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— Señorita Hernández, reserve dos boletos de avión, mañana usted y yo nos vamos de viaje fuera del país. —Me pide y a la vez me informa mi jefe, un señor tan arrogante que en ocasiones no lo soporto.— ¿Es necesario que yo vaya también, señor?— Por supuesto que debes acompañarme, para eso eres mi mano derecha, ¿no crees?, y de paso puedes ser mi amante también. —Propuso el hombre cara de tacuache come gallinas, se acerca a mí e intenta tocar mis pechos con su asquerosa mano. No es la primera vez que recibo acoso por parte de él, pero como necesito el dinero he tenido que aguantarme, claro que nunca me he dejado tocar, pero sus palabras asquerosas siempre están presentes. Pero hoy debo de ponerle un alto, esto no debe seguir ocurriendo, puede ser que llegue un momento en que él se quiera propasar conmigo y no lo pueda detener, ahorita estoy a tiempo de evitar que eso suceda y lo haré.— Lo lamento, señor Ramírez, pero temo que no lo podré acompañar en ese viaje.— ¿Por qué no?.— Porque en este momento yo renuncio a su empresa.— No puedes renunciar, tú eres el cerebro de mi empresa, sin ti no somos nada y nos iremos a la quiebra en pocos días. Además, sabes muy bien que no puedes dimitir de un día para otro para que puedas gozar del dinero que te corresponde, por ley debes de avisar como mínimo catorce días antes tu retiro.— Si no me quiere pagar no lo haga, señor, pero yo en este momento renuncio, sea como sea.Tomé mi bolso y salí de la empresa, esa misma empresa que me acogió cuando llegué a este país, esa misma empresa que confió en mi potencial de conocimiento para los números y por eso me ascendieron a vicepresidenta ejecutiva.— ¿Y ahora como voy a hacer sin un trabajo? —Me pregunto mientras voy caminando hacia el supermercado a comprar algunas cosas que me hacen falta en la despensa.Cuando regresé a la casa le hice una videollamada a mi amigo Ariel, a pesar de los años que han pasado, él sigue siendo leal a mi persona. Le comenté que había renunciado a mi trabajo por el acoso que en varias ocasiones sufrí.— Ay amiga, pues te cuento que estás de suerte, porque hace unos minutos estuve hablando con mi novio y me comentó que en la empresa de su futuro cuñado necesitan una asistente de presidencia, tú tienes mucha experiencia en ello, ahí está tu oportunidad.— Pero la empresa donde tu novio trabaja, está en ese país al cual no deseo regresar nunca en mi vida.— Eso no importa amiga, te garantizo que con regresar no te encontrarás con el idiota que te llevó al cielo y te dejó caer desde lo alto.— Aaah, eres muy gracioso. —Ella lo dijo con sarcasmo.— Dime si estás dispuesta a movilizar tu lindo trasero hasta aquí, para yo llamarle ahorita mismo a él y que te recomiende. Desde ya, te aseguro que ese puesto es tuyo gracias a tu amplia experiencia.— Está bien, háblale de mi situación a tu novio y él que te diga cuándo puedo ir a entregar mi hoja de vida.— Perfecto, amiga, yo estoy cien por ciento seguro de que muy pronto te tendré por aquí.Media hora más tarde…Ariel le informó a su amiga Ángela, que se tiene que presentar al día siguiente a la “Multinacional Canahuatti”, y que se lleve todos sus documentos en regla porque a las dos de la tarde será atendida por el propio CEO de la empresa por ser un puesto que requiere de mucha confianza y lealtad.— Gracias Ariel, eres y siempre serás mi gran amigo.Ángela preparó los documentos que necesitará mañana, porque tiene que viajar esta misma tarde porque esa empresa queda en su país natal, Honduras.En horas de la madrugada llegó a su país, allí en el aeropuerto la está esperando el novio de su amigo, pues él no pudo venir porque ha salido fuera de la ciudad.Ella se fue a la casa de su madrina y le llegó por sorpresa, su familiar la recibió con los brazos abiertos y hasta lloró por la emoción de volver a verla después de siete largos años.La hora cero llegó, ya son las dos de la tarde y Ángela ya está en la planta baja de la empresa, desde allí le hizo una llamada al chico y este le dijo que pasara directamente a la planta cuatro, ya que el director le dio la orden para que él la atienda porque él tuvo que salir de la empresa, pero lo dejó de encargado para este caso.El CEO de la empresa, antes de salir a una reunión de emergencia, le comunicó al chico que cuando llegara la persona que él mismo le recomendó para el puesto de asistente de presidencia, que de inmediato la haga firmar su contrato y que la cite para mañana a primera hora para que comience a trabajar.Ángela se puso muy contenta cuando el joven le dio la noticia, y más cuando él le dijo que en su casa hay espacio para que ella se instale por el tiempo que estime conveniente, ya que su casa cuenta con tres habitaciones y por el momento solo la habitación principal está ocupada por él.Ella aceptó mudarse para donde él, porque su madrina vive en otra ciudad y le da pena estar de arrimada nuevamente, aunque ahora sí le podrá pagar un tipo de alquiler, pero conoce bien a la señora y sabe que no lo aceptará.La chica se regresó para donde su madrina y le comentó sobre su nuevo empleo, el hijo de la señora, se ofreció en ir a dejarla por la noche a la casa donde se va a hospedar.— Gracias Arturo, y disculpa las molestias, en media hora estaré lista para que nos vayamos. —Ella está muy agradecida por el apoyo que todos le están brindando.Los chicos se marcharon a la empresa para iniciar el día, enfrascados en el trabajo.— Hoy te presentaré con nuestro jefe, Ángela, él casi siempre es un desalmado con sus empleados, pero solo es de hacer caso omiso a sus palabras y asunto arreglado. —Te comento que conmigo es buena onda porque es mi cuñado, él está comprometido con mi media hermana.— Gracias por tu ayuda, es mucho lo que estás haciendo por mí. — Mira, esta es la oficina de presidencia, y esta que está al frente será tu oficina. Por favor ve a instalarte por mientras llega el jefe, yo ahora voy por un café y regreso para presentarlos.Minutos después se escuchó como la puerta de la oficina principal se abrió. —¡Dios mío! ¿Será el jefe que viene ya? —comentó la chica y los nervios se hicieron presente.— Señorita, haga el favor de venir a mi oficina en menos de treinta segundos. —ordenó una voz fuerte por el teléfono principal.Ángela tomó su lápiz tinta y su libreta de apuntes y de inmediato se dirigió a la otra oficina.—¿Tú, mi jefe? —Expresó de mal gusto la chica cuando vio a la persona sentada detrás del escritorio.— Al parecer ya no me recuerda este desgraciado, porque se me ha quedado viendo como si yo estuviese loca. Pero yo sí lo recuerdo a él, y tengo muy presente el día que me humilló. —Ella comentó en su mente. — Yo tengo que renunciar, no puedo trabajar junto al canalla que me hizo sentir como una m****a en el pasado.Ángela… — ¿Pasa algo, señorita? —me preguntó el muy idiota, al ver que yo me he quedado paralizada por la impresión de volver a verle después de muchos años y haber jurado que jamás en la vida me acercaría a él. —Pero no, aquí estoy frente a aquel estudiante que un día me avergonzó ante todo el instituto, porque sí, el mismo día que él me confesó de que yo solo era parte de su juego, todos se dieron cuenta de eso porque sus amigos se encargaron de hacerlo público, con el objetivo de humillarme a mí y engrandecerlo a él. Después de eso, me tocó lidiar sola con las burlas que a diario recibí en la semana siguiente que me restaba para acabar el año. — No me pasa nada jefe, bueno, en realidad si pasa, lamento esta noticia, pero tengo que renunciar a mi trabajo, por la razón que debo de viajar ahora mismo hasta mi ciudad. — ¿Cómo así que va a renunciar? ¿Acaso usted cree que aquí está en un potrero y que a la hora que se le antoje puede entrar y salir como si nada? Pues no señorita,
En todo el día de trabajo, Ángela, se lo pasó recordando lo que había sucedido siete años atrás, ella siempre está con el temor de que ese hombre se dé cuenta de que ella es la misma chica a la que humilló en el instituto. Ella teme que le vuelva a hacer otra humillación dentro de la empresa. Ella no sabe que ese hombre se enamoró de ella sin querer.Terminó con el trabajo que se le asignó, pasó por la oficina de Mario José, y se despidió de él, por ser su primer día de trabajo cumplirá a cabalidad con lo pedido. Luego se fue a la oficina de Juan Pablo, así se llama el novio de su amigo Ariel. Por el momento ella se está hospedando en su misma casa, entonces han quedado de acuerdo en irse juntos cada vez que se pueda.Ángela no le comentó a Juan Pablo, que ella desde hace mucho tiempo conoce a su jefe, al CEO de esa gran empresa, decidió no contarle nada porque le da pena que alguien más, aparte de su amigo Ariel, se dé cuenta de lo que pasó entre ellos y lo vergonzoso que fue el día
El fin de semana se terminó, y es momento de volver al trabajo. Tal y como su jefe se lo pidió a Juan Pablo, él no le ha comentado a Ángela, acerca de la conversación que tuvieron el día sábado. Sin embargo, él tiene la curiosidad por saber qué es lo que ellos dos esconden, y no se lo preguntó a su novio Ariel, porque es como si se lo estuviese preguntando a la chica, conoce muy bien a su pareja y sabe que no se lo dirá.— Buenos días, jefe. —Saludó Ángela, muy sorprendida al entrar a su oficina y ver a Mario José, sentado en el lugar donde ella debería de estar.— Buenos días, señorita Hernández. —Tome siento por favor, necesito hablar con usted. —Ordenó el jefe imponente. Él ha llegado más temprano de lo habitual y la ha esperado en su oficina porque no se aguanta las ganas de saber si en realidad ella es su chica del instituto, aunque su corazón le diga que sí, desde el principio y lata desbocado cada vez que ella se le acerca. Aun así, él tiene ciertas dudas y prefiere salir de e
Ángela se quedó en el pasillo esperando a que le los intrusos desocuparan su oficina. Su teléfono comenzó a vibrar con desesperación, ella lo sacó de su bolso y al ver que se trata de una llamada de parte de la escuela donde sus hijos asisten, de inmediato lo respondió y se retiró del pasillo, por si Mario sale que no la escuche hablar sobre ellos.Mario José le pidió a su prometida que por favor se retire de la empresa porque este día debe de atender un asunto muy importante y estaba planificándolo con su asistente. Y claro que es un asunto muy importante y urgente para él, pues desde ya se ha propuesto a reconquistar a su amor del pasado.La muchacha, como no tiene idea de que la nueva asistente es el amor de su prometido, después de darle un casto y forzado beso en los labios, aceptó retirarse de forma pacífica.El gran jefe salió de esa oficina e ingresó a la suya, él pensó encontrarse a su asistente allí, pero ella no estaba. Se asustó un poco, pues se le vino a la mente que quizá
El jovencito se alejó, pero su hermano salió detrás de él, ahora está dispuesto a rogarle a cualquier persona con tal de que le ayuden a que su chica le dé una segunda oportunidad. Lo alcanzó antes de cerrar la puerta del ascensor, listo para bajar a la primera planta y retirarse de la empresa, pues él ya cumplió con lo que Mario José, le pidió y no tuvo éxito. — ¡Por favor, hermano, tienes que ayudarme! El tiempo va de prisa y cada vez se acerca más el día de mi boda con aquella mujer. —suplicó el hermano mayor. — Bueno, pero tu solito te lo buscaste, ahora no tienes más remedio que aguantarte. — Pero es que yo no siento nada por ella, ni siquiera como a una amiga la considero. —el muchacho está desesperado, antes no le importaba mucho tener que casarse con ella, aunque no la amara, pero ahora que su Ángela, ha regresado, él quiere impedir a como dé lugar esa unión. — Pero bien que te la follaste cuando ella te daba clases, verdad. —recriminó el hermano menor. — Shh, calla herm
Ángela Rosibel ya lleva tres semanas consecutivas de estar trabajando en las empresas de la familia de Mario, cada día que ella llega a su oficina, siempre se encuentra con un hermoso ramillete de flores y una caja de chocolates blancos sobre el escritorio de madera, junto a ellos una nota con un poema, firmado por el mismo Mario José.Tal como él lo dijo, está dispuesto a hacer todo lo que sea para lograr que ella le dé esa segunda oportunidad que tanto le pide. Y por eso es que durante estos días, ha estado llegando más temprano, para él mismo colocar el presente en el escritorio de ella.— ¡Ja!, ni creas que con flores y chocolates me vas a conquistar, yo no necesito un hombre a mi lado para que me humille. —le escribió esta vez en la tarjeta que acompaña a las flores, tomó un sobre de papel manila y en él guardó la tarjeta para que nadie más viera su contenido. Luego llamó a la secretaria y le pidió que le llevara el sobre, al presidente.Mario José sonrió cuando la secretaria se l
Al salir de la oficina de su amor, Mario José se fue a su casa, tomó una maleta de color negro que tenía guardada en un porta maletero y en ella guardó algunas de sus pertenencias, lo más esencial que necesitará para los días que dure su viaje. Su madre, que en ese momento estaba en casa, le preguntó que para donde iba. Él le mintió, le comentó que se le presentó una emergencia y que tendría que viajar de inmediato fuera de la ciudad B.— Yo sé que no hay ninguna emergencia, hijo. Mi corazón de madre me dice que lo que tú estás tratado de hacer es escapar de la soga que tu padre está a punto de ponerte en el cuello. ¿Cuéntame, que pretendes hacer? —Le consultó su madre. —Ella conoce muy bien a sus dos hijos y sabe que su tesoro mayor está atravesando una difícil situación.— Mamá, tengo que irme. No encuentro otra cosa más que hacer para impedir que ese matrimonio se lleve a cabo.— Y si contratas a una chica para que se haga pasar por tu ex pareja y que diga que está esperando un hijo
Ángela se comunicó con la niñera de sus hijos y le preguntó que si se siente capaz de cuidar de ellos durante la noche, ella le explicó que tiene que viajar con urgencia por órdenes de… del abuelo de sus hijos.— Claro que sí, hija mía. Si de parte de la empresa te envían, tú tienes que cumplir porque te debes a ellos. —Reconoció la señora. —Ella es muy amable y le tiene mucho aprecio tanto a Ángela Rosibel como a los pequeños vándalos que tiene como hijos.Ángela le pidió que le vaya preparando su maleta, llegó a recogerla cuando sus hijos aún no habían llegado de la escuela. A ella se le hizo muy difícil irse y no despedirse de ellos, pero ni modo, el deber llama a la puerta y ella deberá de atenderlo.Ya con su maleta en mano llegó de nuevo a la empresa y se dirigió a su oficina para llevar algunos documentos que considera que serán necesarios para llevar a cabo la dichosa reunión.Subió a la terraza y allí estaba el joven Owen, ya listo esperando por su llegada. Pero, de pronto, él