicho en casa del herrero cuchillo de palo no se equivoca.Corro como loca esperando poder entrar y ahorrarme tener que esperar nuevamente unos 5 minutos porque la opción de subir 27 pisos en escalera no me llama la atención. Por suerte lo logro, y terminé tan sofocada, que tuve que inclinarme un poco para solventar la fatiga.Cuando recuperé algo del aliento la fría pared metálica me sonó atractiva para intentar relajarme antes de la tormenta.El ambiente tenso dentro del ascensor me afectó sin siquiera percatarme, aunque no fue hasta después del piso 20 que miré a mis espaldas y luego de tragar lo más fuerte que pude, caí en cuenta que estaba justo delante del mismísimo CEO y mi jefe principal, que le echaba en esos momentos unas miradas bastante molestas a quien supongo que es su guardaespaldas y que estaba posicionado justo detrás de mi, casi pegado.Mi cuerpo entero se extremeció y procuré no apartar la vista de la puerta del elevador, esperando con ansias que el letargo no se prolongara más, y claro, no por el nerviosismo de que se percatara que una de sus secretarias que prácticamente no conoce va 65 minutos tarde a su puesto, si no por el hecho de que el señor Noah Thompson está más bueno que el pan y que justamente no quiero que me vea por si existe la remota casualidad de que recuerde lo que pasó hace dos noches atrás.Me bajé del elevador a toda prisa, él debe de pensar que soy una completa mal educada por no haberle dicho ni siquiera buenos días, pero cabía la posibilidad de que hoy al menos saliera el sol para mi y ni siquiera se hubiera dado cuenta de mi existencia.-Llegas tarde Eva, dos días corridos- Me regaña mi supervisora y secretaria principal bajando los lentes de bibliotecaria que a veces pienso porta por gusto y regalándome cara de malos amigos. Justo igual que en las películas, -a veces mi vida parece una m*****a novela cliché - Me reprime mi subconsciente y no se equivoca.-No volverá a pasar, lo prometo -Digo levantando mi dedo meñique en señal de promesa a lo que ella a penas hace caso.-De eso puedes estar segura, una más y no te molestes en sentarte en esa silla. -Susurra por lo bajo mientras vuelve a sus labores pero lo suficientemente fuerte para que pueda escucharla.Suspiro profundo, esa señora es una insufrible bruja, miro mi escritorio plagado de todas las cosas que estaban atrasadas antes de que llegara y maldigo por lo bajo, tenía trabajo extra al menos para una semana más, así que decido ponerme manos a la obra y cuando creo que puedo sumergirme en la ola de cosas por hacer, Nancy otra de las secretarias se sienta, con su típico aire seductor encima de mi escritorio.-¿Eva?-Mjum- Respondo sin levantar la mirada de lo que había comenzado a teclear en mi ordenador.Sentí un extruendo en la mesa acompañado de una cortina de polvo delante de mi y tosiendo, por fin le presté atención.-Quiero que vayas después que limpies estos archivos y se los expliques uno por uno al señor Thompson. -Me suelta con su típica voz de mosca muerta mientras regresa a su escritorio pavoneando lo poco que Dios le regaló y ella modificó con mil cirugías, las cuales se rumoran en la empresa fueron pagadas por el jefe de contabilidad. Estornudo y con los cachetes y ojos rojos como me imagino que estoy miro a la fila de papeles revueltos.Tengo dos contras para no querer entrar ahí y ningún pro, el primero es porque en realidad solo yo podría dar una explicación de lo que se supone son esos archivos porque son del área financiera, pero por lo que leo en la portada voy a tenerles que dar una ojeada en lo que los limpio porque al menos el que está en la parte superior dice 2020, o sea que lleva más tiempo del que llevo yo en la empresa guardado, y en segundo y lo más importante, llevo evitando entrar al despacho del jefe desde que me uní a la empresa, ese hombre me pone tanto que no puedo evitar mirarlo como la tonta que obviamente soy, más desde que desperté sin ropas ayer en una habitación de disco barata con Él repleto de mi lápiz labial rojo a mi lado.Llevo cerca de 30 minutos haciendo como que leo los archivos, que en realidad son una forma antigua de llevar la contabilidad y que dejó de funcionar hace tres años porque era muy fácil desviar dinero y que luego se analizó a profundidad cuando se canceló y se hizo un estudio completo, que esta anexado a cada año de los principales desfalcos que se cometieron.El problema es que tampoco he prestado mucha atención a lo que dice porque me preocupa más el hecho de que tengo que entrar a su oficina y hablarle directamente a mi jefe.Casi estaba decidida a no ir cuando Nancy me regala una de sus miradas de ''haz lo que te dije'' y no me queda más opción que tomar la pila de papeles que ya no tienen polvo y encaminarme el despacho del señor Thompson.Luego de pasar por la oficina de Lenna otra de las secretarias, esa parte de la empresa me es desconocida. Siempre evito merodear por estos alrededores con tal de no verlo o creo que es mejor decir que él no me vea a mi.Y sí, suena irracional que me haya acostado con él teniendo esta fobia social, pero las cosas en esa fiesta se me salieron de control.Lenna me guía por la puerta que debo entrar y paso mi tarjeta por el equipo que está a un costado después que ella pidiera autorización y fuera aprobada, como bruja a la horca entro a la oficina privada más grande que tiene T&Y Company.La luz de los ventanales es más fuerte que la que entra en mi área de trabajo que prácticamente queda a un costado de la suya, y quizás fue el reflejo que me deslumbró y no me dejó ver debajo de la pila de papeles a mis pies o lo del viernes 13 actuando nuevamente cuando tropecé con la alfombra que comenzaba a formarse debajo de mi y caí de boca dejando todos las hojas esparcidas por el suelo y mi orgullo más abajo del núcleo de la tierra.Bien decía mi mamá que nacer en la época equivocada del año me iba a costar muy caro, pero yo no tengo culpa de ser Piscis, culpa tenía ella de andar retozando con papá en julio y no esperar un poquito más hasta octubre por lo menos para favorecer a su única hija. Y sí, como tonta que soy, estaba revolcada en el suelo con una hilera delante de mi de hojas y por el aire fresco en mi parte trasera, al parecer dejé expuestas las bragas debajo de mi falda de cuadros que a penas me llega a la rodilla. Apuesto el poco dinero que me queda en mi cuenta bancaria que esto a simple vista parece el inicio de una película para mayores.Solo yo para pasar está clase de vergüenza delante del hombre que intento evitar.Su mano fuerte me ayuda a levantarme del suelo y siento como una descarga eléctrica me corre alrededor de donde él me tocó, y a como puedo intento poner de mi parte para estar de pie lo antes posible y acomodarme la parte baja de mi vestimenta, aunque casi me muero cuando noto que no m
Desde hace un año hasta la fecha, usualmente me gustaba despertar con un mensaje de Max respondiendo mis buenas noches de la noche anterior para él, por eso la m*****a costumbre de apenas abro los ojos cada mañana ver mi teléfono, como si buscara que todo haya sido una pesadilla. Aunque después de lo que pasó unas noches atrás ya no es solo Max quién revolotea en mi cabeza, de hecho mi jefe se pasa la mayor cantidad del tiempo allí, porque mi relación ya estaba rota muchísimo antes de la cobarde ruptura, mi relación, era pura constancia de mi parte en mantener algo a flote, mi relación era mucho más mía que de los dos. Mía... quizás ella fue quién me ayudó y no quién me jodió más. Ese mismo día de la fiesta, descubrí que se llamaba así la persona por la que Max se mudó a Barcelona. Lo peor de la situación, tampoco viene siendo que me haya engañado, sino el hecho de que toda su familia, la cual consideraba mía también, estuvo por más de 6 meses aparentando que no pasaba nada y ayudan
El año anterior antes de terminar mi Universidad en tiempo récord y como una de las mejores graduadas, en mi discurso de graduación, las únicas palabras que me salieron antes de tener un ataque de pánico y casi vomitar todo mi almuerzo delante de miles de estudiantes vestidos de azul. fueron : Sigan sus sueños a pesar de cualquier obstáculo. Algo cursi lo sé.Pero ahora estoy clara de que soy una imbécil, porque apenas ha pasado un año de que las pronuncié y ni siquiera me he molestado en hacerle caso, al contrario, estaba pensando como siempre en derrumbar mis ideales de querer ser fuerte y no salir corriendo del lugar mientras tenía una crisis existencial viendo como se cerraba lentamente las puertas del elevador. Salvo por un mínimo detalle que hizo que todo se parara a mi alrededor nuevamente, últimamente para mí se puede decir que la tierra gira a favor de las manecillas del reloj y que cada vez que él se para delante de se detienen y comienzan a girar en contra, unos zapatos qu
Los pies me temblaban, pero no podía demostrarlo, tomé un respiro y con toda la actitud que pude me levanté y fui a su encuentro, Lenna me miró compasiva cuando pasé por su lado, y me quedó claro que Noah no esta muy contento, porque que te citen a la oficina del jefe no es juego y menos si es el señor Thompson, el más guapo, multimillonario y con fama de tirano en todo New York.Pasé mi tarjeta por el aparato como cada vez que cruzo una puerta de este edificio y después de escuchar el bip me adentré en el espacio personal del CEO. Como la vez anterior, estaba sentado en su gran escritorio moderno gris, rodeado de papeles, lápices y una gran variedad de carpetas.¿Qué acaso no sabe que ya nos digitalizamos?Me aclaré la garganta cuando veo que aún no levanta la cabeza, pero parecía estar tan concentrado que ni siquiera notó mi presencia, aunque se que es imposible. Me tomé el atrevimiento y me dirijí a la silla de invitados delante de él y mientras me voy acercando dediqué un tiempo
¿Sería redundante volver a maldecir mi vida? porque a estas alturas, según yo, lo único que me salía bien era que por fin eliminaba todas las deudas que me había dejado sumergida Max gracias a mi nuevo trabajo, habían pasado casi dos semanas desde que me ascendieron, así que mi primera paga me sirvió al menos para no morir en la pobreza extrema. Esta mañana amanecí sintiéndome como la m****a, tuve que correr dos veces al baño porque al parecer la comida que tenía en el refri, más vieja no podía estar, así que hice la nota mental, hoy después de llegar de el trabajo cambiar por completo la despensa. Todo eso si llegaba a tiempo y no me despedían, porque los 30 minutos haciendo arcadas digamos que no me dejaron mucho margen para llegar temprano. Con respecto a mi jefe, las cosas se están tornando un poco extrañas, después de nuestro pequeño altercado en el estacionamiento, su actitud ha cambiado un poco, nos reunimos casi a diario y se puede decir que es menos arrogante que antes. C
La cena estaba siendo aburrida, y a pesar de que la apariencia del lugar iba mucho más allá de los estándares de elegancia de los que yo había visitado antes, las raciones minúsculas de comida en mi plato me hacían desear no volver más, aunque por suerte está vez no pagaría nada, el anfitrión principal era uno de los inversionista, que dicho sea de paso quedó impactado con mi trabajo. Y no es para menos, llevaba trabajando en él varias semanas lo mejor que podía, de hecho mis días solo se debían al trabajo y a mi mascota, a penas tenía tiempo de vivir. En toda la cena el señor Thompson ni siquiera me dedicó una mirada, estaba sombrío, distante y enfocado en lo que los demás hombres hablaban aunque no era nada de otro mundo la verdad, solo cosas banales acerca de negocios y propiedades, en uno que otro momento me incluían para felicitarme por mi trabajo y que les diera mi opinión sobre cosas que prácticamente encontraba innecesarias, aunque supongo eran formalidades para no dejarme ca
Por suerte o por desgracia hoy era fin de semana y tenía que aprovechar a hacer todo lo que no había hecho en toda la semana. Despertarme con toda clase de malestares se estaba volviendo una rutina, una muy cansada y desgastante. Parecía muerta viviente, con un par de ojeras como koala y mi tez pálida por lo débil que me tenían los vómitos matutinos, no me podía permitir un doctor al menos hasta el próximo pago y tampoco consideraba que por un virus estomacal debía de pagar tanto dinero, ya para eso era mejor conseguir los remedios del libro de la abuela que tenía guardado en alguna parte de mi pequeño librero, la única cosa que tenía de ella y no recuerdo siquiera como conseguí. Estos dos días después de la cena fueron una m****a, y eso por no mencionar la parte horrible de ese día que me dejó llorando toda la madrugada hasta sacarme la última gota de líquido salado en mi rostro, Noah Thompson ni siquiera se tomó el detalle de dirigirme la palabra lo que restó de semana, pero no sol
Ver al señor Thompson acostado en mi cama sonaba a un plan para el futuro prometedor, se veía tan tierno, que me pasé toda la noche en el asiento al lado de mi cama observándolo, porque quizás, como el dijo, esa sea la última vez. Cerca de las 9 am me desperté de mi mala noche corriendo al baño que está en la puerta de al lado para evacuar lo poco que había comido ayer. Y es que había cambiado toda mi despensa y aun así no soportaba siquiera mirar ciertas comidas y el resto las evacuaba rápidamente al despertar. Estaba tan enfocada en no morir después de cada arqueada que ni siquiera me percaté cuando alguien más se posó en el marco de la puerta y me sobresaltó intentando apartar mi cabello para que no se mezclara con el vómito. -¡Sal de aquí! ¿Nunca has escuchado la palabra privacidad? -Le reclamé una vez pude hablar. -Al parecer tu tampoco queriéndote acostar conmigo en cada borrachera.Otra arcada me esfumó las palabras de mi boca y Noah apretó el agarre de mi cabello. Cuando