Maxine.
Me hizo perder mi tiempo, el maldito me hizo perder mi tiempo y además me dejo como a una estúpida allí en la parte trasera del restaurante, yo aprieto los puños con fuerza, quisiera golpear algo justo en este momento, pero no voy a dejarme de Trevor, no voy a dejar que arruine una cena que hasta el momento iba bastante bien.
Camino de regreso al restaurante, hasta que me doy cuenta de que aún tengo puesto su blazer, en cuanto lo recuerdo siento rabia, asi que me quito la prenda y la dejo tirada allí, no me importa si se ensucia, si alguien se la roba, o si le pasa cualquier cosa, Trevor tiene mucha ropa y se que no le hará falta este simple blazer que yo tampoco quiero tener conmigo, es irónico, pero el blazer es el recordatorio de lo que me ha dicho, como si la prenda se estuviera burlando también de mí.
Entro en el restaurarte y camino hasta la mesa donde todos siguen hablando animadamente.
-Lo siento, no lo encontré – digo antes de sentarme en la silla.
-No te preocupes, cariño – me dice Adriana con amabilidad. Creo que a nadie le parece extraño que Trevor haya decidido largarse asi como asi, tal parece que estamos costumbrados a sus desplantes.
-Lo encontraste, ¿Cierto? – me pregunta Nick inclinándose ligeramente hacia mí.
-¡Por supuesto que lo encontré! Pero el muy desgraciado decidió irse en su motocicleta – respondo igual de bajito.
-Eso es clásico de Trevor – Nick mueve su cabeza con decepción, haciendo que su cabello rubio se mueva también.
-¿Sabes a dónde iba?
-Exactamente no lo sé, pero podría apostar todo lo que tengo a que irá con alguna chica, y terminará en alguna fiesta o algo parecido.
-¿Con cuál chica? – frunzo el ceño.
-Con cualquiera Maxi, solo es que marque un número en su celular y cualquiera de sus contactos estará a su disposición – yo suelto un suspiro cargado de asco.
-Son unas zorras – susurro.
Nick no le da demasiada atención a mi comentario y agradezco que no lo haga, en realidad se que esas chicas no tienen la culpa, pero no puedo entender cómo es que se dejan tratar como b****a, porque estoy segura de que asi es como las trata Trevor, es que el hombre no tiene tacto, o sensibilidad, no es ni siquiera amable, Trevor es la clase de persona que cualquiera querría a kilómetros de distancia de sus hijos.
Excepto mi madre, por supuesto.
Me como el postre que ya no se siente tan rico, y el café, que también se ha enfriado, suelto un quejido, después de todo, Trevor si ha logrado amargar mi comida.
La cena se termina poco después de que vuelvo a la mesa, enseguida todos nos ponemos en pie y el papá de Nick paga la cuenta, incluida la mía y la de mi madre, ambas agradecemos el gesto y salimos del restaurante.
-Yo me iré con Nick, mamá, me quedare a dormir con él – le digo a mi madre, y le doy un beso en la mejilla. Veo como Rachel se sube en el auto y se aleja.
Marcus y Adriana también se van enseguida, dejándonos a Nick y a mi solos allí en el frente del restaurante, esperando que el valet traiga el auto de Nick para que podamos irnos.
-Espérame aquí, no tardaré demasiado.
Nick frunce el ceño, pero antes de que pueda preguntarme para donde voy, yo me alejo de él con rapidez, prácticamente corro hasta llegar a donde estaba antes con Trevor, busco su blazer, pero esta oscuro y me cuesta un poco, asi que enciendo la linterna de mi celular, hasta que lo encuentro.
Suelto un bufido y me hago una nota mental para dejar de ser tan tonta y tan blandengue mientras recojo el blazer de Trevor que sigue intacto y con el mismo aroma. Debo dejar de ser tan débil, pienso.
-¿Qué es eso? – pregunta Nick cuando entro en el asiento del copiloto de su auto rojo brillante.
-El blazer de Trevor.
-¿Y porque lo tienes tu?
-Porque lo olvido – respondo y enseguida enciendo el estero del auto para que Nick entienda que no quiero hablar más al respecto.
Dejo el blazer cubriéndome las piernas y no puedo evitar pensar en él, desearía saber donde esta, con quien esta y sobre todo haciendo que, me siento tonta por pensar en él cuando él ni siquiera pudo esperar hasta el postre para dejarnos solos.
Enseguida miro a Nick, veo sus ojos color verde oscuro y su cabello rubio y pienso en como dos personas que son familia pueden ser tan diferentes, Nick es todo lo contrario a Trevor, Nick es aplicado, es ordenado, es inteligente, Nick es fiel, y es una persona tranquila. Trevor por el contrario es un caos de los pies a la cabeza, si en algún momento a mi me tocara darle nombre a un huracán, seguro lo llamaría Trevor.
-¿En qué piensas? – me pregunta Nick.
-En nada importante – digo sonriéndole porque por nada del mundo puedo decirle que estaba haciendo una comparación mental entre él y su hermano.
Luego de un trayecto tranquilo llegamos a la casa de Nick, ubicada en el mismo condominio en el que vivimos mi madre y yo, solo que la casa de Nick es dos veces mas grande que la de nosotras y la de él además tiene piscina, la familia de Trevor y Nick es bastante acomodada, no son multimillonarios, pero les sobra el dinero y pueden permitirse muchos gustos.
Nick deja el auto estacionado en el garaje de la casa y yo me fijo en si está la moto de Trevor, pero justo como esperaba, en el garaje lo único que está es el carro de los padres de Nick y el de Nick, no hay rastros de Trevor y algo me dice que no los habrá en mucho tiempo.
Nick me toma de la mano y me lleva corriendo hasta su habitación, una vez allí cierra la puerta con seguro y me besa con desesperación.
-¿De dónde viene esto? – le pregunto sonriendo contra sus labios.
-Viene de que te amo y no sé cuándo podamos volver a vernos – me dice apretándome de la cintura.
Nick vuelve a besarme y yo dejo que nuestras lenguas se enreden en un baile mientras nos acariciamos sobre la ropa que sé que no tendremos durante mucho más tiempo. Nick levanta mi vestido y mete las manos dentro de él, apretándome la nalga con fuerza, haciéndome gemir, hay necesidad en sus manos y en sus besos, y yo también lo necesito, estaré sin Nick durante mucho tiempo y sé que voy a extrañarlo.
Yo levanto mis brazos y Nick me quita el vestido, enseguida me lleva hasta la cama doble de él y me tumba en ella, él se incorpora y yo pongo mis piernas a cada lado de su cuerpo y me retuerzo debajo de él mientras siento que se frota contra mí.
-Voy a extrañarte, Maxi, ¡Joder que voy a extrañar estar lejos de ti! – gruñe, quitándose los pantalones.
Yo me quedo observándolo, viendo su cuerpo musculoso y bronceado. Nick es perfecto, es todo lo que yo necesito y lo que he querido desde siempre – pienso mientras mi centro palpita de deseo.
Mi novio me quita las braguitas de color negro y termina con mi agonía.
Nick me hace al amor con pasión, con deseo, sé que me ama por la forma en la que me trata, Nick quiere lo mejor para mi y es dulce, yo también lo soy con él porque lo amo, y porque sé que es la persona que esta destinada a estar conmigo.
Sé que Nick no cree en el amor a primera vista, se que no es de los que confía en el horóscopo, ni en el tarot, pero yo sé que hay algo que nos une, un vínculo sagrado que se empezó a formar incluso antes de conocernos, no creo que sea casualidad que nuestras madres nos hayan tenido casi al mismo tiempo, no creo que se trate de una cosa del azar el hecho de que siempre hayamos vividos cerca el uno del otro. Yo creo en el destino, no en la suerte, y se que mi destino siempre ha estado íntimamente ligado al de Nick Scott.
Y sé que nada va a cambiar eso.
-Te amo, Maxi – me dice Nick, tumbándose a mi lado.
-Yo también te amo – le respondo, incorporándome en la cama y yendo al baño para orinar y eliminar cualquier posibilidad de una infección. Si, esa fue otra de las cosas que aprendí cuando mi mamá me llevo al ginecólogo al empezar mi relación con Nick.
Cuando regreso a la habitación él ya esta dormido. Yo sonrió, me pongo una de sus camisetas por encima y me acuesto en la cama a su lado. No tardo en quedarme dormida porque el día ha sido largo.
Pero enseguida las pesadillas vuelven a atacarme, la misma pesadilla que me ha impedido dormir durante los últimos diez años de mi vida, siempre esta él, mi padre, siempre lo veo cogiendo una maleta y dejándome abandonada en una casa gris, siempre intento detenerlo, pero él se va sin mirar atrás y sé que no planea regresar.
Me levanto asustada, casi hiperventilando, y llevo la mano a mi pecho, ha sido el mismo maldito sueño de siempre. Sé que no conseguiré conciliar el sueño dentro de poco, asi que me levanto con cuidado de no despertar a Nick y bajo las escaleras, limpiándome el sudor que baña mi frente.
Cuando llego a la cocina de los Scott, veo a alguien buscando algo dentro del refrigerador, es Trevor, está en la cocina sin camiseta y se acaba de dar cuenta de mi presencia.
-Hola muñeca – me saluda, sonriéndome de medio lado – lindo atuendo, muy apropiado – dice, y yo me halo la camiseta que deja al descubierto la mayor parte de mis piernas y mis pezones que se marcan sobre la tela blanca.
¡Joder que estoy de mala suerte hoy!
Maxine.-¡Deja de mirarme de esa forma! – le pido, viéndolo con el ceño fruncido.-¿De cuál forma?-Asi, como un pervertido – yo hago una mueca con el rostro e intento cubrirme tanto como me sea posible.-Yo no te estoy mirando de ninguna forma – él levanta los hombros con indiferencia – además, no es como si no te hubiera visto antes – dice Trevor y siento que mis mejillas se sonrojan, recuerdo que él tuvo una vista perfecta de mi pecho y de mi pezón y eso hace que me ruborice.-De todas formas, contrólate, ¿Es que no sabes cómo tratar a una mujer? – Trevor suelta una risa torcida y se acerca hasta donde yo estoy en la entrada de la cocina.-¡Oh, muñeca, por supuesto que se cómo tratar a una mujer! – susurra despacio mientras yo observo su rostro entre las sombras que le da un aspe
Trevor. Es de mañana y hace un jodido calor que me obliga a quitarme la camiseta e ir por una cerveza en la nevera, eso es lo que hago, automáticamente voy a la cocina, destapo la botella de vidrio verde y entonces espió por la ventana a Nick y Maxine que están subiendo cajas en el auto de Nick.Me quedo en silencio y los escucho hablar, están tan embelesados el uno con el otro que aun si me pongo en medio de ellos no estarían en la capacidad mental de verme realmente. Maxine y Nick me dan asco, esa relación de pajaritos que tienen me asquea, ¿Es que acaso yo soy el único que se da cuenta de lo falsa que es?Son falsos el uno con el otro, me recuerdan mucho a los malos actores de una mala comedia romántica, esos que parecen que tuvieran que fingir para estar juntos, como si lo hicieran por obligación y no realmente por amor. Aunque después de todo, ¿
Maxine. -¿Eso es todo? – me pregunta Trevor, que ha estado serio la mayor parte del día, ignorando nuestro pequeño incidente de la mañana.-Creo que por hoy si es todo, estoy demasiado cansada – me tiro en mi cama y él me mira desde una distancia prudente, casi que no alcanzo a reconocer a este Trevor que se mantiene a raya – ¿Te pasa algo? – pongo mis codos en el colchón y me levanto ligeramente para poder verlo.-No, yo también estoy cansado, me voy a dormir – suelta y me da la espalda de inmediato.¿Qué demonios? Pienso, no entiendo sus cambios de humor, no entiendo como es capaz de convertirse en una persona completamente diferente en cuestión de segundos, eso me frustra y me irrita, sobre todo, porque sé que no tengo el derecho de reclamarle por absolutamente nada.Yo suelto un bufido, me pongo en pie y voy a mi b
Trevor. Maxine me esta provocando, no sé si lo hace sin intención porque es muy estúpida, o si de verdad lo está haciendo a voluntad, no sé si se trata de mi imaginación, pero no puedo dejar de verla desnuda sobre la cama, y tengo que alejar esa imagen de mi cabeza, no solo porque es la novia de mi hermano, que es lo que menos me importa en realidad, si no porque somos vecinos, nuestras familias son amigas, y nunca me ha gustado todo ese rollo de mezclar placer con cercanía.-¿Compraste un nuevo colchón? – le pregunto y ella me mira confundida.-¿Se suponía que tenía que hacerlo?Yo suelto un bufido, me llevo un par de dedos al puente de la nariz – ¿Tu acaso crees que vas a para un hotel cinco estrellas? – le pregunto de manera retorica.-No…-Tienes que llevar un colchón, nos estamos mudando, Prior, ut
Maxine. -¿Tu es que eres imbécil, idiota, retrasado o que es lo que pasa contigo? – le grito, bajándome del auto que esta ligeramente ladeado.Trevor se queda dentro del auto y parece que estuviera procesando todo lo que le he dicho, se ve lento y tonto, más tonto de lo que ya es por costumbre.-¡Joder Trevor, bájate del maldito auto! – vuelvo a gritar.Miro a mi alrededor y me paso las manos por los brazos, estamos en una carretera interestatal, alrededor de nosotros no hay nada mas que bosque y yo estoy prácticamente sola porque en este momento no puedo considerar a Trevor como una persona, en este momento él es solo un ser vivió al que yo quisiera matar con mis manos por ser tan bruto.-¡Trevor! – sigo gritando, pero él permanece dentro del auto.Maldita sea el momento en el que decidí que él tenia que conducir, deb
Maxine. Yo nunca he estado en un motel, es que nunca lo he imaginado ni siquiera, pero de haberlo hecho estoy segura de que habría sido un lugar mucho mejor que este en el que estamos entrando Trevor y yo. Todo se ve sucio, las paredes, el piso, casi parece sacado de una mala película de terror, me da asco todo el sitio y no quiero ni imaginarme como serán las habitaciones.Mientras llegamos a la “Recepción” pienso en dormir en el auto, pero lo descarto de inmediato porque estamos en medio de la nada, y no sé que es peor, si el motel o el estacionamiento desierto.-Hola – saludo al hombre regordete detrás de un escritorio improvisado – necesito dos habitaciones – le pido.Él levanta una ceja y mueve el palillo que tiene entre los dientes – ¿Dos habitaciones? – pregunta con incredulidad.-Si, dos habitaciones, nosotros no venimos en pl
Maxine.Me despierto con los primeros rayos del sol, intento moverme para alagar la mano y tomar mi celular que está en la asquerosa mesita de noche, pero un peso me impide moverme, parpadeo con fuerza hasta que mis ojos se adaptan a la luz y me doy cuenta de que prácticamente tengo el cuerpo de Trevor encima del mío, el hombre tiene su brazo pesado y musculoso acorralándome y no puedo moverme, y ni que decir de su pierna que está puesta sobre las mías.Tal parece que Trevor decidió utilizarme de almohada. Aunque en realidad eso no me molesta todo lo que debería, su cuerpo desprende calor humano y su piel tersa junto a la mía me hace sentir… extraña, supongo que en una buena forma.Me quedo un rato más allí aprisionada bajo el cuerpo de Trevor, hasta que tengo el presentimiento de que eso que está rozando mi culo por debajo de las sabanas no es prec
Maxine. Termino de organizar mi habitación y suelto un bufido pesado, ¡Por fin terminé! El lugar tiene medianamente orden, la ropa esta colgada en su sitio y mi cama ya está perfectamente hecha, si no hubiera sido porque Trevor se fue hace casi siete horas para Dios sabe dónde, probablemente ya habríamos terminado con el departamento, pero no, aun hay cajas tiradas por todos lados en cada una de las habitaciones, los únicos sitios en donde se puede transitar con normalidad es mi habitación y la pequeña sala del departamento.Me tiro en la cama cansada del largo día y agarro mi celular, hay una notificación en la esquina superior, la abro y me encuentro con un mensaje de Nick.-“¿Que tal va tu día?, preciosa” – el mensaje es de hace dos minutos y Nick está en línea asi que le respondo de una vez.