— Mamá, ¿Hacia dónde vamos? —Preguntó el pequeño Alex, al ver que su madre está empacando de prisa las pertenencias de todos, en tres maletas ha preparado todo.
— Viajaremos a otro país, mi amor. ―Le respondió su atenta madre.
— ¿En avión, mamita? —le interrogó su otro hijo, el más terrible de sus gemelos.
— Claro que sí, sé cuánto amas esos semejantes aparatos y por eso viajaremos en uno de ellos.
— ¡Yeah! ¡Te amo, mamá, eres la mejor del mundo! —gritaron los dos al mismo tiempo y la abrazaron de su cintura.
Siete años atrás…
— Les prometo que no los defraudaré mis queridos padres, seré una buena estudiante y me convertiré en una Licenciada en Administración de Empresas como lo he soñado. Trabajaré por un tiempo y luego formaré mi propia empresa y ustedes se sentirán orgullosos de que su única hija haya triunfado en la vida.
Esas fueron las palabras que Ángela Rosibel le dijo a sus padres antes de partir a la ciudad de San Esteban Olancho, en donde vivirá con su madrina mientras culmina con sus estudios de Media y Superiores.
Ella es una jovencita muy hermosa, tiene bonito cuerpo con prominentes atributos físicos y bien definidos, cada uno en su lugar. Es de estatura baja y su color de cabello es muy peculiar, rojo por nacimiento.
Es una chica muy especial y con deseos de estudiar para en el futuro sacar adelante a sus padres y así ellos puedan descansar.
Debido a que es muy tímida y se avergüenza de su cuerpo, ella usa ropa holgada para ir a la institución, y cada día utiliza un gorro distinto en su cabeza para cubrir su cabellera roja, ya que en el instituto la mayoría de las chicas andan con el cabello en tono rubio o negro natural y ella cree que al verle su color rojo natural, se burlarán aún más de lo que ya lo hacen por usar vestimenta que no es de acorde a la que las chicas con elevados recursos económicos utilizan para ir a sus clases.
En el área de Bachillerato hay un chico que a ella le parece bastante atractivo, pero es consciente de que nunca podrá tener algo con él, ya que él está por graduarse y ella aún está en la secundaria, además de que ese muchacho tiene fama de que se ha acostado con casi todas las chicas de la institución.
Unos meses después…
Ya casi para finalizar el año escolar, Ángela Rosibel ha entablado una bonita amistad con un chico a quien también lo discriminan sus compañeros, pero a él lo discriminan porque ya se dieron cuenta de que es gay.
— Amiga, ¿te gusta alguno de los chicos de este instituto? — preguntó el joven Ariel Betanzo, cuando iban de camino a la cafetería.
— ¡No! ¿Por qué lo preguntas? —ella no esperaba que tan pronto le formularan esa interrogante y ahora se ha puesto nerviosa.
— Te lo pregunto porque cuando tú miras al chico al que todos le deben respeto en esta institución, te brillan los ojitos y sonríes para ti misma, y yo por eso pensé que tal vez él te gustaba.
— No, Ariel, ese tipo engreído no me gusta para nada, además, yo aquí he venido a estudiar, no a andar fijándome en chicos arrogantes. —Le respondió enfadada la joven, y a la vez se ha puesto muy nerviosa, pues considera que ha sido descubierta por su amigo del alma. —Pero ella nunca le dirá la verdad que, sí, está enamorada de ese muchacho imposible.
Mario José es un chico alto, delgado y super arrogante, proviene de una familia millonaria, por lo que eso lo hace creerse el mejor en el instituto, además de que sus padres son los dueños de dicha institución.
En cierto día, en el receso estaba jugando con sus amigos y perdió el juego, entonces como reto, le dijeron que tenía que fingir por un mes ser el novio y estar enamorado de la chica más fea de aquel instituto, Ángela.
— ¡Cómo creen que voy a hacer eso! —Exclamó el joven. Muy molesto, pues ¿quién querría siquiera hablar con esa niña desarreglada? —No lo acepto, mejor pongan otro reto y yo con mucho gusto lo cumpliré.
— Es eso, o le tendremos que contar al Señor Director, que fuiste tú quien obligó a la maestra de estadística a tener relaciones sexuales contigo, y no te abusó sexualmente como tú les hiciste creer a tus padres y al consejo del instituto. —Le amenazaron sus amigos, pues a ellos les interesa que cumpla con ese reto para burlarse de él.
— ¡Está bien, lo haré! — Dijo finalmente el joven Mario José, ya que sabe que sus amigos no están de bromas al decir que le contarán a sus padres sobre lo que había hecho meses antes con la maestra, y él tiene miedo porque está seguro de que si sus padres se dan cuenta lo sacarán de la institución y él no quiere eso porque significa que tendrá que alejarse de sus amigos y de los chicos a los cuales disfruta haciéndoles la vida casi imposible en ese colegio.
Cuando sucedió lo de la maestra y Mario José, sus amigos no estuvieron de acuerdo porque despidieron a la pobre muchacha por culpa de él, entonces ellos le dijeron que le iban a guardar ese secreto, pero que al nomas tener la oportunidad de contar la verdad lo harían, pero hasta el día de hoy no habían vuelto a mencionar ese caso, hasta ahorita que consideran que es conveniente hacerlo para darle una lección a Mario José.
— Bien, como has decidido aceptar el reto, a partir de hoy tienes un mes para que lo cumplas, y si te rindes antes de tiempo o ella no te hace caso, entonces ya sabes que pierdes la apuesta y tu secreto será revelado. —le advirtieron los chicos.
— Uff, por lo menos ya solo falta un mes para graduarnos y luego de eso yo me largo de este país a seguir estudiando, ni loco me quedaré aquí para continuar con ellos porque entonces seré la burla de todo el instituto. —Se dijo en su mente el joven Mario José.
— Lo he aceptado en contra de mi voluntad, por eso no quiero que me vayan a estar presionando para que haga las cosas como ustedes quieran, por favor.
— No, claro que no te diremos nada, tú sabrás como le harás para que todo te salga como lo planeado, recuerda que solo cuentas con un mes para que lo logres.
— ¡Los odio a todos! Ustedes no son buenos amigos. —Se quejó el joven Mario José. —Él cree que sus amigos lo han traicionado por el hecho de que ahora lo quieren acusar con su padre por algo que tuvo lugar en el pasado.
Los amigos se separaron y cada uno se fue a su aula de clases pues, estudian carreras diferentes. A la hora de la salida, Mario José se retiró del salón antes de que las clases terminaran y se fue a una de las casetas a esperar que saliera Ángela Rosibel.
Diez minutos más tarde apareció la chica, pero viene acompañada por el chico que no se separa de ella, Ariel.
Mario José corrió hasta donde tenía estacionado su auto y sin perder de vista a los chicos, salió a la calle tras ellos. Los chicos se dirigieron hasta la parada del bus, pocos minutos después el joven Ariel tomó el transporte que pasa cerca de su cuadra, mientras que Ángela Rosibel se quedó a la espera del bus que pasa por su barrio.
Mario José aprovechó que ella se ha quedado sola, puso en marcha su auto y se detuvo donde la chica esperaba de pie, bajó el vidrio de la ventanilla del copiloto y le habló.
— ¡Hola Ángela! Si me permites, te puedo acercar a tu casa. —La chica se le quedó viendo de una forma rara, ya que en ningún momento se le cruzó por la mente que él le dirigiría la palabra algún día y menos hoy.
— ¿Hablas en serio? — preguntó la inocente Ángela Rosibel, aun sin poderlo creer.
— Por supuesto que si hablo en serio. —Le respondió el chico con una sonrisa fingida dibujada en su rostro.
— Bueno, está bien, dame un aventón. —ella ha aceptado, aunque nerviosa y a la vez emocionada.
— ¿Cómo vas en tus clases? —Mario José, está intentando entrar en conversación, fingiendo estar interesado en su vida de estudiante.
— Todo este año me ha ido bien gracias a Dios, y ahora estoy emocionada porque ya falta poco para que termine este año educativo y salir de vacaciones.
— Sí, eso es muy bueno. ¿Y dónde pasarás tus vacaciones?
— Me iré al pueblo a pasarlas con mis padres y aprovecharé a celebrar mi cumpleaños número diecinueve junto a ellos. Ya el próximo año me regresaré. —Habló la chica, con evidente emoción.
— Me alegro mucho por ti y espero que de verdad el próximo año decidas continuar con tus estudios y no quedarte estancada donde estás.
— En la siguiente cuadra es donde vivo, por favor déjame a tres casas antes para que mi madrina no vea que no llegué en autobús.
— ¡Perfecto princesa, allí mismo te dejaré!
— ¿Cómo me dijiste? — Preguntó la chica, ya que aún no se cree lo que ha escuchado.
— Eres una princesa Ángela, me gustas mucho, pero nunca me he atrevido a decírtelo. —confesó el joven, adentrándose más en su papel de conquistador.
— ¿De verdad yo te gusto a ti que tienes fama de mujeriego? —consultó la chica con inocencia, y el chico que ya se estaba enfadando con solo estar hablando con ella, y no digamos más ahora que decidió ir al grano y decirle que ella le gusta. Pero está decidido a sacrificar su orgullo y seguir con el juego de engañarla y todo para que sus amigos no le vayan a contar la verdad a su padre sobre el incidente con la maestra el año anterior.
— Así es. ¿Qué te parece si mañana al salir de clases me acompañas a comer un helado a algún lugar?
— Vaya, pues, al salir nos vamos. —Le dijo la chica super emocionada, se bajó del auto del chico y se fue caminando hacia la casa de su madrina. No le contará por el momento a ella que el chico del que tanto le ha platicado en todo el año, ahora le ha confesado que también le gusta.
Flashback
Meses atrás, Ángela Rosibel llegó del colegio y le pidió a su tutora que sí podían hablar, ya que su adorada madrina le ha dicho que cuando tenga la necesidad de hablar de algo con alguien, que no lo dude y se lo cuente a ella que siempre la escuchará, al igual que sus padres le han dicho que la apoyarán en todo lo que ella decida, siempre y cuando sea para el bien de ella.
— Madrina, en el instituto hay un muchacho que me gusta.
— ¡Ay mi niña!, eso es muy normal enamorarse de cualquier chico cuando uno está estudiando y más a tu edad, creo que todos hemos pasado por lo mismo, así que no te pongas colorada de esos cachetitos, enamorarse de ojo es muy normal.
— Si madrina, pero el problema es que ese muchacho es uno de los niños riquillos del instituto y jamás se va a fijar en un espanto como yo.
— No te desesperes mi niña, deja que el tiempo pase y entonces veremos el resultado.
Fin de flashback
Mario José vio alejarse a la chica, agradeció al cielo que el trayecto haya sido un poco corto, al ver que ella ya no lo podía localizar, arrancó su auto para dar la vuelta y se alejó de ese asqueroso barrio de quinta como él le nombró al nomás entrar. Él está acostumbrado a vivir en colonias o residenciales privadas en donde la apariencia vale mucho más que cualquier otra cosa. Poco después le envió un mensaje de texto a su grupo de amigos, diciéndoles lo que ha ocurrido en su primer intento por conquistar a la fea del instituto, sus amigos lo felicitaron porque así como van las cosas de rápido, lo más seguro es que pronto obtendrá lo que quiere. Al día siguiente… Ángela Rosibel, con mucho más ánimos que en días anteriores, se levantó e hizo su rutina en casa para luego irse a la calle para tomar el autobús que la llevará hasta el instituto. Ya puesta en el lugar, entró a sus clases con normalidad, lo raro es que no ha visto a Mario José, y a cada momento que lo recuerda, ella se
Al día siguiente, Mario José esperó en la parada del bus a que Ángela llegara, cuando lo hizo, le dijo que se subiera a su auto para que juntos llegaran al instituto esta mañana. Desde el momento en que ella se bajó del auto del chico más guapo del instituto, todos los alumnos que los vieron comenzaron a murmurar entre ellos y más lo hacían las chicas, ya que en ningún momento se imaginaron que la alumna más fea del instituto haya tenido la oportunidad de subirse al auto de Mario José. El grupo de amigos del chico estaban pendientes a la espera de la llegada de la nueva parejita, puesto que él les dijo que hoy llegarían juntos para hacerles creer a todos que en realidad son pareja. Él sabe que este día sus padres no vendrán al instituto y por eso lo planeó, él les advirtió a sus amigos que hasta hoy llegaría con ese juego estúpido, ya que no soportaría las burlas. Los chicos estuvieron de acuerdo, y como hoy es el último día de clases de ellos como graduandos, por el hecho de que
Actualidad…— Señorita Hernández, reserve dos boletos de avión, mañana usted y yo nos vamos de viaje fuera del país. —Me pide y a la vez me informa mi jefe, un señor tan arrogante que en ocasiones no lo soporto.— ¿Es necesario que yo vaya también, señor?— Por supuesto que debes acompañarme, para eso eres mi mano derecha, ¿no crees?, y de paso puedes ser mi amante también. —Propuso el hombre cara de tacuache come gallinas, se acerca a mí e intenta tocar mis pechos con su asquerosa mano. No es la primera vez que recibo acoso por parte de él, pero como necesito el dinero he tenido que aguantarme, claro que nunca me he dejado tocar, pero sus palabras asquerosas siempre están presentes. Pero hoy debo de ponerle un alto, esto no debe seguir ocurriendo, puede ser que llegue un momento en que él se quiera propasar conmigo y no lo pueda detener, ahorita estoy a tiempo de evitar que eso suceda y lo haré.— Lo lamento, señor Ramírez, pero temo que no lo podré acompañar en ese viaje.— ¿Por qué
Ángela… — ¿Pasa algo, señorita? —me preguntó el muy idiota, al ver que yo me he quedado paralizada por la impresión de volver a verle después de muchos años y haber jurado que jamás en la vida me acercaría a él. —Pero no, aquí estoy frente a aquel estudiante que un día me avergonzó ante todo el instituto, porque sí, el mismo día que él me confesó de que yo solo era parte de su juego, todos se dieron cuenta de eso porque sus amigos se encargaron de hacerlo público, con el objetivo de humillarme a mí y engrandecerlo a él. Después de eso, me tocó lidiar sola con las burlas que a diario recibí en la semana siguiente que me restaba para acabar el año. — No me pasa nada jefe, bueno, en realidad si pasa, lamento esta noticia, pero tengo que renunciar a mi trabajo, por la razón que debo de viajar ahora mismo hasta mi ciudad. — ¿Cómo así que va a renunciar? ¿Acaso usted cree que aquí está en un potrero y que a la hora que se le antoje puede entrar y salir como si nada? Pues no señorita,
En todo el día de trabajo, Ángela, se lo pasó recordando lo que había sucedido siete años atrás, ella siempre está con el temor de que ese hombre se dé cuenta de que ella es la misma chica a la que humilló en el instituto. Ella teme que le vuelva a hacer otra humillación dentro de la empresa. Ella no sabe que ese hombre se enamoró de ella sin querer.Terminó con el trabajo que se le asignó, pasó por la oficina de Mario José, y se despidió de él, por ser su primer día de trabajo cumplirá a cabalidad con lo pedido. Luego se fue a la oficina de Juan Pablo, así se llama el novio de su amigo Ariel. Por el momento ella se está hospedando en su misma casa, entonces han quedado de acuerdo en irse juntos cada vez que se pueda.Ángela no le comentó a Juan Pablo, que ella desde hace mucho tiempo conoce a su jefe, al CEO de esa gran empresa, decidió no contarle nada porque le da pena que alguien más, aparte de su amigo Ariel, se dé cuenta de lo que pasó entre ellos y lo vergonzoso que fue el día
El fin de semana se terminó, y es momento de volver al trabajo. Tal y como su jefe se lo pidió a Juan Pablo, él no le ha comentado a Ángela, acerca de la conversación que tuvieron el día sábado. Sin embargo, él tiene la curiosidad por saber qué es lo que ellos dos esconden, y no se lo preguntó a su novio Ariel, porque es como si se lo estuviese preguntando a la chica, conoce muy bien a su pareja y sabe que no se lo dirá.— Buenos días, jefe. —Saludó Ángela, muy sorprendida al entrar a su oficina y ver a Mario José, sentado en el lugar donde ella debería de estar.— Buenos días, señorita Hernández. —Tome siento por favor, necesito hablar con usted. —Ordenó el jefe imponente. Él ha llegado más temprano de lo habitual y la ha esperado en su oficina porque no se aguanta las ganas de saber si en realidad ella es su chica del instituto, aunque su corazón le diga que sí, desde el principio y lata desbocado cada vez que ella se le acerca. Aun así, él tiene ciertas dudas y prefiere salir de e
Ángela se quedó en el pasillo esperando a que le los intrusos desocuparan su oficina. Su teléfono comenzó a vibrar con desesperación, ella lo sacó de su bolso y al ver que se trata de una llamada de parte de la escuela donde sus hijos asisten, de inmediato lo respondió y se retiró del pasillo, por si Mario sale que no la escuche hablar sobre ellos.Mario José le pidió a su prometida que por favor se retire de la empresa porque este día debe de atender un asunto muy importante y estaba planificándolo con su asistente. Y claro que es un asunto muy importante y urgente para él, pues desde ya se ha propuesto a reconquistar a su amor del pasado.La muchacha, como no tiene idea de que la nueva asistente es el amor de su prometido, después de darle un casto y forzado beso en los labios, aceptó retirarse de forma pacífica.El gran jefe salió de esa oficina e ingresó a la suya, él pensó encontrarse a su asistente allí, pero ella no estaba. Se asustó un poco, pues se le vino a la mente que quizá
El jovencito se alejó, pero su hermano salió detrás de él, ahora está dispuesto a rogarle a cualquier persona con tal de que le ayuden a que su chica le dé una segunda oportunidad. Lo alcanzó antes de cerrar la puerta del ascensor, listo para bajar a la primera planta y retirarse de la empresa, pues él ya cumplió con lo que Mario José, le pidió y no tuvo éxito. — ¡Por favor, hermano, tienes que ayudarme! El tiempo va de prisa y cada vez se acerca más el día de mi boda con aquella mujer. —suplicó el hermano mayor. — Bueno, pero tu solito te lo buscaste, ahora no tienes más remedio que aguantarte. — Pero es que yo no siento nada por ella, ni siquiera como a una amiga la considero. —el muchacho está desesperado, antes no le importaba mucho tener que casarse con ella, aunque no la amara, pero ahora que su Ángela, ha regresado, él quiere impedir a como dé lugar esa unión. — Pero bien que te la follaste cuando ella te daba clases, verdad. —recriminó el hermano menor. — Shh, calla herm