— En la sala de reuniones se encuentra el señor Liam Mckenzie esperándote.

Amber no pudo disimular su sorpresa pues esperaba que él respondiera a través de un correo o algún mensaje, no que apareciera en persona.

Verlo de frente tan pronto y siendo un completo desconocido era impactante, sin embargo, debía disimular, pues era ella quién lo buscó y además no deseaba ponerse en evidencia frente a su secretaria.

“Si cuento a cualquier persona lo de mi sueño pensará que he perdido la cabeza, hasta yo lo creo por momentos, debo pensar rápido”

Su amiga Brigitte la estaba esperando en la puerta de la oficina, con una expresión de incredulidad en su rostro, pues Amber siempre solía ser meticulosa, profesional con las reuniones y tenía todo preparado con antelación pero ahora daba la impresión de estar improvisando.

— ¿Cuándo llegó?, ¿Tiene mucho esperando?—, Amber preguntó nerviosa.

— No llegó hace mucho, tiene unos quince minutos…—, bajó la voz y continuó hablando con Amber, —No quiso dec