—Son muy lindas las flores, muchas gracias.
—Me recordaron a ti, hermosa y blanquita con tu envoltura fucsia.
Dante se acercó y le dio un beso.
— ¿Por qué lloras mi amor?
—Porque te oí, hoy en la mañana —Belinda lo miró y había dolor en sus ojos—, dijiste que te ibas, me habías dejado.
Dante le pasó por la cabeza mentirle, pero él nunca lo había hecho, quizás había omitido algunos detalles, pero nunca le había dado un falso testimonio, así que decidió evadir el tema.
—Debía ir con Socorro a declarar por el asunto de Dinorah, no quise denunciar todo este desastre, la juzgaron por matar a su esposo y le dieron pena máxima, no dije que casi te mata, omití varios detalles en realidad.
7 años después. Dante estaba en lo alto de la colina favorita en La Madonna desde allí veía la hermosa hacienda, los animales y campos sembrados, el área recreativa con gran piscina y cancha deportiva, por supuesto el rio en calma y zigzagueante, dirigido y resguardado con contenciones vistosas. —I miei figli, vengan acá. —sus hijos se acercaron—, Todo esto que pueden ver es de ustedes, hace mucho tiempo su mamá y yo vinimos aquí y soñamos con tener este lugar así, ustedes deberán siempre querer y cuidar La Madonna, ha sido el trabajo de muchas personas que esto sea así y que sea para ustedes. Los pequeños eran 2 chicos apuestos con cabellos castaños y ojos ámbar, eran gemelos idénticos, sus mejillas rojas evidenciaban el haber subido la colina caminando solos, pero su inagotable energía lejos de agotarse. —Papá, yo seré arquitecto como tú —dijo D
Culpa, un sentimiento extraño… Al menos para Dante Martino que era descarado y sinvergüenza, de él se esperaba que fuera egoísta, desalmado y que la vida y complicaciones le importaran muy poco, era parte de su encanto su despropósito y carácter sarcástico, pero él no era un traidor, y sobre todo jamás sería capaz de procurar dolor físico en alguien inferior en fuerza, como una mujer o un niño, sin embargo iría a la cárcel por colaborar con un asesino a secuestrar a una chica dulce y amable. El abogado se despidió de él luego de que él firmara los papeles que disolvían su sociedad con Pablo Larsson en Concept LM Group, en esta empresa de construcción que tanto orgullo le dio, junto con ellos se iba la amistad de años, este sonrió con ironía, “así ha de sentirse un divorcio”, y ciertamente lo era, el divorcio de una hermandad, ya que así quería a Pablo como a un hermano, pero lo necesario era defender a su
El odio suscita la pelea, el amor perdona cualquier falta.Proverbios 10:122 AÑOS DESPUES, EN LA ACTUALIDAD La hacienda La Mágica Cascada debía su nombre a una caída de agua bellísima, los lugareños aseguraban que concedía deseos, razón por la cual constantemente llegaban persona a pedir permiso para bañarse bajo la cascada pidiendo algo de suerte, María Mendoza y su hijo Robert, dueños del lugar no tenía problema en compartir el paisaje de su cuidada hacienda, María era una buena mujer, siempre colaboró con el orfanato Sagrada Familia, a petición de ella, las niñas del orfanato asistían en excursión varias veces al año, ella disfrutaba de la compañía de las hermanas y la efusividad de las niñas que se divertían a lo grande, en este momento el orfanato Sagrada Familia contaba con 46 niñas que iban desde una pequeña de 3
—Dante, mi ropa no es de vieja, solo no muestra piernas, trasero y barriga como lo hacen tus amantes casadas… —Que celosa eres, debes aprender a compartir monjita, amaos los unos a los otros. —Mejor cállate, te crees muy gracioso, pero a mí no me lo parece. —Yo preferiría no parecerte gracioso —dijo Dante seductor— creo me gustaría más si… — ¡Ariadna! , la pequeña lloraba sentada desconsolada, al parecer perseguía a una mariposa que no le tuvo paciencia y se había caído y lastimado, Belinda se sentía bastante culpable, emocionada con Dante había descuidado la pequeña Ariadna, ni vio cuando se cayó la criatura. —Ya pequeña, no pasó nada —al momento llegó Dante y la sorprendió tomando a la niña en sus brazos. — ¿Qué pasó chiquita te aporreaste?, me parece que lo mejor es que te busquemos un trozo de torta y un va
Poco más de 2 años antes de la actualidad. Dante no tenía mucho tiempo de haber regresado a Venezuela, estuvo unos años viviendo en París. La ciudad de la luz había sido muy buena con él, su decisión de vivir en Paris era la mejor que pudo haber tomado en función a su tranquilidad, evolución profesional y placer con las mujeres más escandalosas y sensuales que tuvo en su vida. Todo estaba bien, Venezuela era su tierra y las antiguas amantes de Dante lo recibieron felices, solo 2 cosas lo incordiaban, la primera: tenía que aguantar la eterna cháchara de su madre y de Donna empeñada en recuperar a Pablo, el otro problema si era algo grave. En un terreno donde su empresa de construcción Concept LM Group construía una casa habían encontrado el cadáver de una chica, y era algo reciente, el encargado de la obra y de la sucursal de
A Belinda le encantaba la playa, el problema era que andaba con 2 hombres y Elena claro, era sin duda su hermana mayor, Belinda no tuvo el corazón para hacerle ver que un paseo en plan de pareja no era conveniente, aunque no entendía cómo es que Dante no le causaba el pánico que le causaban todos los hombres, ella podía tolerar tratar a caballeros educados en compañía, Pablo le inspiraba confianza, pero él era un Larsson y Belinda apreciaba a Bernhard y a su hijo Sebasthian tío y primo de Pablo, más nunca había podido conversar de forma amena con un hombre a solas, hasta el dia de hoy, Dante la había hecho sentir algo, Belinda podía ser inocente, pero reconocía que lo que sintió al mirar los ojos felinos de Dante fue deseo, ahora debía ponerse un traje de baño de 2 piezas, ella seguro se desmayaría de terror. —Elena veamos en otra tienda si tienen trajes de baño enteros de mi talla, o me pongo un short de hombre y una franela
—Lo siento angelito —Dante se sintió mal, pensó que él siempre se quejaba de su padre, pero al menos tuvo una casa y no creció en un orfanato—, supongo pierdo la perspectiva, pudo irme peor, hay peores padres. —No te preocupes, pero igual gracias, ves, hasta eres capaz de mostrar bondad y consideración, seguro eso no lo sabe la gente de ti. Eso hizo reaccionar a Dante, otra vez hablando de sentimientos, debía recuperar el control de sí mismo. —Bueno tiburoncito es que trato de acostarme contigo. —Y se supone que diciéndomelo sin tapujo ayuda a conseguir tu objetivo. Belinda caminó y lo dejó atrás, escuchó la risa de Dante a su espalda, no podía evitar estar burlándose todo el rato. —No tienes ni idea, se supone que si expreso sinceridad extrema, las mujeres se sienten más seguras, con el sartén por el mango.
—Dile a Belinda que te acompañe —sugirió Pablo. —Gozas a mis expensas —Dante había preferido dejar quieta a la monjita, aunque sabía que no le era indiferente a la inocente Belinda cara de ángel y cuerpo de diablesa traviesa. —No te hagas que los vi en la playa —por supuesto se refería al beso que Dante le dio en la playa, Dante estuvo a punto de decir que eso no era algo para tomar en cuenta, en cambio pensó que distraerse con la monjita no le haría pensar mucho en su hacienda.*** — ¿De verdad tu hacienda está cerca? —preguntó Belinda. Belinda aceptó acompañarlo a buscar la máquina de soldar. —No tanto del orfanato, pero sí muy cerca de la hacienda de la madrina de Pablo. —Sin embargo, quizás muchas veces has pasado por el frente del orfanato para llegar a tu hacienda. —Después de que murió mi