Capítulo 5.

Maxine.

Me hizo perder mi tiempo, el maldito me hizo perder mi tiempo y además me dejo como a una estúpida allí en la parte trasera del restaurante, yo aprieto los puños con fuerza, quisiera golpear algo justo en este momento, pero no voy a dejarme de Trevor, no voy a dejar que arruine una cena que hasta el momento iba bastante bien.

Camino de regreso al restaurante, hasta que me doy cuenta de que aún tengo puesto su blazer, en cuanto lo recuerdo siento rabia, asi que me quito la prenda y la dejo tirada allí, no me importa si se ensucia, si alguien se la roba, o si le pasa cualquier cosa, Trevor tiene mucha ropa y se que no le hará falta este simple blazer que yo tampoco quiero tener conmigo, es irónico, pero el blazer es el recordatorio de lo que me ha dicho, como si la prenda se estuviera burlando también de mí.

Entro en el restaurarte y camino hasta la mesa donde todos siguen hablando animadamente.

-Lo siento, no lo encontré – digo antes de sentarme en la silla.

-No te preocupes, cariño – me dice Adriana con amabilidad. Creo que a nadie le parece extraño que Trevor haya decidido largarse asi como asi, tal parece que estamos costumbrados a sus desplantes.

-Lo encontraste, ¿Cierto? – me pregunta Nick inclinándose ligeramente hacia mí.

-¡Por supuesto que lo encontré! Pero el muy desgraciado decidió irse en su motocicleta – respondo igual de bajito.

-Eso es clásico de Trevor – Nick mueve su cabeza con decepción, haciendo que su cabello rubio se mueva también.

-¿Sabes a dónde iba?

-Exactamente no lo sé, pero podría apostar todo lo que tengo a que irá con alguna chica, y terminará en alguna fiesta o algo parecido.

-¿Con cuál chica? – frunzo el ceño.

-Con cualquiera Maxi, solo es que marque un número en su celular y cualquiera de sus contactos estará a su disposición – yo suelto un suspiro cargado de asco.

-Son unas zorras – susurro.

Nick no le da demasiada atención a mi comentario y agradezco que no lo haga, en realidad se que esas chicas no tienen la culpa, pero no puedo entender cómo es que se dejan tratar como b****a, porque estoy segura de que asi es como las trata Trevor, es que el hombre no tiene tacto, o sensibilidad, no es ni siquiera amable, Trevor es la clase de persona que cualquiera querría a kilómetros de distancia de sus hijos.

Excepto mi madre, por supuesto.

Me como el postre que ya no se siente tan rico, y el café, que también se ha enfriado, suelto un quejido, después de todo, Trevor si ha logrado amargar mi comida.

La cena se termina poco después de que vuelvo a la mesa, enseguida todos nos ponemos en pie y el papá de Nick paga la cuenta, incluida la mía y la de mi madre, ambas agradecemos el gesto y salimos del restaurante.

-Yo me iré con Nick, mamá, me quedare a dormir con él – le digo a mi madre, y le doy un beso en la mejilla. Veo como Rachel se sube en el auto y se aleja.

Marcus y Adriana también se van enseguida, dejándonos a Nick y a mi solos allí en el frente del restaurante, esperando que el valet traiga el auto de Nick para que podamos irnos.

-Espérame aquí, no tardaré demasiado.

Nick frunce el ceño, pero antes de que pueda preguntarme para donde voy, yo me alejo de él con rapidez, prácticamente corro hasta llegar a donde estaba antes con Trevor, busco su blazer, pero esta oscuro y me cuesta un poco, asi que enciendo la linterna de mi celular, hasta que lo encuentro.

Suelto un bufido y me hago una nota mental para dejar de ser tan tonta y tan blandengue mientras recojo el blazer de Trevor que sigue intacto y con el mismo aroma. Debo dejar de ser tan débil, pienso.

-¿Qué es eso? – pregunta Nick cuando entro en el asiento del copiloto de su auto rojo brillante.

-El blazer de Trevor.

-¿Y porque lo tienes tu?

-Porque lo olvido – respondo y enseguida enciendo el estero del auto para que Nick entienda que no quiero hablar más al respecto.

Dejo el blazer cubriéndome las piernas y no puedo evitar pensar en él, desearía saber donde esta, con quien esta y sobre todo haciendo que, me siento tonta por pensar en él cuando él ni siquiera pudo esperar hasta el postre para dejarnos solos.

Enseguida miro a Nick, veo sus ojos color verde oscuro y su cabello rubio y pienso en como dos personas que son familia pueden ser tan diferentes, Nick es todo lo contrario a Trevor, Nick es aplicado, es ordenado, es inteligente, Nick es fiel, y es una persona tranquila. Trevor por el contrario es un caos de los pies a la cabeza, si en algún momento a mi me tocara darle nombre a un huracán, seguro lo llamaría Trevor.

-¿En qué piensas? – me pregunta Nick.

-En nada importante – digo sonriéndole porque por nada del mundo puedo decirle que estaba haciendo una comparación mental entre él y su hermano.

Luego de un trayecto tranquilo llegamos a la casa de Nick, ubicada en el mismo condominio en el que vivimos mi madre y yo, solo que la casa de Nick es dos veces mas grande que la de nosotras y la de él además tiene piscina, la familia de Trevor y Nick es bastante acomodada, no son multimillonarios, pero les sobra el dinero y pueden permitirse muchos gustos.

Nick deja el auto estacionado en el garaje de la casa y yo me fijo en si está la moto de Trevor, pero justo como esperaba, en el garaje lo único que está es el carro de los padres de Nick y el de Nick, no hay rastros de Trevor y algo me dice que no los habrá en mucho tiempo.

Nick me toma de la mano y me lleva corriendo hasta su habitación, una vez allí cierra la puerta con seguro y me besa con desesperación.

-¿De dónde viene esto? – le pregunto sonriendo contra sus labios.

-Viene de que te amo y no sé cuándo podamos volver a vernos – me dice apretándome de la cintura.

Nick vuelve a besarme y yo dejo que nuestras lenguas se enreden en un baile mientras nos acariciamos sobre la ropa que sé que no tendremos durante mucho más tiempo. Nick levanta mi vestido y mete las manos dentro de él, apretándome la nalga con fuerza, haciéndome gemir, hay necesidad en sus manos y en sus besos, y yo también lo necesito, estaré sin Nick durante mucho tiempo y sé que voy a extrañarlo.

Yo levanto mis brazos y Nick me quita el vestido, enseguida me lleva hasta la cama doble de él y me tumba en ella, él se incorpora y yo pongo mis piernas a cada lado de su cuerpo y me retuerzo debajo de él mientras siento que se frota contra mí.

-Voy a extrañarte, Maxi, ¡Joder que voy a extrañar estar lejos de ti! – gruñe, quitándose los pantalones.

Yo me quedo observándolo, viendo su cuerpo musculoso y bronceado. Nick es perfecto, es todo lo que yo necesito y lo que he querido desde siempre – pienso mientras mi centro palpita de deseo.

Mi novio me quita las braguitas de color negro y termina con mi agonía.

Nick me hace al amor con pasión, con deseo, sé que me ama por la forma en la que me trata, Nick quiere lo mejor para mi y es dulce, yo también lo soy con él porque lo amo, y porque sé que es la persona que esta destinada a estar conmigo.

Sé que Nick no cree en el amor a primera vista, se que no es de los que confía en el horóscopo, ni en el tarot, pero yo sé que hay algo que nos une, un vínculo sagrado que se empezó a formar incluso antes de conocernos, no creo que sea casualidad que nuestras madres nos hayan tenido casi al mismo tiempo, no creo que se trate de una cosa del azar el hecho de que siempre hayamos vividos cerca el uno del otro. Yo creo en el destino, no en la suerte, y se que mi destino siempre ha estado íntimamente ligado al de Nick Scott.

Y sé que nada va a cambiar eso.

 -Te amo, Maxi – me dice Nick, tumbándose a mi lado.

-Yo también te amo – le respondo, incorporándome en la cama y yendo al baño para orinar y eliminar cualquier posibilidad de una infección. Si, esa fue otra de las cosas que aprendí cuando mi mamá me llevo al ginecólogo al empezar mi relación con Nick.

Cuando regreso a la habitación él ya esta dormido. Yo sonrió, me pongo una de sus camisetas por encima y me acuesto en la cama a su lado. No tardo en quedarme dormida porque el día ha sido largo.

Pero enseguida las pesadillas vuelven a atacarme, la misma pesadilla que me ha impedido dormir durante los últimos diez años de mi vida, siempre esta él, mi padre, siempre lo veo cogiendo una maleta y dejándome abandonada en una casa gris, siempre intento detenerlo, pero él se va sin mirar atrás y sé que no planea regresar.

Me levanto asustada, casi hiperventilando, y llevo la mano a mi pecho, ha sido el mismo maldito sueño de siempre. Sé que no conseguiré conciliar el sueño dentro de poco, asi que me levanto con cuidado de no despertar a Nick y bajo las escaleras, limpiándome el sudor que baña mi frente.

Cuando llego a la cocina de los Scott, veo a alguien buscando algo dentro del refrigerador, es Trevor, está en la cocina sin camiseta y se acaba de dar cuenta de mi presencia.

-Hola muñeca – me saluda, sonriéndome de medio lado – lindo atuendo, muy apropiado – dice, y yo me halo la camiseta que deja al descubierto la mayor parte de mis piernas y mis pezones que se marcan sobre la tela blanca.

¡Joder que estoy de mala suerte hoy!

                         

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo