Maxine.
Dejo mi celular bloqueado dentro del baño y salgo de ahí, afuera esta Nick, sentado en mi cama, mirando su celular.
-¿Qué haces todavía aquí? – le pregunto de mala gana, yendo a mi closet para buscar algo que ponerme – necesito que salgas, voy a vestirme.
Él rueda los ojos y me hace un gesto.
-No es como si nunca te hubiera visto desnuda – suelta.
-No quiero que me veas ahora.
-Maxine – él deja el celular en la cama y va hasta donde yo estoy, me detiene con sus brazos fuertes y musculosos, agarrándome de la cintura – ¿Por qué estas tan molesta?
-¿Enserio me estas preguntando eso?
-Pues si – responde.
-Me dejaste sola, Nick, sabes que no me llevo bien con tu hermano, sabes que es como un dolor en el culo para mí y aun asi no dijiste nada, pensé que ibas a defender mi punto, creí que estabas de mi lado, pero no, tú te quedaste sentado bebiendo café como si fueras la señora Daisy – digo, suavizando mi voz mientras él suelta una sonrisa de medio lado.
-Me quede como la señora Daisy porque no creo que sea una mala idea.
-¿Enserio? – lo escudriño con la mirada y me quedo observando sus bonitos ojos color miel – ¿De verdad crees que esto es medianamente una buena idea?
-Pues sí, Maxine, tu madre tiene razón, es tu primer año y yo tampoco quiero que te elijan un compañero al azar, ¿Qué tal si es una persona que llega borracha de madrugada? ¿Qué tal si se trata de alguien a quien le gusta meter personas en la habitación?
-Es gracioso que lo menciones, porque ese es exactamente el tipo de persona que es tu hermano – suspiro, alejándome de él para poder vestirme.
-Lo conozco, se como es él, pero por lo menos podemos estar seguros de que no intentará asesinarte en la noche con una navaja de afeitar.
-Yo no estoy segura de eso – suelto, poniéndome la ropa interior frente a él – tu hermano es una persona misteriosa y es extraño, no me gustan ninguna de esas dos cosas.
-Trata de verlo por el lado positivo, siempre que Trevor te moleste puedes llamar a mi madre, y poner las quejas.
Lo miro aburrida, con el ceño fruncido, yo no voy a hacer eso y él lo sabe
-El punto aquí es que debes darle una oportunidad.
-¿Tengo otra opción?
-No, pero míralo de esta forma, si resulta tan desastroso vivir con Trevor, en un año podrás cambiarte a una habitación o a otro departamento, solo será un año.
-Un año puede ser demasiado.
-En realidad no – él se acerca nuevamente a mí, toma un poco de la crema del cuerpo y comienza a ponérmela en la espalda – aprenderán a convivir.
-Eso lo dices porque tu estarás lejos, a tres horas de mí, no tendrás que aguantártelo – le recuerdo.
Nick continúa poniendo crema sobre mi cuerpo, mientras un sentimiento de tristeza se instala en mi pecho, hasta ese momento no había pensado en mi relación con él, dentro de una semana, Nick se ira a la universidad de Arizona, y yo me iré a la universidad del norte de Arizona, estaremos casi que en extremos opuestos, distanciados por tres horas de camino.
Ambos comenzaremos una nueva vida, él en la ciudad de Tucson, y yo en Flagstaff, dejaremos Prescott atrás, y tendremos que distanciarnos, no se como vayamos a sobrellevarlo, no hemos hablado realmente hasta el momento del asunto, creo que soy tan segura de mi relación con Nick que no he pensado en la posibilidad de que la distancia nos vuelva extraños.
-Nick – digo, volteándome hacia él – ¿Cómo vamos a manejar nuestra relación?
-¿A qué te refieres?
-A nosotros, ¿Qué vamos a hacer ahora que estaremos tan lejos?
Él me mira con sus ojos color miel y sonríe, delatando los hoyuelos que se forman a cada lado de su mejilla – yo conduciré a Flagstaff siempre que pueda y estoy seguro de que tu también me visitaras en Tucson, y siempre tendremos Prescott, este es el punto medio entre nuestras vidas, podemos venir aquí los fines de semana, y pasar el rato, nada va a cambiar, te lo prometo – él aprieta mi cuerpo parcialmente desnudo contra el suyo, y me da un beso profundo en los labios.
Yo aspiro de su aroma, huele a menta, y a perfume, no hay rastro de tabaco en su cuerpo, o en su aliento y eso me hace adorarlo aun mas de lo que ya lo amo.
-¿Estás seguro que no te convertirás en un universitario borracho y me dejaras por una chica de segundo año? – pregunto, divertida.
-Yo no sería capaz de dejarte a ti – susurra contra mi boca, llevándome lentamente hasta mi cama, es en estos momentos en que me alegro de lo permisiva que es mi madre.
Ella no es como el resto de las madres, Rachel es la mujer que me llevo a que me enseñaran de planificación cuando cumplí los quince años, la misma que prefiere que tenga sexo bajo el techo de nuestra casa, que en un motel barato, la misma loca mujer que cree que es buena idea que una chica de dieciocho años que entrará en la universidad se vaya a vivir con un universitario de veinte años a otra ciudad.
La mayor parte del tiempo no estoy de acuerdo con ella, pero en este momento, en que Nick mete las manos por dentro de mis bragas blancas con total libertad porque sabemos que ella no entrará en la habitación a armarnos una escena, agradezco que Rachel Prior sea mi madre.
-¿Qué estás haciendo? – le pregunto a Nick, que acaba de quitarse la camiseta gris.
-¿Tu qué crees? – se burla, mordiéndome el labio.
Yo suelto una risita tonta, y entonces me retuerzo debajo el cuerpo de mi novio, mientras acaricio su cabello rubio con mis dedos.
-Nick, ¿A ti no te importa que me vaya a vivir con Trevor? – cuestiono entre jadeos.
-No, ¿Por qué me molestaría? – me pregunta de vuelta, besándome el cuello.
-Porque soy tu novia y él es tu hermano.
-¿Y…?
-No sé, ¿No es extraño para ti?
-No, Maxi, te conozco, confió en ti y sé que jamás me traicionarías, además sé que Trevor no se fijaría en ti y de hacerlo, tu no le corresponderías – dice muy seguro de sí mismo, acariciándome el pecho con su mano izquierda.
Por un momento me siento ofendida por lo que dijo, ¿Trevor no se fijaría en mí? Sé que no soy la chica mas guapa del mundo, pero no me considero fea, me gusta mi cabello marrón, me gustan mis ojos grandes y negros, me gusta mi cuerpo, que esta en un límite medio, ni muy grueso, ni muy delgado, si yo fuera un chico, me fijaría en mi – pienso.
Nick no me da tiempo de darle mas vueltas al asunto, porque mete nuevamente la mano en mis bragas, acariciándome el clítoris con suavidad, haciéndome sentir húmeda.
Tampoco le doy mas vueltas porque sé que él tiene razón, Trevor no se fijaría en mí, ni yo tampoco en él.
¿O sí?
Maxine. Un día, estamos a tan solo un día de que Nick se vaya a la universidad y de que yo tenga que irme a vivir con el idiota de Trevor, tan solo veinticuatro horas me separan de mi nueva vida, que tendré que compartir con un chico que es la pesadilla de cualquier persona con sentido común.Es viernes en la noche y mi madre y los padres de Nick y de Trevor han decidido invitarnos a un restaurante para conmemorar el comienzo de la nueva vida de Nick y yo, en realidad, lo que menos quiero en este momento es ir con nuestros padres a comer, yo preferiría estar a solas con Nick, nos quedan solo veinticuatro horas antes de alejarnos por quien sabe cuanto tiempo, pero mi madre se ha puesto nostálgica porque su única hija va a irse a la universidad y a pesar de que estoy molesta con ella por haberme arrendado un apartamento para compartir con Trevor a mis espaldas, no puedo decirle que no.Yo soy
Maxine. Salgo del restaurante y miro alrededor, me siento como una estúpida porque todos me ven como tal, parezco una niña perdida buscando algo, el problema es que yo no estoy perdida y lo que estoy buscando es a alguien a quien en realidad no quiero encontrar.Saco mi celular del bolso y marco a su número, Trevor contesta al segundo tono.-¿Dónde demonios estas?Él suelta una carcajada – parece que alguien no está de buenas pulgas esta noche – me dice al otro lado del teléfono.-Te equivocas, yo estaba pasando un muy bien rato – enfatizo – hasta que me obligaron a buscarte.-¿A buscarme para qué?-Para que vuelvas a la mesa y podamos terminar de cenar como si fuéramos personas normales, ¿Enserio no podías esperar un poco más para desaparecer?Trevor se queda en silencio por algunos segund
Maxine.Me hizo perder mi tiempo, el maldito me hizo perder mi tiempo y además me dejo como a una estúpida allí en la parte trasera del restaurante, yo aprieto los puños con fuerza, quisiera golpear algo justo en este momento, pero no voy a dejarme de Trevor, no voy a dejar que arruine una cena que hasta el momento iba bastante bien.Camino de regreso al restaurante, hasta que me doy cuenta de que aún tengo puesto su blazer, en cuanto lo recuerdo siento rabia, asi que me quito la prenda y la dejo tirada allí, no me importa si se ensucia, si alguien se la roba, o si le pasa cualquier cosa, Trevor tiene mucha ropa y se que no le hará falta este simple blazer que yo tampoco quiero tener conmigo, es irónico, pero el blazer es el recordatorio de lo que me ha dicho, como si la prenda se estuviera burlando también de mí.Entro en el restaurarte y camino hasta la mesa donde todos sigu
Maxine.-¡Deja de mirarme de esa forma! – le pido, viéndolo con el ceño fruncido.-¿De cuál forma?-Asi, como un pervertido – yo hago una mueca con el rostro e intento cubrirme tanto como me sea posible.-Yo no te estoy mirando de ninguna forma – él levanta los hombros con indiferencia – además, no es como si no te hubiera visto antes – dice Trevor y siento que mis mejillas se sonrojan, recuerdo que él tuvo una vista perfecta de mi pecho y de mi pezón y eso hace que me ruborice.-De todas formas, contrólate, ¿Es que no sabes cómo tratar a una mujer? – Trevor suelta una risa torcida y se acerca hasta donde yo estoy en la entrada de la cocina.-¡Oh, muñeca, por supuesto que se cómo tratar a una mujer! – susurra despacio mientras yo observo su rostro entre las sombras que le da un aspe
Trevor. Es de mañana y hace un jodido calor que me obliga a quitarme la camiseta e ir por una cerveza en la nevera, eso es lo que hago, automáticamente voy a la cocina, destapo la botella de vidrio verde y entonces espió por la ventana a Nick y Maxine que están subiendo cajas en el auto de Nick.Me quedo en silencio y los escucho hablar, están tan embelesados el uno con el otro que aun si me pongo en medio de ellos no estarían en la capacidad mental de verme realmente. Maxine y Nick me dan asco, esa relación de pajaritos que tienen me asquea, ¿Es que acaso yo soy el único que se da cuenta de lo falsa que es?Son falsos el uno con el otro, me recuerdan mucho a los malos actores de una mala comedia romántica, esos que parecen que tuvieran que fingir para estar juntos, como si lo hicieran por obligación y no realmente por amor. Aunque después de todo, ¿
Maxine. -¿Eso es todo? – me pregunta Trevor, que ha estado serio la mayor parte del día, ignorando nuestro pequeño incidente de la mañana.-Creo que por hoy si es todo, estoy demasiado cansada – me tiro en mi cama y él me mira desde una distancia prudente, casi que no alcanzo a reconocer a este Trevor que se mantiene a raya – ¿Te pasa algo? – pongo mis codos en el colchón y me levanto ligeramente para poder verlo.-No, yo también estoy cansado, me voy a dormir – suelta y me da la espalda de inmediato.¿Qué demonios? Pienso, no entiendo sus cambios de humor, no entiendo como es capaz de convertirse en una persona completamente diferente en cuestión de segundos, eso me frustra y me irrita, sobre todo, porque sé que no tengo el derecho de reclamarle por absolutamente nada.Yo suelto un bufido, me pongo en pie y voy a mi b
Trevor. Maxine me esta provocando, no sé si lo hace sin intención porque es muy estúpida, o si de verdad lo está haciendo a voluntad, no sé si se trata de mi imaginación, pero no puedo dejar de verla desnuda sobre la cama, y tengo que alejar esa imagen de mi cabeza, no solo porque es la novia de mi hermano, que es lo que menos me importa en realidad, si no porque somos vecinos, nuestras familias son amigas, y nunca me ha gustado todo ese rollo de mezclar placer con cercanía.-¿Compraste un nuevo colchón? – le pregunto y ella me mira confundida.-¿Se suponía que tenía que hacerlo?Yo suelto un bufido, me llevo un par de dedos al puente de la nariz – ¿Tu acaso crees que vas a para un hotel cinco estrellas? – le pregunto de manera retorica.-No…-Tienes que llevar un colchón, nos estamos mudando, Prior, ut
Maxine. -¿Tu es que eres imbécil, idiota, retrasado o que es lo que pasa contigo? – le grito, bajándome del auto que esta ligeramente ladeado.Trevor se queda dentro del auto y parece que estuviera procesando todo lo que le he dicho, se ve lento y tonto, más tonto de lo que ya es por costumbre.-¡Joder Trevor, bájate del maldito auto! – vuelvo a gritar.Miro a mi alrededor y me paso las manos por los brazos, estamos en una carretera interestatal, alrededor de nosotros no hay nada mas que bosque y yo estoy prácticamente sola porque en este momento no puedo considerar a Trevor como una persona, en este momento él es solo un ser vivió al que yo quisiera matar con mis manos por ser tan bruto.-¡Trevor! – sigo gritando, pero él permanece dentro del auto.Maldita sea el momento en el que decidí que él tenia que conducir, deb