Esa noche el ambiente se sintió distinto en la cabaña. Ángela esperó a que el hombre entrara a dormir pero éste no lo hiso. Ella se preocupó de que a causa de la sangre coagulada por los golpes que ella misma le dio, le haya ocurrido un desmayo al hombre y entonces salió de la habitación para buscarlo.— ¡Mario, que haces allí te vas a congelar muchacho! —exclamó Ángela con desesperación. El hombre está afuera de la cabaña, sentado sobre un banco de madera. Con la mirada directa observando hacia el bosque, fue hasta el segundo llamado que él reaccionó.— Linda que haces afuera, ve adentro por favor. —pidió con cariño y respeto.— Ven tú también, te vas a enfermar si estás por mucho tiempo afuera.— En un rato me reúno contigo, por el momento estaré aquí admirando las estrellas. —No se le ocurrió otra cosa por decir, pero la chica tampoco cayó en cuenta que él miente porque ni siquiera se puede encontrar una estrella en el firmamento porque la noche está medio lluviosa y las nubes ocul
En la cabaña…Mario José está muy triste, pero por la felicidad de la mujer que ama es capaz de sacrificar su orgullo al verla al lado de otro hombre que sí supo ganar su corazón sin necesidad de herirla.Ángela está en la pequeña habitación, ella sonrió al ver el rostro cabizbajo de Mario cuando le estaba diciendo que le dejaría el camino libre para que sea feliz con quien ella lo desee. Pero lo que el hombre no sabe es que ella solo quiere serlo con él, no existe otro hombre en su vida que no sea él.— Mario, ven a la habitación por favor, es la última vez que te lo digo. —Pidió con un tremendo grito desde el interior de su cuarto.— Ya te dije que te duermas, yo estoy muy a gusto aquí en el sofá. —Le respondió por tercera vez el hombre.— ¡Bueno ni modo, tú te lo pierdes! —Exclamó ella.— ¿Qué cosa más voy a perder a parte de haberte perdido a ti? —Se preguntó en su mente.— ¿Entonces no vas a venir? —insistió Ángela.— No, ya casi estoy dormido y no me quiero levantar. —Contestó e
Ángela le ha dado una nueva oportunidad al hombre que ama, como bien dicen; el amor todo lo soporta. Ella no tenía planeado hacerlo, pero al ver que el hombre se ha esforzado yendo a terapia con el psicólogo y luego a rehabilitación, eso le ha hecho creer en la fuerza de voluntad que tiene por recuperar a su familia.— ¿Cómo fue que sacaste una parte de mi ropa? —Preguntó ella, ya que él carga una maleta con algunas de sus cosas personales, y es que él ya estaba bien preparado para lo que iba a hacer y que finalmente salió un total ganador.— ¿Quién crees que me ayudó?— ¡Daniel! —Exclamó con toda seguridad. Ella sabe que por el momento es el único de la familia que le ayudaría a su padre en todo lo que él le pida.— Has adivinado, amada mía.— Ese muchachito es un plebe completo. —Dijo ella sonriendo.— Mis hijos son unos amores gracias a la crianza que les has dado, los amo a cada uno con todos sus defectos y virtudes.— Si vuelves a hacer eso, créeme que no nos iremos hoy. —Advirti
Ángela sigue con su insistencia de preguntar por el estado de salud de su marido, Owen le ha dicho que él está bien y que pronto vendrá a verla. Él está confundido, porque el oficial le dijo que quizá su hermano no venía en el auto, pero Ángela le asegura y le jura por sus hijos, de que ellos venían juntos cuando el accidente ocurrió.— ¿Por qué me preguntas tanto que si Mario estaba conmigo? —¿Tú crees que yo estoy loca o que son puras alucinaciones mías? —La chica se enoja cada vez que Owen le pide que trate de recordar un poco más claro si de verdad Mario venía con ella. Él teme que debido a los golpes que recibió, es que ella esté desubicada y en su mente se le figure que Mario le acompañaba.Lo extraño es que su hermano ni siquiera contesta su celular, el accidente fue ayer en horas de la tarde y aun no se sabe nada de su paradero. Owen ya lo ha reportado como desaparecido y las autoridades han iniciado una búsqueda exhaustiva para tratar de localizarlo con la esperanza de que au
En un principio Mario José estaba alterado porque no podía ver nada, además sus manos estaban atadas a distintas cuerdas por lo mismo, pero cuando su hermano le explicó que tiene una venda en parte del rostro que le abarca sus ojos, se quedó tranquilo.— Hermano, tienes un golpe en la cabeza y en tu frente también, es por eso que te han vendado para cubrir todo y si despiertas que no te toques y te lastimes. —le explicó con calma.— ¿Owen?— Sí hermanito, soy yo. Aquí estoy, jamás me he separado de tu lado esperando este maravilloso momento porque siempre tuve la fe de que tú volverías a la vida.— Perdón por no reconocer tu voz, es que me siento demasiado débil.— No te preocupes hermano, yo te entiendo muy bien y no te culpo.Los médicos llegaron asombrados por la noticia de que el paciente que se creía que no había probabilidades de que él despertara lo ha hecho sin inconvenientes. —Todo está bien, no hay indicios de ceguera o de amnesia, este es un caso único entre mil. —comentó u
Hoy es un día muy importante para la familia, se ha llegado la hora prevista para el nacimiento de la hija de Owen. Él está loquito por tenerla entre sus brazos, pero una notificación lo ha puesto de cabeza. —Lo lamento señor, pero usted no puede entrar. —Le informó el médico. —¡Qué! —¿Pero por qué no lo puedo hacer si yo soy el padre de la niña? —reclamó el muchacho. —Este hospital tiene sus reglas y las debe de respetar. —Si una mujer viene a dar a luz y le acompaña su marido, pero estos no están legalmente casados, el hombre no puede entrar y por lo tanto ella dará a luz sola. —Que ridiculez. —se burló. —Yo solo le hago de conocimiento las normas, lo siento por usted si no está casado con la futura madre, pero no podrá entrar y le tocará esperar aquí afuera. —O al menos que usted decida en este momento pedirle matrimonio y ella lo acepte. —¿Eso se vale? —ahora sus ojos brillan con una esperanza. —Claro que sí, con tal de que se lo pida de corazón. —Je, si hombre eso es lo qu
— Mamá, ¿Hacia dónde vamos? —Preguntó el pequeño Alex, al ver que su madre está empacando de prisa las pertenencias de todos, en tres maletas ha preparado todo. — Viajaremos a otro país, mi amor. ―Le respondió su atenta madre. — ¿En avión, mamita? —le interrogó su otro hijo, el más terrible de sus gemelos. — Claro que sí, sé cuánto amas esos semejantes aparatos y por eso viajaremos en uno de ellos. — ¡Yeah! ¡Te amo, mamá, eres la mejor del mundo! —gritaron los dos al mismo tiempo y la abrazaron de su cintura. Siete años atrás… — Les prometo que no los defraudaré mis queridos padres, seré una buena estudiante y me convertiré en una Licenciada en Administración de Empresas como lo he soñado. Trabajaré por un tiempo y luego formaré mi propia empresa y ustedes se sentirán orgullosos de que su única hija haya triunfado en la vida. Esas fueron las palabras que Ángela Rosibel le dijo a sus padres antes de partir a la ciudad de San Esteban Olancho, en donde vivirá con su madrina mientra
Mario José vio alejarse a la chica, agradeció al cielo que el trayecto haya sido un poco corto, al ver que ella ya no lo podía localizar, arrancó su auto para dar la vuelta y se alejó de ese asqueroso barrio de quinta como él le nombró al nomás entrar. Él está acostumbrado a vivir en colonias o residenciales privadas en donde la apariencia vale mucho más que cualquier otra cosa. Poco después le envió un mensaje de texto a su grupo de amigos, diciéndoles lo que ha ocurrido en su primer intento por conquistar a la fea del instituto, sus amigos lo felicitaron porque así como van las cosas de rápido, lo más seguro es que pronto obtendrá lo que quiere. Al día siguiente… Ángela Rosibel, con mucho más ánimos que en días anteriores, se levantó e hizo su rutina en casa para luego irse a la calle para tomar el autobús que la llevará hasta el instituto. Ya puesta en el lugar, entró a sus clases con normalidad, lo raro es que no ha visto a Mario José, y a cada momento que lo recuerda, ella se