Finalmente, Michael Thomas murió a los pocos días, su vida se apagó mientras sonreía viendo a su nieta jugar a su alrededor y haciéndole olvidar el dolor que se había apoderado de su cuerpo, fue despedido por empleados y amigos que le admiraban, pero en representación de su familia solo se encontraban Brigitte y Elizabeth.

Volvieron a California, aún conmovidos con el cariño que en tan pocos días se había ganado aquel abuelo, ahora tenían una labor aún más ardua que era salvaguardar el patrimonio de Elizabeth, sin embargo, para la pareja la mayor lección de lo ocurrido es que siempre se debía tener a la familia en primer lugar, pues no sabíamos cuando debíamos partir de este mundo y era lo único que al final nos llevamos.

— Hola amiga, buenas tardes para ti.

— Buenos días, sean para ti. Sé que hoy es tu primer día de clases y solo quería desearte suerte, estoy segura de que irá bien y harás amigos.

— Sí, mamá, sabes que eres muy graciosa, pero gracias por tus deseos. Por cierto, ¿c