El jovencito se alejó, pero su hermano salió detrás de él, ahora está dispuesto a rogarle a cualquier persona con tal de que le ayuden a que su chica le dé una segunda oportunidad. Lo alcanzó antes de cerrar la puerta del ascensor, listo para bajar a la primera planta y retirarse de la empresa, pues él ya cumplió con lo que Mario José, le pidió y no tuvo éxito. — ¡Por favor, hermano, tienes que ayudarme! El tiempo va de prisa y cada vez se acerca más el día de mi boda con aquella mujer. —suplicó el hermano mayor. — Bueno, pero tu solito te lo buscaste, ahora no tienes más remedio que aguantarte. — Pero es que yo no siento nada por ella, ni siquiera como a una amiga la considero. —el muchacho está desesperado, antes no le importaba mucho tener que casarse con ella, aunque no la amara, pero ahora que su Ángela, ha regresado, él quiere impedir a como dé lugar esa unión. — Pero bien que te la follaste cuando ella te daba clases, verdad. —recriminó el hermano menor. — Shh, calla herm
Ángela Rosibel ya lleva tres semanas consecutivas de estar trabajando en las empresas de la familia de Mario, cada día que ella llega a su oficina, siempre se encuentra con un hermoso ramillete de flores y una caja de chocolates blancos sobre el escritorio de madera, junto a ellos una nota con un poema, firmado por el mismo Mario José.Tal como él lo dijo, está dispuesto a hacer todo lo que sea para lograr que ella le dé esa segunda oportunidad que tanto le pide. Y por eso es que durante estos días, ha estado llegando más temprano, para él mismo colocar el presente en el escritorio de ella.— ¡Ja!, ni creas que con flores y chocolates me vas a conquistar, yo no necesito un hombre a mi lado para que me humille. —le escribió esta vez en la tarjeta que acompaña a las flores, tomó un sobre de papel manila y en él guardó la tarjeta para que nadie más viera su contenido. Luego llamó a la secretaria y le pidió que le llevara el sobre, al presidente.Mario José sonrió cuando la secretaria se l
Al salir de la oficina de su amor, Mario José se fue a su casa, tomó una maleta de color negro que tenía guardada en un porta maletero y en ella guardó algunas de sus pertenencias, lo más esencial que necesitará para los días que dure su viaje. Su madre, que en ese momento estaba en casa, le preguntó que para donde iba. Él le mintió, le comentó que se le presentó una emergencia y que tendría que viajar de inmediato fuera de la ciudad B.— Yo sé que no hay ninguna emergencia, hijo. Mi corazón de madre me dice que lo que tú estás tratado de hacer es escapar de la soga que tu padre está a punto de ponerte en el cuello. ¿Cuéntame, que pretendes hacer? —Le consultó su madre. —Ella conoce muy bien a sus dos hijos y sabe que su tesoro mayor está atravesando una difícil situación.— Mamá, tengo que irme. No encuentro otra cosa más que hacer para impedir que ese matrimonio se lleve a cabo.— Y si contratas a una chica para que se haga pasar por tu ex pareja y que diga que está esperando un hijo
Ángela se comunicó con la niñera de sus hijos y le preguntó que si se siente capaz de cuidar de ellos durante la noche, ella le explicó que tiene que viajar con urgencia por órdenes de… del abuelo de sus hijos.— Claro que sí, hija mía. Si de parte de la empresa te envían, tú tienes que cumplir porque te debes a ellos. —Reconoció la señora. —Ella es muy amable y le tiene mucho aprecio tanto a Ángela Rosibel como a los pequeños vándalos que tiene como hijos.Ángela le pidió que le vaya preparando su maleta, llegó a recogerla cuando sus hijos aún no habían llegado de la escuela. A ella se le hizo muy difícil irse y no despedirse de ellos, pero ni modo, el deber llama a la puerta y ella deberá de atenderlo.Ya con su maleta en mano llegó de nuevo a la empresa y se dirigió a su oficina para llevar algunos documentos que considera que serán necesarios para llevar a cabo la dichosa reunión.Subió a la terraza y allí estaba el joven Owen, ya listo esperando por su llegada. Pero, de pronto, él
A la mañana siguiente, Mario se despertó y al recordar que su amada duerme a su lado la quiso abrazar, pero no la encontró, en la cama solo está él y las sábanas, buscó en cada rincón, pero ella no está, ni su maleta. Ella se ha marchado, y su corazón se entristeció porque sabe que ella se ha arrepentido de haber tenido relaciones sexuales con él, aunque ella se mostró muy feliz la noche anterior, hasta pareció que lo estaba disfrutando. — No entiendo que es lo que ha pasado, ¿cómo es que ella se aparece en mi habitación y luego desaparece? —¿Cómo es que ella supo que yo estaba en esta ciudad y más en este hotel y habitación? —Será que, ¡sí, el autor de todo esto debe de ser mi hermanito! Él fue quien planificó este encuentro porque solo él sabe en donde yo me estoy hospedando. — Gracias por echarme la mano hermanito, pero mi chica se ha marchado. —Él le envió un mensaje de texto para agradecerle su buen gesto. — ¿Cómo así? Se supone que no la tendrías que dejar salir de esa habit
En el hospital le dijeron al joven Owen, que no podía entrar porque la hora de visita ya había acabado, le recomendaron regresar hasta en horas de la tarde que se vuelva a habilitar la hora de visita. Él se regresó, no les quiso insistir que lo dejaran pasar porque su hora de entrar a la escuela ya se le estaba acercando y no quiere quedar como faltante desde los primeros días.No le quiso llamar a Ángela para preguntarle sobre su hijo porque no la quiere alarmar, —si ella no nos ha comentado que tiene dos hijos, es porque desea mantenerlos en el anonimato. Pero al salir de la escuela voy a volver para interrogarla de frente, si ella está casada debe de decírselo a mi hermano para que él no siga insistiendo con la esperanza de reconquistar su corazón.En la escuela hay un niño que su carita se le hace muy familiar, ya le preguntó su nombre porque no se aguanta la curiosidad. Y vaya sorpresa, al estar de cerca ese niño es… es idéntico a su hermano Mario José.— ¿Qué edad tienes pequeño?
Mario José no estaba en la habitación del hotel, ha salido a hacer unas compras que necesita con urgencia. Bueno, más que nada es su computadora portátil que se le dañó y anda en busca de una nueva para reemplazarla y poder seguir minuto a minuto el progreso de sus negocios. Es un hombre demasiado desconfiado y aunque ya ha comprobado que la mayoría de sus empleados están dispuestos a dar la vida en su empresa, aun así no se confía.Su celular lo dejó olvidado en la cama donde durmió, no fue hasta que ya estaba lejos de su hotel cuando se dio cuenta de que no lo traía con él. Le pidió al hombre del taxi que lo trajera de nuevo a donde lo recogió, él no puede andar sin su aparato celular, para él es como si anduviera sin unos de sus brazos.En el hospital…Ángela está sentada en el pasillo sobre un viejo sillón casi inservible que allí se encuentra, se nota que es un hospital en donde solo asisten las personas con recursos económicos bajos, de esos que no se pueden dar el lujo de irse a
En el hospital…Ángela regresó con el escaso medicamento que le dieron de a gratis en la farmacia, los demás tendrá que comprarlos por su cuenta porque no hay por el momento. Owen, siempre está sentado en el mismo lugar que quedó cuando ella se fue.La muchacha no tiene más remedio que entrar a la habitación donde su hijo está, tendrá que hacerlo frente al tío de su hijo y por lo que parece, él no se va a quedar de brazos cruzados hasta hacerla confesar.— ¿Quién es Alex y por qué tú eres la responsable de cuidar de él? —Le interrogó sin rodeos el profesor.— Vete Owen, en la oficina sí me puedes interrogar sobre nuestro trabajo, pero a lo que mi vida personal se refiere, eso es algo que a ti no te concierne y te pido que no te metas.— Tranquila pelirroja, no es para que te pongas tan agresiva, ni que me estuvieras ocultando algo muy importante para mi familia.— En primer lugar, no me llames pelirroja como lo hace el imbécil de tu hermano, en segundo lugar, tú no eres nadie para pedi