Maxine.
Es viernes en la noche y estoy sola en el departamento, no sé dónde está Trevor y tampoco quiero parecer la típica novia fastidiosa, empezando porque él y yo no somos novios y porque nunca me ha gustado jugar el papel de la perseguidora. Asi que armo mi propio plan, me hago palomitas de maíz en el microondas y voy a mi habitación.
Dejo la puerta abierta por si acaso Trevor quiere unirse a mi más tarde, me meto dentro de las cobijas y enciendo el televisor, busco en Netflix alguna película romántica y entonces me acomodo.
La película se acaba, Trevor no llega aun a casa y yo estoy empezando a quedarme dormida, las últimas semanas han sido realmente estresantes, he estado estudiando como una loca, me he quedado despierta hasta tarde haciendo trabajos, no ha sido nada fácil y estoy muy cansada.
Empiezo a cerrar los ojos hasta que escucho la pue
Trevor. Llego al departamento y dejo caer la maleta al suelo, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy completamente solo, en todo el puto sentido de la palabra, camino despacio hasta la habitación de Maxine, abro la puerta con cuidado, pero no hay nadie, su cama está perfectamente tendida y todo parece en orden, entro y huelo el aroma dulzón de su perfume favorito. Recorro la habitación mientras siento que un dolor profundo hunde algo en mi pecho.Me dirijo al baño y me doy cuenta de que sus cosas han desaparecido, todas sus cremas, sus cepillos y su champú ya no están, mi corazón comienza a palpitar más deprisa contra mi pecho y oigo el sonido de cada latido, voy hasta el armario de Max, abro las puertas de madera de par en par, y entonces lo entiendo, no tengo que ser un genio para comprender lo que ha pasado en esta habitación.Maxine se ha ido de la casa.
Maxine. -Oigan, enserio no tengo problema en irme – hago una señal hacia la puerta, pero Tara niega con la cabeza.-No, no vas a irte, te prometimos una noche divertida.-Por los únicos que se están divirtiendo son ustedes – balbuceo y Adam voltea los ojos con fastidio – es enserio, el hecho de que yo no tenga a nadie no significa que debo quedarme como un violín en medio de ustedes dos.-No – Tara se aleja ligeramente de Adam y se acerca a mí.-Oye Prior, yo podría conseguirte a alguien – por un momento el hecho de que Adam me llame por mi apellido me desconcentra, el único que solía llamarme por mi apellido era Trevor, y lo hacia porque sabía que yo lo odiaba, pero esos tiempos me parecen muy lejanos ahora.-No, no quiero a nadie, pero gracias por el ofrecimiento, Adam.-Todavía no supera a Trevor – le dice Tar
Maxine.Han pasado casi seis meses desde la pedida de mano de mi madre y ella y Harvey están tan ansiosos por empezar su nueva vida juntos que el matrimonio será solo dentro de una semana, si, justo en vísperas de navidad, solo a alguien como a Rachel Prior se le ocurre celebrar su matrimonio en vísperas de navidad, supongo que quiere que todo sea mágico y yo espero que todo salga justo como ella quiere, espero que haya luna llena cuando estén bailando su primer vals y que caiga nieve mientras se dicen acepto frente al altar.Siempre he sido alguien romántica, y a pesar de todo, me niego a que un par de experiencias malas dañen todo mi concepto del amor. No soy una niña, no creo en las fantasías, pero si quiero creer que aún hay algo mágico en la unión de dos personas que prometen amarse hasta la muerte.Yo miro a mi alrededor, a todas las cajas que hay am
Maxine. -¿No se suponía que ibas a conocer a Ian hasta el próximo año en que fueras a Washington? – le pregunto a mi madre aprovechando que Ian se ha alejado de su silla – pensé que él no iba a venir a la boda.-No iba, pero Harvey hablo con él y lo hizo entrar en razón – explica – además Ian no estará el próximo año en Washington, entonces no creo que vaya a encontrarme con él.-¿Por qué no estará en Washington? – pregunto con curiosidad.-Se ira a Australia por dos años, hará una especialización en la mejor universidad de Sídney.-¿Especialización de qué? – sé que estoy bombardeando a mi madre con preguntas, pero es que tengo muchas dudas acerca de Ian, y no creo que lo mas conveniente sea preguntarle en vista de que recié
Maxine. Veinticinco de diciembre, cinco de la tarde y yo estoy perdiendo los nervios, siento que me sudan las manos, no soy capaz de terminar de ponerme el vestido sola y eso que no soy yo la que va a casarse, pienso. Gracias al cielo que la maquilladora que mi madre contrató ya se encargó de mi rostro y de mi cabello, porque si no, creo que estaría echa un completo desastre justo en este momento.Intento subir mi cremallera, pero no puedo.-Tienes que calmarte, Maxine Prior – le digo a mi reflejo y respiro profundo.Escucho que alguien toca a mi puerta y espero de todo corazón que se trate de Adriana para decirme que ya mi madre está lista para ir a la iglesia, y además para que también pueda ayudarme con la cremallera del puñetero vestido.-¡Siga! – grito.La puerta de mi habitación se abre, yo me doy la vuelta y veo a Trevor de pie frente a
Trevor. El matrimonio de Rachel estuvo lleno de mucha gente llorona, mi madre lloró, también alcance a escuchar a mi padre sorber por la nariz, Rachel lloró, Harvey también y Maxine ni se diga. Pero fue bueno hacer parte de este momento, no puedo mentir, fue un momento muy bonito, para todos.Entro en el salón de la recepción de Rachel y Harvey, hay luces neón por todas partes, una orquesta al frente en un escenario y las mesas están dispuestas igual que en la cena de ensayo, yo veo a Maxine sentada en la mesa, está mirando su celular y parece algo aburrida, pienso en ir con ella, pero Rachel me intercepta antes de que pueda dar un paso más.-¡Rachel, felicidades! – le digo, dándole un abrazo un tanto incómodo.-Gracias – ella se aleja de mi – Maxine me contó lo que pasó esta mañana.-Ella es bastante co
Maxine. Los fuegos artificiales comienzan a explotar en el cielo afuera de nuestra casa, donde todos estamos reunidos esperando para celebrar el año nuevo, me he tomado ya casi cinco copas del ponche de mamá y estoy un poco achispada, y mientras la cuenta regresiva comienza a sonar yo veo a mi madre, sonriéndole de forma bobalicona a Harvey, veo a Adam y veo a Tara que han decidido pasar año nuevo con nosotros, veo a Nick que está abrazado a su chica de la oficina de admisiones, o al menos yo creo que es ella, veo todo a mi alrededor y siento mi corazón hinchado de felicidad.-Tres, dos… – comenzamos a gritar todos juntos – ¡uno! – gritamos fuerte, aplaudimos, vitoreamos y entonces siguiendo con la tradición nos besamos con la persona con la que esperamos pasar el próximo año.Yo beso a Trevor.-Feliz año nuevo, Prior – él se
Maxine. -¡Trevor, Joder que no es por allá! – le grito por decima vez – ¡Es al norte tarado, al norte del resto del país, no a tu norte! Él suelta un bufido. -Maxine, aquí dice que es por donde yo voy – él señala el GPS de su celular. -¿Cuándo has visto que eso funciona? ¡El GPS es el peor invento del mundo! – suelto frustrada – ¡Tienes que ir al otro lado! -¡Cállate la jodida boca, Prior! ¡Me tienes jodidamente cansado! Tengo migraña, ¡Joder! – me grita molesto. Yo lo miro de mala gana, arrugo el mapa que tengo en la mano hasta hacerlo una bolita y lo tiro al asiento trasero del auto de mi madre. Hemos pasado la ultima hora tratando de adivinar donde es que queda nuestro nuevo departamento, tenemos la dirección y Trevor la introdujo en el GPS, pero aún no hemos sido capaces de llegar, es que nosotros somos los únicos idiotas que arrendamos un departamento sin siquiera ir a verlo antes. Se supone que en