Capítulo 3

Al día siguiente, Mario José esperó en la parada del bus a que Ángela llegara, cuando lo hizo, le dijo que se subiera a su auto para que juntos llegaran al instituto esta mañana.

Desde el momento en que ella se bajó del auto del chico más guapo del instituto, todos los alumnos que los vieron comenzaron a murmurar entre ellos y más lo hacían las chicas, ya que en ningún momento se imaginaron que la alumna más fea del instituto haya tenido la oportunidad de subirse al auto de Mario José.

El grupo de amigos del chico estaban pendientes a la espera de la llegada de la nueva parejita, puesto que él les dijo que hoy llegarían juntos para hacerles creer a todos que en realidad son pareja. 

Él sabe que este día sus padres no vendrán al instituto y por eso lo planeó, él les advirtió a sus amigos que hasta hoy llegaría con ese juego estúpido, ya que no soportaría las burlas.

Los chicos estuvieron de acuerdo, y como hoy es el último día de clases de ellos como graduandos, por el hecho de que en cuatro días oficialmente será su evento de graduación, entonces a partir de hoy él ya no volverá a la institución.

Mario José bajó del auto, se acercó a la chica y deposito un beso en la cabeza de ella como muestra de cariño y le dijo que al terminar las clases la esperaría para que se fueran juntos.

— ¡Mario José!, ¿acaso te has vuelto loco?, le recriminó su verdadera novia cuando llegó al salón de clase.

— Diana, ya te dije que esto solo fue una penitencia de un juego que perdí y que los idiotas de mis amigos me obligaron a cumplir.

— Pero tú bien te pudiste haber negado a hacerlo, no creo que te hayan amenazado con un arma si no lo hacías.

— Tú no lo entenderías Diana, pero de verdad te lo digo que esto fue parte de ese reto.

— Pero, ¿cómo te atreviste a exhibirte con ella delante de todos?, y a mí no me has querido, pero ni dar el saludo delante de tus amigos, dizque que es mejor que nadie se entere de lo nuestro, a mí me tienes escondida y a esa usurpadora la exhibes.

—Diana, por favor entiéndeme que todo es parte del juego. Ya hoy me voy y no la volveré a ver.

— Bueno, está bien mi amorcito, pero quiero que vayas a estudiar a la misma universidad en que yo voy a estar y también quiero que le cuentes a tus padres sobre lo nuestro.

— ¿Sabes qué he estado pensando, Diana?

— ¿El qué mi amor? Déjame adivinar, mmm nos iremos a vivir juntos a Europa. ¿Es eso?

— No, Diana, quiero terminar mi relación contigo.

— ¡Qué! ¿Pero por qué mi amor? Ya son siete meses los que llevamos saliendo y nos la hemos pasado de lo mejor. —Por favor dime que no es cierto lo que me estás pidiendo.

— Claro que si es cierto, a partir de hoy quiero comenzar un nuevo estilo de vida y en él tú no estás incluida.

— ¿Te has enamorado de la fea del instituto? ¿Es por ese adefesio que me estás dejando?

— No, jamás dejaría a alguien solo por esa chica cuatro ojos.

— Te odio Mario José, y te juro que me las vas a pagar. Jamás vas a ser feliz porque yo siempre estaré encima de ti en donde sea que te encuentres. —Dijo la chica muy enojada, tomó sus cuadernos y se fue hacia la parte de atrás del salón para no estar cerca de su ahora exnovio.

A la hora del receso, Diana fue a buscar a Ángela para contarle lo que Mario José está haciendo con ella, la buscó en su salón de clases, pero no la encontró, entonces la buscó en el patio y a lo lejos la vio que estaba sentada debajo de un árbol platicando con el chico raro.

— ¡Hola chicos! —les saludó Diana. Y los jóvenes se voltearon a ver entre ellos, ya que se les hacía extraño que la chica fresa del instituto les estuviera hablando a ellos.

— ¡Hola! —le respondieron los dos al mismo tiempo con cara de confusión.

— Me gustaría hablar contigo sobre un asuntito Ángela, no sé si quieres que te lo diga delante de tu amigo o prefieres que estemos a solas.

— Adelante, cuéntame delante de él lo que sea que tengas por decir.

— Hoy te vi que llegaste en el auto de Mario José, ¿sabías que yo soy su novia?

— Eso no puede ser cierto, yo soy su novia.

— ¿Desde cuándo?.                             

— Bueno, apenas ayer me pidió que seamos novios.

— Ja, ja, ja eres muy ingenua chiquilla, me imagino que él no te ha contado que todos estos días tú has sido solo un juego para él.

— A ti no te voy a creer nada.

— Si no me quieres creer a mí, ve y pregúntale a cualquiera de su grupo de amigos, ellos fueron los que le dijeron que lo hiciera, como castigo porque perdió un juego.

— Eso es completamente falso. Él me dijo que yo le gusto. —Dijo Ángela Rosibel, y es que ella se niega a que su amor le haya jugado una broma de mal gusto, o que haya sido solo un trofeo para él.

— Te sugiero que se lo preguntes a él directamente y verás que yo no te estoy mintiendo.

— ¿Por qué me cuentas todo eso, que ganas tú con que yo lo sepa?

— La verdad yo no gano nada, pero lo hago porque él me cortó hoy, y estoy muy molesta por eso y he llegado a la conclusión que podría ser que también yo haya sido un juego entre él y sus amigos.

— De todos modos, gracias por decírmelo, hablaré con él a la salida.

Diana se fue y Ariel comenzó con el interrogatorio, ya que él no había llegado aún al instituto cuando su amiga se presentó junto a Mario José.

— ¿De qué me he perdido amiga? —preguntó el chico con una sonrisa.

— Perdón por no habértelo comentado antes, pero, es que como apenas vamos empezando a salir, no quería hacerte bulla aún.

La chica le comentó a su amigo todo lo que ha pasado en estos días atrás en los que ha sido muy feliz sabiendo que el chico de sus sueños ha compartido ya un tiempo con ella.

Unos minutos antes de que su clase terminara, Ángela se retiró del salón y se fue al estacionamiento, se sentó en un sillón que había cerca del auto de Mario José, y allí lo esperó.

El chico, como ya tenía planeado irse del instituto antes de que Ángela saliera de sus clases, llegó a su auto para marcharse, pero la chica fue muy astuta y le salió a su paso.

— ¿Es cierto lo que me han dicho sobre ti, Mario José? —El chico que no se había dado cuenta de que ella estaba allí, se asustó y de volada se volteó, quedando frente a frente.

— ¿A qué te refieres Ángela?. —Preguntó, haciéndose el confundido.

— ¿Solo he sido un juego para ti? —ella habló con un nudo en la garganta.

— Lamento, si te ilusionaste con lo que yo te he dicho, yo solo estaba cumpliendo un reto y ya lo logré, así que ya te puedes ir olvidando de mí. —soltó de golpe, sin ningún remordimiento de conciencia.

— ¿O sea que me has usado, haciéndome creer que yo te gustaba?

— Ya te dije que lo siento, yo jamás me fijaría en alguien como tú, pudiendo tener a las bellezas que yo quiera y cuando quiera. —Tú eres un asco de mujer, una pérdida de tiempo, jamás estarás a mi altura porque eres una mediocre y nunca vas a lograr algo bueno en tu vida.

— Ojalá que un día te hagan lo mismo que me hiciste, que te engañen y te rompan el corazón como tú has hecho conmigo. 

—Te entregué lo más preciado para mí que es mi virginidad, tú has sido el primer hombre en mi vida y mira como me pagaste, nunca debí de haberte creído cuando me dijiste que yo te gustaba, te odio m*****a sea, te odio.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo