5. Suegro misterioso

En Escocia

Último piso del rascacielos

Un hombre maduro, vestido con un traje de diseñador y cuencas oculares de metal, está trabajando.

Cuando entró su secretaria, el hombre se quitó las gafas, se reclinó en su silla y se tocó suavemente las cejas con una mano, evidentemente muy cansado.

— Buen día señor, espero que se encuentre bien.

— Buen día, si gracias, espero sea igual para ti.

— Hoy no tiene reuniones en su agenda, pero el equipo de finanzas de la sede de Estados Unidos le envió unos informes importantes que debe revisar, entre ellos la adquisición de una empresa de publicidad.

— ¿Una empresa de publicidad?, no he sido notificado sobre ello, envíame toda la documentación que lo revisaré después.

— De acuerdo, también quería comentarle sobre un mensaje recibido en el correo corporativo que parece ser personal, enviado por Amber Mckenzie.

— ¡¿Amber?! … Por favor remítase a mi correo personal yo le daré respuesta.

Una vez a solas, Liam miró su computadora y efectivamente era de la esposa de su hijo.

Hace muchos años que no viajaba a ese país... ni siquiera para esa boda… 

Él suspiró y abrió el correo. 

De repente apretó los puños inmediatamente cuando vió esa línea de texto.

 “Soy Amber Mckenzie debemos ponernos en contacto de inmediato.”

“¿Que pudo haber ocurrido para que me contactara y además solicite hablar con tal urgencia?”

Llamó a su asistente y mejor amigo Andrew, —Por favor ven de inmediato a mi oficina.

Unos minutos más tarde tocaron a la puerta y sin esperar respuesta entró, —Hola, ¿ocurre algo?, te ves un poco agitado jefe.

— Debemos ir a Nueva York, por favor coordina el viaje para el día de hoy, que mis reuniones sean reprogramadas.

— ¿Se trata de algún problema?

— Creo que tengo mucho por resolver en este momento allí, ha sido inesperado pero sin duda amerita de mi presencia.

— De acuerdo entonces cuente con ello, le avisaré en cuanto coordine el horario de vuelo.

Amber despertó la mañana siguiente tras recibir una llamada telefónica, ni siquiera tuvo tiempo de pensar en lo ocurrido en el día anterior ni en su sueño más reciente cuando escuchó la voz de su prima Valery.

— Hola dormilona, pasaré a desayunar contigo y James antes de ir al trabajo.

— No sé si es conveniente…

— No me digas que discutieron, él mismo me dijo que prepararía con sus propias manos un desayuno copioso para su esposa y su suegra, así que me invitó a acercarme a compartir en familia.

— ¿Exactamente cuando te dijo eso?

— Muy temprano cuando me llamó para preguntar para saber si los documentos para un traspaso del cliente de ayer estaban listos, sabes que como su secretaria llevó su agenda.

— Claro, solo me dió curiosidad, entonces ¿estuviste en la cena con el cliente de la joyería?, hace un par de noches.

— Uhmm, si, claro, son unos inversionistas nuevos aunque yo me fui temprano a casa y James se quedó con el cliente.

— En realidad no sé a qué hora regresó esa noche pero ha estado trabajando muy duro todos estos días.

— Si, ha sido intenso, cambiando el tema, ahora que nos veremos quiero que me ayudes a planificar mi fiesta de cumpleaños, justo un par de días antes que tu aniversario, es más deberíamos celebrarlo juntos, aunque quizá te parezca inadecuado.

Amber había preguntado por el cliente en un momento de picardía pero su prima había respondido con ambigüedad por lo que le hizo pensar que quizá ocultaba algo.

“Estoy paranoica veo fantasmas y traiciones en todas partes, ya no sé en quién confiar, pero Valery es mi hermana, es imposible”

— De acuerdo, cuando estés aquí lo hablaremos, creo que es mejor que hablemos en persona.

— Tienes razón, colgaré y mejor ya salgo para allá.

— Vale—, aquella llamada hacía todo aún más extraño, su prima había crecido con ella pero siempre parecía estar en oposición a todos lo que ella hacía o pensaba, era su antagonista, aunque permanecía junto a ella para todo.

Amber intentó pensar con rapidez, se vistió e intentó serenarse para poder mostrar normalidad frente a su esposo, no lo había visto desde el asunto del collar y no se quería poner en evidencia.

Apenas entró en el área del comedor se encontró aquella escena familiar que antes hubiera significado un momento de plenitud pero que ahora se le hacía hipócrita y falsa.

— Hola hija, tu esposo ha preparado el desayuno por primera vez y debo decir que le quedó delicioso.

Amber se acercó a la mesa y besó a su madre en la mejilla, —Buen día mamá, me alegra que lo estés disfrutando.

— Hola amor, quería preparar algo especial para ti, para pedir disculpas por estos dos días en que prácticamente no me has visto, lo siento, creo que el estrés del trabajo me está afectando—, dijo acercándose a ella y abrazándola.

— No hacía falta nada de esto—, expresó sentándose en su acostumbrado lugar para cortar el momento romántico.

— Todo lo he hecho para complacerte, además hoy nos espera un gran día—, puso algunos waffles y frutas frente a ella y Amber no pudo evitar pensar que pudieran estar envenenados pero sería demasiado evidente.

— No te había preguntado, pero supongo que suspendiste como te pedí el traspaso de las acciones de mi empresa.

— No, la verdad es que pensé que se trataba de una rabieta o tal vez dudas transitorias—, en ese momento entró Valery y logró escuchar parte de lo que discutían mientras saludaba.

— No era una rabieta, solo por favor permíteme pensar la oferta un poco más.

James disimuló su frustración, debía mantener el tipo si quería lograr su objetivo, —Bien amor, si así lo deseas.

— Pero prima, no crees que puedes perder una oportunidad única, es un excelente trato, siento entrometerme se que eres inteligente y has sabido dirigir la empresa pero ¿no crees que es tiempo de compartir tus cargas?

“¿Qué le ocurre a Valery?, ¿Por qué opina en algo así?, es la primera vez que siquiera está al tanto de algún negocio, pareciera que tuviera un interés personal, ¿Y si James le ofreció alguna comisión?, eso tendría sentido, ¿pero eso quiere decir que debo tener cuidado con ella también?, ¡Oh Dios!”

El ambiente se mantuvo tenso hasta el final del desayuno, cuando Amber los vió finalmente partir al trabajo se sintió aliviada, revisó su correo y teléfono pero nadie la había contactado.

Algunas horas después decidió ir a la oficina y en cuánto llegó su secretaria le informó sobre una visita inesperada, —En la sala de reuniones se encuentra el señor Liam Mckenzie esperándote.

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