Al caer la noche, ella se encuentra en el baño para tomar una ducha caliente, le hace bien ya que el otoño está avanzado, el agua cae por su cuerpo y solo escucho el sonido de la llave y siente el calor relajante del agua, ella lava su cuerpo, la parte de su pecho y su cintura, cae el jabón y el agua sobre ella de forma ligera y suave, solo pienso en lo relajante que es, deja caer el agua un momento más sobre su rostro de forma relajante.
Ella se siente muy relajada que su mente sale de órbita, se imagina en un lugar tranquilo y relajante, con delicadeza y sin abrir aún los ojos cierra el grifo de la llave, sale y seca su cuerpo esbelto y desnudo con la toalla blanca de su profesor, están muy blancas y limpias, se viste con una ropa interior de encaje negro con tirantes muy erótico, es otro de sus momentos lujuriosos con su amante, pero esta vez será diferente, quiere probar algo nuevo. Al salir del baño, encuentra a su amante sentado en la cama con sus pantalones negros pero sin camisa, dejando al descubierto su fuerte torso, su barba algo poblada con estilo de cañones abundantes y su cabello grueso algo despeinado, Bell se acerca lentamente coloca su pierna derecha a su costado izquierdo de él y lo besa con pasión, Bell se siente diferente, le encanta el sexo, le gusta su amante, le gusta el placer, no tiene temor de convertirse en una ninfómana para su hombre, total, es un gran secreto, el profesor M con sus fuertes manos y brazos comienza a abrazarla y acaricia su espalda y su cuello mientras la besa con pasión.Bell se abalanza con fuerza, haciendo que ambos caigan en la cama, el profesor con su poderosa manos, la acaricia y toma su trasero y le propina una nalgada, Bell suelta un chillido de placer y besa el cuello de su hombre, esta vez su profesor quiere más, jugar a algo más en este frio y oscuro otoño, la habitación esta fría pero el ambiente caliente, el beso se prolonga por mucho rato, Bell besa el cuello de su amante y beso su pecho y lo muerde con suavidad, se siente todo una mujer, liberando su sexualidad, ya lo ha probado, y quiere ir a por más, su amante gime de forma de gruñido y Bell nota su abultamiento en sus pantalones, Bell se pone hinchada y se moja en su sexo, ambos se acomodan en la cama y Bell con furia desabrocha sus pantalones para darle la mejor felación de su vida, su hombre lo disfruta y Bell siente cada centímetro de su viril miembro en su boca como palpita, con su delicada mano acaricia el cuerpo y sus piernas, Bell esta vez se mueve muy sensualmente mientras le hace un estupendo oral, Bell se suelta con la boca llena de pre seminal y mucha de su saliva, lo acaricia para lubricarlo.Ella le retira el pantalón a su amante y el procede a quitarle el bra con fuerza, las cosas van con algo de furia, más deseo y lujuria que amor entre ello, ella solo quiere sexo, y lo muchísimo, están debajo su profesor, este la toma de cabello con cierta fuerza para besar sus pecho y su cuello, besa sus pecho pequeños y sensible, Bell gime de placer, lo que hace que su profesor la coloca abajo para poder devorar su cuerpo, Bell gime con mucho placer y su sexo se pone cada vez más y más húmedo, su hombre le retira el resto su ropa interior y procede a probar su prohibido sexo húmedo, Bell suelta un gemido alto y se arquea de espalda, el placer para ella es inmenso, lo hace muy bien, sabe que eligió a un gran hombre y buen amante para ella, los jugos del amor de Bell sigue fluyendo poco a poco mientras se juntan con la saliva de él.Bell no puede resistirlo más, lo desea a él, solo a él, desea conectarse con su amante, descubre en sí misma que es demasiado posesiva y celosa, quería volver a entregarse a su amante, se entra paso a paso a la lujuria, su profesor toma de la mesa cerca de la cama su preservativo, y se lo coloca, el rostro de Bell es diferente, su rostro denota deseo intenso por el placer, desea tener y vivirlo, día, tarde y noche, ahora su deseo del pecado es una realidad producto de la suerte y al fortuna.(...)
Después de todo, Bell era una de esas chicas que; podía presumir ante todo el mundo, sea con quién quisiera sobre la supuesta gran hazaña que estaba haciendo. Si llegaba hacerlo y si el profesor llegaba a enterarse. Seguramente las consecuencias iban a ser no muy agradables. Tanto Bell como su profesor mantenían una reputación intachable y ambos sabían como mantener un secreto. Bell sólo debía de no confiarse demasiado y evitar soltar una imprudencia que llegase a ponerla en un tremenda e incómoda situación.
Accedió sin embargo a cualquier cosa que el profesor quisiese hacer. Pero, lejos de lo sexual; ella comenzaba a dejarse llevar por dicha tentación, dicho deseo de querer seguir jugando con aquel sentimiento que crece y está vez, de una más forma muy anormalmente "enfermiza" en su ser.Esa noche cuando Bell pasaba por aquella situación donde estaba con su profesor, ni podía pensar correctamente nada. Sus pensamientos estaban alejados de su interior, lo que invadía éste era su deseo sexual y desenfrenado por querer recibir más y más cada vez.No le costaba nada quedar saciada, y saciar también a su amante era una de sus cualidades. Sinceramente era lo que tanto esperaba. Y si, a su momento llegó lo que ansiaba. Quería inundar la habitación de su profesor completamente con sus peculiares olores, sus aromas de una chica joven y perfecta para los ojos de él. Aunque él, no lo viera aún del todo porque estaba notando aquellas señales que la chica le dejaba para conquistarlo, y si quería también llegar más lejos; continuar seduciéndolo cada vez que podía.—Amelia... hoy no iré a la clase del profesor. —confesó desanimada Bell.—Pero creí que ibas a ir a la clase del profesor hoy. —su mirada de preocupación se hizo notar.—Puedes ir por mí, ¿le podrías decir al profesor de mi parte que no me siento bien? —preguntó Bell mientras se abrazaba a sí misma. Su amiga, lejos de sospechar. Sólo asintió, preocupada por su amiga que aquel comportamiento le había parecido algo muy inusual. Pero, supuso que por alguna razón, el frío de aquella estación le había afectado. Y como aún seguían en otoño, lo más probable era que Bell hubiera contraído fiebre y gripe. Por lo que, su amiga le dio los medicamentos solicitados y fue a la casa del profesor a contarle lo que Bell le dijo. Amelia no tenía ni idea del porqué repentino e inusual comportamiento de Bell. Quizás no estaba dispuesta a conversar como era antes. Pero empezó a preocuparse demasiado por ella. Porque su amiga no es así, ella nunca le haría o daría
En aquella tarde, Bell se encontraba en su habitación, dándole daba vueltas al asunto, pensado si su amiga había descubierto todo aquello, leía y releía la carta una y otra vez, desea estar con su amante de nuevo, Bell sacude su cabeza y abre la ventana, el viento sopla levemente y muy frio, cierra las ojos y recuerda cuando era niña, cuando iba con su familia de paseo al campo, la niña Bell corría por los campos de lirios, tomaba las flores y se hacía una corona de flores, se encantaba del olor de las mismas, Bell extraña aquellos recuerdos que le vienen a su memoria, se siente extraña al llegar a estas situaciones, es una etapa marcada y muy emocionante en su vida, sus encuentros sexuales son más evidentes y el deseo y la pasión por su profesor le hace querer desearlo más, Bell se abraza a si misma recordándolo a él, pero solo le llegar el recuerdo de las flores cuando era niña. Es todo muy misterioso, se siente con mucho temor por la carta, duda de que le hayan descub
Aquella tarde, Bell se encontraba en casa del profesor. Aprovechaba de terminar de revisar en sus libros, todas las tareas pendientes que debía entregarle. Además de algunas que había olvidado entregar debido a que éste, sí sabía que ella faltó un día. Pero, lejos de regañarla, sólo le pidió que no se enfermara más y tuviera cuidado. La joven, poniendo una mirada de ternura, quería besar a su profesor. Pero éste, sólo la apartó un poco. No quería corresponderle aún a sus besos, caricias, seducciones, o lo que sea que ella estaba dispuesta a hacer. Ella, sin darle tantas vueltas al asunto. Suspiró un poco desanimada y triste, no le dio más importancia y decidió entonces, actuar como tal. Sólo para disimular su repentino enojo. El profesor M, notó que ella cruzó las piernas y eso, por alguna razón lo alertó, lo que hizo que se acercara más a ella y poniendo sus manos a ambos lados del mesón. Miró directo a los ojos de ella. Contemplando ese nerviosismo que tanto adoraba y
Luego de dos días, Bell sigue dando vueltas en su cabeza del por qué su profesor se comporta de esa forma, se sienta en su escritorio que da a su venta para analizar las cosas, deja su móvil a un lado y apaga la música, el silencio le llena de dudas y su mente sigue dándole vueltas, el recuerdo de su profesor hace que cierre los ojos y muerda su labio inferior. Pero abre los ojos e intenta concentrarse, no se explica la aparición de su amiga y de este chico Lahn, es como si todo fuese una conspiración o le gana la paranoia. La tarde es muy joven así que decide dar una vuelta al instituto, llega muy rápido a paso ligero, al entrar mucho estudiantes hacen vida, las cosas van como si nada, se dirige al comedor principal y hay mucho allí estudiando y tomando algo para comer, el instituto es muy elegante. La ropa de otoño de Bell hace contraste con las paredes del lugar, ve pasar a varios hombres de traje a su lado sin mirarla, además de profesores, personal admin
En aquellos pasillos de una pequeña institución, una joven de cabellos marrones estaba leyendo una carta que su director le había entregado. Parecía que las noticias no se oían no sonaban nada bien. Su semblante cambió y pasó de estar emocionada por querer aprender más sobre el área de psicología, pero en la institución no podían cederle tal permiso, debido a que, por sus absurdas políticas; una mujer no podía acceder ni darse el lujo de aprender o enseñar psicología. Era, además de ridículo, un poco decepcionante que una mujer no pudiera estudiar o acceder a las bibliotecas de la institución de la universidad para leer sobre el tema. Sólo podían leer un sinfín de otros temas. Pero, lo que sea que tuviera relación con la psicología, comportamiento, o más allá de la medicina humana, les tenían a pocas de las mujeres que estudiaban allí, que no tenían de otra si deseaban con todo su corazón, aprender más allá del compo
—¡Bell!—, ella despierta con un suspiro, tuvo un sueño muy extraño que no podía considerar o pesadilla o una visión, pero ya era casi la hora, despertó muy temprano para el otro día en el instituto, se levanta olvidando que debe hacer su cama, el portátil esta siempre encendido y las hojas de los ensayos que debe entregar hoy están desordenados, Bell se dirige al baño de su habitación y toma una ducha fría ignorando que el día estaba helado, su piel estaba caliente y se refrescaba cuando el agua caía de la ducha por su piel blanca y suave, en su mente seguía dándole vueltas sobre esa persona, ese profesor, pero lo ignora y decide que este día será divertido y pacífico, sale de la ducha y se viste con ropa de otoño, hace un lindo día frío de otoño en la ciudad, mientras seca su cabello recoge sus cosas, pero dejand
Dentro de la aulas de la institución, Bell estaba tranquila sentada en su asiento, las últimas clases las había anotado en sus cuadernos correspondientes, pero sintió curiosidad de buscar en la biblioteca, libros relacionados a la psicología. Le parecía extraño que el tema no fuera tocado en ninguno de los salones. Ni siquiera los profesores les daban permiso o le permitían siquiera enseñar esa área.Bell junto con una compañera —y ahora amiga— que también se hacía esa pregunta, aprovecharon de ir —durante la hora libre— directamente a la biblioteca. Apenas llegaron, entraron y procedieron a observar todos los estantes que se veían entre un pasillo y otro. Curiosamente, Bell se sintió motivada a entrar. Su compañera le siguió el paso, le sorprendía la gran cantidad de libros que habían, todos organizados desde la "A
Los dos almorzaban, a veces el profesor M, miraba su comida y comía de a pocos bocados, era un hombre con mucho decoro a la hora de comer, Bell lo veía y detallaba su mirada, sus ojos, su cabello y su barba, su ropa aún estaba intacta, mantenía la cordura incluso luego de bajar de su motocicleta, un vehículo de alta cilindrada puede ser difícil de usar, pero para Bell fue una experiencia magnifica.—¿Que áreas quieres abarcar si tomas la psicología? —Bell se puso a pensar y contestó rápidamente.—Tal vez, ayudar a niños, jóvenes, personas jóvenes, que necesitan ayuda para mejorar su salud mental. —lo menciona la joven, sin quitar los ojos de su profesor.—¿Sabías que, las enfermedades mentales se han multiplicado exponencialmente estos últimos años?, ser psicóloga te convierte en una doctora