La luz del sol entró por la ventana generando un dolor de cabeza fuerte a James quién intentó abrir los ojos, pero sentía que brillaba con tal intensidad que el resplandor le quemaba.

— Oh Dios, creo que moriré con esta resaca, ¿Amber?— , buscó en su espacio de la cama pero no estaba allí.

“¿Qué hora es?, ¿qué pasó anoche?, ¿Dónde está mi esposa que no me responde?, no recuerdo mucho”, de pronto vino a su mente el recuerdo de él cantando y ofreciendo hijos a Amber.

“Que loco me pongo cuando bebo, ¿qué otras cosas habré hecho y aún más delante de mi padre?, como si necesitara dañar aún más la imagen que tiene sobre mi”

Abrió de nuevo los ojos despacio y vió todo a su alrededor en la pequeña mesa a su lado había un vaso de agua con un par de analgésicos y una nota a su lado.

“Salí temprano con mi madre, la he llevado a un chequeo de rutina en el médico, nada de qué preocuparse, te escribo en cuanto me desocupe, espero que los analgésicos te ayuden con el malestar, avisé a Valery que ir